Kuma Kuma Kuma Bear (NL)

MIENTRAS FINA CONSOLABA A NOA, llamaron a la puerta. Misa se asomó a la habitación.

“¡Noa!”

“¡Misa!”

Reunidas por fin, las dos se abrazaron.

“Yuna y Fina, ¿ustedes también lo lograron? ¡Estoy tan feliz!”

“Gracias por invitarnos, Misa.” Con ella sonriendo así, de ninguna manera podría decirle que no quería venir.

“Querida Lady Misa, soy tan…” Fina hizo todo lo posible para saludar a Misa, pero la chica noble la interrumpió.

“No tienes que ser tan formal. Todos los demás en la fiesta del abuelo me saludan tan formalmente. Se vuelve muy aburrido”.

Supongo que incluso los nobles tenían sus propios problemas con los que lidiar. Menos mal que era una aventurera sin importancia.

“¿Se supone que debes estar aquí?”

“Puede que me haya escapado de la habitación cuando Meishun dijo que habían llegado”, dijo Misa con una sonrisa.

Hm. Espero que no se haya metido en problemas. “¿Está bien si no saludamos a Gran?”

“Está ocupado reuniéndose con muchas personas diferentes, así que creo que está bien”.

“La fiesta de Gran es en cuatro días, ¿no es así?” pregunté.

“Sí.”

“En ese caso, ¿tenemos tiempo para hacer lo que sea por un tiempo? Tengo ganas de dar un paseo por la ciudad”.

“Creo que está bien. Otras personas también han salido”.

“Genial. Fina, ¿quieres dar un paseo por la ciudad mañana?”

“Sí.”

“Yo también voy”, declaró Noa, levantando la mano.

“¿Estás segura de que puedes hacerlo, Noa?”

“¡¿P-por qué no?!” Noa parecía sorprendida ante la sola idea de ser rechazada.

“Necesitarías el permiso de Cliff. No es como si pudiéramos llevarte sin preguntar”.

“¡En ese caso, obtendré el permiso de mi padre!” Noa se levantó de su silla, salió de la habitación… y casi de inmediato regresó. “¡Yuna, tengo permiso!”

Cliff estaba detrás de Noa, que lucía triunfante. Como Cliff estaba en la habitación de al lado, sabía que regresaría de inmediato, pero ¿por qué Cliff la había seguido?

Caminó hacia mí. “Yuna. ¿Puedo confiarte a Noa hasta la fiesta?”

“Realmente no me importa. ¿Qué hay de ti, Cliff?”

“Tengo trabajo que hacer. Gente con la que reunirme. De ahora en adelante, tengo cosas que discutir con Gran. Cosas que consumen mucho tiempo: no tendré tiempo para estar con Noa. Y como os podéis imaginar, no me gustaría que Noa se quedara confinada en su habitación hasta el día de la fiesta. Incluso si algo sucede en tus paseos por la ciudad, sé que ella estará bien si está contigo”.

Él confiaba muchísimo en mí, y me alegré por eso, pero… ¿era realmente una buena idea? “¿No necesita Noa saludar a la gente?” Noa era una noble como Misa, después de todo. ¿No tenía deberes?

“Ella puede hacer eso en la fiesta propiamente dicha. Hasta entonces, puede hacer lo que quiera. Noa, tienes mi permiso para salir, siempre y cuando no te separes de Yuna. Mantén esa promesa, o no se te permitirá salir de nuevo”.

“Por supuesto, me mantendré cerca de Yuna”, dijo, acercándose a mí. “¡Incluso la abrazaré todo el tiempo para que no podamos separarnos!”

Tan pronto como logré apartar a Noa, Misa parecía querer decir algo.

“Yo también quiero ir.”

Hm. Me sentiría mal por Misa si ella fuera la única que dejáramos atrás. Pero a pesar de que ella decía que quería venir, no podía simplemente llevarla. Necesitaría el permiso de Gran o de sus padres, al igual que Noa.

¿Sus padres? Espera, ¿cuándo fue la última vez que oí hablar de ellos? ¿Estaban… estaban muertos? Cuando nos conocimos, recordé haber oído que sus padres se habían ido a la capital antes que ella.

De acuerdo, probablemente me estaba volviendo loca sin ninguna razón. “Si obtienes el permiso de tus padres, puedes hacerlo”. No iba a secuestrar accidentalmente a una niña noble, muchas gracias.

“¡¿Lo dices en serio?!”

Dos niñas extra no eran tan diferentes de una. Tampoco parecían del tipo de las que vagan. Y yo confiaba en Fina, así que no tenía ninguna preocupación por ella.

“Sí, si te dan permiso”.

“Entiendo. Iré a buscar el permiso de mi madre y mi padre”. Al igual que Noa, Misa salió corriendo. Pero en el momento en que abrió la puerta, se detuvo en seco. “¡¿Abuelo?!”

“¿Qué? ¿También estabas aquí, Misa?” Gran entró por la puerta abierta. “¿Y tú también, Cliff?”

“Le estaba pidiendo a Yuna que cuidara de mi hija. Pero, ¿por qué estás aquí, Gran?”

“Escuché que la niña oso que me ayudó antes había llegado, así que vine a saludarla”.

Nah, él era realmente el que me había ayudado. Él estaba allí cuando compré ese terreno y cuando entregué al grupo de ladrones.

“Ha pasado un tiempo, señorita oso. Y ¿Fina?” dijo.

“Ah, sí. Soy Fina”. Fina reaccionó de manera extraña cuando de repente se dijo su nombre. Pero espera un minuto, ¿por qué estaba usando su primer nombre, pero llamándome señorita oso?

“Gracias por tomarse todas estas molestias por el bien de mi nieta”.

“No hay necesidad de agradecerme”, le dije. “Yo también quería ver a Misa”. Eso no era del todo una mentira, aunque exactamente no quería volver a verla en una fiesta de cumpleaños.

La conversación se detuvo por un momento, y Misa interrumpió. “Umm… Abuelo, ¿puedo ir a la ciudad con Yuna y las demás mañana? Todas dicen que irán conmigo”.

“¿A la ciudad?”

Gran me miró. “Si la señorita oso está allí, deberías estar bien”.

¿Me estaban dejando todo a mí otra vez? Pero Misa se veía lo suficientemente feliz, así que supongo que no me importaba.

Al día siguiente, nos levantamos temprano y saqué a pasear al trío de Fina, Noa y Misa por la ciudad.

“¿A dónde vamos, Yuna?” preguntó una de ellas.

“No sé nada sobre esta ciudad”, admití, “así que solo planeé dar un agradable paseo. ¿Hay algún lugar al que todas quieran ir?” Después de todo, era más o menos mi responsabilidad supervisarlas a todas.

“Estoy bien yendo a cualquier parte”, dijo Noa.

“Sí, iré a cualquier parte contigo, Yuna”, intervino Fina.

“En cualquier lugar mientras pueda salir”, agregó Misa.

Ninguno de ellas tenía planes, al parecer. “En ese caso, simplemente caminemos. No se separen de mí.”

Todas parecían bien con eso.

La gente nos miraba mientras caminábamos. Éramos un grupo de tres chicas bonitas y un oso, así que supongo que destacaríamos… pero, de nuevo, las únicas conversaciones que escuché repetían la palabra “oso”.

Sí… pensandolo bien, aún no tenían la edad adecuada para atraer miradas. Es solo lo del oso.

“¿Deberíamos comer algo?” pregunté. Desayunamos antes de irnos, pero había pasado un poco de tiempo. Probablemente todas podríamos comer algo.

“Sí, podría comer”.

“Sí.”

“Yo también.”

Como todas estuvieron de acuerdo, le pregunté a Misa dónde estaban los puestos de comida y nos dirigimos hacia allí. Según Misa, tenían puestos de comida alineados en la plaza como en Crimonia. Lo que realmente quería era ver a las tiendas de comestibles en el mercado, pero tenía que ser paciente.

Varios puestos de comida se alineaban en la plaza: brochetas, bebidas, sándwiches y sopas estándar. Estaban vendiendo un montón de cosas.

Mmmm… que comprar…

Miramos cada uno de los puestos de comida, hicimos nuestras elecciones y terminamos con una tonelada de comida en nuestras manos. Teníamos la intención de tomar un pequeño refrigerio, pero aquí estábamos con grandes cantidades de comidas. Todo se veía tan delicioso; simplemente no habíamos podido evitarlo.

“Yuna, ¿podemos comprar todo esto?”

“No te preocupes por el dinero. ¡Oiga, señor, cuatro brochetas, por favor!” Me aseguré de comprar algunos tipos diferentes para compartir con las tres.

El primer puesto estaba tan sorprendido por nuestro botín masivo que gritaron sorprendidos. Afortunadamente, eso alertó a los otros puestos lo suficiente como para que todo fuera mucho mejor con ellos.

“Yuna, no puedo cargar más”.

“Y, um, esto es más de lo que puedo comer”.

Sí… Noa y Misa seguramente llevaban mucho, lo admito.

“Entonces, ¿quieren encontrar un banco para sentarse y comer?”

Ellas asintieron y felizmente nos sentamos a comer

“Esto me recuerda a la capital”, dijo Noa.

“Ya que comíamos todas juntas”, agregó Fina.

“Noa, Fina… estoy feliz de poder comer con ustedes otra vez”, dijo Misa.

Incluso Fina, que parecía tan nerviosa al principio, hablaba alegremente con las otras dos sobre la capital mientras comían. Ella había superado sus nervios. Cuando miré a esas tres, me alegré de haber venido.

Después de nuestro recorrido por los puestos de comida, continuamos nuestro paseo por el pueblo. Las miradas habituales nos siguieron, pero nadie causó problemas. Teníamos que disfrutar de algunas compras.

Mientras nos divertíamos curioseando, un grupo de niños y niñas se nos acercó desde más adelante. Estaban en algún lugar entre Fina y yo en edad, ¿alrededor de trece años, tal vez? Según su apariencia, parecían ricos. Una persona con una capa negra estaba a poca distancia de ellos… un guardia, tal vez. Yo era uno, pero el tipo parecía un poco sospechoso.

En cuanto a los niños pequeños, sonrisas viciosas estallaron en sus rostros cuando nos vieron. Le miraron lascivamente a Misa, ella los vio y se escondió detrás de mí.

¿Eh? ¿Pasaba algo aquí? Estos niños parecían francamente desagradables en comparación con los niños bajo mi supervisión. El grupo riendo disimuladamente se acercó a nosotros.