Kuma Kuma Kuma Bear (NL)

EL SOL SALIO mientras me acurrucaba cómodamente en los abrazos de Kumayuru y Kumakyu. Supongo que ya era de mañana. Temprano para dormir, temprano para levantarse.

“Buenos días, ustedes dos”, saludé a mis osos y me puse de pie, estirándome. Claro, mi cama de oso literal estaba bien, pero nada podría vencer a una cama real. Supongo que debo haber despertado a Zelef, ya que salió de debajo de su manta.

“Maestra Yuna, buenos días”.

“Buenos días. Bueno, entonces, ¿qué tal si desayunamos algo y luego nos vamos?”

“Por supuesto”.

Salimos justo después de terminar una comida sencilla, tal como lo hbíamos hecho para la cena. El viaje transcurrió sin problemas, sin que aparecieran monstruos o ladrones.

“Zelef, ¿estás bien? No estás cansado, ¿verdad?”

“Estoy como una rosa. Montar a caballo en el pasado me causaba todo tipo de molestias y dolores en las caderas, pero los Maestros Kumayuru y Kumakyu son monturas muy cómodas. Apenas me siento cansado”.

No hay problema con seguir adelante, entonces. Necesitábamos darnos prisa. Cliff nos estaba esperando, así que necesitaba que mis osos hicieran todo lo posible.

Vimos la pared exterior de Sheelin un poco después del almuerzo. Hmm… Realmente quería seguir adelante, pero sería un dolor de cabeza explicar mi invocación de bestias a los guardias de la puerta.

“Zelef, ¿te parecería bien caminar desde aquí?”

“¿Eh? ¿Desde aquí?”

“No quiero tener que molestarme en explicar mis bestias de invocación a los guardias, así que suelo desmontar cuando me acerco a las ciudades”.

“Ah, ya veo. Comprendido. Caminaré y lo consideraré como un buen ejercicio”. Zelef se frotó el vientre.

Dudaba un poco que perdíera peso con un paseo corto. Probablemente sería una buena distancia a pie si alguien lo hiciera todos los días, pero solo hacerlo una vez era una gota en el océano.

Por otra parte, no era como si yo fuera alguien para hablar cuando se trataba de hacer ejercicio. Intenté quitarme el traje de oso para hacer ejercicio un par de veces, pero no tenía energía. Terminaba muerta de cansancio y al final me rendía. Se necesitaba persistencia y ejercicio para aumentar la resistencia o perder peso.

Después de llamar a mis osos, Zelef y yo nos dirigimos al pueblo a pie.

“¿No eres el oso del otro día?” preguntó el guardia. Sería un fastidio responder a sus preguntas, así que sostuve mi tarjeta del gremio en el panel de cristal y rápidamente me dirigí a la ciudad.

“¿Esta es Sheelin?” Zelef preguntó, mirando alrededor.

“¿No has estado aquí antes?”

“Nací en la capital. Estaba tan preocupado por estudiar las artes culinarias que casi nunca me iba”.

Supongo que no habría sido el jefe de cocina de la familia real si no hubiera estudiado tanto. En cuanto a mí, no podía mantener mi enfoque en una sola cosa como esa. Era el tipo de persona que metía sus manos en todo hasta el punto de que no tenía tiempo de sobra. Podría empezar proyectos, pero ¿terminarlos hasta el final? De ninguna manera. Era el arquetipo de una holgazana. Incluso si hubiera muchas personas en este mundo que se dedicaran a lograr un solo objetivo.

Por otra parte, tener demasiado interés en la comida también era un problema en sí mismo. Zelef veía un restaurante y trataba de dirigirse allí.

“Zelef, espera hasta que termine la fiesta”.

“Sí, pero las posibilidades…”

“Por favor, sin peros. La fiesta es mañana, así que tenemos que darnos prisa”.

“Vaya…”

Con Zelef a cuestas, me dirigí a la finca de Gran. Estaba un poco preocupada de que pudiera encontrarme con Randle nuevamente, pero llegamos a la casa de Gran sin incidentes.

El guardia pareció sorprendido cuando me vio.

“¿Podemos entrar?”

“Sí, Lord Gran nos informó sobre ti. Nos ha pedido que te dejemos pasar a ti y a tu invitado”.

Como recibieron el mensaje, no cuestionaron a Zelef y lo dejaron entrar a la propiedad.

“¡Señorita Yuna!” Una vez que entramos, Meishun corrió hacia mí.

“Hola, Meishun. ¿Podremos ver a Gran y Cliff pronto?”

“Sí, me dijeron que los llamara en el momento en que volvieras”. Meishun nos condujo como lo había hecho antes a la habitación donde estaban Cliff y Gran. “Lord Gran, la señorita Yuna ha regresado”.

“¡¿Yuna?!”

“¡¿Estás de vuelta?!”

Gran y Cliff se sorprendieron cuando entré. También había un extraño en la habitación con ellos. Mmm…

“Recién regresamos. Um, ¿y quién es este?” Pregunté, ya que no sabía si podíamos hablar de Zelef frente al otro hombre.

“Este es mi hijo, Leonardo. Puede que tenga un corazón débil, pero es mi chico”.

“¿Debil de corazon? Padre, ¿tienes que decir eso? Me disculpo por no presentarme antes. Soy el padre de Misana, Leonardo. Parece que ayudaste a mi padre y a mi hija. Gracias. Um… ¿Señorita Oso?”

“Es Yuna”.

“Ya veo. Perdóname. Cada vez que hablo con mi hija y mi padre, siempre hablan de osos. Y ahí estás, con un traje de oso. Mis disculpas.” Así que este era el padre de Misa, entonces. Él no era Gran. Estaba en el lado delgado y realmente parecía pusilánime. No se parecía a ningún noble que hubiera imaginado.

“Yuna, ¿dónde está el chef?” Cliff preguntó gravemente.

No sería un problema para mí presentar a Zelef ahora mismo si Leonardo fuera el hijo de Gran, ¿verdad? “Lo he traído”. En el momento justo, Zelef entró en la habitación.

“La Maestra Yuna me ha pedido que cocine para la fiesta de Lord Gran. Me presento humildemente. Soy Zelef”. Él hizo una reverencia.

“Zelef… perdóname, pero ¿nos hemos encontrado en alguna parte?” preguntó Gran. “Siento como si te hubiera visto antes, pero no puedo ubicarlo”.

“Yuna… cuando dijiste que traerías a un chef, esto no era lo que tenía en mente”, dijo Cliff.

Gran miró a Zelef y se llevó la mano a la barbilla mientras pensaba. Cliff también miró a Zelef, y cuando me miró a mí, parecía estar desesperado. La boca de Leonardo estaba abierta, y estaba articulando algo, pero las palabras no salían.

“¿Conoces al Maestro Zelef, Cliff?” preguntó Gran.

“Gran, viejo amigo, es demasiado pronto para que te estés volviendo senil. Lo conoces tan bien como yo. Parece que Leo ya lo reconoció, al menos”.

“¿Nos conocemos entonces?” preguntó Gran. “Lo reconozco de alguna parte, pero no puedo recordar exactamente dónde. Maestro Zelef, lo siento mucho si nos hemos conocido antes.”

Cliff y Leonardo, por otro lado, lo reconocieron.

“No, por favor no te preocupes por eso”, dijo Zelef. “Creo que esta es la primera vez que nos vemos cara a cara”.

“¿Lo es?”

“Soy Zelef, jefe de cocina del castillo. ¿Quizás nos hemos visto en una de las fiestas de Su Majestad?”

“¡¿Eres el jefe de cocina del castillo?!” Los ojos de Gran se abrieron en estado de shock. Cliff y Leonardo parecían haber confirmado sus sospechas.

“Yuna, cuando dijiste que conocías a alguien”, dijo Cliff, “¿te referías al Maestro Zelef?”

“Sí. Es el único chef de primera que conozco”.

“¿De primera?” Zelef repitió tímidamente. “Vaya, Maestra Yuna, escuchar tal cosa de usted es un honor”.

Gran estaba completamente desconcertado por la identidad de Zelef. Nos ofreció asientos y tomé uno. “Entonces, ¿realmente cocinarás para nosotros?”

“La Maestra Yuna me lo pidió. Y Su Majestad también me ha pedido que la ayude”.

“Su Majestad ha…” repitió Gran. La habitación quedó en silencio. Gran y su hijo se sorprendieron.

Cliff parecía exasperado. “¿Cómo diablos conseguiste que el jefe de cocina del palacio viniera hasta aquí?”

“¿Hmm? Sólo pregunté.”

“¿Acabaste pregutandole a Su Majestad? Nunca he oído hablar del jefe de cocina de un castillo cocinando para la fiesta de un noble”.

“Supongo que tengo una manera con la gente”.

“Escucha, tú…” Cliff respiró, pareciendo que toda había terminado.

“De hecho, yo también me sorprendí cuando Su Majestad me pidió que hiciera esto. Pero eso solo muestra cuánta fe tiene la Maestra Yuna en mí”, dijo Zelef.

“Oh, pero oficialmente le pedí a Ellelaura que le preguntara a él”. Le dije a Cliff lo que me había dicho el rey.

“Tendré que ir a ver a Su Majestad para agradecerle más tarde”, dijo Cliff.

“¿Por qué?”

“Si el Maestro Zelef está aquí por Ellelaura, ¿entonces no tengo que agradecerle?”

“Esa es solo la ‘historia oficial’. Necesitaban una excusa para explicar por qué venía Zelef”.

“Es exactamente por eso que tengo que ir”, dijo Cliff.

“Y antes de ir a buscar una audiencia”, dijo Gran, suspirando levemente, “tendremos que escribir una carta”.

Claro que parece mucho trabajo ser un noble, preocuparse por las cosas oficiales, toda esta ceremonia y todas estas cosas más sutiles. Murmuré el pensamiento en voz alta para mí misma, pero aparentemente Cliff me escuchó.

“¿Sabes qué, Yuna? La gente normal no puede simplemente ir con Su Majestad y encontrarse con él de inmediato. Necesitas enviar una carta con días de anticipación solo para verlo. Tú eres la atípica aquí, no nosotros”.

Bien, seguro. Pero, ¿cómo se suponía que iba a saber? Cada vez que veía a Lady Flora, el rey simplemente irrumpía. Además, cuando le pedí a Ellelaura que lo necesitaba ver, ella me llevo como si estuviera bien.

Oh. Ahora que lo pensaba, parecía un poco raro.

Cliff parecía muerto de cansancio, Gran preocupado y Leonardo todavía estaba estupefacto, incluso ahora. Supongo que así de increíble era Zelef.

“Entonces, ¿por qué están los tres juntos?” pregunté.

“Estábamos hablando sobre qué hacer si no llegabas a tiempo”.

“¿Y?”

“No habíamos decidido nada. No tenemos chefs de reemplazo. Incluso si lo hiciéramos, no tendrían la habilidad que necesitamos. Estábamos a punto de rendirnos”.

“Y no podíamos posponer la fiesta, dado que sería un inconveniente para los invitados. Estábamos pensando en tener una fiesta de bebidas como último recurso”.

“¿Pero no habría niños?”

“Los niños recibirían jugo”.

Sonaba como una verdadera decepción de una fiesta. Tal vez estaba bien para un pequeño evento después de una comida, pero no creo que una fiesta que comience y termine con bebidas realmente funcione para esto.

“Pero ahora que el Maestro Zelef está aquí, eso nos quita una gran carga de encima”.

“Si quiere agradecer a alguien”, dijo Zelef, “por favor, agradézcale a la Maestra Yuna. Estoy en deuda con ella, así que simplemente esperaba devolverle el favor, incluso en lo más mínimo”.

“Señorita”, dijo Gran, poniendo sus manos sobre la mesa e inclinando la cabeza, “Estoy agradecido de que haya traído al Maestro Zelef con usted. Ahora me has salvado dos veces.”

“No te preocupes por eso. Si no pudieras tener la fiesta, no podrías celebrar el cumpleaños de Misa, ¿verdad? Lo hice por ella. Además, hay niños que estarían aún más decepcionados que yo si Misa no pudiera celebrar su cumpleaños”. No quería defraudar a esas tres chicas. Esa fue mi mayor razón para hacer cualquier cosa. “Entonces, Maestro Zelef, la fiesta es mañana. ¿Crees que lo logremoa a tiempo?”

“Nos abastecimos de ingredientes en la capital. Si empiezo los preparativos ahora, deberíamos lograrlo a tiempo”, dijo Zelef con confianza. Seguro que parecía confiable.

“Gracias. Entonces, por favor, realmente confiamos en ti”.

Oh casi lo olvido. “¿Sobre los ingredientes? Te enviaré la factura más tarde, Gran. El rey me va a cobrar”.

“Te va cobrar Su Majestad…”

“Sí, así que si pudieras cubrir eso…”

Gran y Leonardo parecían estar sin palabras.

“En ese caso, realmente debemos pedirle a Su Majestad que lo revise lo antes posible”, dijo Gran, lo que provocó un profundo asentimiento de Cliff.