Mahou Shoujo Ikusei Keikaku (NL)

Volumen 1

Capítulo 1: Blanco Y Negro

Parte 1

Después de que el gobierno fusionara varios municipios hace cuatro años, la metrópolis portuaria de la Ciudad N se convirtió en la mayor ciudad de la zona. Abarcaba el sector empresarial futurista, donde sobresalían edificios de diseño único alrededor del ayuntamiento; pueblos montañosos, abandonados y dejados a la deriva; un gran hospital, equipado con la última tecnología médica; y una enorme fábrica que había quebrado y tuvo que ser demolida. Todo ello formaba una ciudad singularmente retorcida, forzada por el gobierno.

Y hace seis meses, empezaron a llegar informes de “chicas mágicas” de esta Ciudad N.

Mientras un automóvil circulaba por la autopista a una velocidad superior a la permitida, el conductor oyó un golpe en la ventanilla. Se giró para mirar, pensando que era una piedra, y descubrió a una bruja sonriente montada en una escoba. “Deberías reducir la velocidad.” Le advirtió.

Cuando un camión se abalanzó sobre un niño que perseguía una pelota en la calle, una chica vestida con una armadura apareció entre ellos y detuvo el camión con sus propias manos, para luego desaparecer sin decir nada.

Mientras un tipo coqueteaba con unas jóvenes y se negaba a aceptar un no por respuesta, una chica con orejas de perro corrió a cuatro patas y lo arrastró.

Lo único en lo que podían coincidir los testigos era en que las chicas eran “demasiado bellas para ser humanas”. Sin embargo, sus apariencias, sus ropas y las situaciones en las que aparecían estaban dispersas y sin relación alguna. Nadie podía contar la historia de la misma manera dos veces.

Al principio, la gente se rió de los rumores como si se tratara de una imaginación hiperactiva, un cuento chino o una tontería. Pero los avistamientos siguieron llegando y un vídeo de “dos ángeles en vuelo tomados de la mano” se subió a un sitio web para compartir vídeos, lo que hizo que los rumores se extendieran como un reguero de pólvora.

“¡Es real!” “No, tiene que ser falso.” En el lugar de trabajo, en las escuelas, en la red, la gente hablaba de ello en todas partes. A veces, los propios beneficiarios de su ayuda dieron un paso adelante y compartieron sus historias, avivando el debate sobre la credibilidad de los vídeos y la existencia de estas chicas.

Un testigo juró que al preguntarle a una de ellas: “¿Quién eres?”, la chica había respondido: “Soy una chica mágica”. Fue entonces cuando las “chicas misteriosas” se convirtieron en “chicas mágicas”. Los sitios de fans y los blogs de investigación surgieron uno tras otro en Internet, y los sitios agregados se actualizaban diariamente con noticias sobre los avistamientos. Una de las últimas fue especialmente emocionante:

Una chica pistolera que parecía sacada de una película del oeste había asaltado el apartamento de un gánster de una tríada en el barrio rojo, había golpeado a los guardaespaldas y había robado todo el dinero y las armas que había dentro.

“Hey, ¿no te parece que esto ha sucedido de verdad?”

Tres chicas de escuela media esperaban sentadas en una parada de autobús y una de ellas mostraba a las otras dos la pantalla de su smartphone. En ella había un sitio web con los últimos informes sobre chicas mágicas.

“En serio te gusta esa basura, ¿no? Es imposible que sea real.” “¿Qué? Parece totalmente real, ¿no crees?”

“Este artículo es demasiado creíble. Es como si quien lo escribió en versas hubiera estado allí.”

“Yocchan, siempre me haces callar. Bien, ¿y qué si suena como si hubiera estado allí?”

“Lo hago porque lo que dices es una estupidez, Sumi. Si quien lo ha publicado estuviera realmente implicado, uno de los mafiosos o la propia chica misteriosa tendría que haber escrito el artículo, y no lo van a hacer. Además, ¿no eres demasiado mayor para esto?”

“Aun así, ¿no sería genial que existieran?”

La tercera chica, observando la discusión de sus amigas, no pudo seguir callando.

“Yocchan, Sumi, las dos están equivocadas. Si las chicas mágicas fueran reales, no harían cosas así. Se preocupan por la justicia y por ayudar a la gente necesitada.”

“Gracias por la florida opinión.”

“Yuki, tu mundo es todo, como, arco iris y unicornios, ¿eh? Es casi delirante.”

Detrás de la parada de autobús en la que las chicas de escuela media discutían por los rumores había un edificio de oficinas de siete plantas, el edificio del Séptimo Sankou. En lo alto de su tejado, una chica solitaria se planteaba el mismo artículo. Llevaba un kimono japonés, pero este mostraba suficiente piel como para ser un traje de baño. En los pies llevaba unas zapatillas de madera geta extra altas, un pasador shuriken en el cabello… En definitiva, más un disfraz que un atuendo. Sólo una chica mágica saldría en público con semejante atuendo en Ciudad N.

“¿Esto es de verdad…?” Preguntó, señalando el artículo en su teléfono mágico. La pantalla en forma de corazón se apagó por un momento. Luego, una luz brilló para formar la imagen holográfica de una esfera, dura y lisa como un azulejo, que flotaba frente a un fondo de lago. Su mitad derecha era negra, la izquierda blanca, en un diseño inquietante. De su cuerpo brotaba un ala que revoloteaba como la de una mariposa, esparciendo escamas brillantes en el aire con cada aleteo. Su rostro era una sonrisa tipo emoji, congelada y sin cambios, de la que salía una voz aguda e infantil.

Esta criatura era Fav, un personaje mascota.

“Podría ser falso, pon. O podría ser real, pon.” La esfera dio una vuelta y terminó con un estallido de escamas brillantes. Cegada, la chica apartó los ojos. “Calamity Mary podría hacer algo así, pon. A esa tonta le encanta hacer de forajida, así que suele hacer locuras, pon.”

Calamity Mary había reclamado el distrito Jounan de Ciudad N. Las chicas mágicas solían llamar a la zona bajo su protección su “tierra” u “hogar”, pero ella lo llamaba más bien su “territorio”. Sus acciones merecían calificativos poco amables como “vulgares”, “groseras”, “salvajes” y más. Incluso la mascota la había menospreciado con “forajida”.

“¿Así que es verdad…?”

“Fav no puede decirte eso, pon. Si Fav se hablara cada vez que alguien preguntara qué hace otra chica mágica, sería una chismosa, pon. Y las hadas odian a los chismosos, pon.”

“Entonces, ¿qué hay de esto…?” Pasó un dedo por la pantalla hasta llegar a una nueva página. Los avistamientos de la “chica de blanco” superaban ampliamente a los de todas las demás chicas mágicas juntas.

Incluso tenía su propia sección especial del sitio web dedicada a ella. “Creo que son demasiados avistamientos.”

“Oh, ¿la página de Snow White? Es la que más trabaja de todas, pon. Eso es sólo la punta del iceberg, pon. Trabaja el doble, incluso el triple de lo que ves ahí por el bien del pueblo, pon.” La esfera blanca y negra, claramente inorgánica, con su ala de aspecto orgánico, dio dos vueltas más y se posó sobre una flor. “Ripple, ¿no estabas mirando ese sitio antes, pon?”

“¿En serio…?”

“¿Se está gestando una rivalidad, pon?” “No… sólo me sorprende que trabaje tanto.”

“Las rivalidades son buenas en opinión de Fav, pon. Es algo maravilloso que todos compitan, pon.”

“Hmm…”

La chica, Ripple, apartó la vista de su aparato, juntó sus piernas colgantes y se lanzó desde el borde del tejado en el que estaba sentada, aterrizando fácilmente en el suelo veinte metros más abajo.

“¿Por qué saltaste de repente, pon?”

“Viene una plaga, así que quería quitarme de en medio…” “¿Una plaga, pon?”

Ripple miró hacia arriba desde el valle entre los edificios de oficinas, y Fav siguió su línea de visión. Un punto en el cielo creció constantemente hasta que fue reconocible como una persona. Al ver de quién se trataba, Fav gritó: “¡Top Speed!”

Top Speed, una bruja montada en una escoba, descendió en el bosque de cemento y miró la cara de la otra chica.

“¿Cómo has estado, Ripple?” Ripple chasqueó la lengua con fuerza en respuesta, y Top Speed sonrió con desgana. “Tan espinosa como siempre.”

“Debería haberme escondido más rápido…”

“Las dos somos chicas mágicas, deberíamos llevarnos mejor.” “Cállate…”

“Bueno, como sea.”

Ripple volvió a emitir un chillido de frustración, pero Top Speed no le prestó atención. Era una persona obstinada, una de las razones por las que Ripple no la quería. Esa misma terquedad probablemente impidió que Top Speed se diera cuenta.

“¿Has visto este artículo?” Top Speed mostró en su teléfono mágico la página de noticias que había estado consultando. Lo esencial era que los trajes de las supuestas altruistas de Ciudad N, alias “chicas mágicas”, se parecían a los del popular juego para teléfonos móviles Proyecto Crianza de Chicas Mágicas.

“Mucha gente está conectando los puntos. Esto podría ser malo, ¿no crees?”

“No es un problema en absoluto, pon.” “¿Ah, sí?”

“Si una chica mágica estuviera filtrando información, eso iría en contra de las reglas y sería un gran problema, pero Fav sabe que ninguna de ustedes es tan traviesa, pon. Las noticias sobre nosotros de gente normal son sólo publicidad gratuita, pon. Es maravilloso, pon.”

La pequeña esfera tenía tendencia a hablar como un vendedor. La primera vez que Ripple se había transformado, ese hecho le fue señalado. Fav había respondido sin reparos: “Se parece más a RRHH que a las ventas.”

Hace unos dos meses, Kano Sazanami había conseguido su traje y sus poderes.

Había oído la leyenda local de que una de cada decenas de miles de jugadoras de Proyecto Crianza de Chicas Mágicas se había convertido en verdaderas chicas mágicas, pero nunca se lo había tomado en serio. Desde el jardín de infancia hasta la escuela media, la gente la había insultado sin motivo alguno, y ella siempre lo había resuelto haciéndoles daño hasta que chillaban y se sometían. Pero cuando empezó a ir a la secundaria, varios obstáculos dificultaron la resolución de los problemas con violencia.

El quinto aspirante a padrastro que su madre trajo a casa le había tocado el trasero, una vergüenza que ella había respondido con los puños antes de hacer las maletas y marcharse de casa. Encontró un apartamento vacío para vivir sola, y mientras permaneciera allí, no podía permitirse el lujo de ser despedida de su trabajo a tiempo parcial. Mientras luchaba contra los crecientes gastos, también se aseguró de asistir a la escuela secundaria para poder tener un futuro.

Para mantenerse empleada y en la escuela, necesitaba un pasatiempo para aliviar el estrés cuando las cosas se torcían. Además, creía firmemente que los que se gastaban el dinero en sus aficiones eran idiotas, lo que hacía que Proyecto Crianza de Chicas Mágicas encajara a la perfección. Así que añadió el juego a sus otras dos aficiones: leer manga en las librerías (sin comprarlo) y leer en las bibliotecas.

Cuando una empresa consiguió bajar los precios de sus smartphones, las empresas competidoras se sumaron a la guerra de precios. Hace tres años, los teléfonos inteligentes habían alcanzado el 90% del mercado de la telefonía móvil, según algunos informes. En los años siguientes, la demanda siguió aumentando hasta controlar todo el mercado de la telefonía móvil.

Y con el aumento de los teléfonos inteligentes se produjo un incremento de los juegos diseñados para ellos. La mayoría de ellos seguían el modelo de descarga gratuita, pero requerían dinero real para progresar sin problemas. Pero Proyecto Crianza de Chicas Mágicas era completamente free-to-play.

Kano siempre se había burlado de los chicos inmaduros de la escuela que hablaban de sus juegos, pero una vez que lo probó ella misma, quedó enganchada. Diseñó su propio avatar, la representación de su jugador en el juego, y se metió de lleno en él. Al superar misiones para ayudar a la gente y luchar contra los enemigos, podía recoger cartas para obtener magia y objetos, fortalecer su personaje y enfrentarse a misiones y adversarios más difíciles.

Al atenerse religiosamente a sesiones de treinta minutos al día, avanzaba a paso de tortuga. Pero seguía disfrutando reuniendo las cartas para sus estrategias y combos perfectos, combinándolas y ganando batallas. Con su perfecto equilibrio entre trabajo duro y recompensa, el juego le proporcionaba placer, y para una novata como Kano, todo era nuevo y original. No le gustaban mucho las chicas mágicas, pero recordaba cómo, cuando aún tenía una televisión, solía sonreír junto a las chicas de la pantalla, y se daba cuenta de que, de hecho, solía amarlas. Extrañamente, se encontró disfrutando de sus recuerdos. Las batallas multijugador y los cooperativos le resultaban molestos e irritantes, así que optó por jugar contra la IA y resolver las misiones del modo historia. El progreso fue lento pero constante. Y una semana después de empezar el juego, algo cambió.

Fav, el personaje mascota que flota dentro de la pantalla, comenzó a hablarle.

“¡Felicidades, pon! ¡Has sido seleccionada para convertirte en una verdadera chica mágica, pon!”

Pensando que se trataba de un nuevo evento, Kano saltó rápidamente el diálogo. De repente, la pantalla brilló con fuerza y una luz cegadora la envolvió. Al momento siguiente, se había transformado: se había convertido en su avatar del juego, Ripple.

Kano respiró profundamente tres veces, se miró las manos y los pies, y luego comprobó todo su cuerpo en el espejo. Luego repitió el proceso cuatro veces más. No estaba imaginando nada. Se pellizcó la mejilla y sintió un dolor agudo: no estaba soñando. Buscando una explicación realista, decidió que debía estar agotada por la escuela y el trabajo.

“Esto va a ser un problema.” Pensó, y la siguiente vez que se miró en el espejo, se había destransformado. Como prueba, quiso cambiar de nuevo y se transformó en medio de un haz de luz. Lo mismo ocurrió cuando se quitó el traje. Repitió ambos procesos una y otra vez, y siguió viendo a Ripple en el espejo. Su rostro, su cuerpo y todo lo que la rodeaba eran diferentes a los de Kano, sobre todo el salaz atuendo que antes de ponerse preferiría estar muerta. La transformación era tan real y vívida que no podía considerarla un sueño o una alucinación.

Flexionó la mano derecha repetidamente y luego clavó el puño en la izquierda. La onda sonora y el impacto hicieron que las ventanas se estremecieran y el cable de la lámpara del techo se moviera. Sus dedos eran como hermosas obras de arte —más finos, largos y elegantes que los de Kano—, pero guardaban una gran fuerza en su interior. Dio una ligera patada al suelo y casi se golpea la cabeza contra el techo. Si lo hubiese roto, el propietario le habría vuelto a gritar. Su poder físico había aumentado a pasos agigantados, claramente ya no era el de un humano normal.

A continuación, examinó sus extremidades y no pudo encontrar ninguna cicatriz, hematoma o vello, ni siquiera un lunar o una mancha de piel seca. Su piel era lisa, suave y firme como una fruta madura. Dentro de su cuerpo, la energía corría por ella como nunca antes. Por fuera, tenía cuchillos arrojadizos y shuriken cosidos en el cuello y las mangas. Un resbalón desafortunado y podría hacerse daño de verdad.

Los rumores eran ciertos. El juego Proyecto Crianza de Chicas Mágicas creaba chicas mágicas.

Miró una vez más el hermoso y perfecto rostro en el espejo. ¿Qué era, una modelo o una actriz o algo así?

“Hmm…” Incluso su voz era diferente, más alta y clara de lo normal. Hizo unas cuantas poses en el espejo: sonrió intensamente, sopló un beso. Todo lo que intentaba parecía correcto. Sin embargo, seguía estando un poco lejos de su idea de una verdadera heroína mágica. Al menos, no se sentía ortodoxa.

“¿Tienes algo en mente, pon?” Preguntó la mascota desde la pantalla de su teléfono. Kano estuvo a punto de saltar, pero de algún modo consiguió que no se le notara la sorpresa. Sin embargo, no pudo hacer nada para evitar el rubor en sus mejillas después de haber sido sorprendida haciendo poses y sonriendo en el espejo.

“¿Quién es usted…?” Preguntó, con la mayor calma posible.

“Fav es Fav, pon. Si has jugado al juego deberías saber quién es Fav, pon.”

“No me refiero a eso… ¿Cuál es tu objetivo?”

“Fav proporciona apoyo a las chicas que muestran potencial, pon.

Si tienes alguna duda, no dudes en preguntar, pon.”

No parecía estar escuchando. Ripple chasqueó la lengua y volvió al espejo. La mirada que le devolvía era, se mire por donde se mire, la de una chica mágica. Ese hecho era inconfundible.

“La gente las describió como ‘demasiado hermosas para ser humanas’. ¿Eso iba en serio…?”

“Los que ayudan recordarán un poco diferente, pon. Un rostro normal se convertirá de repente en ‘demasiado bello para este mundo’, pon. ¿Es esto inaceptable, pon?”

“No…”

El avatar de Kano, Ripple, estaba basado en un ninja: cabello negro, ojos almendrados y cejas finas. Había elegido sus accesorios en un intento de complementar el traje mitad kimono, mitad traje de baño, pero viéndose ahora completa, parecía bastante sencilla para ser una chica mágica. Llevaba un pañuelo rojo, el cliché ninja, y una pinza para el cabello con forma de shuriken gigante que brillaba en plata. Todo lo demás era un negro coordinado, de la cabeza a los pies. El nombre “Ripple” se le ocurrió traduciendo su apellido, Sazanami, al inglés, pero en la vida real el traje japonés y el nombre occidental simplemente chocaban.

“¿Es posible cambiar el traje de tu avatar?” “No en esta etapa, pon.”

“Oh, ya veo…”

“¿Qué pasa, pon? ¿Algo te molesta, pon?” “No…”

Fav continuó su explicación. Ahora que había sido elegida, se esperaba que ayudara a la gente necesitada. Kano no tenía ningún interés en ayudar a los demás, pero no podía resistirse al encanto de la belleza, la fuerza sobrehumana y el uso irrestricto de la magia.

Más que nada, estaba aburrida de su vida.

“Fav se asegurará de darte todo el apoyo que necesites, pon. Para empezar, toma este teléfono mágico, pon.”

“¿Qué tipo de apoyo?”

“Fav es amigo de todas las chicas mágicas, así que si alguna vez quieres comunicarte, Fav puede conectarte, pon. Fav también puede responder a cualquiera de tus preguntas, pon.”

“Para comenzar, ¿qué es una chica mágica?”

“Una chica mágica es una chica mágica, pon. ¿No ves la televisión, pon?”

“¿Pero exactamente qué significa eso?”

“El Reino Mágico te ha concedido poderes para ayudar a la gente, pon.”

“¿Por qué razón? ¿Cuál es el objetivo del Reino Mágico?” “¿No ves la televisión, pon?”

“Como dije…”

“Ahora eres una chica mágica, y eso es definitivo, pon. Es una verdad irreversible, pon. No importa lo que preguntes, no importa la respuesta, eres Ripple, pon.”

“¿Qué?” Todo era increíblemente sospechoso, pero no podía negar el extraordinario fenómeno del que ahora formaba parte. Con suficiente esfuerzo, Kano podría entrar en una buena universidad, pero el esfuerzo por sí solo no podía convertirla en una chica mágica. Para ello, había necesitado una buena dosis de suerte y talento latente. Si dejaba pasar esta oportunidad, lo más probable es que nunca tuviera otra. Así que, tras sopesar sus opciones, tomó la calculada decisión de aceptar.

Kano reflexionó sobre sus cálculos objetivos a favor y en contra. Como realista declarada, le impresionó la calma y la serenidad con que había aceptado una situación tan inusual.

Fav habló, posiblemente intuyendo sus pensamientos. “Si no puedes aceptar que las chicas mágicas existen, no habrías sido elegida como una en primer lugar, pon.”

Sin embargo, no se le permitió dar rienda suelta desde el principio. Cuando Fav le informó de que necesitaría lecciones de un mentor más experimentado, Kano se puso de mal humor. El sólo con imaginárselo provocó el cambio en su humor.

“Fav, dijiste que serías mi apoyo…”

“A Fav le encantaría ayudar todo lo posible, pero sólo hay uno de Fav, pon. Fav no puede hacerlo todo, pon.”

Kano se acordó de los tutoriales forzados del juego y de lo lentos y frustrantes que eran: un simple clic de botón una y otra vez, claramente hecho para idiotas sin imaginación. Apagó su nuevo teléfono mágico y chasqueó la lengua con rabia. Apenas podía soportar mirar la pantalla con forma de corazón.

Hablar con los demás nunca había sido el punto fuerte de Kano. Para ser sinceros, los demás en general nunca habían sido su fuerte. Le desagradaba profundamente la gente que se agrupaba y se creía más fuerte por ello. Esta era una de las razones por las que había empezado a jugar a Proyecto Crianza de Chicas Mágicas, así que la inminente perspectiva de las odiosas relaciones humanas la molestaba.

Su primera impresión de Top Speed, su mentora, fue que parecía una idiota. Llevaba un sombrero de bruja triangular y un vestido de bruja y llevaba una escoba mágica. Era la típica hechicera, e incluso su rostro parecía más occidental que el de Ripple. Sus grandes ojos azules, un rasgo clásico de las chicas mágicas, se movían afanosamente mientras agitaba sus trenzas de lino. Sólo su larga capa púrpura y el amuleto que colgaba de su cuello rompían el arquetipo de bruja. Ripple se dio cuenta de que la parte trasera de la capa llevaba bordadas las palabras: “Sin Opiniones Gratuitas”.

Es una idiota, pensó Kano, y su valoración bajó aún más. Habían acordado reunirse en la azotea del edificio del Séptimo Sankou, y al aterrizar Top Speed esbozó una gran sonrisa y levantó la mano derecha en señal de saludo.

“¡Encantada de conocerte! Soy Top Speed. Me alegro de tenerte a bordo.”

“… Encantada de conocerte.”

“Vamos, ¿dónde está tu energía? ¿Estás comiendo bien? ¡Ja, ja, ja!”

Hablaba como un tipo y se cacareaba como un tonto. La evaluación de Ripple bajó otro nivel.

Con una floritura, Top Speed giró y se estacionó en la barandilla y le indicó a Ripple que se sentara a su lado. Como no quería sentarse a su lado, pero tampoco quería estar bajo su mirada, la ninja eligió la opción más sencilla y se apoyó en la pared.

Top Speed procedió entonces a explicar todo lo que implicaba ser una chica mágica. En esencia, usaban la magia para ayudar a la gente normal, y haciendo buenas acciones ganaban caramelos mágicos.

“¿Buenas acciones…?”

“En el juego, derrotarías a los enemigos y esas cosas, pero en el mundo real no hay muchos enemigos que derrotar, ¿sabes? Sé que no es glamuroso, pero un trabajo honesto como éste es el mejor.” Top Speed habló con un aire de experiencia, pero Ripple se limitó a burlarse en silencio.

Top Speed también le enseñó las funciones del teléfono mágico que sólo ellas podían utilizar, aunque era casi idéntico a un smartphone normal. La forma en que Top Speed le hablaba sólo aumentó la exasperación de Ripple. No lo demostró, por supuesto, pero volvió a burlarse en silencio.

Siguiendo las instrucciones, Ripple utilizó el dispositivo para abrir una página con sus datos personales. Altura, peso y medidas: todo estaba allí. Como Kano, era un centímetro más alta que el chico medio y de constitución sólida, pero cuando se transformó en Ripple, todo en ella se volvió femenino. En “Personalidad” estaba escrito “Violenta y poco sociable”, y el hecho de que estuviera de acuerdo con esto sólo la irritaba más. En “Magia” estaba escrito “Lanza shuriken que siempre dan en el blanco”, y esta vez chasqueó audiblemente la lengua.

“¿Hmm? ¿Qué pasa?”

“Sólo tengo un tipo de magia…”

Era muy sencillo. Lanzar shuriken era más una técnica ninja que un poder. Se le ocurrían muchas otras cosas propias de los ninjas, como crear ilusiones de clones o lanzar bolas de fuego.

“Ya ves, las chicas mágicas sólo tienen un tipo de magia. Era mucho más fácil en el juego cuando podías usar mucha magia, pero así son las cosas.”

Sin embargo, esa no era la única información deprimente que tenía que compartir Top Speed. También había dos reglas que todas las chicas mágicas debían seguir: Nunca revelarse a un humano normal, y nunca hablar de las reglas o de sus poderes a un humano normal. A las que rompían estas reglas se les anulaba el derecho a ser chicas mágicas.

Una vez a la semana, se celebraba una reunión en línea. Aunque la asistencia no era obligatoria, era conveniente asistir para no perderse algún anuncio importante.

Algunos miembros de sus filas eran muy territoriales. Los dos lugares que había que evitar en la ciudad eran el distrito Jounan de Calamity Mary y el Nishimonzen de Ruler. A la primera le encantaba buscar peleas, y la segunda era simplemente molesta de escuchar. Ambas eran igual de molestas.

Top Speed le contó historias a Ripple. Por ejemplo, Sister Nana se había metido una vez en el territorio de Calamity Mary y casi la matan por ello. También hubo una vez que un vídeo de los Peaky Angels llegó a Internet y causó un gran revuelo. Cuanto más hablaba, más comprobaba Ripple. Cuando su mentora terminó, se subió a su escoba y desapareció en el cielo nocturno, Ripple chasqueó la lengua.

“Hey…”

“¿Sí, pon?”

“¿Quién la hizo mentora?”

“Las chicas mágicas amistosas se ofrecen para el trabajo, pon. Puede que la explicación de Top Speed haya tardado tres veces más de lo normal, pero eso sólo demuestra lo minuciosa que estaba siendo, pon.”

Así que no sólo había sido víctima de una entrometida demasiado entusiasta, sino que también había sufrido una presentación más larga de lo necesario. Ripple chasqueó la lengua más fuerte de lo que lo había hecho en años. Para ella, Top Speed había pasado de “mentora idiota” a “idiota que intenta actuar como mentora”.

Por alguna razón, Top Speed seguía volviendo a visitar a Ripple. Ni siquiera los sutiles sonidos de consternación o el decirle a la cara “No tienes que volver” pudieron detenerla. Simplemente se desentendía con un: “Eres una naranja acida”.

Al darse cuenta de que las palabras no le llegarían, Ripple decidió ignorar a Top Speed. Al final, la bruja hablaba sin interrupción hasta que se saciaba, y luego se marchaba por el día. Una vez trajo un recipiente de plástico con batatas hervidas, que Ripple probó a regañadientes y encontró deliciosas.