Kuma Kuma Kuma Bear (NL)

D espués de pedir los animales de peluche a Sherry, me dirigí al Gremio de Aventureros. Era hora de finalmente obtener mi recompensa por el trabajo en las minas. Habían pasado unos días desde que había matado a los golems, y me dijeron que el Gremio de Aventureros en Crimonia ya habría recibido la noticia de la finalización de la misión. Todo lo que tenía que hacer era recoger mi recompensa en el gremio.

Cuando llegué al gremio, consulté con Helen.

“Señorita Yuna, ¿realizó una misión en la capital?” Helen preguntó mientras tomaba mi tarjeta del gremio para examinarla. “Parece que investigaste algunos golems en una mina y los mataste. Sí, tenemos la información de la capital. La misión está completa”.

Los golems habían dejado de aparecer en las minas, por lo que se habían reanudado las operaciones mineras normales. Supongo que eso significaba que el golem de mithril o el bearyllium que había encontrado realmente era la fuente de los golems… ¿tal vez?

Hablando del bearyllium, todavía tenía curiosidad por esa cosa. Pero el pueblo de los enanos estaba muy lejos, así que decidí dejarlo en suspenso por ahora.

Helen me devolvió mi tarjeta del gremio, me dio mi recompensa de la misión y luego me miró con bastante seriedad. “Por cierto, señorita Yuna…”

“¿Qué pasa?”

“Escuché a algunas de las damas aventureras decir que estás vendiendo algo muy sabroso”.

“¿Te refieres al pastel?”

“¿Podría hacer un pedido por adelantado? Se agota para cuando salgo del trabajo y no tendré un día libre durante un tiempo”.

Las otras trabajadoras del gremio asintieron junto con Helen. Supongo que el pastel realmente era lo suficientemente popular como para agotarse cuando terminaban de trabajar. Después de todo, la panadería cerraba temprano.

“Les pregunté a los niños en la panadería si podían reservarme un poco el otro día”, agregó Helen, “pero dijeron que no podían hacer eso”.

Recibíamos muchas solicitudes de reserva, pero escuché de Tiermina que no aceptarían ninguna. Recordé vagamente haber seguido la corriente con una vaga respuesta. “Te lo dejo a ti, Tiermina”. Algo así.

“Entonces, ¿tomarías una reserva para mí?” Helen juntó las manos mientras pedía este favor.

“Eso es injusto, Helen”, protestó una de las personas en el mostrador de recepción.

“Sí, ¿cómo podrías pedir uno para ti?” otra dijo.

“Bueno, soy amiga de la señorita Yuna”, les dijo Helen.

Espera, ¿cuándo nos hicimos amigas? pensé, pero no lo dije en voz alta. Aparte de eso, Helen había hecho muchas cosas para ayudarme hasta ahora.

“Realmente no puedo reservar pastel para ti”, admití.

“Lo sabía…” Los miembros del personal parecían decepcionados. ¡Vamos, no había terminado de hablar!

“Pero tengo un pastel en este momento, así que todas pueden comer algo juntas”. Saqué un pastel de fresas del almacén de osos. Las mujeres que trabajaban en el gremio se animaron. Era uno de los pasteles de práctica de Nerin, por lo que probablemente sabría tan bien como los que están en oferta.

“¿Es este el pastel del que todos han estado hablando?” preguntó Helen.

“Asegúrense de cortarlo y compartirlo”, les dije.

“¿Cuánto te debemos?”

“Está bien. Somos amigas, ¿no? Esta vez invito yo”.

“¡Oh, señorita Yuna!” Helen se puso de pie y agarró con firmeza mi guante de oso. “M-muchas gracias.”

“No hace falta que le des importancia”, dije.

“Tantos aventureros se han jactado de lo bueno que es. Estábamos tan celosas”.

“Bueno, si te gusta, puedes venir y pedirme más cuando tengas un día libre.”

“¡Por supuesto! Me encantaría ir a comer a tu tienda”.

Helen y las dos empleadas del gremio me agradecieron efusivamente.

Una vez que regresé a mi casa de osos, decidí jugar un rato con Kumayuru y Kumakyu. Había hecho un gran trabajo en la capital que necesitaba recompensarlos, ¿sabes? “¡Vengan aquí, ustedes dos!”

Trotaron hacia mí y les di un abrazo. Pasamos el tiempo jugando hasta la cena cuando alguien pasó por la casa.

Abrí la puerta para encontrar a Fina sin aliento. “¡¿Por qué tienes tanta prisa?!”

“L-a C-a-r-t-a”.

¿Una carta? Extraño. Antes de escucharla, saqué una jarra de agua y una taza de mi almacenamiento de osos y se los entregué a Fina. Fina tragó toda el agua de una sola vez y recuperó el aliento.

“Está bien entonces”, dije, “¿qué pasa?”

“¿No has recibido una, Yuna?”

“¿Una carta?”

Fina parecía que estaba sosteniendo dicha carta en su mano. Ahora que lo mencionaba, en realidad nunca había prestado atención a mi buzón. Quiero decir, ¿quién me enviaría una carta en este mundo? ¿Quién se molestaría en enviar una? No lo habían hecho en mi viejo mundo, así que no podía ver por qué lo harían aquí.

“¡Por favor, verifica, Yuna!”

“Ok, está bien”.

Fina me apresuró y me obligó a revisar mi buzón con forma de oso. Realmente había un sobre dentro.

“Oh, gracias a Dios”, dijo Fina, con un suspiro de alivio. “Tú también tienes uno”.

¿Pero de quién? Revisé el remitente.

“Misana Fahrengram…” ¿Quién era esa? Parecía familiar, de alguna manera. “¿Es alguien que conoces, Fina?”

“Es lady Misana. La conocimos camino a la capital para el festival de cumpleaños del rey. ¿La noble lady Misa?”

Oh, claro, Misa era solo el apodo de Misana. No había reconocido su nombre completo. Pero, ¿por qué Misa me enviaba una carta?

Decidí invitar a Fina para que me contara los detalles. “¿Leíste la carta, Fina?”

“Sí, la leí. Era una invitación a la fiesta de cumpleaños de Misa”.

“¿Una fiesta de cumpleaños?” Rompí el sello y escaneé la carta. Tal como había dicho Fina, era una invitación a la fiesta de cumpleaños de Misa.

“Um… Entiendo por qué obtendrías uno, ¡¿pero por qué Lady Misa me enviaría una invitación?! ¡Es la fiesta de cumpleaños de un noble!” Fina le dio a su propia carta una mirada preocupada.

Honestamente, pensé que tenía mucho más sentido que Misa invitara a Fina que a mí. Después de todo, se habían llevado bastante bien en la capital. Incluso habían vagado un poco por la ciudad.

“¿Qué crees que pasará si la rechazamos, Yuna?”

¿Como se supone que iba a saberlo? No conocía la etiqueta cuando se trataba de nobleza en este mundo. Además, ir a una fiesta de cumpleaños sonaba como un verdadero fastidio. No había ido a una sola de esas cosas en mi mundo original, y mucho menos a una de la nobleza. Lo siento, Misa, realmente no quiero salir con un grupo de aristócratas. Uf, y probablemente todas llevarían vestidos bonitos. Me vería como un payaso total en mi traje de oso…

Así que tenía mis propias razones para no ir, aunque no fueran las mismas que las de Fina. ¿Podría rechazar la invitación?

Las dos no sabíamos mucho sobre la nobleza, por lo que parecía que no podíamos entender todo el asunto. Pero había alguien que podía darnos una respuesta.

“Tenemos que preguntarle a Cliff y Noa”, dije.

“¿Te refieres a Lord Cliff y Lady Noa?” preguntó Fina.

“Claro, ellos. Si recibimos invitaciones, probablemente Noa también las recibió”.

Se estaba haciendo un poco tarde, así que decidimos visitar a Noa a la mañana siguiente.