Hazure Skill ‘Mapping’ Wo Te Ni Shita Ore Wa  (NL)

Volumen 3

Capitulo 8: El Enfrentamiento de la Revancha

Una vez que me liberé de la singular sensación de flotación al usar el cristal teleportación, aire húmedo llenó mis fosas nasales. Era casi nostálgico; el mero olor de este lugar evocaba innumerables recuerdos. Aquí abajo habían pasado tantas cosas… Y ya había pasado un mes desde entonces, ¿eh? Qué extraño. Al mismo tiempo, me parecía que había sido ayer y hace toda una vida.

Erin y yo habíamos vuelto al laberinto de la desesperación sin fin, el piso 20. Toda la experiencia estaba aún fresca en mi mente. La primera vez que bajamos aquí fue desde el piso 17, donde habíamos tropezado con una trampa de teletransporte. Los dos —un ladrón con Mapeado sin habilidades de combate y una maga que sólo tiene ataques de rango— nos unimos para sobrevivir, de alguna manera, por los pelos.

Ahora podría reírme al recordarlo, pero en ese momento pensé que estábamos perdidos. Incluso ahora, Erin tenía una mirada sombría. Los demás miembros de Arrivers también estaban reverentes. Nadie bromeaba como de costumbre. Decidí hablar en un intento de disipar la pesada oscuridad en el aire.

“¡Hagamos esto como lo habíamos planeado!” Dije con gusto, mis palabras resonaron en el silencioso pasillo.

Personalmente, no veía este viaje con pesimismo. En todo caso, sentía que teníamos una gran ventaja. Dos de los seis ya estaban familiarizados con este piso, lo que era una ventaja considerable en comparación con los otros pisos a los que habíamos llegado completamente fríos.

Además, a excepción del jefe y del jefe intermedio, los monstruos de aquí no eran tan duros como los del piso 19. Había menos, tanto en tipo como en número. En cambio, el piso 20 era ridículamente largo y complicado. Se necesitarían varios días para llegar a la salida, incluso por la ruta más corta, lo que no supondría un problema para los Arrivers.

Nunca nos perderíamos con mi Mapeado, y nuestras bolsas de artículos estaban llenas de raciones para una larga expedición. Habíamos traído todo lo que podíamos necesitar. E incluso si nos quedáramos sin comida, Erin podría prepararnos unas comidas de carne de monstruos con Cocina Menor. Literalmente no podíamos estar más preparados para esto.

Para empezar, ya tenía la mitad del piso trazado mentalmente. Era imposible que nos quedáramos sin provisiones antes de llegar. Por eso no me preocupaba, pero mi compañera, veterana del piso 20, parecía pensar de otra manera. Su mirada normalmente severa se vio exacerbada por un profundo surco en su frente. No podía dejar que eso quedara sin respuesta, así que intenté hablar con ella.

“¿Estás bien, Erin?”

“Estoy bien. Eres tú quien me preocupa.” Dijo mirándome a los ojos. “¿En serio vas a luchar contra el jefe intermedio?”

“Por supuesto. Por fin he encontrado mi papel.”

Recordé nuestra batalla contra el jefe en el piso 19 el otro día. Me había lanzado a hacer de señuelo, distrayendo y kiteando a la sirena roja. Era lo único que era capaz de aportar en el combate sin ningún arte de ataque. Quería aprovechar eso y participar en la batalla del jefe intermedio como un tanque de evasión improvisado.

Habría mentido si dijera que no tenía ningún miedo, pero mis ganas de intentarlo superaban el miedo. Mis artes de evasión ya eran lo suficientemente buenas como para usarlas en la mazmorra; eso lo había aprendido la última vez que me enfrenté al jefe intermedio.

Si me concentraba totalmente en evadir sin siquiera intentar atacar, estaba bastante seguro de que podría resistir. Además, ya había visto a este jefe intermedio antes. Recordaba cómo atacaba, y esta vez tenía el apoyo de todo mi grupo detrás de mí. No podría llamarme a mí mismo un explorador de mazmorras si huyera en condiciones tan perfectas.

Pero también había otra razón por la que quería desafiar al jefe intermedio del piso 20. Era simple: venganza. Este era un combate de rencor para mí. El anhelo de enfrentarme de nuevo a un enemigo tan formidable ardía en lo más profundo de mi pecho, insaciable.

El guerrero de armadura plateada se mantiene erguido en el centro de la cámara, con la naginata en la mano. Un espeso miasma visible a simple vista envolvía su cuerpo. El rostro de un demonio sediento de sangre decorando su máscara. Si cerraba los ojos, podía verlo claramente en mi mente… Y no era sólo una criatura de mi imaginación. Era real, muy real. Podía sentirla incluso ahora. Había una presencia intimidatoria detectable justo delante, en el centro de la sala, más allá de la puerta del jefe.

No tenía sentido quedarse parado por más tiempo. Nada se resolvería esperando.

“Señorita Neme. Sus buffs, por favor.” “Entendido.”

Una sensación de regocijo me invadió cuando Neme respondió: un efecto secundario de su hechizo que aumentaba mi fuerza física y mis habilidades curativas naturales. Debería ser capaz de resistir el uso de Pseudo Carrera Umbría con esto. Moví los dedos con inquietud, descargando el exceso de energía que corría por mi cuerpo. Era una sensación extraña, pero no desagradable.

Todo está bien. Todo va a estar bien.

“Muy bien, hagamos esto. ¿Todos listos?” Pregunté, mirando a mis compañeros de equipo.

Una vez que todos asintieron, expulsé todo el aire de mis pulmones. Mi trabajo era ser el objetivo inicial del jefe intermedio.

Pseudo Carrera Umbría.

Corrí mientras sentía que se me congelaba el cuerpo, pasando a toda velocidad por el escenario del estrecho pasillo. Los apliques de la pared iluminaban el camino. Era un camino recto desde aquí hasta el guerrero con armadura. Ya no había nada entre nosotros. Proyecté mi Sed de Sangre hacia el enemigo que tenía delante en una declaración de guerra, señalando el comienzo de nuestra batalla.

Nuestros ojos se encontraron. El guerrero me causó una intensa impresión. Se me puso la piel de gallina. Ahora haríamos contacto en menos de un segundo. Cualquier momento a partir de aquí era una cuestión de vida o muerte.

En cuanto entré en la cámara central, salté hacia el guerrero con armadura.

¡Flujo!

Acelerado por los efectos de Pseudo Carrera Umbría, dejé atrás mi propia sombra. Me movía tan rápido que ya no podía ver. Evadí la naginata que se acercaba únicamente por lo que podía sentir.

El camino que tomé fue como una sombra negra que se arrastraba por debajo del arma de asta mientras se balanceaba. Procedí a activar Retirada y a deslizarme por debajo de él mientras giraba, con las suelas calientes por la fricción mientras me deslizaba. Aunque me inclinaba hacia delante, tuve cuidado de no perder el equilibrio mientras avanzaba.

Entonces intenté ponerme detrás del guerrero acorazado, pero no fue como esperaba. El jefe intermedio dobló sus rodillas acorazadas, y luego desapareció…

Lo siguiente que supe fue que estaba frente a mí. Su naginata me atravesó, o más bien, una sombra de mí. No era mi cuerpo real. Había utilizado el arte evasivo Espectro, que creaba una imagen posterior de su usuario cuando se movía a gran velocidad. En otras palabras, la naginata sólo había captado una ilusión de sombra.

El guerrero acorazado se quedó confundido durante una fracción de segundo, y yo aproveché esa oportunidad para activar Retirada y conseguir algo de distancia. Si la sala circular era como una esfera de reloj, me estaba moviendo hacia las diez en punto. La entrada estaba a las seis en punto, y ahora podía detectar cinco presencias que entraban por allí: Jin y los demás por fin me habían alcanzado.

Nuestros MVP en este combate serían Jin y Erin. Erin lanzaría hechizos moderadamente potentes mientras Jin y yo nos turnábamos para distraer al jefe intermedio. Jin también pasaría a la ofensiva si tuviera la oportunidad. Habíamos llegado a este acuerdo para facilitarme las cosas. Me había enfrentado a Jin en innumerables ocasiones para entrenar, así que estaba muy acostumbrado a sus patrones de ataque. Erin y yo también habíamos pasado por un infierno juntos, así que habíamos elaborado nuestra propia clase de trabajo en equipo.

En cambio, no tenía mucha experiencia luchando junto a Force o Roslia. No estaba demasiado familiarizado con sus estilos de lucha. Dado que nuestro oponente no era mucho más grande que un humano medio, atacarlo con demasiada gente a la vez dificultaría la coordinación. Por eso habíamos decidido que dos personas atacaran por turnos mientras todos los demás se quedaban atrás, aunque no se quedarían de brazos cruzados. Los miembros del grupo en la línea de retaguardia vigilarían a Erin y la protegerían del jefe intermedio si se le acercaba. También estarían preparados para intervenir en mi lugar si necesitara refuerzos.

Una vez que estuvimos todos en posición, el ataque de los Arrivers contra el jefe intermedio comenzó en serio. Un rayo quemó la parte posterior de la cabeza del guerrero acorazado, obra de Erin, por supuesto. Intentó darse la vuelta, pero un profundo corte se abrió de repente en su cuello: era Jin. Había lanzado el ataque en perfecto tándem con Erin.

Así, el guerrero con armadura se volvió hacia Jin, pero éste no aparecía por ninguna parte. Había activado Sigilo para ocultarse. Por supuesto, Sigilo no era un arte todopoderoso. Era bastante menos eficaz contra un enemigo que ya sabía que estabas allí. Para asegurarme de que eludía al jefe intermedio, activé una intensa ráfaga de Sed de Sangre antes de que el guerrero pudiera encontrarlo.

Eso atrajo su atención hacia mí, o eso pensé, pero entonces hubo otro destello de luz. Era el destello de un segundo tajo de Jin. Su espada negra se coló entre los brazos del guerrero para desgarrar su hombro derecho. De la herida brotó un humo rojo oscuro. Era casi como si el daño se materializara en furia.

Me aparté de un salto mientras observaba. La naginata del jefe intermedio cortó un arco frente a mi estómago. No iba a caer sin luchar. Por reflejo, había respondido con un contraataque de barrido en el momento en que Jin lo golpeó, pero un golpe tan salvaje nunca me alcanzaría a mí, y mucho menos a un maestro asesino.

Un tajo. Luego otro. La espada negra de Jin avanzó como una flecha, y luego retrocedió sin perseguir demasiado. Su poder se puso de manifiesto al contrarrestar el contraataque del guerrero con armadura. Luego anuló su presencia con Sigilo cuando un trueno rugió en la sala. El hechizo de rayo de Erin se estrelló contra el guerrero, desviándose de su armadura y dispersándose por la habitación.

¡Retirada!

Me las arreglé para evadir un rayo que venía hacia mí… Espera, ¿por qué diantres un rayo vino hacia mí? ¡Cuidado, Erin!

“¡Lo siento!”

No es que la puntería inestable de Erin fuera algo nuevo, y el rebote no fue del todo inesperado… pero aun así me sentí un poco molesto. ¿Qué habría hecho ella si yo no lo hubiera esquivado? Quiero decir, ella probablemente había disparado asumiendo que yo lo haría. Incluso se había disculpado, pero no me pareció que lo lamentara.

Respiré profundamente para calmarme y, en ese momento, el jefe intermedio dirigió su atención hacia Erin. Utilicé la Sed de Sangre con pánico, y el agudo brillo de sus ojos se posó en mí en consecuencia. Dejé que la patada baja del guerrero acorazado pasara de largo antes de evadir el siguiente golpe de su naginata doblando la espalda. A continuación, me alejé de un salto, trazando un arco en el aire mientras saltaba.

Jin me cubrió al aterrizar, atacando desde una posición baja que aprovechaba su rotación. Su espada negra se extendió como un látigo, causando estragos en la armadura del guerrero. Fue un golpe limpio, probablemente el más dañino hasta el momento. Dejó una profunda herida que iba desde un lado de la cintura del jefe medio hasta su hombro opuesto. Un humo rojo oscuro salió disparado y se elevó hacia el techo.

Jin estaba especializado en la lucha contra monstruos humanoides. Esto es algo de lo que me he dado cuenta a lo largo de los diecinueve pisos que hemos recorrido juntos hasta ahora. Una vez le pregunté por ello, y lo admitió de inmediato. En comparación con otros estilos de batalla orientados al combate, los asesinos no tenían ataques grandes y audaces. Su especialidad era matar a la gente de forma rápida y silenciosa.

Por eso Jin era más eficaz contra los enemigos de tipo humano. La fuerza de este guerrero acorazado era muy superior a la de los humanos, pero sus movimientos eran fundamentalmente similares. Era justo lo que Jin podía hacer. Era tranquilizador, realmente. Sentí que probablemente podría ganar este combate solo, incluso sin el apoyo de Erin, así que me sentía perfectamente cómodo dejándole las cosas a él. Activé Sigilo y retrocedí un poco en consecuencia. Tenía que tener cuidado de no interponerse en su camino.

Aproveché para sacudirme las manos y examinarme. Todo parecía estar bien. Seguía en perfecto estado de funcionamiento. Entonces asentí para mí mismo, di un paso adelante de nuevo y activé la Sed de Sangre. Esto debería ser pan comido. Después de haber ocultado mi presencia con Sigilo, Sed de Sangre debía llamar la atención del jefe intermedio.

A la izquierda superior. El lado derecho. Una estocada frontal. Otra más, seguida de otra. Luego un tajo. De nuevo a la parte superior izquierda. Un tajo hacia arriba. Un golpe por encima de la cabeza. Una estocada. Luego dos. Luego tres consecutivas. Un tajo hacia arriba. Un barrido horizontal. Apenas tuve tiempo de respirar mientras esquivaba por los pelos su avalancha de feroces ataques.

El guerrero acorazado acababa de prepararse para retroceder desde el lado opuesto cuando la espada de Jin alcanzó su cuello, dejando un corte lo suficientemente profundo como para cortar una arteria. Si hubiera sido un humano, habría sido un golpe fatal. Pero se trataba del jefe intermedio del piso 20. En lugar de sangre, salía humo blanco de la herida. El guerrero con armadura seguía en pie.

El humo se dispersó por la habitación como la niebla, casi como un aura alrededor del guerrero. Ahora parecía realmente un demonio enfurecido. Gracias a Búsqueda de Enemigos, podía sentir que su nivel de amenaza se disparaba. El monstruo parecía fortalecerse cada vez que recibía daños.

Contuve una risa amarga mientras gritaba: “¡Force, ahora te toca a ti!”

“¿Qué? ¡Vamos, Note! ¡Puedes hacerlo mejor que eso! ¡Muéstranos algunas agallas!” “¡Aunque nada me gustaría más que complacerte, este tipo va a ser una verdadera espina

en nuestro costado si no lo eliminas de una vez!”

La idea original era que Jin y yo lo redujéramos gradualmente, pero sólo ganaría impulso si nos tomábamos nuestro tiempo de esa manera. No podíamos dejar que eso sucediera, así que era el momento de cambiar rápidamente de planes. Teníamos que pensar en nuestros pies, ya que nunca habíamos pasado por esta lucha de jefe intermedio. Me recompuse rápidamente para que mi decepción no afectara a mi rendimiento.

“Sólo usa ataques pesados. Se hace más fuerte cada vez que recibe daño.” “Ah, así que ese es el truco.”

Con eso, Force pareció entender. Sacó rápidamente a Purgatorio de su vaina como si estuviera accionando un interruptor en su interior: ahora estaba en modo serio. Un demonio ardiente contra uno con armadura. Un espadachín consumido por las llamas del infierno contra un guerrero que arde de odio.

A partir de ahí, fue un combate cuerpo a cuerpo. Force y Jin atacaron al guerrero en dos ocasiones mientras Erin seguía disparando a distancia. El jefe intermedio tenía que cambiar de dirección continuamente para intentar atacar, lo que dificultaba el seguimiento de sus oponentes. Incluso me resultaba difícil seguirle el ritmo. Si dejaba que la atención del jefe intermedio se alejara de nosotros un segundo, uno de nosotros podría pagarlo con la vida.

Este era el piso 20. Incluso los golpes indirectos podían matar. Tuve que mantenerme alerta justo detrás de Jin y Force en cada paso del camino.

Una tempestad. Una onda expansiva que no podía describirse de otro modo me obligó a inclinarme hacia delante. Era el vil efecto posterior de la naginata del guerrero acorazado, que superaba con creces lo que podía hacer cualquier arma normal.

Pensé que había evitado el ataque con espacio de sobra, pero mi espalda estaba arañada. Los cortes no eran demasiado profundos, pero tampoco eran nada del otro mundo. Una luz brilló alrededor de mi cuerpo: era el hechizo de curación de Neme.

Y tampoco era sólo a mi alrededor. Jin y Force no habían llegado ilesos hasta aquí en la lucha. El guerrero acorazado se hacía más fuerte cada vez que lo golpeábamos. Su brazo izquierdo estaba destrozado y su mano derecha no estaba del todo intacta. Su casco había sido destrozado, y grandes cortes recorrían su torso.

Habría muerto hace tiempo si fuera humano. Pero en este maltrecho estado, su habilidad única lo potenciaba al máximo. Su armadura plateada era ahora negra por el miasma, y emitía un brillo siniestro. Parecía una aparición. Un fantasma que seguía luchando incluso después de muerto.

Ningún lugar de la cámara estaba ya a salvo. Un solo tajo de la espada del guerrero acorazado podía alcanzar ahora las paredes de la sala con un efecto mortal. Levantó su naginata hacia arriba, apuntando a Neme mientras seguía lanzando magia curativa. Estaba a unos cincuenta metros de distancia, a su alcance.

Roslia activó su barrera característica, Fortaleza Impenetrable, desde detrás de Neme. Era el hechizo defensivo más fuerte que tenía. La naginata chocó violentamente con ella con toda su fuerza. Se deslizó por el muro de luz y se estrelló contra el techo. La barrera de Roslia había vencido.

Miré al guerrero con armadura, cuya naginata estaba casi clavada en el suelo por su pie izquierdo por el retroceso de ese último ataque. Esta era nuestra oportunidad. Quizás la más grande hasta ahora. Si no aprovechábamos esta oportunidad, nos esperaba otro feroz ataque… y no podíamos arriesgarnos a ello.

Por lo tanto, ahora teníamos que pasar a la ofensiva. Teníamos que atacar, atacar, atacar y ganar. Preparé mis pies, preparándome para acelerar. Sabía que todos los demás probablemente estaban pensando lo mismo ahora mismo, incluso sin intercambiar una palabra. Todos estábamos preparados para acabar con esto.

El primero en moverse fue Jin. Saltó hacia delante envuelto en Carrera Umbría, la versión muy superior de mi Pseudo Carrera Umbría. Su velocidad era increíble, pero estaba obstruido por la naginata del jefe intermedio. No pudo acercarse del todo.

Eso significaba que era mi turno. Avancé a toda velocidad, pasando de cero a cien en una sola ráfaga. Me ardían los muslos. Podía decir que mis músculos estaban gritando. Pero no me importaba. Estaría bien mientras tuviera la Regeneración de Neme.

Así que continué cargando a esa gran velocidad. Los ojos del guerrero acorazado se fijaron en mí.

¡Aquí viene!

Me detuve en seco y usé Retirada. El impulso que había acumulado no tenía adónde ir, lo que me hizo volar en una dirección inesperada. Mis tobillos se retorcieron de forma antinatural.

Pero gracias a eso, pude evadir el tajo del guerrero con armadura. No tuve que preocuparme por el resto después de eso. Los otros miembros se encargarían de ello.

Primero llegó el ataque de Jin: un profundo tajo en la mejilla izquierda del guerrero. En el momento en que volvió su atención hacia Jin, su cuerpo se desplomó en el suelo.

Eso fue lo que hizo nuestro tercer MVP. El líder de nuestro grupo había mostrado por fin lo suyo. La cabeza del jefe intermedio volaba por el aire, con casco y todo. Trazó un arco y luego cayó al suelo. Force se alzaba al otro lado del guerrero desplomado, con su espada en alto.

El combate había terminado. La presencia del jefe intermedio había desaparecido de mi mapa mental. Mi combate de revancha fue una victoria total y absoluta.

***

Continuamos explorando después de derrotar al jefe intermedio, pasando a despejar el resto del piso 20. La expedición duró más de dos semanas, hasta que finalmente llegamos a la cámara del jefe. El jefe era mucho más formidable que el jefe intermedio… Tanto es así que tuvimos que retirarnos al principio, pero pudimos ganar la batalla en nuestro segundo intento y volver a casa victoriosos.

Los Arrivers eran ahora el único grupo activo que había despejado los pisos intermedios

—es decir, los pisos del 10 al 20— de la mazmorra. Fue un logro tremendo que tomó por asalto la bulliciosa ciudad de Puriff. Se hizo evidente cuando volvimos a visitar el gremio de mazmorras después del hecho. La gente hablaba…”

“Hey, ¿ese no es Jin de los Arrivers?”

“¿Te refieres al grupo que acaba de despejar el piso 20?” “¿Quién es el que está con él?”

“No sé.”

“¿No es ese Girl Snatcher?”

“¿Qué? ¿Así que secuestra a las chicas?”

Me quedé en silencio un momento y luego me volví hacia mi compañero de grupo. “Jin, por favor, golpea a esa gente por mí.”

“No digas cosas tan violentas. Además, ese no es el tipo de cosas que deberías pedirle a alguien que haga en tu lugar…”

“Pero nunca ganaría por mi cuenta.”

Miré fijamente a los aventureros que nos observaban desde la esquina de la habitación. Todos parecían más grandes y fuertes que yo. Y si estaban aquí en el gremio, probablemente fueran exploradores de mazmorras, un nivel superior al de un aventurero medio. De ninguna manera iba a pelearme con ellos.

“De todos modos, seguro que hace tiempo que no visito el gremio de mazmorras.” “¿Eh? ¿No es tu primera vez aquí, Note?”

“Er… No, vine aquí una vez por un asunto menor…”

Dicho “asunto menor” fue vigilar el lugar con Riece. Intentábamos encontrar un posible amante para Cathy, para levantarle el ánimo y conseguir que aceptara ser mentora de Erin. Así fue como conocimos a Hugel, lo que se convirtió en un enorme desastre después de que, lamentablemente, descubriéramos que era un depredador. Todo aquello fue una gran vergüenza, así que no me veía con ánimos de contárselo a Jin.

De todos modos, Jin y yo estuvimos hoy en el gremio para ocuparnos de algunos trámites. Al parecer, había que seguir todo tipo de procedimientos para actualizar el registro del nuevo piso de los Arrivers. Había visto a Jin saliendo de la casa de camino hacia aquí y me ofrecí a acompañarle, ya que estaba libre.

“Sin embargo, es la primera vez que oigo que hay que informar del despeje de pisos al gremio.” Dije, mirando el formulario que Jin estaba rellenando junto al mostrador de recepción.

Respondió sin levantar la vista: “También hay muchas otras cosas de las que informar.” “¿De verdad? ¿No es agotador manejar todo por tu cuenta?”

“Lo es, pero al menos sé que se hace bien de esta manera. Hubo un par de veces, en los primeros tiempos, en que nos suspendieron el permiso de explorar mazmorras porque Force se equivocó con el papeleo, ¿sabes?”

“Vaya, sí que lo has pasado mal, ¿eh?”

“Como he dicho, eso fue en los primeros tiempos. Había muchas cosas que no sabíamos.

Cada pequeña cosa era un reto… Pero todo era muy divertido.”

“Al principio sólo eran ustedes dos, ¿no? He oído que Neme y otros se unieron después.”

“Sí, es cierto. Al principio no pudimos encontrar ningún otro miembro. Eso fue difícil. Force tenía estándares excepcionalmente altos para dejar que la gente se uniera. Y como no teníamos experiencia en la exploración de mazmorras, no podíamos reclutar exactamente por la reputación.”

“Pero hiciste que Neme se uniera, ¿no?”

“Nos encontramos con ella cuando todavía era demasiado tímida para encontrar un grupo por sí misma, así que se convirtió en nuestro tercer miembro después de una serie bastante larga de negociaciones.”

“Y desde entonces han entrado y salido otros miembros del grupo, ¿verdad?”

“La mayoría lo deja en tres días. Pero más recientemente, tenemos a Erin. Luego a ti y a Roslia. Y así es como terminamos con los Arrivers tal y como somos ahora.”

“Es un poco extraño pensar en los Arrivers de otra manera. Es casi como hablar de un grupo diferente.”

“Bueno, eso es perfectamente natural. Sólo has conocido a los Arrivers con nuestra alineación actual. Pero para mí es diferente. Desde que éramos sólo Force y yo, hasta el presente con nosotros seis… Todos esos días son recuerdos preciosos para mí.”

Jin tenía una mirada orgullosa cuando dijo eso. Me dio un poco de envidia por lo que él tenía y a mí me faltaba desesperadamente.

El sol se ponía cuando dejamos el gremio de mazmorras. Habíamos empezado bastante tarde, así que las estrellas titilaban en el cielo crepuscular cuando finalmente terminamos todo el complicado papeleo.

El olor de la cena cocinándose salía de casi todas las casas del distrito residencial. Probablemente Erin también tenía algo esperándonos en casa… Estaba tan distraído con el singular bullicio de la ciudad al caer la noche, que llegamos antes de darme cuenta. Jin fue a abrirnos la puerta principal.

“Voy a comprobar el correo.” Dije, acercándome al buzón.

Jin solía comprobar el correo por la mañana y por la noche. Nadie más solía molestarse a menos que esperara algo personalmente.

Abrí de un tirón la caja de madera azul claro y miré dentro. Había una sola pieza de correo. Era un sobre normal y rectangular, sin más importancia que el hecho de que era de color negro azabache.

“Hay una carta para ti, Jin.” Le dije.

Estaba a punto de entrar, pero se detuvo y se dio la vuelta para tomar la carta de mí. “Aquí tienes.” Dije.

Cuando le entregué el sobre negro, enarcó una ceja.

“Me pregunto de quién será.” Reflexionó, abriéndolo sin dudar. “No esperaba correo.” Ahora que lo pienso, la carta no tenía remitente ni remitente. Ni siquiera nuestra dirección,

sólo el nombre corto de Jin. Estaba a punto de señalárselo…

Pero me tragué mis palabras cuando levanté la vista y vi la expresión de su rostro. Sus labios temblaban mientras leía la carta, sus ojos estrechos se abrían de par en par y su boca colgaba entreabierta. Parecía asustado y sorprendido al mismo tiempo. Nunca le había visto tan agitado.

Confundido, pronuncié la primera pregunta que se me ocurrió: “¿Qué dice?”

Nunca esperé que simplemente me entregara la carta como respuesta. Me sorprendió un poco, pero la acepté. No pude evitar comentar lo débil que parecía su agarre. Algo era muy extraño aquí.

Lentamente, vacilante, miré la carta…

Jin,

vendré a por tu cabeza mañana por la tarde. Ya sabes la razón.

—Headhunter 

“Jin, ¿qué es esto…?” Pregunté con voz ronca. El temblor de mi voz me sorprendió incluso a mí.

Ambos permanecimos en silencio durante un largo momento, sin más que los ruidos ambientales de la ciudad en la noche que flotaban en el aire entre nosotros. Finalmente abrí la boca para intentar preguntar de nuevo…

Pero Jin respondió primero con voz suave: “Parece ser una amenaza de muerte de Headhunter.”

Headhunter…

Ese era el sicario que Riece había mencionado el otro día. Según ella, era el más fuerte de toda la nación. Utilizaba Sigilo para ocultar completamente su presencia y luego decapitaba limpiamente a su objetivo sin ser detectado. El dominio de esa táctica le aseguraba la muerte en todo momento. Ni siquiera los luchadores de primera clase, como Force y Jin, tendrían una oportunidad contra él, o eso decía Riece.

Pero de un modo u otro, este supuesto asesino supremo acababa de declarar a Jin como su próximo objetivo. Era un poco difícil de digerir.

“¿Esto es real?” Solté con una negación irreflexiva.

“Es lo más probable.” Contestó Jin, habiendo recuperado la calma.

Me sorprendió la rapidez con la que se había recompuesto… pero su habitual calma y serenidad desmentían la gravedad de la situación actual. Se sentía fuera de lugar en este momento.

“Si es real.” Empecé. “¿Por qué enviaría una carta así? Es decir, si realmente quería matarte, ¿por qué avisarte de antemano? Esto tiene que ser una broma enfermiza o un impostor o algo así…”

“No, es simplemente el tipo de asesino que es. Entiendo tus reservas, pero probablemente no conozcas la verdadera naturaleza de Headhunter.”

“¿Su verdadera naturaleza?”

“Quiero decir que no elige a sus víctimas al azar.” Aclaró Jin, señalando la segunda frase de la carta.

Ya sabes la razón.

Había algo realmente inquietante en eso. No podía pensar en una sola razón por la que alguien quisiera la muerte de Jin. Pero para que Headhunter utilizara un lenguaje tan vago, Jin debía tener alguna idea de lo que se trataba. Tal vez algo de su pasado.

Quería preguntar sobre ello, pero Jin volvió a hablar antes de que pudiera… “Headhunter es en realidad un justiciero. Un sicario de la justicia, podría decirse.” “¿Qué…?”

Me costó mucho analizar “sicario de la justicia”. Escuchar esas palabras juntas era tan extraño como que nevase en verano.

“Normalmente sólo mata por encargo, pero todos sus objetivos se limitan a criminales. Investiga cuidadosamente cada caso y luego castiga a los que considera verdaderamente malvados. Por eso se desvive por enviar cartas como ésta, para pronunciar una sentencia de muerte e inspirar el arrepentimiento por los crímenes cometidos.”

“¡¿Entonces por qué te persigue?!” “Porque…”

Miré mi reflejo en los ojos de Jin, que poco a poco se iban adaptando a la oscuridad de la noche.

“He matado a mucha, mucha gente.” Dijo. “Incluso más que Headhunter. Algunos de ellos eran completamente inocentes.”

Había un tono de autodesprecio en su voz, pero una emoción aún más profunda debajo de eso. Los destellos del pasado de Jin aparecían y desaparecen… Era la primera vez que los veía de verdad, pero no me importaba. No conocía al Jin del pasado. Sólo le conocía tal y como era ahora.

Para ser sincero, incluso después de que él mismo me lo dijera, me costaba creer que hubiera sido un asesino. El Jin que yo conocía era amable y confiable. Era mi salvador, el que me había sacado del borde de la desesperación. Y este Headhunter no sabía nada de él. Querer acabar con él basándose en un equivocado sentido de la justicia… ¡Era absurdo!

“¡Ahora vives una vida perfectamente respetable, Jin! No tiene ningún derecho a asesinarte…”

“Ahí es donde te equivocas, Note. Mientras haya un cliente, tiene una razón para matar. Y hay mucha gente resentida conmigo. Demasiados, de hecho. No tengo forma de reducirlo a una sola persona. Tampoco puedo culparlos por lo que sienten. A cada uno de ellos le robaron un familiar, un ser querido u otro amigo precioso… por mi mano.”

Apenas sabía qué decir a eso. Jin era muy valioso para mí, pero se había llevado a personas igualmente valiosas para otros… Esa verdad era un peso espantoso en mi pecho. Algo que sólo podía apreciar ahora que tenía gente valiosa. No quería perder a Jin, ni a Erin, ni a nadie más. La sola idea me repugnaba.

“¿Vas a aceptar tu muerte?” Me armé de valor para preguntar.

“No.” Respondió rotundamente, para mi sorpresa. “Es cierto que tengo cierta culpa por lo que he hecho, pero eso es otra cosa. Sinceramente, quiero seguir aventurándome contigo y con el resto de los Arrivers. No cambiaría ese sueño por nada, así que ciertamente no voy a sentarme y dejar que me maten. Ni siquiera después de lo que he hecho. No soy tan santo, Note.”

Allí, Jin intentó forzar una sonrisa. Las comisuras de su boca se volvieron en una sonrisa, pero no había luz en sus ojos. Sólo ponía una cara de valentía.

“Sin embargo.” Dijo, inhalando profundamente. “En caso de que esto termine conmigo muerto, dejo a los Arrivers en tus manos.”

“¿Por qué dices algo así?”

Como si fuese a permitir que eso sucediera. Incluso hipotéticamente hablando, no iba a estar de acuerdo con eso. De ninguna manera. Había ciertas líneas que no se cruzaban. De hecho, me irritaba un poco que lo hubiera sugerido. Se me notaba en la voz.

“No estás solo, Jin.” Dije, un poco más bruscamente de lo que habría hecho normalmente. “Tenemos a Force, Roslia, Erin y Neme. Con nuestra fuerza —con los seis— podemos manejar a Headhunter.”

“Lo siento, pero no pienso confiar en el grupo para esto.” “¿Por qué no?”

“Headhunter no es un enemigo que pueda ser derrotado simplemente rodeándolo. Superarlo en número no supone ninguna ventaja si nadie puede detectarlo. En realidad, involucrar a más gente sólo aumenta el riesgo que correríamos. Además, este es un problema personal. No tengo intención de arrastrar a nadie más en él.”

“Pero…”

“Sin peros. Por favor, Note. Necesito que esto quede entre nosotros. No querrías perder a nadie valioso para ti por haberle metido en tus asuntos, ¿verdad? Espero que puedas entenderlo.”

Era justo. Si alguno de nuestros compañeros muriera por mi culpa, probablemente sería el arrepentimiento de toda una vida. Además… no me correspondía desafiar la resolución de Jin. Una vez le pedí algo similar a Erin cuando estábamos atascados en el piso 20. La obligué a correr hacia delante mientras yo me enfrentaba solo al jefe intermedio.

En ese momento, ni siquiera pensaba en la posibilidad de mi propia muerte. Estaba concentrado principalmente en la supervivencia de Erin. La suerte estaba de nuestro lado y ambos terminamos saliendo de allí con vida. Sólo en retrospectiva me di cuenta de lo peligroso que era el riesgo que había tomado… Pero lo volvería a hacer sin dudarlo. Mi vida fue un pequeño precio a pagar por la seguridad de alguien que me importaba, simple y llanamente.

En ese caso, entendía muy bien cómo se sentía Jin. Sin embargo, había algo que fallaba en esa línea de pensamiento. No tenía en cuenta los sentimientos de los que quedaban atrás. Esa era la crueldad que le había endilgado a Erin… algo que no había apreciado realmente hasta ahora.

“No te pongas tan triste, Note. No es que mi muerte sea una conclusión inevitable.”

Eso era cierto, pero aun así no me gustaba esto. No quería ni pensar en la vida sin Jin. Me había salvado, me había dado esperanzas y sueños para el futuro cuando estaba en lo más bajo. Me había acogido cuando no tenía ningún otro lugar al que pertenecer. Había cambiado mi mundo.

Fue el primer miembro de los Arrivers que conocí, y el que me enseñó todo lo que sabía sobre ser un aventurero. Siempre que me peleaba con Erin o me cansaba de las cosas, él estaba a mi lado. No habría llegado hasta aquí de no ser por Jin, y quería ver hasta dónde podíamos seguir llegando juntos.

En el calor del momento, intenté —con torpeza y seriedad— transmitir todo eso. No me anduve con rodeos. Le desnudé mi corazón. Una cosa vergonzosa tras otra salió de mi boca.

Cuando terminé, se rascó la cabeza tímidamente y dijo: “Me alegro de que te sientas así, Note. Me quita un poco de peso de encima. Quizá y hasta mereció la pena lavarme las manos del asesinato y formar los Arrivers. Sabes, empecé este grupo porque quería dejar algo atrás…”

“¿Qué quieres decir?”

“Un nombre, un logro, cualquier cosa… Sólo quería crear algo. Toda mi vida antes de los Arrivers se centraba en tomar cosas de otras personas. Pensé que si podía criar a un aventurero como tú, estaría dando algo para variar…”

“¡¿Qué estás diciendo?!”

En serio, ¿cómo pudo decir eso? Porque yo… No, porque nosotros…

“No soy sólo yo, Jin. Force también está agradecido. Más de lo que nunca podrá decirte. Y estoy seguro de que lo mismo ocurre con Erin y Neme, incluso con Roslia. Tú eres el corazón de este grupo. Eres lo que nos une a todos. Nos has dado a cada uno exactamente lo que necesitábamos, y nunca podremos agradecértelo lo suficiente. Todos te necesitamos aquí, así que por favor… No hables así.”

“Ya veo…”

Allí, Jin miró hacia arriba. Las estrellas brillaban en el oscuro fondo del cielo, como si proclamaran su existencia. Aunque cada luz individual era pequeña, juntas parecían iluminar la noche.

“Ya he marcado la diferencia sin darme cuenta. Y a cambio, todos ustedes han marcado una gran diferencia para mí… Me alegro de haber podido devolver algo.”