Hazure Skill ‘Mapping’ Wo Te Ni Shita Ore Wa  (NL)

Volumen 3

Capitulo 7: Todo Tipo de Catástrofes

“¡Vamos! ¡Adelante!”

“Pero, ¿dónde…?”

Una mañana, después de completar el piso 19, estaba en mi habitación contemplando qué hacer cuando llamaron a mi puerta. Era Erin, equipada con su bata y su bastón a pesar de que teníamos el día libre. Inmediatamente procedió a sacarme a toda prisa de mi propia habitación. Fue todo tan repentino que apenas pude seguir lo que estaba sucediendo.

Al ver mi confusión, dijo enfáticamente: “Vamos a la base de Valkiria, por supuesto.” “¿Qué? ¿Para asaltarlas?”

“Obviamente no. Voy a aprender magia. Riece está tardando una eternidad en negociar con la vieja bruja, así que me imagino que podría intentar preguntar.”

A Riece le estaba costando mucho convencer a Cathy. A este ritmo, Erin podría estar en espera para siempre antes de obtener una respuesta real. Pero al mismo tiempo, me pareció bastante descuidado que fuera ella misma a irrumpir en su base. Quiero decir, ella llamó a Cathy vieja bruja hace un momento, ¿no es así? Si le dijese algo así a la cara, podríamos tener una guerra total en nuestras manos.

“Uh, ¿es realmente una buena idea?” No pude evitar preguntar. “Si dices algo grosero, sólo vas a echar más leña al fuego.”

“Ni siquiera yo soy tan imprudente.”

¿De verdad?

Le lancé una mirada dudosa, y ella se señaló la boca como respuesta. “Mira, ¿no he sido más amable cuando hablo contigo últimamente?” “Supongo que sí…”

“Estoy segura de que te has dado cuenta. Puedo hacer cualquier cosa cuando me lo propongo, así que no te preocupes.”

“Sí, de acuerdo. Si tú lo dices. Puedes divertirte todo lo que quieras.” Dije, dándome la vuelta con un gesto de la mano.

Entonces Erin me agarró con mucha fuerza y me exigió: “¡¿Me vas a hacer ir sola?!” “Déjame responderte con otra pregunta: ¿Por qué tengo que ir contigo?”

Supongo que no ir era demasiado pedir. Esperaba que me dejara marchar, pero estaba claro que eso no iba a funcionar.

“Nos prometimos la vida el uno al otro en el piso 20, pero ¿no vas a ir a la muerte conmigo?”

“¡¿Así que quieres arrastrarme contigo?! ¡No tengo ningún interés en caer en una trampa mortal a propósito! Además, ¡todo esto es culpa tuya por sacarla de quicio en el pasado!”

“¡Es cierto, pero…!”

Deja de mirarme con esos ojos suplicantes y temblorosos. Me estás haciendo difícil decir que no cuando esa es claramente la respuesta correcta…

“Está bien.” Suspiré. “Pero sólo por esta vez.”

“¡Gracias!” Exclamó, estrechando mi mano y saltando de alegría.

Parecía que había desarrollado una especie de debilidad por Erin. De buena gana la habría rechazado inmediatamente si me hubiera ladrado órdenes como solía hacerlo, pero cuando adoptó el enfoque humilde… No pude evitarlo. Tal vez yo también era un poco tonto.

“En ese caso déjame prepararme. Puedes esperarme fuera.”

“De acuerdo. Pero no te escabullas por la ventana mientras no miro.” Hey, ni siquiera yo iría tan lejos.

“Así que esta es la base de Valkiria, ¿eh?” Comentó Erin.

“No puedo creer que realmente estemos aquí…” Gemí, mirando hacia el edificio.

Era una elegante estructura de madera que parecía una cabaña de montaña. Las plantas y flores ornamentales que decoraban los marcos de las ventanas mostraban el cuidado que las Valkirias ponían en su base, sobre todo en comparación con el cuartel general de los Arrivers. Era coherente con su ambiente natural, y la estética era un buen toque.

Erin, sin embargo, no parecía muy impresionada.

“¿A qué se debe esa reacción, Note?” Preguntó, claramente disgustada.

No pude evitarlo. Había oído tantos rumores terribles sobre Cathy. Era tan conocida que no quería que se acercara a Erin, un cañón con una mecha igual de corta.

“No es demasiado tarde para volver atrás, ¿sabes?” Dije. “Podríamos rendirnos y volver a casa.”

“¿De qué estás hablando? Eso sería un desperdicio total. Ya nos hemos tomado la molestia de venir aquí. Lo menos que me debe es una reunión.”

“Así que, para que quede claro, ¿realmente sabes cómo comportarte? La forma en que hablas suena como si tuvieras ganas de buscar pelea…”

“¡Está bien! ¡Lo tengo!” Insistió con un pulgar hacia arriba.

Sinceramente, no tenía ni idea de lo que estaba “bien” en esto, pero me di cuenta de que no tenía ninguna intención de echarse atrás ahora.

“Bien, cuento contigo, Erin. Ahora date prisa y toca el timbre para poder acabar con esto.” “¡¿Eh?! ¡¿No vas a hablar tú por mí?!”

“Es lo mínimo que deberías hacer por tu cuenta, Erin…” Dije con el ceño fruncido.

Yo estaba aquí para apoyarla, no para sostener su mano. Afortunadamente, ella pareció entender el mensaje.

“Bien, yo hablaré. Sólo quédate a mi lado, ¿de acuerdo?” “De acuerdo. Eso sí puedo hacerlo.”

Allí, me agarró del brazo y empezó a tirar de mí hacia la puerta de madera de la entrada.

“Déjame ser súper claro aquí, Erin.” La amonesté. “No puedes decir nada que la haga enojar una vez que estemos adentro. Ni una palabra sobre los hombres, la edad o lo superior que eres como mago.”

“¿De verdad crees que soy tan estúpida, Note?” Preguntó Erin mientras tocaba el timbre.

Resonó una clara campanada, seguida de silencio. Ni Erin ni yo dijimos una palabra, estábamos demasiado nerviosos. A través de Búsqueda de Enemigos pude saber que alguien se acercaba a la puerta. Pero no era Riece. Probablemente otro miembro de las valkirias. Se apoyo en el interior de la puerta. Pensé que sólo estaban comprobando la mirilla para ver quién era… pero entonces hubo una repentina explosión de hostilidad.

“¡Cuidado, Erin!”

La agarré y me lancé como un loco para sacarnos de delante de la puerta. Prácticamente lo hice justo a tiempo. Un rugido atronador me golpeó inmediatamente en la espalda con una onda expansiva. Rápidamente miré hacia atrás para ver un pequeño cráter donde acabábamos de estar.

“¿Eh? ¿Qué? ¿Qué acaba de pasar?” Preguntó Erin, mirando a su alrededor confundida. Una única sombra se alzaba entre el humo que cubría la zona.

“¿Para qué estás aquí, muchacha? ¿Para buscar otra pelea?” Gritó.

El humo se disipó lo suficiente para que pudiera ver a una mujer de cabello largo y venas que sobresalían furiosamente de sus sienes. Llevaba una camiseta holgada y un pantalón azul marino recortado, claramente su ropa de descanso, y sostenía un largo bastón en la mano.

Tenía que ser la infame Cathy. No la conocía, pero la reconocí al instante gracias a la hostilidad que canalizaba directamente hacia Erin. Quiero decir, ¿quién más le dispararía apenas verla? Incluso había volado su propia puerta delantera para hacerlo…

Además, era la primera vez que oía a una persona llamar a alguien “muchacha” en la vida real. Sinceramente, pensaba que la gente sólo hablaba así en los cuentos.

“¡N-No! ¡Estoy aquí para pedir un favor!” Proclamó Erin, agitando desesperadamente las manos por debajo de mí.

Sin embargo, en lugar de bajar su arma, Cathy comenzó a cargar su bastón con más energía mágica.

“¡¿Primero vienes a llamar a mi puerta con un hombre del brazo, y ahora te escondes detrás de él para protegerte?! ¡¿Quién se supone que es, tu amante?! ¡Has venido a presumir que has conseguido un hombre, ¿no?!”

Ah, ya. Así que estaba molesta por cómo se veía esto… Quiero decir, estaba justo encima de Erin. Y, ahora que lo pienso, Erin también se aferró ansiosamente a mi brazo cuando tocó el timbre. Cathy probablemente se lo tomó a mal.

¡¿En qué estabas pensando, Erin?! Esto es en parte mi culpa por no darme cuenta antes,

¡pero se suponía que tenías que tener cuidado!

“¿Mi amante…? ¿Qué? N-No, Note y yo todavía no hemos llegado tan lejos…”

¡¿Por qué eres tan tímida?! ¡Ahora es el momento de negarlo por tu vida! ¡Cathy ya es un infierno furioso, Erin! ¡Rociarla con aceite no la va a apagar!

“¡Los mataré a los dos!” Rugió Cathy.

“¡No, no lo hagas! Al menos deja vivo a Note.” Suplicó Erin.

“¡Ya estás coqueteando otra vez! ¡Suficiente, el hombre morirá primero!”

Erin no tenía ninguna intención de controlar esta situación, ¿verdad? Tenía que estar provocando a Cathy a propósito. Si no… eso podría ser peor.

“¡Muérete!” Gritó.

Activé Retirada justo cuando la gema de la punta de su bastón emitía un destello de luz. Agarré a Erin e hice una carrera loca para escapar del hechizo. Luego activé Sigilo para poder huir de verdad.

Lo siento, Erin, pero estoy bastante seguro de que ese fue el final de las negociaciones.

Sólo ríndete por ahora.

“¡¿Dónde has ido, muchacha?! ¡Sal y da la cara!”

Desde allí nos dirigimos al cuartel general de Arrivers, con los rugidos de un demonio enfurecido resonando en la ciudad detrás de nosotros.

***

Al día siguiente de toda esa debacle, le cante sus cuatro cosas a Riece por carecer de corazón al mirar desde la ventana cuando Cathy se enfadó con nosotros. A su vez, trató de culparme de que la entrada principal de la base de Valkiria hubiera volado por los aires, haciendo hincapié en lo mucho que costó calmar a Cathy después del hecho. Sin embargo, al final de nuestra discusión, ambos estuvimos de acuerdo en que la culpa fue enteramente de Cathy. La discusión sólo duró la totalidad de nuestra sesión de entrenamiento de la mañana.

Para que conste, mi entrenamiento en Crítico estaba progresando de forma lenta pero constante. Ya podía utilizar el arte con eficacia, pero no con una precisión satisfactoria. Podía producir suficiente daño para herir a los monstruos en la superficie, pero no lo suficiente para acabar con ellos. En este estado no era nada práctico.

En comparación con los monstruos que aparecían en la superficie, los de la mazmorra eran mucho más formidables. Sería correcto decir que el ataque medio contra un monstruo de la superficie no haría ni un rasguño a un monstruo de la mazmorra.

Tal vez Riece tenía razón… Tal vez realmente no tenía el sentido para el combate. Simplemente no conseguía sentirlo como lo había hecho con las artes de evasión y apoyo. O tal vez creer eso simplemente me estaba frenando.

Riece dijo que tenía asuntos que atender esa tarde, así que terminamos después de la sesión de la mañana. Me decepcionó un poco el hecho de tener que interrumpir la sesión antes de tiempo, pero no pude oponerme, así que volví a regañadientes al cuartel general para comer. Mientras comía, pude detectar que Erin estaba esperando su oportunidad para acercarse a mí. Así que en cuanto limpié mi plato… me volví hacia Neme, que tarareaba mientras se dirigía a su habitación.

“¿Le gustaría ir de compras conmigo, señorita Neme?”

“¿Note me invita a salir? ¡Qué raro! ¡¿Finalmente te has enamorado de mí?!”

“¿Por qué llegaste a esa conclusión…? Sólo estoy preguntando si quieres que hagamos recados juntos. Entonces, ¿qué dices? ¿Quieres ir de compras?”

“¡Sí, claro! ¡Neme irá a prepararse!” “Sólo hazlo rápido, o si no me atraparán.”

“¿Qué quieres decir?” Preguntó Neme con curiosidad, ladeando la cabeza al entrar en la habitación.

Justo entonces, oí los pasos de una inadaptada de cabello plateado que doblaba la esquina…

“¡Oh, ahí estás, Note! Tengo que pedirte otro favor. ¿Vendrías conmigo de nuevo a preguntarle a la vieja bruja…?”

“De ninguna manera.”

Me aseguré de rechazarla inmediatamente. Después de todo, estaba pidiendo lo imposible. Su oponente estaba simplemente fuera de su alcance. Hay gente con la que no se puede razonar. Y aunque no sabía con certeza si Cathy era una de ellas, no tenía interés en arriesgar mi vida de nuevo para tratar de averiguarlo.

Lo siento, Erin, pero si todavía quieres hablar con Cathy, tendrás que ir tú misma. A fin de cuentas es más probable que ataque si estoy allí.

“¡Por favor! ¡Te lo ruego, Note! ¡No tengo a nadie más a quien pedírselo!”

“No, no lo haré de nuevo. Tengo planes con Neme, así que no puedo ir a pesar de todo.” “Pero…”

Había hecho dichos planes hacía apenas un minuto, pero la cuestión seguía en pie. Sin saber de mi astuto plan, Erin cedió abatida y se fue sola. Neme regresó poco después, habiéndose cambiado de ropa.

“¿Lista para ir?” Pregunté.

“¡Sí! ¡Neme no puede esperar a ir de compras con Note!”

En realidad no necesitaba ir de compras, pero no podía soportar que Neme se levantara con una sonrisa tan ansiosa. Sin embargo, tenía que ocuparme de otro recado que la involucraba, así que pensé en quitármelo de encima mientras salíamos juntos.

A la derecha del Cuartel General de Arrivers estaba el mercado, y a la izquierda la puerta de la mazmorra. Como tal, siempre girábamos a la derecha cuando íbamos de compras… así que Neme se confundió con razón cuando tomé la izquierda en su lugar.

“¿Eh? Note, el mercado está al otro lado…”

Ella tenía razón, por supuesto, pero ahora mismo yo tenía otra cosa en mente.

“Cierto, pero… hay un asunto un poco problemático que necesito resolver antes de hacer las compras.” Expliqué. “¿Te importa si la compra espera?”

“Supongo que no…”

Parecía un poco descontenta, así que añadí: “Esto le concierne a usted, señorita Neme.” “¿Qué?”

Me miró desconcertada, aparentemente ajena al asunto. Pero no podía culparla.

Probablemente yo era el único miembro de Arrivers que se había dado cuenta.

Di unos pasos hacia la izquierda, pasando por nuestra puerta principal, y me acerqué al hueco que había entre nuestra casa y la siguiente. Neme me observó con curiosidad mientras miraba el hueco, que era demasiado estrecho para ser un callejón propiamente dicho.

“¿Ocurre algo?” Preguntó con dudas. “¿Puedes ver algo ahí, Neme?”

“No… Espera, ¿es un fantasma? ¡Neme no soporta los fantasmas! ¡Sálvame, Note!” “No, no es un fantasma… Personalmente, creo que es algo mucho peor.”

“¡¿Qué podría ser peor que un fantasma?!” “¿Has tenido una mala experiencia o algo así?”

No estábamos llegando a ninguna parte hablando así, por lo que decidí ser un poco más proactivo. Miré hacia el pasillo y dije en voz alta…

“¿Por qué no te muestras?” “…”

“Sé que estás escondido ahí.” “…”

“Si no sales, gritaré tu nombre y…”

“¡Espera un momento! ¿Puedes verme?” Dijo una voz grave desde la oscuridad.

A Neme, que saltó detrás de mí asustada, le debió parecer que había surgido de la nada. “¡Wah, es un fantasma!” Gritó.

“No, Neme. Es el Sr. Hugel. Se acuerda de él, ¿no? Es el tipo que se te insinuó en cuanto lo conoció…”

“Disculpa por ello.” Dijo, saliendo de las sombras y haciendo una cortés reverencia.

Era Hugel, que llevaba su espada plateada a la espalda. Neme y yo habíamos aprendido inadvertidamente más de lo que queríamos sobre él un par de semanas atrás.

“¿Necesitas algo de nuestro grupo? Si es así, la puerta principal está allí.” Dije, señalando la entrada de la que Neme y yo acabábamos de salir.

Hugel la miró, asintió y luego dijo: “Sobre eso… En realidad he venido a hablar contigo, Note.”

“Eso es mentira. Sé que has estado rondando por aquí.”

Le había provocado intencionadamente con esa pregunta. En realidad sabía, por cortesía de Búsqueda de Enemigos, que Hugel había estado vigilando nuestro cuartel general desde hacía varios días. Utilizaba algún tipo de arte o artefacto para ocultarse, por lo que los demás miembros del grupo no lo habían notado.

Yo mismo sólo había detectado un indicio de una presencia extraña al principio, pero una vez que me concentré en él, su imagen se fue haciendo más clara. Y ahora que estaba familiarizado con la forma en que disimulaba su presencia, podía detectarlo sin error.

“¿Por casualidad estás acechando a Neme?” Dije, expresando mi teoría. “¡No, no!” Insistió, agitando las manos en señal de negación. “Entonces, ¿exactamente por qué te escondes?”

“Er…” Vaciló, mirando a su alrededor sin rumbo antes de asentir. “Me has pillado. Soy un acosador.”

“Espera, ¡¿qué?! La honestidad es una virtud y todo eso, pero no estoy seguro de que debas admitirlo directamente…”

Ya podía sentir un dolor de cabeza. ¿Cómo era posible que la gente que me rodeaba pareciera tener unos cuantos tornillos sueltos? Me pellizqué el puente de la nariz.

“Por favor, haz algo.” Suplicó Neme, temblando mientras tiraba de mi manga. “Pero, ¿qué?” Pregunté con exasperación.

“¡Es tu culpa que esté aquí! Asume la responsabilidad.”

“No creo que eso sea del todo correcto… ¿Por qué no lo rechazas de nuevo?”

“¡Oh, claro! Lo  siento, pero  a  Neme  no le  interesas.”  Declaró  Neme, volviéndose enfáticamente hacia Hugel con una reverencia de disculpa.

Hugel parpadeó desconcertado al ser rechazado con tal velocidad. “¿Acaban de volver a rechazarme…?”

“Quiero decir, ¿duh? ¿Qué pensabas que iba a pasar aquí?” “No es eso lo que quería decir…”

Hugel siguió refunfuñando en voz tan baja que no pude entender bien lo que decía. Pensé en pedirle que lo repitiera, pero sentía que los puntos de mi manga empezaban a saltar. Miré hacia abajo y vi a Neme tirando con tanta fuerza que pensé que me arrancaría la camisa.

“¡Salgamos de aquí y vayamos de compras ya!”

No quería que me rompiera la camisa, ni me importaba quedarme charlando con un auténtico depredador más tiempo del necesario. Le hice una última advertencia por el bien de Neme…

“No quiero volver a pillarte siguiendo a Neme, Hugel.”

Inclinó cortésmente la cabeza y se disculpó: “Siento las molestias que he causado.”

Me sorprendió un poco la facilidad con la que parecía retroceder, pero Neme seguía tirando ferozmente de mi manga. Decidí seguirle la corriente.

“Oh, en realidad. Una cosa más…” Dije. Había algo que había olvidado hacer. Respiré profundamente y grité desde la boca del estómago: “¡Guardias!”

“Esperaba que me perdonaras…”

Como si lo fuera a hacer. Como alguien que una vez fue falsamente arrestado como depredador, nunca pasaría por alto a los verdaderos detractores.

Otro día, otra buena acción.