Toaru Majutsu no Index – New Testament (NL)

Volumen 12

Capítulo 3: El Legado de la Chica Desaparecida. Hard_MEMORY

Parte 6

Si realmente pudieran manipular directamente el carbono, deberían haber tenido una gama mucho más amplia de métodos de ataque.

-¿Olvidaron entrenar a cada unidad individual porque los vieron como súper prescindibles?

-Ganar no es su objetivo, ¿pero para qué están comprando tiempo? ¡¡Maldición, esto me molesta!!

Mientras las chicas reducían sus números, la lluvia de ataques se detuvo de repente.

Los Saint Germain se habían ido.

-Solo eliminamos alrededor de la mitad de ellos, ¿no?

-Parece que el resto de ellos súper retrocedió.

Chicos y chicas ensangrentados estaban tirados en el suelo, pero no se debió a nada que Mugino o Kinuhata hubieran hecho. Si esas chicas hubieran tratado de hacerles daño, habrían tenido dificultades para no convertirlos en carne picada.

La sangre parecía que venía de heridas internas más que de las externas.

-¿Así que solo eliminamos a los defectuosos? Al diablo con ellos. Saben cómo sacar provecho de nosotras.

Mugino había mencionado la posibilidad de que compraran tiempo para algo, así que ¿habían terminado sus preparativos para lo que fuera?

-Ah. – dijo Takitsubo Rikou.

Mientras sus ojos habían vagado sin rumbo, habían visto uno de los monitores decorativos de pantalla plana.

Mostró un diagrama del Dianoid.

Había un punto rojo en el nivel más bajo y símbolos taquigráficos especializados proporcionaron algún tipo de información adicional. Un estudiante normal no habría tenido idea de lo que significaba, pero Mugino y Kinuhata fruncieron el ceño con molestia cuando vieron la cadena de letras.

-¿Qué piensas?

-¿Una estructura de aislamiento de base de estilo gravitón? ¿En serio? Si alguien le da un mal uso, podrían comprimir todo el planeta al tamaño de un puño.

Más importante, era obvio por qué alguien dejaría salir a propósito esta información.

-Vengan por mí si pueden, ¿hm?

-Súper no sé si esto está dirigido a nosotras, pero no puedo pensar en ninguna razón por la que no podamos llegar a la fiesta.

El nivel más bajo del Dianoid se componía por la estructura de aislamiento de base que usaba un dispositivo de control de gravedad artificial de estilo gravitón. El suelo parecía de cristal grueso y flotaba a pocos centímetros del suelo.

Aihana Etsu apoyó su pequeña espalda contra uno de los pilares colocados de manera uniforme sobre la larga superficie plana.

No, se trataba de alguien que solo usaba ese nombre.

Un antiguo rey había desaparecido y fue olvidado, pero la prueba de Ana se mantuvo ya que no se había destruido o perdido en la leyenda. Este chico era el que había superado esa prueba.

El portador del escudo dorado le habló a la mujer Saint Germain que estaba a su lado.

-¿No te decepcionaste cuando descubriste que la respuesta que habías estado buscando tanto tiempo era un mentiroso que tuvo que falsificar su identidad para no ser rechazado en la entrada?

-¡Hah! Brechas e impurezas causan que un diamante brille con más intensidad.

¿Realmente crees que me decepcionaría de la única respuesta después de extender engaños constantes durante miles de años? Esto solo significa que la verdad por la que pasé tanto tiempo buscando realmente existe. ¿Cómo podría ser algo malo?

-Yo no soy como tú. Tenías poder real, ¿no te arrepientes de esto?

-Si realmente hubiera seguido lo que los ostentosos nobles decían, ni siquiera los contenidos de una isla del tesoro serían suficientes y no veo sentido en seguirles la corriente. Más importante, si alguien desea hablar, puede hablar. Eso se ajusta a esas personas que utilizan su propio filtro para solo ver la realidad que desean, sin importar cuánta evidencia se acumule ante ellos. Hehe. Pero aquellos son exactamente los que ruegan por el arte de la inmortalidad o el viaje en el tiempo una vez que envejecen y están al borde de la muerte.

-…

-Más importante, ¿lo has olvidado, mi rey del escudo? Tu valor, tu brecha positiva, es algo al nivel de una vez cada dos mil años. Para ocultarlo, fuiste enviado a Ciudad Academia donde tu talento nunca sería utilizado y tu Currículo fue manejado con placebos y el tipo de actuación que encontrarías en una obra escolar.

El usuario del escudo todavía no entendía.

Saint Germain repetía una y otra vez que él había sido elegido por el Escudo de Ana y que el poder del escudo era su poder.

El Escudo de Ana podía derribar todo. Sin importar contra quién lo alzara, un pequeño poder estaba garantizado que los atravesara.

Este símbolo de fuerza defensiva podría abrir agujeros en dos millones de frentes en un instante.

Aihana Etsu miró a la distancia mientras arrastraba el escudo de material desconocido.

Miró las escaleras, los conductos, las escaleras de mantenimiento, y el ascensor. Había varias entradas al nivel más bajo.

Mientras imaginaba quién llegaría por ellas, emociones negativas se arremolinaron en su interior.

-Veo que no hay necesidad de decirlo todo. Tu trabajo es apuntar a Kamijou Touma. Ese es tu mayor deseo y la petición final de Frenda. Yo eliminaré todos los obstáculos innecesarios en el camino, así que tú toma el camino del rey.

Por un instante, el rostro familiar de su amiga apareció en el fondo de su mente. Sentía que ella estaba diciendo algo, pero su voz ya no le llegó.

Trató de leer sus labios pero no pudo convertirlo en palabras. Lo selló todo y miró hacia adelante.

Luego estrelló la parte inferior del escudo dorado en el suelo.

-Comencemos.

Una chica en un chándal rosa, Takitsubo Rikou, le dio la espalda a la intensa lucha y se agachó.

Sin embargo, no temblaba de miedo luego de perder su voluntad de luchar.

Recogió un pequeño objeto que había encontrado corriendo por el suelo.

-¿Qué es esto?

-¿¡Whoa!? ¿¡Fui encontrada…y atrapada!? Kh. ¡¡Libérame, humana!!

-¿?

Takitsubo inclinó su cabeza con una muñeca (?) de quince centímetros en sus manos. Llevaba algo así como un disfraz de Halloween cortado al mínimo necesario y podría haber tenido giroscopios y un programa de control autónomo porque se movía con bastante agilidad.

Mientras tanto, Stephanie había dejado su Power Lifter destruido y miró de un lado a otro a la intensa batalla y Takitsubo. El tiempo parecía correr a diferentes velocidades entre esos dos campos.

-¡Oh, en serio! ¿¡Qué está pasando!? Pero ya que ellas han atraído la atención hacia sí mismas, nosotros tenemos que escondernos. No somos de ninguna ayuda en una pelea, así que quedarse aquí solo restringe su libertad.

Varios sonidos metálicos acompañaron la voz de Stephanie.

Takitsubo se volvió hacia la mujer rubia sin soltar a la muñeca (?) que luchaba.

-¿Qué estás haciendo?

-Armando una PDW. Estoy desmantelando algunos componentes del Power Lifter y volviéndolos a unir. Poseer un arma completa es ilegal, pero solo tener las distintas partes se rumorea que es más bien una zona gris. ¡No es que sea realmente tan simple!

A pesar de que la llamó una PDW, no disparaba realmente balas utilizando pólvora. Aparentemente utilizaba gas presurizado para disparar balas falsas de acero de tungsteno. Sin embargo, todavía tenía suficiente poder de fuego para llenar de agujeros un cuerpo de carne y hueso si se disparaba desde unos veinte o treinta metros.

(Parece mal que un juguete sea más complejo que un arma real.)

De repente, la muñeca (?) que sostenía Takitsubo hizo su movimiento.

Mordió su dedo, se escabulló cuando se sorprendió, y aterrizó en el suelo. Luego corrió por el pasillo y dobló una esquina.

La chica del chándal comenzó a perseguirla y Stephanie decidió que esto era mejor que guiar a la chica a cubrirse a la fuerza.

Pero Takitsubo perdió de vista la muñeca (?) luego de doblar la esquina. Nada se movía en el pasillo pulido que parecía que estaba hecho de madera.

-¿?

Inclinó su cabeza con una mirada en blanco en sus ojos.

La chica no notó la pequeña tapa de un conducto abierta cerca del suelo en la pared.

La Othinus de quince centímetros ni siquiera tuvo que agacharse mientras corría a toda velocidad por el túnel sin luz del conducto.

(Honestamente, este no es momento de estar haciendo esto.)

Todavía no había logrado reunirse con Kamijou Touma después de que condujo a varios Saint Germain lejos de ella. Y ahora los diversos monitores de pantalla plana indicaron una bomba de gravedad en el nivel más bajo. Dada la situación, era seguro asumir que este era el trabajo de Saint Germain y no un recién llegado. No sabía cómo la situación había tomado este giro, pero claramente tenía la intención de atraer a Kamijou.

Lo que significaba…

(Puedo encontrarlo en el nivel más bajo. Sin embargo, eso no es suficiente. Saint Germain es un tipo especial de mago y no un Dios Mágico. Es un cristal sincronizado y paralelizado. Como una red de procesamiento paralelo que no se basa en las ondas cerebrales, puede expandirse a cualquiera sin importar su código genético individual. Necesito contactar a esa biblioteca mágica y trabajar para explicar su magia. Las propiedades de un diamante 99.9% puro se determinan por el menos de 0.1% de impurezas. Para él, eso sería un controlador o un archivo de ajustes. Necesitamos encontrar eso.)

Mientras elaboraba racionalmente un plan, saltó a un hoyo dentro del conducto.

Subir o bajar no era fácil con su pequeño cuerpo, pero ceder a la gravedad y deslizarse hacia abajo no era difícil en absoluto.

Dada la condición cuando se separaron, Index estaría en la zona comercial del nivel inferior.

(Pero la pregunta es qué piso del nivel inferior está. Hay al menos veinte pisos allí. Solo espero que tenga suficiente sentido común para quedarse esperándonos donde la dejamos.)

Pero mientras Othinus se deslizaba al nivel inferior, una forma gigante salió disparada desde el lado donde el conducto se había cruzado con otro.

-¿¡O-Ohhhhhhh!?

Ella gritó, pero la bestia no tuvo piedad.

Después de un impacto ensordecedor y un fuerte maullido, Othinus fue sacada del conducto como un pez robado.

Ella gimió y colgó sin fuerzas en la luz brillante.

-¿T-tú de nuevo? No puedo soportar esto… ¿L-los, coff, l-los gatos no tienen ningún respeto por los dioses?

-¡¡Malo Sphinx!! ¡Si la masticas, me enojaré contigo!

Una monja de blanco gritó cerca, pero el gato ignoró a Index y presentó felizmente el ―premio‖ a sus pies.

-H-haa, hah…M-más importante, tenemos que llegar al nivel más bajo del Dianoid. Ahora que Saint Germain lo está atrayendo, es casi seguro que Kamijou Touma vaya allí. Su puño puede ser fuerte, pero eso llevará a la muerte si no entendemos a su oponente. Sería mejor si pudiéramos determinar cómo funciona la red sin ondas cerebrales de Saint Germain. Todo lo que sé es que se basa en una estructura cristalina que crece sincronizando y paralelizando repetidamente.

Kamijou y Hamazura miraron el dispositivo parecido a un intercomunicador en la pared de la base secreta de Frenda.

La alerta sobre el nivel más bajo había sido información especial para los apartamentos del nivel superior, pero…

-Espero que eso fuera suficiente para informar a los demás.

-Llegará a cualquiera que entienda ese extraño alfabeto abreviado, así que esos al menos son Takitsubo y Mugino.

-Tengo mis dudas sobre Index, pero Othinus debería lograrlo.

-Pero. – murmuró Hamazura desde el Power Lifter. – Los datos de la bomba de gravedad fueron enviados a todos los apartamentos del nivel superior, ¿verdad?

¿No eso debería haber causado un pánico antes?

-Casi todos estos son usados como almacenes para los ricos. Probablemente no había un solo ―residente‖ real aquí.

Kamijou se alejó un paso de la pantalla plana.

-Hicimos lo que pudimos, así que sigamos adelante.

-¡Pero una bomba de gravedad está demasiado lejos de mi área de experiencia!

¡Ni siquiera sabría por dónde empezar!

-No, Aihana Etsu es nuestra principal prioridad. Eso no ha cambiado.

-Espera un segundo.

Hamazura frunció el ceño y dijo la pregunta en su mente.

-La base del Dianoid flota a pocos centímetros del suelo por el aislamiento de base, ¿no? Y esos Saint Germain han tomado el control del dispositivo de control de gravedad artificial que lo hace posible. ¿¡No eso puede aplastar a la Tierra al tamaño de un puño si se sale de control!? ¡Entonces es obvio lo que realmente buscan aquí! ¡¡Aihana Etsu fue solo un señuelo!!

-¿Estás seguro? – preguntó Kamijou. – Hizo un pésimo trabajo si esa era la intención. Si no fuera por él, nunca hubiéramos visitado esta habitación. Sin él, no hay manera de que hubiéramos visto la alerta de seguridad enviada a los apartamentos de clase alta. Eso está totalmente al revés. Si la bomba de agujero negro o bomba de enana blanca o lo que sea fuera el verdadero objetivo de Saint Germain, nunca habría dejado esta alerta aquí para que la viéramos. Y se habría asegurado de que nunca entráramos en contacto con Aihana.

-Espera, espera, espera.

Hamazura interrumpió a Kamijou y extendió suavemente sus manos de acero, como si creara un muro con su gesto.

-Eso no encaja. Si realmente buscara a Aihana, Saint Germain todavía nunca nos habría dejado entrar aquí. Si todo lo que quería hacer era convencer a Aihana de actuar, hubiera sido mejor mantener el secreto de Frenda como un misterio y usar la sospecha para llenar a Aihana con deseo de venganza. Ya que Saint Germain no nos impidió ver esto, significa que no busca a Aihana o la bomba.

-Así es. – increíblemente, Kamijou coincidió de inmediato. – Finalmente se está uniendo. El objetivo de Saint Germain no es Aihana Etsu o la bomba de gravedad. Está mirando algo completamente diferente.

-… ¿Qué?

-Pensando en ello, su primer ataque fue extraño. ¿Estaba tras Aihana? ¿Estaba tras el escudo? ¿Por eso dejó de atacarme y se centró en esas cosas? Sí, cierto. Si podría haberme matado en cualquier momento, pudo haber acabado conmigo y luego centrarse en Aihana. Pero no lo hizo. Hubo algo más allí que lo forzó a irse. Por otra parte, apuesto que eso es solo una cuestión secundaria para él.

-¿¡Todavía hay más!? ¿¡Como qué!?

-No quieres saber. – Kamijou avanzó la conversación. – ¡En cualquier caso, debemos detener a Saint Germain lo más pronto posible! Y para eso, tenemos que empezar con Aihana Etsu. Desde el exterior, es imposible saber si Saint Germain tiene un líder o una jerarquía, pero en base a lo que ha pasado, ha estado concentrándose alrededor de Aihana. ¡¡Si vamos a descubrir más sobre Saint Germain, la unidad más cercana a Aihana sería lo mejor!!

Hamazura trató de pensar en todo, pero su comprensión estaba llegando a su punto de saturación.

De todos modos, Kamijou no se detuvo.

Eso puede haber tenido algo que ver con la frecuencia que había enfrentado la magia en el pasado.

-Escucha, los Saint Germain no han mostrado señales de comunicarse por teléfono o radio. Hemos visto docenas, pero puede haber más de cien en el edificio y todas sus mentes están vinculadas. Mi conjetura es que están usando algún tipo de magia de telepatía. ¡¡No sé si es lo bastante complejo para crear una gran voluntad, pero si lo es, este sistema es aún más conveniente que la Red Misaka ya que no está limitado por las ondas cerebrales!!

-¡¡Espera, espera, espera!! ¡¡Sé que has visto mucho, pero por favor mantenlo a un nivel que pueda entender!!

-¡Significa que no importa cuál Saint Germain ataquemos! – gritó Kamijou. – Todos son el centro y todos son terminales. Suena como un sistema que se reproduce infinitamente con un interminable suministro de reemplazos, pero probablemente no lo es. Se podría decir que todos son computadoras. ¡Sin importar dónde entre un virus en la red, todas las computadoras se infectarán! No podemos dejarnos distraer por sus números. ¡¡Tenemos que concentrarnos tanto como podamos en solo uno de ellos!!

-¿Un virus? ¿¡Puedes ser más específico!?

-Puede parecer que sé de lo que estoy hablando, pero yo soy un aficionado también. – admitió Kamijou sin dejar que le molestara.

Ya no insistía en luchar solo. Usaría todo a su disposición. Este era el camino que eligió.

-Pero conozco a una monja que sabe mucho sobre interferir con magos así. Si añadimos un poco de conocimiento sobre los Dioses Mágicos en la mezcla, será perfecto…Sí. Es cierto. Los grimorios originales infectan los cerebros de las personas. ¡¡Ella tiene 103,000 grimorios en su cabeza, así que podría ser capaz de elaborar un método especializado para lidiar con ese tipo de cosas!!

-No tienes ningún sentido de nuevo. Pero de todos modos, Aihana Etsu y Saint Germain están esperando en el nivel más bajo, ¿no? ¡Eso es todo lo que necesito saber ahora mismo!

-Cierto. – Kamijou exhaló lentamente y habló. – Iré a hacer algo sobre Aihana Etsu. Y una vez que lo haga, es seguro que los Saint Germain se centren en mí. Dije que tomaras a Aihana con ese Power Lifter cuando vuelva a sus sentidos, pero olvida eso. Yo me encargaré de eso también, así que tú encárgate de la bomba de gravedad en su lugar. Eres bueno con las máquinas, ¿verdad? Por desgracia, yo soy un completo aficionado con eso. Si tuviera ese trabajo, seguramente haría que todos voláramos.

-¿Sigues diciendo eso? No tiene sentido seguir con la venganza de Aihana Etsu.

-Desafortunadamente, no tenemos tiempo para explicarle todo. Pero sin importar la situación, no podemos solo dejarlo morir. ¿Y este es momento para preocuparse por mí? Tú vas a tener que prepararte para lo peor también.

-…

-¿Hamazura?

-…Lo siento.

Al principio, Kamijou no supo por qué se disculpaba Hamazura.

Pero un momento después, la palma gigante del Power Lifter se acercó y empujó al chico hacia atrás.

-¡¡Gah!!

La espalda de Kamijou golpeó los tatamis y se quedó sin aliento, pero pronto se dio cuenta de que tenía más de qué preocuparse.

Hamazura ya había salido de la gran sala de estar.

La pantalla corrediza de la habitación se cerró con fuerza, pero no era una normal hecha de papel japonés y un marco de madera. Sus materiales de carbono de vanguardia podían detener fácilmente la bala de una pistola.

-¿¡Qué demonios estás haciendo, Hamazura!?

Se levantó rápidamente y agarró la pantalla, pero no se movió. Parecía haber sido atascada de alguna manera. Replanteó su estrategia y la pateó con la parte inferior de su pie, pero no sirvió de nada.

Escuchó una voz apagada del otro lado.

-La venganza de Aihana Etsu simplemente no tiene sentido. No me importa si es parte de tu estrategia; está mal que tú seas atacado por eso.

-¿¡Qué!? ¿¡No sabes que este no es el momento para esto!?

-Pero lo es. – dijo Hamazura. – Haha. Oh, entiendo. Supongo que tú no lo sabrías ya que no estuviste allí.

-¿?

-¿Sabes el nombre del chico que estaba allí cuando Frenda Seivelun murió?

-…

No podía ser.

Un presentimiento muy malo entró en el fondo de la mente de Kamijou Touma. Hamazura Shiage le dio la respuesta de todos modos.

-Fui yo. Frenda murió porque no llegué a tiempo.

-Maldición. – escupió Kamijou.

Su propio plan estaba envolviendo la soga alrededor del cuello de alguien más. Finalmente comprendió la situación.

-Así que si vamos a dividir el trabajo aquí, tiene más sentido que yo enfrente la venganza de Aihana Etsu.

-Espera, Hamazura…

-Yo llamaré la atención de Aihana y Saint Germain, así que tú has algo sobre la bomba de gravedad. Si no puedes hacerlo tú mismo, solo consigue ayuda de alguien que sepa de ese tipo de cosas. Asegúrate de hacer algo al respecto, ¿de acuerdo?

-¡¡Espera!! ¡¡No elaboré ese plan para que hagas esto!!

-Hah.

La voz del otro lado de la pantalla se volvió más baja. No, más distante.

-Entonces esta es una buena oportunidad para que veas lo que se siente para el que es protegido.

Eso fue todo.

El sonido desapareció por completo.

Hamazura Shiage había llevado el Power Lifter fuera del apartamento de clase alta. Se dirigía hacia Aihana Etsu que tenía un escudo mágico y los innumerables Saint Germain que le servían.

-¡¡Maldición!!

Abandonado, Kamijou gritó y pateó la pantalla de carbono unas cuantas veces más, pero no mostró ningún signo de romperse.

Luego buscó por la habitación de nuevo.

-Espera.

Sus ojos se detuvieron en un punto.

Lo que vio no le ayudaría a escapar de la habitación, pero tomó vacilantemente el objeto colocado dentro de un montón de regalos de cumpleaños.

Pudo haber cometido un malentendido fundamental.

Puede haber habido una manera de arreglar las cosas con Aihana Etsu sin quedarse sentado y recibir los golpes del chico.

Y si es así…

-No puedo dejar que hagas esto.

Kamijou se dirigió a la cocina conectada a la sala de estar y sus ojos se detuvieron en el tipo de carro usado para cargar la comida en las grandes mansiones. Puso algunos artículos pesados sobre él y los ató con cables de alimentación para aumentar el peso del carro.

-¡Dejar que Aihana muera está fuera de cuestión, pero no tiene sentido si tú mueres en su lugar, Hamazura!

Regresó a la sala de estar.

Fijó su objetivo en la pantalla de carbono, tomó una carrera de diez pasos y estrelló el carro contra la pantalla.

La pantalla fue derribada hacia atrás como si lo hiciera un ariete. Continuó fuera de la habitación hacia el largo pasillo.

Hamazura ya no estaba por ninguna parte.

Rápidamente corrió al pasillo del ascensor. Igual  que antes, solo una de las puertas del ascensor estaba rota.

Aihana Etsu y Saint Germain estaban en el nivel más bajo. Estaban hasta el fondo. A menos que tuviera una forma muy extraña de pensar, Hamazura habría ido directamente allí abajo con el Power Lifter.

Kamijou se asomó al abismo.

No podía ver el fondo del oscuro hueco del ascensor, por lo que parecía una boca abierta.

Incluso con brazos de acero, no había ninguna garantía de poder sobrevivir.

Hacerlo con extremidades de carne y hueso era aún peor, así que… (Esto va a ser riesgoso.)

Kamijou tragó saliva y rápidamente se quitó la chaqueta. La envolvió alrededor de su mano como al entrenar a un perro policía y agarró el cable que estaba resbaladizo con aceite para máquinas.

Ignoró sus instintos animales y saltó al hueco del ascensor.

El rayo Meltdowner de Mugino Shizuri quemó la puerta de la escalera. La chica Número 4 luego le habló a Takitsubo y Kinuhata.

-¿Qué diablos es eso? ¿Esa dona cerca del techo es el dispositivo de gravedad?

-Si Frenda lo alteró en secreto, podría ser fácilmente una bomba de gravedad.

¿Qué te súper parece?

-Nada me sorprendería con ella. Era del tipo que se lavaba la sangre de sus manos y entraba directamente en una tienda de lujo con una sonrisa en su rostro. Hablar sobre el bien y el mal no tiene sentido con ella.

Takitsubo Rikou hizo una pregunta mientras su mirada vagaba.

-¿Qué deberíamos hacer?

-¿No es obvio? – respondió rápidamente Mugino. – Encarguémonos de esto y volvamos a casa.

Guiada por la Othinus de quince centímetros, Index sostuvo al gato calicó y se arrastró por un conducto estrecho.

Las dos chicas abrieron la tapa del conducto y miraron a los muchos Saint Germain y al chico en el centro.

Específicamente, miraron al escudo dorado en sus pequeñas manos.

-Oye, ¿puedes decir lo que es eso?

-El Escudo de la Reina Ana. Una leyenda para igualar la de adquirir la espada.

-Pero no se supone que exista. Ese rey no tenía una hermana gemela.

Para empezar, la leyenda de la espada había sido creada cuando un hombre que era tanto un caballero como un autor reunió varias historias de caballeros dispersas por la Europa occidental y las ordeno en una sola historia. Eso creó un buen número de discrepancias en la misma leyenda y alguna información había sido empujada a un lado en el proceso de ordenarlo todo en la historia.

La existencia de la Reina Ana no era más que una de esas piezas olvidadas de información.

No había evidencia de que alguien así existió.

De hecho, si uno investigaba la fuerza impulsora detrás de la narración de la historia, no era más que lo que sería lo más emocionante. Durante la leyenda del rey, se decía que había dejado a Excalibur y utilizó una espada diferente en su lugar, pero la existencia de la Reina Ana era aún más extraña que eso. Buscar en los viejos textos y separar la maleza mostraría que su nombre aparece, pero algunos investigadores decían que su nombre era ―An‖ en lugar de ―Ana‖. Y en el inglés antiguo, ―an‖ era usado en lugar de ―si‖, por lo que incluso se decía que era una alusión o referencia en broma a ―la historia de lo que no existe‖ que se había tomado en serio cuando las historias se compilaron y luego se transformó en un nombre real.

Una contraparte a la espada había aparecido ahora como posible prueba de su existencia, pero Index dio una respuesta tranquila.

-Creo que esto es una ―inversión lógica‖.

Había algunas cosas que cualquiera podría imaginar en sus mentes y que reconocerían si alguien se las mostraba, pero un examen cuidadoso mostraría que no había ninguna leyenda o mito claros detrás de ellas.

Por ejemplo, un continente que se hundió en el fondo del Atlántico. Por ejemplo, una espada mágica que se utilizó contra el shogunato. Por ejemplo, el hilo rojo que conecta los meñiques de los amantes.

Lo leí en ese libro. Lo oí de esa persona. Había fuentes aparentes, pero una inspección más minuciosa se encontraría en un callejón sin salida. Tal vez no tenían ninguna prueba objetiva en forma de registros porque se extendió oralmente, tal vez había habido registros en pizarras de piedra o frescos que se perdieron con el paso del tiempo, y tal vez las opiniones personales del autor se habían deslizado durante el proceso de compilar los registros.

Y mientras las leyendas se transmitían de persona en persona, ganando credibilidad al hacerlo, crearían algo con una rica historia pero que nunca existió realmente.

Se convertirían en algo como el cielo o el infierno que nadie había visto nunca y sin embargo todos tenían una imagen común.

Una de esas inversiones lógicas fue el Escudo de la Reina Ana.

Index y Othinus nunca lo habían visto ya que era una leyenda inexistente, pero fueron capaces de decidir que era esto de un vistazo.

-Es fácil dar una historia física a algo con una gran presencia. Solo tienes que crear la evidencia tú mismo. Es como dibujar un nuevo mapa del tesoro sobre un pergamino antiguo para obtener patrocinadores para excavar tesoros enterrados.

-¿Entonces el escudo fue hecho por Saint Germain? Eso suena como algo que haría un mentiroso.

-Pero incluso si es una falsificación, la magia aún es magia. Si un Esper de Ciudad Academia utiliza eso…

-Los efectos secundarios romperán su cuerpo en pedazos. Si eso es parte del plan de Saint Germain contra Kamijou Touma, es obvio lo que quiere. Está tratando de destrozar el corazón de Kamijou Touma usando la muerte de un oponente fallido.

Aihana Etsu entrecerró los ojos lentamente y arrastró el escudo dorado. En sus memorias, ―alguien‖ estaba sonriendo.

Incluso después de la muerte de su amiga, había confiado en sus palabras para llegar tan lejos, pero ya no podía ver los detalles.

Poco a poco, la visión en su cabeza fue destruida como una fotografía en las llamas.

El conocimiento de la muerte de Frenda Seivelun probablemente había hecho más que confirmar su muerte.

En ese instante, el corazón de Aihana Etsu había muerto también. Dejado solo con su cuerpo físico, ya no tembló de dolor o miedo. No le importaba si iba a morir aquí.

Si sobrevivía, continuaría luchando hasta que finalmente muriera.

La puerta del ascensor fue derribada ruidosamente por una gran fuerza.

La persona que salió no fue Kamijou Touma. Fue alguien que Aihana Etsu nunca había esperado. De hecho, ni siquiera sabía quién era. Técnicamente había visto al chico en el estacionamiento del Dianoid, pero ya había olvidado eso.

Así que dejó escapar una voz baja.

-Tú no eres a quien llamé.

-¿Incluso si yo soy quien dejó morir a Frenda Seivelun?

-…

Un crujido salió del mango del escudo dorado mientras lo apretaba. Hamazura permaneció a bordo del Power Lifter y chocó sus puños de acero.

-Conozco la situación general, pero no tiene sentido que tú ataques a Kamijou Touma. Si quieres vengarte por Frenda, hay alguien mucho más adecuado.

-¿Quién eras para ella?

-Item. – respondió concisamente Hamazura. – Fue un marco muy pequeño. Yo puedo haber sido solo el subordinado allí, pero todavía era parte de Item. Era mi trabajo apoyarla, así que es mi trabajo evitar que cualquiera muera en su nombre.

En lugar de Aihana Etsu, fueron los Saint Germain los que reaccionaron.

Pero antes de que las innumerables lanzas Chambord pudieran aparecer, Aihana Etsu habló.

-No tienes que hacerlo, Saint Germain.

-Pero, mi rey.

-Este es mi trabajo. Si lo que dice es cierto, entonces es importante que yo luche. Las orillas de la boca de Hamazura se relajaron un poco al oír eso.

Aihana Etsu y Kamijou Touma no se enfrentarían. El escenario que Saint Germain quería no sucedería y era obvio que él estaba entrando un poco en pánico.

(Pero esto podría no satisfacerlo. Como servirle ramen a alguien con antojo de gyudon, podría todavía sentir hambre después.)

Recordó el momento justo después de que el carismático líder de Skill-Out Komaba Ritoku había muerto. Para protegerse, habían tomados algunos trabajos más sucios y trataron de matar a un adulto inocente.

No había usado nada de su imaginación y simplemente blandió herramientas asesinas como una especie de mono.

(Pero esto te enseñará lo mal que se siente la violencia. Aprenderás de ese hormigueo en las puntas de tus dedos después de que apuñalas a alguien o les abres la cabeza. Solo puedes blandir esa arma tan inocentemente porque no sabes lo repugnante que es. Así que te enseñaré eso.)

Había gente que se volvía más audaz cuando sostenían un arma mortal. Algunos se intoxicarían con el poder destructivo y se destruirían a sí mismos.

Pero Hamazura dudaba que Aihana Etsu fuera ese tipo de persona. Dio la razón en su corazón.

(Cuando aprendiste de la muerte de Frenda Seivelun, aprendiste cuan irrazonable es la muerte.)

Aihana Etsu aparentemente recibiría heridas por todas partes si usaba el escudo, pero Hamazura no iba a cuidarlo tanto. Los dos estaban arriesgándose a morir aquí y Hamazura Shiage no era tan benevolente como Kamijou Touma.

Así que…

-Vamos entonces. – levantó los brazos del Power Lifter en una postura de artes marciales. – ¡Estoy harto de que gente como Silver Cross y Kuroyoru desentierren esta misma mierda una y otra vez! Cuando alguien trataba de vengarse de ti en el período Edo, al parecer no era considerado un crimen si lo matabas. Tienes una oportunidad. ¡¡Eso es todo lo que estoy dispuesto a darte!! ¡¡Así que hagamos esto, Aihana Etsu!!

-Bien entonces.

Solo una vez, Aihana Etsu golpeó el suelo transparente con el fondo del escudo dorado.

-Entonces te mataré primero. Después, mataré a Kamijou Touma también. Y una vez que todos los filtros dementes hayan sido eliminados, buscaré y mataré a todos los culpables y criminales. Haré lo que esa chica ya no puede hacer.

Aihana Etsu sintió algo apuñalar su propio corazón con cada palabra que decía. Cada vez, los restos desmoronados de sus recuerdos se rompían un poco más.

La venganza no era un acto de dañar a tu oponente.

Se dio cuenta tardíamente que se trataba de un acto de ensuciar tus manos, mostrar desprecio por ti mismo, y tomar tu propia vida.

Pero incluso al darse cuenta de eso, ya no podía parar. Después de todo, ¿qué más se suponía que debía hacer?

La amiga que había estado buscando llevaba muerta mucho tiempo, no había manera de salvarla, y el conveniente sueño del llorón de nunca renunciar a su preciosa amiga se había roto en un millón de pedazos.

¿Entonces qué se suponía que debía hacer?

Su sueño se había ido, su esperanza fue destruida, y sus ideales se perdieron.

¿Debería acurrucarse y rendirse como un llorón una vez más? ¿Debería gritar que no había nada que pudiera hacer y decidir que lo más realista, eficiente, y lógico para hacer era no levantar un dedo y pulsar el botón de reinicio? ¿Debería tirar la existencia de Frenda Seivelun a la basura y continuar hacia el mañana?

No.

No podía soportar hacer eso.