Kuma Kuma Kuma Bear (NL)

ERA EL DÍA DE LA FIESTA DE MISA, y el día que me encontré con mi mayor enemigo. ¿Matarlo? Imposible. Tampoco podía huir. Me encontraría cara a cara con la cosa más peligrosa que podría encontrar desde que había llegado a este mundo.

Y nunca pensé que las cosas llegarían a esto, nunca podría haberlo imaginado. ¿Quién iba a creer que Noa y Fina me traicionarían así? En verdad, no podía confiar en nadie. Incluso aquellos en los que tenía más fe me traicionaron.

Busqué una forma de escapar, pero el daño psicológico de mi traición me dejó casi catatónica. Y ahora mis némesis se acercaban a mí, sosteniendo un vestido y dejándome sin tiempo para pensar…

“¡Aquí, Yuna! Preparamos un vestido para ti, así que por favor cámbiate”. Noa sostenía un hermoso vestido en sus manos.

Si hubiera sido Milaine o Ellelaura, podría habérmelas quitado de encima y haber escapado. Pero hoy era la fiesta de cumpleaños de Misa y las retadoras que se acercaban era unas niñas de diez años. No podía devolver el golpe o correr.

“Noa, hablemos de esto. Una vez que lo hablemos, verás las cosas a mi manera”.

La negociación era la única opción.

“Te ves maravilloso con tu ropa de oso”, dijo, “pero hoy es la fiesta de Misa. Por favor, usa un vestido con nosotros, Yuna”.

Noa sostenía un número en blanco y negro mientras me acorralaba. Según Noa, se hizo pensando en los colores de Kumayuru y Kumakyu. Noa y Fina lo habían elegido juntas, dijeron.

Claro, era un vestido bonito. Sí, resulta que soy una niña. Si esto hubiera sido en mi viejo mundo y hubiera tenido que elegir entre el traje de oso y un hermoso vestido, definitivamente habría dicho que sí al vestido. Quería ponerme vestidos bonitos, pero tenía mis escrúpulos en quitarme el traje de oso.

“Fina, ¿por qué no dijiste nada?” No habría sabido cómo responder si me lo hubiera dicho, pero al menos habría tenido tiempo para pensar.

“Yuna, fue cuando me dejaste atrás y te fuiste a casa”.

Había dejado a Fina con Noa en ese entonces, pensando que les llevaría mucho tiempo elegir un vestido. Y no, no me había escapado porque tenía miedo de terminar arrastrada a la prueba de vestidos también. ¡En absoluto Simplemente fui considerada para no interponerme en el camino de Fina y Noa.

“Además, Lady Noa me pidió que no dijera nada porque sería una sorpresa divertida para ti el día de la fiesta”.

Supongo que la mayoría de las chicas encontrarían esto agradable. Después de todo, ¿con qué frecuencia te pones un vestido elegante como este? Pero ahora que estaba acostumbrada a mi traje de oso, estaba mucho más avergonzada de usar un vestido.

“Yuna, ¿no vas a probártelo?”

“Bueno… puede que no sea del tamaño correcto”. Llevaba un traje de oso. No podían saber de qué tamaño era en realidad. De hecho, mis medidas eran de alto secreto. Solo conocimiento de Yuna, muchas gracias.

“Está bien. Lala sabía lo alta que eres y comprobamos tu talla en el baño”.

¿En la bañera? Pero hace poco nos habíamos bañado juntas. ¡Espera, espera, debe haber sido en el festival de cumpleaños del rey!

Pero… no, de ninguna manera ella podría saber el tamaño real de mi ropa con solo mirarme.

Además, tenía que considerar cuánto tiempo había pasado desde entonces. Los seres humanos, crecen día a día, ¿sabes? Estaba segura de que había crecido y en cuanto a mi peso… eso probablemente no había cambiado. Pero… ¿tetas? Si me hubieran crecido las tetas…

Lo comprobé por encima de mi mono de oso. Hm, realmente no podría decirlo.

“Nos aseguramos desde que estuvimos en el baño de osos antes y en el normal ayer que no has cambiado de talla”, dijo Noa con una sonrisa que destilaba confianza. “Debería estar bien”.

Los niños dicen las cosas más inocentes, pero seguro que pueden doler. Daño psicológico, golpe crítico. A este ritmo, parecía probable que me derrotaran antes de que comenzara la fiesta.

“¿Por qué estás tan en contra? También hará feliz a Misa”, continuó Noa.

“Uhh.”

“Y eres bonita, Yuna, así que un vestido te quedaría precioso”.

“Hhhh.”

“Fina, ¿no quieres ver a Yuna con un vestido?”

“Sí.”

Esa mirada en el rostro de Fina… decía que ella también usaría uno, así que tuve que seguir adelante. Sería fácil salir corriendo de la habitación, pero si me escapaba, sería difícil para mí ir a la fiesta.

Quería asistir por Misa. Si me presentara en lugar de participar, le estaría haciendo un flaco favor después de que se molestara en enviarme una invitación. ¡Uf, no había escapatoria!

“B-bien. Pero tengo algunas condiciones”. Como último recurso, le dije a Noa lo que quería. Ella aceptó de mala gana.

Noa y Fina ya estaban vestidas. Pensé que Noa se veía linda con su vestido el otro día, pero Fina no se quedaba atras. El de Noa era rojo y el de Fina era verde claro. Noa usaba el suyo con confianza; estaba acostumbrada a usar vestidos elegantes. En cuanto a Fina, se encogió en sí misma.

“Uh, me siento tan avergonzada”. Yo era la que estaba realmente avergonzada.

Me puse el vestido blanco y negro, y me quedaba perfecto. ¿Cómo pudieron averiguar mi talla sólo a ojo? ¡Y tuvieron el descaro de decirme que no había crecido nada!

“¡Yuna, estás estupenda! Estás muy guapa”. Pero los elogios de Noa sólo me hacían sentir incómoda. En mi antiguo mundo, nunca había llevado un vestido así. Quiero decir, ¿cuántas personas llevaban vestidos elegantes e iban a fiestas a mi edad? No cualquier persona de la calle, eso estaba claro.

Me puse delante del espejo y me sentí aún más avergonzada al verme. ¿Tal vez porque no estaba acostumbrada a este aspecto? No era un buen aspecto.

“Tu largo pelo negro es bonito”, dijo Noa, “así que un vestido blanco y negro te queda bien”. Sí, pero el pelo dorado de Noa era mucho más bonito.

“¡Oh, te ves tan bonita, Yuna! Nunca podría lucir un vestido tan bonito como ese”. Fina era aún más autocrítica que yo. En lo que a mí respecta, Fina se veía mucho mejor. El vestido verde claro era muy lindo. Fina se veía genial.

“Eres linda, Fina. Yo soy… nah”.

“No eres nah. Eres más linda que yo, Yuna”.

Y ahora ambas estábamos sonrojadas. Una guerra nuclear de cumplidos, con vergüenza mutua asegurada.

“Está bien. Ambas se ven geniales”, dijo Noa. “Estoy seguro de que mamá y papá se sorprenderán mucho cuando las vean”.

¿Así que estaría frente a personas con este aspecto? Lo siento Misa, pero solo quiero irme a casa ahora. Y estaba segura de que Fina sentía lo mismo. Me rendí y comencé a arrastrarme hacia mi equipo de oso: me desnudé y lo tiré al suelo. Empecé con mis zapatos de oso y mis dos marionetas de oso.

“Yuna, ¿realmente te los estás poniendo?”

Sí. Estas fueron las condiciones para que yo usara el vestido. Ese era el trato: me pondría el vestido si pudiera quedarme con los zapatos de oso y los guantes.

Así que… bueno, llevaba un hermoso vestido blanco y negro con zapatos y guantes de osos.

Desde que había llegado a este mundo, mi traje de oso me había servido durante casi toda mi existencia diaria, las 24 horas del día, los 7 días de la semana, a menos que estuviera en el baño o algo así. No podía simplemente quitármelo todo. Traté de solo quedarme con mis guantes y zapatos, pero eso no había sido suficiente para hacerme sentir cómoda.

Claro, podría haberme sentido cómoda con solo tener un arma todopoderosa y una armadura de papel endeble mientras hacía misiones en el pasado, pero no tenía esa mentalidad en estos días. Realmente no entendía por qué a algunos jugadores les gustaba estar expuestos de esa manera, especialmente si eso significaba que morirías de un solo golpe. Por otra parte, esto ya no era un juego.

Guardé suavemente mi armadura definitiva, el traje de oso, en mi almacenamiento de osos.

Después de que todas estuviéramos usando nuestros vestidos, nos dirigimos a la habitación donde sería la fiesta.

Aparentemente, la fiesta se llevaría a cabo en un lugar diferente al de Gran. Parecía que Misa realmente había invitado a solo amigos cercanos. Escuché que los únicos que iban eran la familia de Misa, los Fochrosés y la gente que trabajaba para Gran.

Cuando llegamos al lugar, Cliff y Ellelaura ya estaban allí con un par de personas más. La gente me miraba fijamente, pero… ¿tal vez solo estaba siendo consciente de mí misma?

Ellelaura sonrió cuando se acercó. “Ay, Yuna. Te ves tan encantadora hoy”.

Gracias a tu hija.

“Pero ¿qué son esos?” dijo Cliff, luciendo exasperado al ver las manos y los pies de oso. “¿Por qué llevas eso?”

“¿Estás de acuerdo, padre? Yuna dijo que la condición para que usara el vestido era que le permitiera tener los guantes y los zapatos de oso. Ella es tan bonita, es un desperdicio”.

No podía quitarme los guantes de oso ni los zapatos, sin importar lo que dijeran. Si no tuviera los guantes de oso, no podría usar magia. Si no tuviera los zapatos de oso, no podría moverme rápido. No podía simplemente dejarlos ir.

Creo que ni siquiera he intentado correr desde la escuela primaria. Si no tuviera los zapatos de oso, incluso Fina y las otras chicas probablemente podrían dejarme atrás. Diablos, los huérfanos probablemente fueran más rápidos al correr detrás de esos kokekkos.

“Aun así, se siente extraño verte sin tu traje de oso…”

Sí. Me sentía extraña por todas partes. Y también inestable.

“… pero te queda bien. Si algún chico te viera, probablemente se apresuraría a proponerte matrimonio”.

¿Una avalancha de chicos? No, gracias. No necesito, no quiero. “Deberías guardar tus cumplidos para tu hija”.

“Por supuesto. Noa y Fina son lindas, pero tú eres mucho más linda con tu vestido, Yuna”.

Viva. Suspiré y traté de llegar a mi asiento, pero no tenía ni idea de dónde sentarme. Nunca había estado en una fiesta de nobles, así que… ¿qué se suponía que debía hacer? Luché con eso hasta que llegó Meishun.

“Señorita Yuna, Señorita Fina, sus ubicaciones son por aquí. Por favor, tomen asiento mientras esperan”.

Así que estábamos sentados por familia, eso significaba los Fochrosés y los Fahrengram, luego Fina y yo. Los empleados estaban sentados un poco más lejos.

Me senté y esperé.

Hacía un poco de frío con el vestido. Gracias a mi traje, siempre estaba a una temperatura óptima. Nunca me importó el frío antes. Pero con una falda, mis piernas estaban heladas. Solo había estado lejos de él por un corto tiempo, pero cómo anhelaba el poderoso traje de oso.

Mientras esperaba sentada, Gran, los padres de Misa y, finalmente, Misa entraron en la habitación. Luego, mientras Gran miraba alrededor de la habitación, sus ojos se posaron en mí.

“Me preguntaba quién eras… ¿es usted señorita?”

Vamos, ¿no me reconoció? No era como si alguna vez me hubiera puesto la capucha de oso muy bajo sobre la cara frente a Gran.

“Yuna, estas tan bonita”, me dijo Misa.

“Gracias. Tú también te ves bonita, Misa”. Incluso si solo estaba siendo amable, era mejor que burlarse de mí.

Todos llegamos a nuestros asientos y comenzamos la fiesta.