Mahou Shoujo Ikusei Keikaku (NL)

Volumen 1

Capítulo 6: La Chica Mágica Del Cañón

Parte 2

Calamity Mary se desplomó hacia atrás, con el cuerpo acribillado por shuriken, cuchillos y fragmentos de cristal. Su sombrero de diez galones flotó en el aire, aterrizando en el pecho de su dueña.

Ripple dejó escapar el aliento que había estado conteniendo. El dolor se extendió como el fuego por todo su cuerpo. No había tenido tiempo de sentirlo antes, pero ahora la golpeaba con toda su fuerza. Podía sentir que su conciencia se desvanecía.

Las puertas contra incendios habían sido obra de Ripple. Al lanzarlas con su magia, sabía que iban a volar en línea recta hacia Calamity Mary. Desde el frente, la segunda había tenido el mismo aspecto que la primera. El objetivo era hacer creer a Calamity Mary que Ripple seguía usando la puerta como escudo. En el momento en que la violenta pistolera disparó a la puerta, se creó una abertura para que Top Speed y Ripple atacaran desde Rapid Swallow por encima.

Cuando vio por el rabillo del ojo que Calamity Mary se había destransformado, Ripple se derrumbó. Sentía que iba a dejar de respirar por completo.

“Buen trabajo, compañera.”

Levantó la cabeza. Allí estaba Top Speed, extendiendo su mano derecha hacia Ripple mientras ésta jadeaba en el suelo. Ella la agarró.

“Tienes la pinta de alguien que fue usado para practicar el tiro al blanco. ¿Está todo bien?”

“De alguna manera…”

Tiró de la mano de la otra chica, pero por alguna razón Top Speed se desplomó sobre ella, y Ripple acabó apoyándola en su lugar. Antes de que pudiera preguntar qué ocurría, se fijó en la silueta que había detrás de Top Speed.

Allí se encontraba una chica que parecía estar en edad de asistir a la escuela secundaria, con un traje de baño escolar blanco y blandiendo un híbrido gigante de brazo de pértiga y hacha. El ridículo atuendo y la evidente postura agresiva dejaban claras sus intenciones. Ripple rodó, aun sosteniendo a Top Speed. El arma masiva cortó el suelo como si estuviese hecho de gelatina y se levantó tras ella. Sin embargo, Ripple ya se había puesto en cuclillas y sacó su espada. Detuvo el ataque, y el arma saltó hacia un lado. Inmediatamente después, lanzó un tajo contra el muslo izquierdo y la muñeca derecha de su portador.

Debería haberla herido gravemente, pero la chica apenas reaccionó y siguió blandiendo su arma como si no se diera cuenta. Ripple retrocedió un paso. No apareció ni una gota de sangre donde había golpeado.

¿Magia…?

Esquivando un golpe en el suelo, Ripple sacó su espada corta y la lanzó. La espada clavó el pie de la chica en el suelo del hotel, pero luego se deslizó hacia fuera. Seguía sin haber sangre. De hecho, no parecía estar herida en absoluto.

Atacó como un torbellino de cuchillas, golpeando con precisión milimétrica en los órganos vitales de su enemiga. La chica ni siquiera intentaba esquivar. Los golpes directos no tenían ningún impacto. Se sentía como si golpease el aire. Los ataques de su oponente eran pesados y sencillos. Ripple no tenía problemas para esquivarlos, pero ninguno de sus propios ataques hacía algo.

La chica del bañador retrocedió, como si se diera cuenta de que estaban en un punto muerto, y el arma gigante desapareció. Luego se hundió en el suelo del hotel: primero los tobillos, luego las pantorrillas, los muslos y las caderas, hasta que incluso la cabeza desapareció.

Ripple chasqueó la lengua. Sus ataques no habían fallado, sino que la habían atravesado. Definitivamente, la chica estaba usando algún tipo de magia. Y mientras no pudiera sortear eso, Ripple nunca podría ganar con sus habilidades.

A medida que la inutilidad de la situación se iba asentando, el cansancio se apoderó de sus hombros. Ya no había nada que ganar luchando. Simplemente perderían. Si la chica se había retirado, estaba bien, pero era una suposición optimista. Era más inteligente suponer que estaba escondida, esperando para atacar de nuevo, y tenía que actuar en consecuencia.

Ripple se dio la vuelta para agarrar a Top Speed y se apresuró a retirarse. De repente, se detuvo.

La que estaba tumbada en el suelo debía ser Top Speed. Allí estaba, con su abrigo que declaraba “Sin Opiniones Gratuitas” sobre ella como una manta. Pero la chica no era Top Speed. El abrigo estaba allí, pero el sombrero triangular y la ropa de bruja habían desaparecido.

Tambaleándose, Ripple se acercó y se arrodilló junto a la humana que yacía allí. Parecía estar en la adolescencia, con el cabello castaño trenzado. Una profunda herida le cruzaba desde el hombro hasta el pecho, y lo peor de la hemorragia ya había pasado. Tenía los ojos cerrados y su expresión era tan tranquila que podría haber estado durmiendo.

Ripple tomó la mano de la chica entre las suyas, que temblaban.

Estaba fría.

La chica llevaba un vestido de maternidad. Su vientre era bastante grande.

Top Speed siempre había dicho que necesitaba seis meses más de vida. Ripple se mordió el labio. Con fuerza. El sabor a hierro le llenó la boca, y la sangre goteó, pero no soltó la presión.

Sus palabras resonaron sin cesar, en lo más profundo del corazón de Ripple.

¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?

Esa noche, Ripple perdió a su única amiga.

***

En el momento en que el ángel descendió, Snow White respiró aliviada. Incluso en estas circunstancias extraordinarias que las obligaban a luchar entre sí, las chicas mágicas se apresuraban a ayudar cuando ocurría un desastre, independientemente de la facción. Así era como debían ser las chicas mágicas. De eso se trataba.

Los Peaky Angels la habían atacado a ella y a La Pucelle en la torre de acero de Kubegahama, y todavía las recordaba con miedo. Pero si ésta quería ayudar a salvar vidas, tenía que olvidar el pasado y ayudarla. Tuvo que tener cuidado de mantener su sonrisa natural, para no ponerla en guardia.

Mientras daba la bienvenida a la recién llegada con la sonrisa más cálida que pudo reunir, Alice la abordó y la hizo rodar por la acera. Sorprendida y confundida, se levantó y trató frenéticamente de reconstruir lo que había sucedido, sólo para encontrar a Hardgore Alice ya en una acalorada batalla con el ángel.

La expresión del ángel no era normal. Sus labios formaban una fina línea, su rostro estaba pálido, sus cejas estaban fruncidas y gemía. Hardgore Alice arrojó su animal de peluche a la carretera, arrancó sin contemplaciones una señal de tráfico del suelo, la levantó por encima de su cabeza y la balanceó. El ángel mantuvo la distancia.

¿Qué está pasando? Se preguntó Snow White. Se había producido un gigantesco choque en la autopista, y las víctimas seguro que eran muchas. Había mucho que hacer para las chicas mágicas. Sin embargo, el ángel la había atacado sin pensar en los vehículos en llamas, el camión derribado y los innumerables heridos.

Snow White se estremeció de ira, no de miedo. Le indignaba que esa chica pudiera ser tan egoísta y no pensar en la vida de los demás. Su magia le permitía leer la mente de la gente en apuros para averiguar qué le pasaba, y podía escuchar innumerables voces. También sabía exactamente dónde estaba cada uno. Era increíble que alguien con sus poderes pudiera simplemente ignorarlos para luchar. Tal vez ella era la única que podía oír, pero era obvio que la gente necesitaba ayuda.

¿No podían verlo, o no les importaba?

Las voces en su cabeza aumentaban y se intensificaban. De repente, Snow White se dio cuenta de algo. Una extraña voz se mezclaba entre los gritos de auxilio.

Oh no… ¿Qué hago?

La fuente estaba a diez metros detrás de ella. Miró, pero no había nadie.

Swim dijo que la atacase.

¿Pero no debería ayudar con el accidente? Aun así, Swim dijo…

Tal vez debería tratar con ella, y luego ir a ayudar…

“¿Hay alguien ahí?”

¿Eh? ¿Puede verme? Eso no es bueno… ¿Cómo puede verme?

“¿Tú también eres una chica mágica?” La voz se detuvo.

“¡Lo siento! ¡Me encontró!”

Una chica con orejas de perro apareció de repente de la nada.

“¿Qué estás haciendo? ¡El plan era que yo actuara como una distracción mientras tú tratabas con ella! ¡Dejaste que te encontrara!

¡Idiota! ¡Perro estúpido! ¡Inútil!”

El ángel arremetió, esquivando frenéticamente la señal de tráfico.

“Si no la vas a usar, dámela.” Le espetó. Voló en espiral, arrebató una capa transparente a la otra chica, se la echó por encima y desapareció. La chica con orejas de perro la vio partir con lágrimas en los ojos. Snow White y Hardgore Alice, que seguía blandiendo la señal de tráfico, se volvieron hacia ella, y ésta soltó un ruido que era en parte grito, en parte alarido y en parte llanto. Golpeó el suelo debajo de ella y se abrió un agujero de varios metros de ancho. Se dejó caer en él y desapareció.

Hardgore Alice le había servido de refuerzo y de salvadora aquella noche. El ángel se había ido, y la muchacha con las orejas de perro había huido con la cola entre las piernas. Snow White dejó caer sin fuerzas su puño levantado.

“… Vamos a ayudar a algunas personas, aunque sólo seamos nosotras.”

“Sí. Entendido.”

Hardgore Alice salió en busca de su peluche de conejo, lo encontró a la sombra de unos escombros y lo recogió. Con su conejo en la mano derecha y la señal de tráfico colgado del hombro, siguió a Snow White.

***

Apagó el televisor. El accidente en la Ruta Nacional X mostraba lo realmente espantoso que se había vuelto todo, pero no sintió ninguna necesidad de ir corriendo. Si fuera, podría hacer muchas cosas para ayudar. Pero no había nada que quisiera hacer.

Sister Nana… Nana Habutae no se había movido de su cama desde que huyó de Ouketsuji.

Shizuku Ashu. Weiss Winterprison.

Todavía sobre el vientre, Nana sólo movió la cara hacia un lado. Frente a ella estaba el tablero de corcho que mostraba las fotos sonrientes de Sister Nana y Winterprison, de Nana Habutae y Shizuku Ashu. Shizuku siempre había sido muy amable. Limpiaba, lavaba la ropa, lo hacía todo. Había ayudado a Nana con un informe para la universidad, e incluso la había llamado guapa.

Nana sabía que su apariencia externa era sólo temporal. La gente siempre la había llamado guapa para burlarse de ella, o para expresar algún sentimiento de superioridad, pero nunca nadie lo había dicho en serio. Pero Winterprison no era como ellos. Fuera lo que fuera lo que le había gustado de Nana, al menos sus afirmaciones de que era “amor” no parecían falsas. Quizá sólo tenía mal gusto.

Sister Nana tenía la capacidad de potenciar el poder de otras chicas mágicas. Con su magia, Winterprison se hizo más fuerte.

Se había preocupado bastante por Nana, pero ¿cómo se sentía Nana? No, Nana no devolvió el sentimiento. Ella amaba a Winterprison. La había amado, pero no se había preocupado por ella.

Después de todo, la había llevado a la muerte. Era una sirena que la llevaba al peligro.

Winterprison…

No importaba cuántas veces lo pensara, llegaba a la misma conclusión. Estaba cansada de pensar. ¿Habían pasado horas o días? Su sentido del tiempo había desaparecido y no podía saberlo. Nana se levantó de la cama. Le dolían las articulaciones.

Nana no era ni amable ni pura. Era una intrigante cuando se trataba de conseguir lo que quería, y sólo actuaba pensando en sus propios intereses. No era ni amable ni pura, pero quería que los demás la vieran como tal. Por Winterprison. Por el príncipe de sus sueños.

La larga bufanda que colgaba de la silla debía ser de Shizuku. Dudaba que fuera parte del traje de chica mágica de Winterprison. Nana recogió la bufanda y la silla.

Si le hubiera dicho a Winterprison que quería morir como una heroína amable y pura mientras protegía a su príncipe, ¿qué habría pensado? Examinándose a sí misma ahora, sólo podía concluir que eso era lo que había deseado. Una sensación de pérdida se apoderó de su tristeza.

Colocó la silla bajo la barandilla de la cortina y se puso encima de ella. Ató la bufanda a la barandilla y luego formó un lazo.

No había logrado convertirse en la heroína que murió para salvar a su príncipe.

Podría haberse convertido en una heroína que vengara a su príncipe. Si se hubiera unido a Snow White y a Hardgore Alice, podría haber magnificado su poder para ayudar a la gente que sufría en ese gigantesco montón. Pero a ella no le importó.

Se puso la bufanda al cuello.

Había fracasado en salvar a su príncipe y morir, y no quería luchar para vengar a su príncipe. La única opción que le quedaba era seguir a su príncipe en la muerte.

¿Se había dado cuenta Winterprison de los sentimientos de Sister Nana? Probablemente había previsto que Sister Nana la abandonaría para escapar. Sin embargo, había luchado y muerto para protegerla.

Sister Nana nunca podría hacer lo mismo.

Y con esa brecha infranqueable entre ellas pesando en su mente, Nana le dio una patada a la silla.

***

CHAT #5

Fav: Así que, eh, sobre las despedidas de esta semana, pon

Fav: Hay muchas más de las habituales, pon

Fav: Por favor, presten atención para no perderse ningún nombre, pon

Fav: Weiss Winterprison Fav: Calamity Mary Fav: Sister Nana

Fav: Top Speed

Fav: Yunael

Fav: Todas las anteriores han sido despedidas, pon

Fav: Las chicas mágicas restantes son:

Fav: Swim Swim Fav: Snow White Fav: Tama

Fav: Hardgore Alice

Fav: Minael

Fav: Músico del Bosque, Cranberry

Fav: Ripple

Fav: Siete, en total

Fav: ¡Ohhh! ¡Lo hicimos! ¡Por fin estamos por debajo de las ocho chicas inicialmente propuestas! ¡Maravilloso, pon!

Fav: Pero desafortunadamente… este no es el final, pon

Fav: Los artículos que han recibido

Fav: han vuelto a agotar nuestras reservas de maná, pon

Fav: Vaya, qué error de cálculo, pon

Fav: Así que Fav debe disculparse con todas ustedes

Fav: pero el límite de ocho se ha reducido a cuatro, pon

Fav: Hagan lo posible por ganar caramelos hasta que sólo queden cuatro, pon

Fav: Fav sabe que todas ustedes tienen lo que se necesita para sobrevivir, pon

Fav: Bueno, adiós~