Kuma Kuma Kuma Bear (NL)

UNA VEZ QUE COMENZÓ LA FIESTA, sirvieron la comida de Zelef.

Así es, comida del propio jefe de cocina del palacio. También nos había preparado la cena anoche, pero esta era la primera vez que probaba su comida para fiesta. La deliciosa comida cubría la mesa. La estética visual y el aroma de la colorida comida estimularon mi apetito.

Una vez que terminaron de colocar la comida, Misa se puso de pie, aparentemente avergonzada. Nos dijo que nos divirtiéramos, hubo un brindis y comenzamos la fiesta.

No sabía nada sobre la etiqueta. Podría comer con normalidad, ¿verdad?

Cuando miré a mi lado, Fina también parecía insegura sobre qué hacer. Luego me miró, pareciendo preocupada. No sabía cómo comer adecuadamente en la fiesta de un noble, y esa mirada insegura de ella no cambiaría nada. Como un niño que copia las respuestas de un examen, todo lo que podíamos hacer era mirar a la persona que estaba a nuestro lado y fingir. Noa disfrutaba de su comida y comía con un tenedor y una cuchara en diagonal a nosotros.

“¿Creo que estaremos bien si solo copiamos a Noa?” Susurré.

Por otra parte, dudaba que alguien se quejara mientras no estuviéramos haciendo algo realmente horrendo. Si nos advertían sobre algo, entonces deberíamos tener cuidado. Además, sería terrible si estuviéramos tan preocupadas por los modales que no pudiéramos disfrutar de la comida de Zelef ahora que finalmente teníamos la oportunidad de probarla. Decidí no preocuparme demasiado por eso y me puse a masticar.

Empecé con la sopa de aspecto delicioso. No era como las sopas que hacía Anz, pero aun así estaba buena. Quería preguntarle a Zelef cómo había hecho la comida de la fiesta en el futuro. Tal vez estaría dispuesto a enseñarle a Anz. Si pudiera convencerlo de que hiciera eso, podría tener su comida en cualquier momento.

Aparte de la deliciosa comida, mis muslos, brazos y cuello estaban demasiado fríos. Era tan extraño. Mi traje regulaba mi temperatura normalmente. Mientras no me importara cómo se viera, servía como ropa increíble. Anhelaba la sensación de su tela esponjosa.

Como estaba tomando prestado el vestido, debía tener cuidado de no ensuciarlo. No era mi intención, pero mancharme el vestido con comida sería un desastre. No tenía idea de cuánto costaba el vestido, pero estaba segura de que era una tonelada.

Fina estaba tan preocupada que solo podía comer un bocado pequeño a la vez, por lo que iba muy despacio.

“Así que Misa tiene diez años ahora, ¿no es así?” Pregunté, tratando de entablar conversación.

La madre de Misa miró a su hija. “Sí, lo mismo que Noa.”

“Pero en unos meses, tendré once años. Entonces prácticamente seré tu hermana mayor”, declaró Noa, casi en el momento en que la madre de Misa dijo las palabras “misma edad”. ¿Supongo? Ella nació antes, después de todo.

“¡Mmhm! Sigues siendo como una hermana mayor para mí, Noa”.

Ahora que lo pienso, Fina también tenía diez años. ¿Cuándo era su cumpleaños?

Teniendo en cuenta las circunstancias de Fina hasta ahora, ¿lo había celebrado antes? Podría ser una buena idea hablar con Tiermina, tal vez hacerle una fiesta sorpresa. Fina era la primera persona que me ayudó después de que llegará a este mundo, después de todo. Pensé que era un plan bastante bueno, así que recordé tomar nota al respecto.

Las sirvientas que ayudaron con la comida de la fiesta comenzaron a participar. Zelef y Botts estaban comiendo mientras criticaban la comida. Hablaban sobre el condimento, si era fuerte o suave, si hubiese sido una buena idea usar otros ingredientes… y de todo lo demás.

Botts podía sostener un tenedor ahora, pero aún se estremecía cada vez que levantaba el brazo. Los cuchillos, por otro lado, estaban fuera de cuestión. La comida requería un trabajo cuidadoso, por lo que parecía que tomaría un tiempo hasta que pudiera volver a hacer la comida como siempre.

Ellelaura, que finalmente tuvo la oportunidad de ver a Noa, estaba disfrutando de una conversación con Cliff. Cliff también había estado increíblemente ocupado últimamente.

Podía escuchar a Ellelaura hablando de Shia, que todavía estaba en la capital, y discutiendo todo el asunto en el que había protegido a los estudiantes. Noa, siendo Noa, hablaba de cosas que había hecho en Crimonia. ¿Por qué todos hablaban de mí?

¿No hablaría una familia de sí misma después de que finalmente lograran reunirse de nuevo?

Había pasado un tiempo, así que Noa le dio a Misa su regalo. Resultó ser una cinta, un lindo regalo que funcionaba bien para alguien de su edad. Si el regalo hubiera sido joyas o un vestido o algo súper caro, habría hecho las cosas un poco raras. Por otra parte, por lo que yo sabía, esa cinta costaba una pequeña fortuna.

Traté de medir el momento de mi presente. A mi lado, Fina me lanzaba una mirada escrutadora y suplicante: “¿Qué hacemos?”

Teníamos dos regalos: el pastel y los peluches de osos. Noa ató la cinta a Misa y se veía feliz por eso. Miré la mesa. Como estábamos en medio de la fiesta, no quedaba mucha comida.

¿Quizás ya era hora del pastel?

“Misa, ¿puedo hablar contigo un segundo?”

“¿Si, que pasa?”

“Fina y yo también tenemos un regalo para ti.”

“¡¿Un regalo?!” Misa parecía bastante feliz por eso.

“Fina y yo hicimos algo dulce para ti. ¿Te gustaría probarlo?” Saqué un pastel gigante de dos pisos de mi almacenamiento de osos.

Misa parecía muy interesada en el pastel, tampoco lo había visto antes. Alineé las fresas en el pastel y el centro del pastel tenía escrito “Feliz cumpleaños” en crema batida de fresa, cortesía de una Fina muy ansiosa.

“¿Tú y Fina hicieron esto, Yuna? Estoy tan feliz.”

“Fina estaba tan preocupada por tu regalo que hablamos de hacer esto juntas”.

“Es un pastel tan bonito”, dijo la madre de Misa.

“Sí, parece un desperdicio comer. Pero… ¿cómo se come?”

Era un pastel completo de dos pisos. Probablemente no habían asumido que todo era para una sola persona. Les dije en general cómo cortarlo.

“¡¿Tenemos que cortarlo?!”

“Bueno sí. Tienes que cortarlo para comerlo”.

“Hmm, pero incluso escribiste en él. Eso es un desperdicio”.

Fina parecía avergonzada ahora. “Estaría contenta si solo atesoras el recuerdo de la escritura y de su sabor” dijo.

“Está bien”, dijo Misa asintiendo, mirando el pastel. “Me aseguraré de recordarlo”.

Con Misa a bordo, decidí comenzar a rebanar. Cuando inserté el cuchillo en el pastel, Misa en voz muy baja y triste dejó escapar un “Ohh”. No había mucho que pudiéramos hacer al respecto, así que esperaba que fuera paciente.

Coloqué las rebanadas de pastel en los platos. Habíamos hecho toneladas, así que teníamos suficiente para todos. Después de eso, todos tomaron sus tenedores y comenzaron a comer.

“Es delicioso”, dijo Misa.

“Realmente es bastante bueno”, dijo Gran.

“He tenido esto antes. Es delicioso”, dijo Cliff.

“Quería comerlo junto con ustedes”.

Misa y Gran, que nunca habían probado el pastel, y Noa y Cliff, que lo habían probado en el pasado, elogiaron el pastel.

“No tenía idea de que pudieras hacer algo tan delicioso, señorita. Podrías renunciar a las aventuras y ponerte un gorro de chef, si lo deseas”, dijo Gran. Realmente no sabía mucho sobre mí…

“Gran, viejo amigo, ella ya tiene dos tiendas. Vende mucho más que pasteles”, dijo Cliff.

“¿Lo hace?”

“Y su tienda es popular en Crimonia. Mi hija la visita todo el tiempo”.

“Eso es solo porque la comida de la tienda de Yuna es tan deliciosa”, dijo Noa.

“Noa, eso es tan injusto”, intervino Misa.

Realmente no entendí por qué, pero todos en la fiesta de cumpleaños de Misa parecían realmente interesados ​​​​en hablar de mí. Noa habló con orgullo sobre qué comidas le gustaban en mi tienda. Misa escuchó, aparentemente celosa.

Incluso la escuché murmurar para sí misma lo injusto que era todo.

“Pero Fina”, dijo Noa de repente, “lo que haces es lo más injusto de todo”.

“¿Y-yo?”

“Hiciste un pastel con Yuna. Yo también quería hacerlo contigo. ¿Por qué no me invitaste?” Noa hizo un puchero y se enfadó.

“Bueno, Fina no sabía qué regalarle a Misa”, dije.

Fina gimió. “Entonces debería haber hablado contigo también”.

“Entonces, ¿quieres hacer uno más tarde?”

“¿Lo dices en serio?” preguntó Noa.

“También me gustaría hacerlo”, interrumpió Misa, algo recatadamente.

“En ese caso”, dije, “¿qué tal si todas hacemos uno juntas cuando terminé la fiesta?”

“¿Podemos realmente?”

Misa y Noa estaban encantadas con eso.

Luego miré hacia Zelef y los demás, captando fragmentos de su conversación.

“Realmente es delicioso”, dijo Botts. “El budín también. ¿Esa chica hizo esto?”

“Ella es una aventurera además de una chef. La tengo en alta estima”, respondió Zelef. Desearía que dejara de decir cosas sobre tenerme en alta estima y cosas por el estilo. Si el jefe de cocina del palacio anduviera diciendo que me respetaba así, tendría más complicaciones. Y no era como si yo fuera una cocinera.

“Pero ¿cómo hiciste esto?” Botts recogió un poco de crema batida con una cuchara y se la comió.

“Puedo hacerlo porque Yuna me enseñó, pero no puedo enseñarte, Botts”, dijo Zelef, sonando un poco presumido al respecto. Botts parecía dolido por la actitud de Zelef.

Se llevaban bien.

Parecía que a la gente en general le gustaba el pastel. Ahora todo lo que nos quedaba era darle a Misa los animales de peluche.