Kuma Kuma Kuma Bear (NL)

A l día siguiente fui con Fina a la finca de Cliff. Después de saludar a los guardias en la puerta, nos guiaron a la habitación habitual. Nos sentamos en un sofá y esperamos. Fina se movía nerviosamente a mi lado.

“¿Estás bien, Fina?”

“Sí. ¡Bien! Muy bien, extremadamente bien. ¡Lo más de bien!” dijo robóticamente, viéndose increíblemente mal. Pensé que había llegado a conocer bastante bien a Noa en la capital, pero supongo que no había hecho mucho por sus nervios. “Me pongo un poco nerviosa pensando en conocer a Lord Cliff”, agregó.

Ah, eso tenía sentido, así que era por el padre de Noa por quien estaba preocupada. Pero Fina se había quedado en casa de Ellelaura en la capital e incluso había conocido al rey, por lo que no pensarías que conocer a Cliff sería un gran problema.

“Has conocido al rey. Conocer a Cliff debería ser pan comido”.

“¡Por ​​supuesto que no lo es! Para mí, un señor feudal es como conocer a un rey. Normalmente nunca conocería a alguien así. Quiero decir, ni siquiera soy lo suficientemente importante como para entrar en su casa. Y… y oh no, estoy sentado en su sofá. ¿Debería estar sentada en su sofá? Yuna, ¿y si es un sofá prohibido? ¿Tal vez deberíamos pararnos en su lugar?”

“Está bien. Si Cliff se enoja contigo, me encargaré de él”.

“No estoy enojado, así que realmente preferiría que no”, intervino alguien más.

Cliff y Noa entraron en la habitación.

“¿Estabas escuchando a escondidas?” pregunté.

“Acabo de escuchar eso”.

“Yuna, Fina. Bienvenidas.” Noa asomó la cabeza por detrás de Cliff.

“Noa, perdón por venir tan temprano en la mañana”, le dije.

“¡B-buenos días!” Fina se puso de pie e hizo una reverencia mientras yo permanecía acurrucada en mi asiento. “M-Me disculpo por entrometerme”.

“En absoluto”, dijo Noa. “Ustedes dos son siempre bienvenidas”.

Cliff y Noa se sentaron frente a nosotros desde el otro lado de la mesa en el sofá opuesto.

“Gracias,” dije. “Perdón por meterme de lleno, pero ¿podríamos preguntar algo?”

“Se trata de Misana, ¿no? Estaba a punto de enviar a alguien a tu casa”.

“Sí, eso pensé. ¿Noa también recibió una invitación?”

“Sí, también recibimos una. Gran también me pidió que las llevara a ambas”.

Cierto, Gran, él también me ayudó a comprar terrenos en la capital.

“Entonces… ¿podemos rechazarlos?” pregunté.

“¿Los estás rechazando?”

“Somos plebeyas. Destacaríamos como un pulgar dolorido en la fiesta de cumpleaños de un noble, ¿sabes? Incluso con invitaciones, no podemos simplemente entrar allí”.

Fina asintió junto con cada una de mis palabras.

“Eso debería estar bien”, dijo Cliff. “Los únicos que van a la fiesta de Misana son sus familiares”.

“Pero…” Yo quería visitar a Misa. Simplemente no quería ir a la fiesta de cumpleaños de un noble.

“Noa y yo también iremos”, agregó. “Puedo lidiar con cualquier problema que pueda surgir”.

“¿Tú también vas, Cliff?” ¿Estaba realmente bien que el señor feudal dejara su ciudad solo para la fiesta de cumpleaños de la amiga de su hija? Incluso si todos fueran nobles, parecía extraño.

“Sí, aunque realmente voy a ir a la fiesta de cumpleaños de Gran”.

“¿Gran?”

“El quincuagésimo cumpleaños de Gran es justo antes del de su nieta, Misana. Esa es la fiesta a la que asistiré. Esperaba llevarte conmigo cuando asista. No suelo participar, pero es su quincuagésimo, después de todo. El cumpleaños de Misana es solo un bonito extra. Realmente deberías ir. Estoy seguro de que estarán bien”.

“Vamos juntos”, nos instó Noa. “Será divertido. Además, creo que Misa también quiere verte”.

“Pero yo…” Fina agachó la cabeza.

“¿No quieres ver a Misa también, Fina?” preguntó Cliff.

“Pero…”

“Si no vas, Misa estará triste. Incluso podría llorar”.

“Oh…”

“Misa se tomó la molestia de pedir sus direcciones. Ella misma envió las invitaciones”.

Así fue como nos llegaron las invitaciones. Me preguntaba: nunca le dije a Misa mi dirección, después de todo.

“Si no vas, ella estará muy triste”.

Definitivamente nos envió las cartas porque realmente quería que fuéramos, no es que alguna vez pensé que las envió para ser cruel o algo así.

“Si le enviaras una invitación a Yuna, Fina, y ella no apareciera, ¿no estarías triste? Estaría triste si te enviara una invitación y no vinieras”. Noa fingió verse un poco triste. Sí, eso iba a ser un golpe crítico. Apuesto a que Fina cedería ante esa mirada.

“E-está bien… iré”.

Lo sabía, ella no podía decir que no. Noa en realidad estaba siendo mala, pero tampoco estaba equivocada.

“Fina viene, ¿no vendrás tú también, Yuna?”

Fina me miró ahora. Prácticamente podía leer las palabras en sus ojos: Por favor, ven conmigo. No había manera de que pudiera dejar que Fina fuera sola. Honestamente, parecía que se echaría a llorar si le decía que no.

“Iré también”.

“¡Hurra! Entonces eso significa que podemos ir con los osos”. Noa estaba encantada.

Espera… montar en mis osos no había sido su objetivo real, ¿verdad?

“Bueno, Fina”, dijo, “vamos a pensar en los vestidos que usaremos para la fiesta de cumpleaños”.

“¿Qué?” Pero Noa ya había agarrado el brazo de Fina y comenzó a tirar de ella. “¡¿Yuna?!” Fina me dirigió una mirada suplicante, pero la despedí con una sonrisa; realmente no quería ser arrastrada a nada de eso.

Con eso, Fina fue llevada lejos sin importar sus protestas. Ehh, solo la estaban ayudando a elegir un vestido. No era como si se estuviera muriendo. Presioné mis manos juntas mientras miraba hacia la puerta con simpatía.

“Partiremos en cinco días, ¿y Yuna? temprano esa mañana”, Cliff discutió el plan sin comentar sobre las acciones de su hija.

“¿Está lejos el pueblo de Misa?”

“No del todo. Son unos dos días en carruaje”.

Lo cual era solo unas pocas horas, en tiempo de osos.

“No sé nada sobre las fiestas de cumpleaños de los nobles. ¿Necesito llevar algo?”

“Haremos todos los preparativos necesarios. Solo asegúrate de llevar un regalo que Misana disfrute”.

Mmm…

“¿Podría conseguirle piedras preciosas o un vestido o algo así?”

“Debes darte cuenta de que Misana no disfrutaría de esas cosas”.

“Pero no sé qué le gustaría realmente a la hija de un noble”.

“¿Por qué no le regalas una de esas muñecas que tienes de decoración en tus tiendas? A ella le gustaría eso, ¿no?”

“Sin embargo, ¿realmente puedo darle uno de esos como regalo?”

“A mi hija le encantarían”.

Cierto, sí. Pero… espera, si ella disfrutaría de las decoraciones de osos en mi tienda, ¿tal vez disfrutaría de los animales de peluche que estaba haciendo? Los animales de peluche eran como un regalo estándar para las niñas, ¿verdad?

“Gracias”, dije, “eso fue útil. Regresaré a casa. ¿Podrías cuidar de Fina?”

“Ciertamente. Me aseguraré de que esté a salvo, así que no te preocupes por ella”.

Abandoné a Fina, es decir, le dejé a Fina la libertad de elegir su propio vestido para la fiesta de cumpleaños.

La fiesta de cumpleaños de un noble. Realmente esperaba que no terminara siendo un dolor…