Kuma Kuma Kuma Bear (NL)

UNA VEZ QUE LLEGÉ A CRIMONIA, los días pasaron volando.

Iba a trabajar en la panadería, así que aprendí a hornear pasteles. También consultaba a Yuna para pensar en nuevas ideas para pasteles. Y, por supuesto, la tía Morin me había enseñado a hornear panes. Al principio estaba fuera de mi elemento por muchas cosas, pero los días pasaban agradablemente. Estaba asustada por el trabajo, pero la tía Morin fue amable. Siempre que estaba en problemas, Karin me ayudaba. También estaban los huérfanos con los que trabajaba: era un lugar alegre para trabajar.

La tía Morín manejaba la tienda, pero Tiermina manejaba todo lo que tenía que ver con el dinero. Abastecerse, calcular los ingredientes de temporada, los precios en aumento y cuánto pagar por los ingredientes: todo era solo parte del trabajo de Tiermina. Si nos faltaba algo, ella nos ayudaba de inmediato. Ella siempre era organizada. La tía Morin dijo que era de gran ayuda, porque así podíamos concentrarnos en hornear el pan.

Ella también había descubierto los ingredientes que necesitaba para los pasteles, así que solo tenía que concentrarme en hornearlos. Habría sido un calvario si tuviera que abastecerme de los ingredientes por mi cuenta; realmente necesitaba estar agradecida con Tiermina.

Lo que más me sorprendía de esta tienda ahora que trabajaba aquí era Yuna, la que estaba disfrazada de oso. Ella era la dueña de donde trabajaba, el Salón del Oso. También administraba otra tienda dirigida por Anz, que venía de Mileela. Aparentemente, Yuna no solo había pensado en los pasteles que me había enseñado a hacer. También había hecho algo llamado pizza usando un ingrediente llamado queso, y había hecho una comida llamada pudín. Ella también había hecho esta deliciosa merienda, esta cosa llamada papas fritas. Era una cocinera genial, pero me había dicho que ella misma no dirigía tiendas. Según ella, era un “dolor”.

Yuna era la jefa de las tiendas, pero casi nunca daba su opinión sobre nada. A veces incluso le pedía a la tía Morin que hiciera panes porque quería comérselos.

Cada semana, la tienda estaba abierta durante seis días seguidos con un descanso de un día. Eso era para que todos pudieran refrescarse y trabajar bien en los siguientes seis días. Yuna había dicho que no seríamos tan eficientes si trabajáramos demasiado. Según ella, el agotamiento aumentaría y nos volveríamos más lentos en nuestro trabajo. “Serán más eficientes con un descanso y también más felices”, nos dijo. Ella tenía razón. Estaba más feliz con un descanso. Si trabajáramos por turnos, me habría preocupado la tienda. Pero como todos nos tomábamos un día libre, no tendría que preocuparme. Eso también significaba que podía salir con la tía Morin y Karin.

Como hoy teníamos el día libre, había hecho planes para salir con Elena, la había conocido en la posada. Ella era la hija del posadero y realmente me había ayudado cuando llegué a Crimonia. Yo era un poco mayor que ella, y a veces pasaba por la tienda para conocerme mejor.

“Elena, gracias por tomarte el día libre al mismo tiempo que yo”.

“Está bien. Ya tienes un día libre establecido en el Salón del Oso”, dijo. “Solo le pregunté a mi mamá y a mi papá con anticipación”.

“Pero la posada está muy ocupada, ¿no?”

Aparentemente, recientemente se había hecho un gran túnel (¿o descubierto?) y la gente de Crimonia ahora podía visitar fácilmente un pueblo al que antes tenían que cruzar las montañas para llegar. Había mucho tráfico de un lado a otro, por lo que la posada estaba bastante animada estos días. Había tenido suerte cuando vine aquí por primera vez y logré conseguir una habitación. Quería ir a ese pueblo algún día.

“Está más ocupado de lo que jamás imaginé”, dijo Elena. “Estamos muy contentos por eso, pero tenemos que lavar y limpiar todos los días. Además, tengo que ayudar con la cocina. Hay tanto que hacer”.

Así que no era la única que estaba ocupada. “Me sorprende que te dejen tener el día libre”.

“Recientemente contratamos a alguien, así que ahora las cosas son un poco más fáciles”.

Elena y yo paseamos por el pueblo, hablando.

“Esa tienda de ropa vende ropa linda”, me dijo Elena cuando llegamos al frente de un establecimiento. “Definitivamente recomendado.”

“No tienen ropa de oso allí, ¿verdad?” ¿Como el de Yuna, tal vez?

Elena solo se rio. “No, no lo hacen”.

¿En qué parte del mundo había comprado Yuna esas cosas? ¿Quizás los había hecho ella misma?

Entramos en la tienda para mirar la ropa. Después de curiosear un poco, fuimos a una tienda general que vendía lindos accesorios. Luego nos dirigimos a un puesto de comida deliciosa, seguidos de un librero raro con montones de libros, a un área de descanso que nos recomendó Elena, y al lado del Gremio de Comerciantes. Luego, por alguna razón, me llevó al Gremio de Aventureros.

Estaba bastante segura de que el padre de Fina y Shuri trabajaba en ese Gremio de Aventureros. Ambas eran hijas de Tiermina. Fina fue la que me encontré con Yuna en la capital. Era bastante seria y generalmente pasaba el rato con Yuna. Shuri era la hermana pequeña de Fina. Las dos solían estar con Tiermina. Solo había visto a su padre una vez. Como trabajaba en el Gremio de Aventureros, era muy corpulento. Sin embargo, a pesar de su aspecto, era una buena persona.

“Tal vez podamos echar un vistazo dentro un poco,” dije. Siempre imaginé que el Gremio de Aventureros estaría lleno de gente aterradora, pero muchos de ellos ya habían pasado por la tienda. Cada vez que veía a las aventureras comiendo los pasteles que hacía, era muy feliz. Incluso ellos disfrutaban de un dulce regalo de vez en cuando. Los chicos aventureros también iban, generalmente comían el pan y la pizza.

Había mujeres aventureras por aquí y una dama de recepción también. ¿Supongo que sería seguro entrar?

Elena me hizo entrar al Gremio de Aventureros.

Había toneladas de aventureros con armaduras y espadas. Sentí que sobresalía. También había mucha gente aterradora. Cuando uno de ellos nos vio, empezó a hablarnos.

“Ah, ¿es Elena la de la posada? ¿Qué estás haciendo en el Gremio de Aventureros?”

“Estaba dando un pequeño paseo”. Elena estaba entablando una conversación perfectamente normal con el hombre, aunque se veía aterrador.

“¿Viniste hasta aquí en busca de algunos hombres guapos?”

Pasó otro aventurero, vestido muy parecido al primero. “En ese caso”, dijo, “ella definitivamente no vino aquí por ti. Debe haber estado buscándome”.

“Ambos deberían mirarse bien en el espejo”, dijo un tercero.

“Oh, ¿estás tan seguro de que tienen la vista lo suficientemente buena como para decirlo en primer lugar?”

Los aventureros que estaban escuchando estallaron en carcajadas. El hombre frunció el ceño cuando sus colegas se rieron justo en frente de él.

“Eso no es cierto. Soy genial, ¿no? Eso crees, ¿verdad, muchacha?”

El aventurero se acercó a mí.

“Oh. Hm…” Estaba asustada. Di un paso atrás.

“Entonces, ¿qué tal si salimos esta noche? Te mostraré lo gran hombre que soy realmente, ¿eh?”

Se acercó aún más.

“Um”. Miré a Elena, suplicándole que me salvara.

“Retrocede. Estás asustando a Nerin”. Elena se paró frente a mí, viniendo a mi rescate. “Y no puedes simplemente asustar a las chicas de esa manera. Te causaras muchos problemas de esa manera”. Ella estaba insinuando algo, pero ¿qué?

“¿Problemas? ¿Cómo qué?”

“Ella es Nerín. La chica que trabaja en el Salón del oso”.

Ante eso, los aventureros se detuvieron en seco.

“¿Te refieres a la tienda que lleva la chica oso?”

“De ninguna manera.”

Los hombres se alejaron lentamente de mí.

Um ¿qué? Una sola mención a la tienda de Yuna y todos cambiaron de tono. Parecían aterrorizados, sin poder creer lo que estaba pasando.

“Señorita…” dijo uno de ellos. “¿Estás trabajando en esa tienda dirigida por la niña oso?”

“Sí, Yuna me empleó allí”.

Cuando respondí, los aventureros se miraron entre sí.

“Por favor, finge que hoy no pasó nada”, dijo finalmente el tipo rudo. “Nunca hablé contigo. Y si le dices que hablé contigo, por favor no le digas que te coqueteé. Solo… por favor, no le cuentes a la chica oso lo que pasó hoy”.

“¡Oye, yo no hice nada!”

Los aventureros prácticamente estaban huyendo de mí. ¿Qué diablos acaba de pasar?

“¡Jaja! Parece que ninguno de ellos quiere provocar la ira de Yuna”.

“¿Yuna? ¿Ira?”

Elena asintió. “No creo que ningún aventurero en esta ciudad se pelee con ella. Y habría mucho que pagar si hicieran enojar a Yuna. Honestamente, el simple hecho de no poder comer en las tiendas ya sería suficiente problema para ellos”.

Ella sonrió, tiró de mi mano y nos guio fuera del gremio.

¿Quién era realmente Yuna? Incluso los grandes aventureros masculinos le tenían miedo. Pero se veía como una niña con un lindo traje de oso… ¿verdad? La tía Morin había dicho que Yuna era una aventurera. ¿Quizás eso era cierto después de todo? Pero… ¿ella era una aventurera que hacía temblar a los hombres adultos?

“¿Yuna es realmente una aventurera?” pregunté. “La tía Morin, Karin y los otros niños decían que era una aventurera increíble, pero parece una niña tan linda. Es increíble.” Fina, Shuri y Tiermina… todas decían lo mismo.

“Lo es. Y es realmente poderosa”.

“¿Realmente no era una broma, entonces?”

Elena se rio. “Es difícil de imaginar debido a su lindo atuendo, ¿no?” ¿Estaba realmente luchando contra monstruos con ese lindo atuendo? Ni siquiera podía imaginarlo. “Sí, Yuna es una gran aventurera por derecho propio. Hay muchas leyendas sobre el oso. Yo tampoco les creía al principio, así que entiendo cómo te sientes”.

¿Leyendas… sobre el oso? “¿Qué leyendas?”

Elena sonrió. Luego se dio aires y dijo: “Oh, ¿qué voy a hacer contigo?”.

“Dímelo ya”.

Y Elena me contó todo tipo de cosas.

Yuna aparentemente había invadido el Gremio de Aventureros y luchó contra casi una docena de aventureros. Había luchado contra monstruos de decenas de metros de largo. Cada cosa que me dijo era increíble.

Yo simplemente… no podía imaginarlo.

Yuna realmente era una chica con muchos misterios. Cuanto más aprendía, más se convertía en un enigma.