Toaru Majutsu no Index – New Testament (NL)

Volumen 12

Capítulo 3: El Legado de la Chica Desaparecida. Hard_MEMORY

Parte 7

No quería abandonar a su amiga. No le importaba si estaba siendo obstinado o arrogante. Quería seguir tratando de hacer algo por ella. No importaba si esto no era realista, eficiente, o lógico. No quería tirarla a la basura y no quería olvidarla y seguir adelante.

Así que mata tu corazón.

Raspa todo el exceso de grasa y deja solo los huesos. Conviértete en una máquina hecha para vengarse.

-Empezaré contigo. – dijo con el escudo dorado preparado.

Sintió su temperatura corporal disminuir gradualmente mientras seguía hablando.

-Puedes decirme lo que tuviste que ver con su muerte mientras te aplasto. Sus miradas se encontraron.

Ya no importaba que no se tratara de Kamijou Touma o Mugino Shizuri. Él no había superado sus deficiencias.

Al final, seguía siendo Aihana Etsu. Seguía siendo una persona patética que no podía mantenerse erguido sin depender de una identificación falsa.

Esto era solo el extremo opuesto.

Había asumido demasiados sentimientos negativos y sus emociones se habían adormecido.

Y no le importaba si ese era el caso. Solo le importaba luchar.

Activar el escudo y matar a Hamazura Shiage valdría 100 puntos. Pero incluso si el escudo se negaba a activarse, aún podría derribarlo con sus propias manos y exprimir su vida. ¿Qué importaba si su propio brazo se rompía o sus ojos eran aplastados en el proceso? En el peor de los casos, no sería capaz de hacer nada y solo se sumaría a la pila de cadáveres. Mientras pudiera evitar eso, nada más importaba.

La venganza era un acto de desgarrar tu propia carne, no la de tu enemigo. Era un acto de tomar tu vida a través de tu enemigo.

(Sí.)

Aihana Etsu sentía que veía gradualmente la verdad de su propio ser.

(Supongo que nada de lo que dijo Saint Germain realmente importó. No importa si este escudo es real o si soy especial.)

Podía sentir sus pensamientos dispersos reuniéndose en un solo punto.

Estaban volviéndose hacia un claro objetivo que también era un callejón sin salida. (Tal vez solo no podía soportar vivir en un mundo sin mi amiga.)

Así que había querido irse.

Había querido desaparecer en algún otro lugar como cortando la cuerda de un globo.

(Pero dejaré mi marca de alguna manera u otra.)

Desgarró el viento con sus hombros, caminó sobre sus propios pies, y se acercó directamente a Hamazura Shiage.

Se movió intencionalmente dentro del alcance del Power Lifter.

(¡¡Tengo que hacer al menos una cosa por ella!! ¡¡Tengo que hacer al menos una cosa que ella quería!! ¡¡Y marcaré la prueba en el cuerpo de este tipo!!)

Esta era la batalla preliminar. Y también era el encendido de una mecha que no podía detenerse una vez que comenzaba.

Sus ojos reflejaron fríamente la luz como el cristal y se preparó para apretar ese gatillo final.

Pero algo sucedió justo antes de que lo hiciera.

Kamijou Touma subió por la puerta rota del hueco del ascensor y se acercó a una de las columnas espaciadas uniformemente del nivel más bajo.

Aihana Etsu estaba frente al Power Lifter de Hamazura Shiage, sostenía un enorme escudo dorado, y muchos Saint Germain esperaban detrás de él.

¿No había forma de detenerlo ahora?

¿No había manera de detener su deseo de venganza sin derramar sangre? (No.)

Kamijou llegó a una conclusión en silencio.

(Se detendrá. Si realmente está haciendo esto por su amiga, se detendrá.) Kamijou tenía una sola carta de triunfo en la mano.

Si Aihana Etsu volvía a sus sentidos, pondría fin al espectáculo de marionetas de Saint Germain. Los Saint Germain sin duda tratarían de deshacerse del chico una vez que su plan se derrumbara y Kamijou dudaba que él pudiera soportar sus ataques desde todas las direcciones solo con el Imagine Breaker.

(Así que te necesito.)

Kamijou miró la espalda de Hamazura desde atrás de la columna.

(No mueras todavía. ¡¡Te necesito para que todos podamos volver de esto con sonrisas en nuestros rostros!!)

Mientras revisaba la atención de sus miradas, se movió de columna en columna.

Poco a poco, se acercó al centro de la perturbación. Había más de cincuenta Saint Germain aquí, pero ellos solo tenían sus sentidos humanos a su disposición. No tenían ojos en la parte trasera de sus cabezas y no podían escanear toda el área con microondas u ondas ultrasónicas.

Todos los Saint Germain observaban los movimientos de Aihana Etsu, así que no notarían a Kamijou mientras no llamara la atención.

(Conozco a alguien que realmente se entregó a la venganza, Aihana Etsu.)

Había conocido a esa persona en la nevada Baggage City. Había respondido a dos nombres: Kihara Kagun y Bersi. Había devorado tanto enemigos como aliados y había dejado esta tierra después de llevar a cabo su venganza perfectamente.

Si alguien le hubiera preguntado si había estado feliz con el resultado, definitivamente habría dicho que estaba satisfecho.

Pero Kamijou habría dado una respuesta diferente si le preguntaran si él aprobaba lo que había sucedido.

No importaba si esa hubiera sido la decisión más correcta en el mundo.

No importaba si todos los involucrados lo habían aceptado o si desenterrarlo ahora era innecesario.

A pesar de todo eso, él sabía que no podía caminar el mismo camino.

Si veía a alguien cayendo en esa dirección, no los empujaría. Sujetaría su mano. (No dejaré que termines así.)

Se escabulló a pocos metros de los Saint Germain circundantes y pensó en silencio.

Tenía una razón para acercarse así a pesar del riesgo para sí mismo.

(Un deseo de venganza es mejor removido antes de que tenga la oportunidad de asentarse. Es más aterrador cuando supera las emociones y se vuelve normal. Después de que cambia a una quemadura más tranquila, nunca pueden relajarse sin ese deseo.)

Comprobó lo que tenía en la mano.

Puede no haber tenido ningún significado para los otros seis o siete mil millones de personas, pero probablemente era la clave final para esta situación.

(Así que no dejaré que termines así.)

Apretó los dientes y continuó por un camino que bordeaba la muerte.

(No te dejaré usar la venganza como una excusa. ¡¡No tienes que querer mi ayuda y sé que esto soy solo yo siendo egoísta, pero aún así no te dejaré degradar lo que más te importa utilizándolo como una indulgencia empapada de sangre!! Así que recuerda, Aihana Etsu. ¡¡Recuerda los primeros sentimientos en tu corazón antes de haber utilizado ese nombre!!)

Y entonces Kamijou Touma realizó la acción final.

Algo se deslizó sobre el suelo.

Los Saint Germain circundantes lo notaron, pero Aihana Etsu extendió su mano y los detuvo antes de que las afiladas Chambord pudieran romperlo en pedazos.

El chico lo había visto.

Podría no haber costado más de tres mil yenes, pero para él, era algo que no podía pasar por alto incluso si tenía que compararlo contra todo el planeta azul.

Era una caja de diez centímetros envuelta en papel de color verde pálido y cinta roja.

La cinta cruzaba la parte superior para mantener una tarjeta en su lugar. Debe haber tenido un reproductor de música eléctrico barato dentro, porque reprodujo una sorda melodía de cumpleaños.

Probablemente era parte de un servicio de mensajes. Y la voz del remitente acompañó la melodía.

Era la voz de cierta chica.

-¡¡Feliz cumpleaños a ti!! Hey, hey, hey. ¡¡Al final, es un regalo sorpresa para ti, Kanou-chan!!

-…

Aihana Etsu…no, el chico que solo había estado usando ese nombre sintió algo en el fondo de su mente.

Los restos irreconocibles de algo así como una fotografía quemada se restauraron de repente.

Puede que no haya habido ningún significado real.

No cambió el hecho de que la chica ya estaba muerta, no anuló ninguna de sus suposiciones, y sumergirse en viejos recuerdos puede no haber sido diferente de retorcerse en la cama con un compañero imaginario.

Pero…

-Nee hehe. Tú eres del tipo que olvida su propio cumpleaños, ¿no es así? ¡Pero!

¡No    subestimes   las   habilidades   de   comunicación   de   la   Señorita   Frenda!

¡Investigué lo que querías hace mucho tiempo! Ahora, ahora. Abre la caja y tiembla de lo aterradoramente certera que fui. ¡¡Gah haha!!

Aihana Etsu había decidido que la venganza era un acto de raspar el exceso de grasa de uno mismo en lugar de un acto de dañar a su enemigo.

Ese ―exceso de grasa‖ se convertiría en un peso que atrapaba cada vez a más personas en el deseo de la venganza.

El chico pareció ser arrastrado de nuevo a ser un humano en lugar de una máquina para vengarse.

Se detuvo. Se hundió. Se ahogó.

Un calor que pensó que ya había perdido forzó los engranajes en su mente a invertirse. Los engranajes fueron destruidos uno a uno y todo se desmoronó.

Un recuerdo volvió a él.

Recordó a alguien de un tiempo antes de que hubiera usado el nombre del Número 6 de Ciudad Academia.

―Al final, te insultas a ti mismo y te llamas un llorón, pero no va a terminar de esa manera. Yo no soy alguna clase de persona benevolente, ¿sabes? No estoy tratando de llevarme bien con los seis mil millones de personas que hay. ¡Tú eres uno de los amigos que yo, la gran Frenda, elegí y aprobé! ¡¡Creo que eso es algo de lo que puedes estar orgulloso!!‖

El tiempo se detuvo.

Aihana Etsu dejó de moverse.

Algo fue impulsado directamente en el corazón del pequeño chico.

Esto no fue como Saint Germain que habló sobre el mundo mientras fingía que sabía de lo que estaba hablando.

Esto era real.

Estas eran las palabras de la amiga que había perseguido por tanto tiempo.

―Tus lágrimas son como un cerrojo de seguridad de tu sentido común. Se asegurarán de que no te desvíes del camino correcto sin importar lo irrazonable del obstáculo. ¡Eso es algo que yo no tengo, así que te respeto por tener algo que nunca podría alcanzar! Hay muchas, muchas, muchas personas que terminarán haciendo cosas horribles muy fácilmente, pero tu fuerza nunca permitirá eso. Así que siéntete orgulloso. ¡¡Al final, puedes estar orgulloso de tener la fuerza para llorar y perdonar cualquier cosa!!‖

-Oh…

Un sonido pesado sacudió la habitación cuando el escudo dorado se deslizó de las manos del chico y cayó al suelo.

Ya no necesitaba el Escudo de Ana.

No necesitaba depender de una leyenda para pararse sobre sus propios pies. Utilizó sus manos libres para cubrir su rostro.

-Lo recuerdo ahora, Saint Germain.

Él no era uno de los Nivel 5 de Ciudad Academia.

Él no era alguien que creó una gran leyenda como la persona que una vez había sido elegido por la espada.

¿Pero qué importaba eso?

Este chico había nacido en este mundo como su propia persona. No podía pretender ser alguien más y era un engranaje insustituible para este mundo, sin importar lo pequeño e insignificante que pudiera ser. Alguien le había sonreído y lo celebró. Al hacerlo, ella había demostrado su existencia.

Esto era solo un rasgo.

No era un camino barato. A diferencia del primer premio ganado al seguir una leyenda o algún otro camino que alguien había creado a la cima de la montaña, tenía que pavimentar el camino a seguir por su cuenta. Dominar un rasgo propio era una tarea mucho más difícil y desafiante que llegar a una cima ya creada.

-Recuerdo mi nombre, Saint Germain. Mi nombre es Kanou Shinka. Aun así, el demonio en su hombro siguió susurrando en su oído.

Pero a él no le importaba si era llamado patético, lamentable, feo, o vergonzoso.

Se separaría del camino fácil de seguir y haría su propio camino hacia el mundo.

No utilizaría la tentación de Saint Germain como excusa. No usaría la muerte de Frenda Seivelun como una indulgencia. No dependería de la reputación del misterioso Número 6 o la inexistente Reina Ana.

Se pondría de pie con su propia fuerza.

Usaría su propia mente para recordar qué era lo que realmente había querido hacer.

Por lo menos, eso no había sido fabricar sentimientos por su amiga silenciada y tirar combustible fresco en el fuego de la venganza egoísta.

Frenda Seivelun había mantenido ―algo‖ escondido y ella no habría querido invitar a este chico a ese camino sangriento del que uno nunca podría volver. Ella pudo haber armado un acto con la esperanza de que permaneciera en el reino del sol y pudo haber pensado de él como alguien lo suficientemente fuerte para llorar y perdonar cualquier cosa.

En ese caso, ¿qué camino tomaría?

¿Qué debería hacer como residente de ese reino soleado?

-Así que Saint Germain, puedo ver a mi verdadero enemigo ahora. Esto no fue para nadie más o por nadie más. ¡¡Fui yo!! ¡Yo fui quien utilizó su muerte y la pisoteé! ¡¡La utilicé como una herramienta para matar!! ¡¡Y no te aceptaré!!

Saint Germain reaccionó rápidamente.

Con un sonido explosivo, las Chambord ensartaron con fuerza el regalo de cumpleaños por abajo.

La envoltura y las cintas se destrozaron y la propia caja se hizo trizas.

Pero la expresión del chico se mantuvo sin cambios y levantó su pequeña mano. Un reloj de bolsillo barato cayó en ella.

Envolvió su mano alrededor del dispositivo plateado y agarró la tarjeta que flotaba entre su dedo índice y medio.

Feliz cumpleaños, Kanou Shinka.

Una chica que ya no estaba entre los vivos le había dado esta celebración de la vida y el reconocimiento de su existencia. Sostuvo esa prueba como una espada mientras hablaba.

-De nada, Frenda.

Mudó su vieja piel y destrozó la máscara de ―Aihana Etsu‖. El chico se convirtió en un hombre.

Él era Kanou Shinka y nadie más.

No desperdiciaría esta vida y nombre celebrados. Para luchar contra el mundo, enfrentó a su verdadero enemigo.

En ese momento, Kamijou Touma sonrió mientras seguía agachado. En ese momento, Hamazura Shiage suspiró desde su Power Lifter. Los dos estaban pensando lo mismo.

-Supongo que no tengo otra opción.

-Supongo que no tengo otra opción. No eran viejos amigos.

Solo eran uno de los seis mil millones que llenaban la Tierra. Pero sabían una cosa: Sería una gran pena si Aihana Etsu moría.

Y él ya no era Aihana Etsu. Era un hombre que había superado sus ataduras y ahora utilizaba el nombre Kanou Shinka.

Así que…

Él había encontrado valor en entrar en ese lugar mortal, así que no dudó en lanzarse hacia la multitud de Saint Germain.

Fue entonces cuando sucedió algo.

Fue justo cuando Saint Germain comenzó a usar sus innumerables lanzas Chambord para deshacerse de Kanou Shinka ahora que el espectáculo de marionetas había terminado.

Kamijou y Hamazura se metieron y utilizaron el Imagine Breaker y los brazos del Power Lifter para atravesar la lluvia de lanzas. Kamijou agarró a Kanou Shinka a través de un pequeño hueco, tiró de él y luego lo empujó hacia adelante.

Un momento después, un brillante rayo de luz surgió.

Fue el Meltdowner de la Número 4.

Pero una vez que notó que apuntaba a algo distinto a las Chambord, los ojos de Hamazura se abrieron mucho.

-¡¡Maldición, Mugino!! ¿¡Por qué estás tratando de matar a Kanou!?

-¿Eh? Pero su determinación y cambio de opinión no tiene nada que ver conmigo. Parecía que estaba del lado del enemigo, así que no puedo ver ninguna razón para ser suave con él.

-¡¡Esto tiene mucho que ver contigo!! ¡¡Esto tiene más que ver contigo que cualquier otro!! ¡¡Puede que no tenga derecho a hablar, pero tú eres la que causó todo este desastre en primer lugaaaaaaaaaaaaaaaar!!

Gritó con todas sus fuerzas, pero Mugino solo suspiró.

Como alguien que hacía trabajos clandestinos, ella secamente lo cortó todo. Si no podía saber si alguien era un enemigo o un aliado y si eran registrados como amarillo en lugar de un claro verde o rojo, los incapacitaría. Podría ser un lector al otro lado de una pared, un inocente hipnotizado, o alguien convencido por un tercero para vengarse. Si no eran un aliado claro, cierto tipo de profesional los vería como un objetivo para destruir.

-Entonces.

Mugino Shizuri produjo una nueva bola de luz de la nada y enfrentó a Saint Germain.

-Aunque tú sigues siendo lo más rojo que se puede, ¿no es así, pedazo de mierda?

Hubo un movimiento en otra parte también.

-¡¡Touma!!

-Oh, en serio. ¿¡Todos tienen que salir a espacio abierto!?

Fue Index, la monja con un hábito blanco con bordados de oro, y Stephanie, la mujer con pelo rubio corto que estaba actuando como guardaespaldas de la monja con una PDW.

Index también tenía a la Othinus de quince centímetros en su hombro y Takitsubo Rikou, la chica con un chándal rosa, estaba detrás de Stephanie.

Kamijou Touma no dijo nada y Hamazura Shiage no intervino.

Todo lo que el chico necesitaba hacer vino de su propio corazón, así que se lo dejaron a él.

Kanou Shinka se puso de pie una vez más e hizo un anuncio mientras era flanqueado por los dos héroes.

-Voy a tomarlo de vuelta, Saint Germain.

Se enfrentó a un monstruo cuya existencia se había convertido en una especie de leyenda.

Se le opuso como un solo ser y un solo héroe.
-¡¡Tomaré de vuelta hasta el último trozo del orgullo de mi amiga que pisoteaste!!