Kuma Kuma Kuma Bear (NL)

TERMINÉ DE PONER los ingredientes que Zelef preparó en mi almacenamiento de osos. Estábamos tomando mucho, pero como dijimos antes, excederse era mejor que no tener suficiente. Además, no era como si fuera más pesado de llevar.

“¿Podemos ir a la bodega como nuestra última parada? Creo que necesitaremos vino para una fiesta”.

¿Alcohol? Supongo que necesitabas esas cosas en una fiesta. De hecho, eso siempre aparecía en las historias sobre las elegantes fiestas de la nobleza. Siempre los imaginé bebiendo de finas copas de vino…

Fuimos a la bodega y puse los vinos que Zelef seleccionó en un almacén de osos. Hmm… como no bebía, no sabía si estos eran buenos vinos. No es que fuera capaz de decirlo si los probara.

“¿Eso es todo?” Acababa de guardar la última botella.

“Sí. Después de esto, regresaré a mi cocina para recoger el condimento”.

Regresamos a la cocina y Zelef comenzó a guardar los condimentos. Tenía muchos de ellos. Probablemente incluso algunos podría usar. Tal vez le pediría que me los mostrara la próxima vez que tuviera la oportunidad.

“Maestra Yuna, he terminado con los preparativos”.

“Esta bien. ¿Podemos salir ahora?” Pensé que aún llegaríamos a tiempo, pero todavía estaba preocupada por Fina y los demás. Mejor mucho que poco, y mejor pronto que tarde…

“Sí. En cualquier momento está bien para mí”.

“¿Y no has olvidado nada? No podremos volver por nada”. Tenía la puerta de transporte de osos, pero no estaba tan segura de dejar que Zelef la usara.

“Está bien. Pero, en realidad, solo un momento”, dijo, y corrió de regreso a las profundidades de la cocina. “Casi olvido mi cuchillo de cocina. Podría usar el de ellos, pero preferiría usar el que conozco”.

Bien, eso era lo último. Sin embargo, Zelef aún vestía su ropa de chef. Como no podíamos salir con él así, hice que se cambiara.

Con todo preparado, encontramos un carruaje que estaba preparado para llevarnos fuera de la capital. Ellelaura había sido la que lo preparó.

La atención de Ellelaura a los detalles nunca dejaba de impresionarme. Salir de la capital llevaría tiempo, y habríamos llamado la atención si hubiéramos compartido un carruaje con otros, o yo lo habría hecho, de todos modos.

Mientras el carruaje se dirigía a la puerta, murmuré un agradecimiento a Ellelaura. Cualquier tiempo ahorrado era fantástico en este momento. Después de que estuvimos fuera de la capital, convoqué a Kumayuru y Kumakyu.

“¡Oh, vinieron de tus manos!” Zelef estaba muy emocionado. “¡Y son tan grandes!” Supongo que Zelef solo los había visto en su forma de cachorro. “Bueno, Maestra Yuna, ¿qué oso debo montar?” Felizmente miró de un lado a otro entre Kumayuru y Kumakyu.

“¿No les tienes miedo, Zelef?”

“Los vi antes cuando eran pequeños, y vi como la Princesa Flora jugaba con ellos. No tengo miedo de tales criaturas”.

“Pero eran pequeños en ese entonces. En este momento, son enormes”.

“Ah, cierto, pero a pesar de todo el pelaje y el volumen, sus rostros son iguales. No encuentro esas caras aterradoras en lo más mínimo”.

Me alegró escuchar eso. Me habría sentido mal por mis osos si hubiera tenido miedo mientras los montaba. “Muy bien, entonces, Zelef, ¿puedes montar a Kumakyu?”

“Seguramente. ¿El Maestro Kumakyu es el blanco?” Zelef se paró frente a Kumakyu. “Buen maestro Kumakyu, permítame informarle de antemano sobre su osadía con respecto a mi peso. Espero que esto no sea un problema”.

Zelef inclinó la cabeza hacia Kumakyu a modo de saludo. Kumakyu asintió en respuesta, dio media vuelta y bajó para que a Zelef le resultara más fácil subirse.

“Muchas gracias a usted, buen Maestro Kumakyu.” Con eso, el regordete Zelef subió a bordo del Kumakyu. Una vez que Kumakyu estuvo seguro de que Zelef estaba montado, mi oso se levantó lentamente.

Sí, no fue nada. Incluso si Zelef tenía un poco de sobrepeso, esto no era nada para Kumakyu.

Salté sobre Kumayuru. “Entonces nos vamos. Estamos comenzando lentamente, pero gradualmente aceleraremos”.

“Tómalo con calma, ¿quieres?”

Los cuatro partimos hacia el pueblo de Sheelin. Nuestras monturas Kumayuru y Kumakyu corrieron ágilmente por la carretera.

“Vaya, esto es más cómodo que un caballo”.

“Puedes… err, ¿montas a caballo, Zelef?”

No es por ser mala, pero él no… parecía del tipo que montara a caballo.

“Generalmente no lo hago. Sin embargo, durante ciertos momentos de emergencia del palacio, tal habilidad puede ser necesaria. Como tal, me han dado el nivel mínimo de instrucciones obligatorias sobre eso…” Hizo una pausa y murmuró, como si no quisiera que lo escuchara “… aunque no soy muy bueno en eso”.

Dado que dijo que necesitaba saber para emergencias, ¿eso significaba que podrían enviar a Zelef como cocinero para algo?

“Dudo que necesite un caballo en el corto plazo”.

Sí, dudaba que tuviéramos una batalla de caballería como esa en el corto plazo. Supongo que si alguna vez enviaramos tropas, ¿sería para luchar contra monstruos que estaban muy lejos? Probablemente tampoco sea uno de los talentos de Zelef, luchar contra monstruos. Si Zelef tuviera que participar en una guerra, eso significaría que la familia real estaría involucrada. Y eso sería una verdadera emergencia.

Una vez que Zelef se acostumbró a montar mis osos, aumentamos nuestra velocidad mientras nos apresurábamos hacia Sheelin.

Después de varias horas, tomamos un descanso y permitimos que Kumayuru y Kumakyu descansaran. A pesar de que eran bestias invocadas, no podía obligarlas a correr sin descanso.

“Es tan fácil montar al Maestro Kumakyu. ¿Quizás mi habilidad para montar es más osuna que ecuestre?” No, Kumakyu era fácil de manejar; de lo contrario, Zelef probablemente estaría fuera de juego.

Después de nuestro descanso, Zelef se acercó a Kumakyu. Lo detuve. “Zelef, ¿puedes montar a Kumayuru a continuación?”

En el momento en que terminó el descanso y Zelef se acercó a Kumakyu, vi que el oso se veía muy triste. No es que a mi oso no le gustara Zelef; Kumakyu solo quería que lo montara.

“¿Te refieres al Maestro Kumayuru? No me importa, pero ¿puedo preguntar por qué?”

“Si solo monto uno de ellos, el otro se pone de mal humor”, expliqué. “Así que alterno”.

“Ya veo. En ese caso, solo necesito montar Kumayuru a continuación. ¡Sí, Sí!” Zelef entendió de inmediato y se acercó a Kumayuru. Saludó al oso de la misma manera que había hecho con Kumakyu. “Maestro Kumayuru, me pongo a su cuidado”.

Kumayuru dejó escapar un kwoom en respuesta. Me acerqué a Kumakyu, quien felizmente se me acercó. Le di a mi oso una palmada en la cabeza, luego salté y salimos.

No encontramos ningún monstruo, y las cosas iban a la perfección. Incluso si aparecían monstruos, eran débiles y fáciles de escapar. Kumayuru y Kumakyu aceleraron aún más.

Unas horas después de cambiarme a Kumakyu, el sol comenzó a ponerse y nuestro entorno se oscureció. Podría haber hecho que mis osos siguieran marchando, pero no quería presionarlos. La fiesta era en dos días y llegaríamos al día siguiente alrededor del mediodía, dejándonos tiempo para prepararnos.

Llamé a Zelef y le hice saber que estaríamos acampando.

Zelef desmontó de Kumayuru y acarició al oso. “Maestro Kumayuru, muchas gracias”.

Kumayuru lo miró y canturreó en respuesta. Saqué leña de mi almacenamiento de osos e hice un fuego, luego saqué dos sillas alrededor. Me abstuve de sacar la casa del oso, por supuesto. “Está bien, voy a preparar una comida de inmediato”.

“En ese caso, podría…” ofreció Zelef, pero en realidad no estaba cocinando. Saqué un poco del pan de Morin y la sopa de Anz. “Supongo que no me necesitabas”.

“Harás mucho una vez que lleguemos”.

“Entonces me aseguraré de estar a la altura de tus expectativas. Gracias por dejarme dar lo mejor de mí”. Zelef aceptó el pan y la sopa, saboreando ambos. “¿Hiciste este pan y sopa, Maestro Yuna?”

“No, se venden en tiendas en Crimonia”.

“Ambos son deliciosos”.

“Les haré saber que el jefe de cocina del palacio real los felicitó”, dije, sonriendo.

“No es solo adulación. Realmente es delicioso. Han dominado lo esencial del oficio; no es de extrañar que la comida haya resultado tan buena”. En poco tiempo, Zelef terminó el pan y la sopa. “Sí, ciertamente me gustaría visitar Crimonia algún día”.

“No es mi ciudad, pero eres bienvenido en cualquier momento”.

“Lo estoy deseando.”

Después de nuestra comida, no teníamos nada en particular que hacer, así que cepillé a Kumayuru y Kumakyu. Zelef me habló mientras miraba.

“Parece que los Maestros Kumayuru y Kumakyu no están agotados, incluso después de llevar a alguien de mi, ah, semblante”. Zelef miró a los osos, se dio palmaditas en la barriga hinchada y sonrió.

“Zelef, ¿no crees que podrías estar comiendo demasiado?” Escuché que era fácil para los chefs aumentar de peso ya que necesitaban probar su comida.

“Ah, esas palabras me duelen de escuchar. Y, sin embargo, es deber del jefe de cocina comer los platos que preparan sus subordinados. Debo probar todo y señalar dónde salió mal”.

“Wow, ¿así que realmente les estás enseñando? ¿No les dices que simplemente aprendan observándote?”

“Ciertamente, esa es la técnica de algunos chefs, pero no es para mí. Además, los chefs del palacio conocen todas las artes imprescindibles. Por lo tanto, aprender una receta una vez es suficiente para que memoricen todo el proceso”.

“Bueno, ellos hacían todo el trabajo en el palacio. Supongo que incluso los chefs novatos necesitaban saber lo que hacían para llegar tan lejos”.

“Maestra Yuna, ¿cómo le enseñaron a preparar la comida de la forma en que lo hace?”

Eso era difícil. No me había enseñado una persona. Fui principalmente autodidacta a partir de Internet y los libros, por lo que realmente no podía señalar a un mentor ni nada. Sin embargo, no era como si pudiera decirle eso.

“Me disculpo”, dijo Zelef, bajando la cabeza. “Si no puedes responder, no es necesario. Es solo que tengo tantas preguntas sobre la forma en que preparas tus platos…” Supongo que se preocupó cuando me quedé en silencio.

“No, esta bien. Solo estaba pensando en cómo responder ya que, eh, nadie me enseñó a cocinar”.

“¿Y aún así pensaste en todos esos platos maravillosos?”

Negué con la cabeza. “Son básicos en mi ciudad natal, en una tierra lejana”.

“¿En tu ciudad natal?”

“Sí, así que no los inventé”.

“¿Es eso cierto? El mundo es un lugar tan vasto”.

Sí, y había más de un mundo, para empezar. Nunca podría haber imaginado que podría existir un mundo completamente diferente en el universo. Vivíamos en un mundo muy grande, de hecho.

“Me gustaría visitar su ciudad natal en algún momento”, dijo Zelef.

Lo dijo tan casualmente y, sin embargo, no tenía una respuesta para él. Sólo el silencio fluyó entre nosotros. Supongo que Zelef se dio cuenta de que algo andaba mal, ya que no indagó más. “¿Qué tal si nos acostamos pronto?” pregunté.

“Supongo que deberíamos. Pero, ¿qué se debe hacer con respecto a la vigilancia? Esto no es para presumir, pero la noche… la noche me preocupa, diría yo”.

Eso definitivamente no era algo de lo que jactarse. “Todo está bien. Tenemos a Kumayuru y Kumakyu. Nos despertarán de inmediato si estamos en peligro”.

Miró a mis osos, sentados a nuestro lado. “¿Es eso así? Incluso pueden vigilar”.

“Mmmm. Puedes dormir sin tener que preocuparte. Si alguien nos ataca a ti o a mí en la noche, mi oso lo ataca de inmediato. Eso vale para cualquiera, por cierto. Tú incluido” le advertí con una sonrisa.

“Un pensamiento verdaderamente aterrador. No tengo deseos de morir, así que creo que me abstendré de hacer tal cosa. Tampoco quiero hacer nada que haga que usted o sus osos no me quieran, Maestra Yuna”.

Zelef sonrió mientras se envolvía en una manta para acostarse. En cuanto a mí, me acurruqué entre Kumayuru y Kumakyu y me quedé dormida.