Toaru Majutsu no Index – New Testament (NL)

Volumen 12

Capítulo 3: El Legado de la Chica Desaparecida. Hard_MEMORY

Parte 1

¿Qué pensó Kamijou Touma en ese momento?

Pudieron haber sido las Sisters, esos clones militares producidos en masa de la Nivel 5 Número 3 de Ciudad Academia. Esas chicas usaban ondas cerebrales idénticas y la habilidad de controlar la electricidad para construir una red única de datos viva conocida como la Red Misaka. La cual usaban para compartir sus recuerdos, técnicas, y conocimientos.

Pudo haber sido algo relacionado a los rumores que había oído de la Número 5 de Ciudad Academia. Ese monstruo era una sola persona, pero se decía que ella leía mentes, hablaba telepáticamente, lavaba el cerebro, hipnotizaba, y controlaba casi cada parte de las mentes de sus oponentes. En cierto modo, creó un gran número de marionetas controladas por ella como si fuese una torre de control.

Pudo haber sido el Documento C que Terra de la Izquierda del Asiento de la Derecha de Dios había tratado de activar en Aviñón, Francia, para dirigir el odio del mundo hacia Ciudad Academia.

Pudo haber sido el Leshy, un hechizo de control mental usado en Hawái por Saronia A. Irivika para que Gremlin pudiera tomar el control administrativo de los Estados Unidos.

Pudo haber sido Yakumi Hisako, una ex miembro de la mesa de directores de Ciudad Academia. Ella había creado el proyecto Agitate Halation para producir en masa héroes inferiores alrededor de Fremea Seivelun.

-Uuh…

Docenas de personas con fracs lo rodearon.

Eran una mezcla de edades y géneros, pero parecía que habían igualado a la fuerza sus aspectos lo más posible.

Era como algún tipo de sincronización o paralelismo.

Se propagó de persona a persona, transformándolos en armas que produjeron solo violencia.

-¿¡Waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!?

El pelo en todo el cuerpo de Kamijou se erizó mientras gritaba. Un momento después, ―ellas‖ llegaron.

Salieron desde las paredes, el suelo y el techo.

Todo el paisaje se distorsionó y onduló. Incontables lanzas de innumerables tamaños se dispararon y se precipitaron hacia él como una lluvia torrencial.

Un simple cálculo sugirió que había cien Chambord por cada Saint Germain.

Este hechizo singular les permitía controlar los diamantes, el carbono, y por lo tanto todo este edificio.

No había forma de que Kamijou negara cada ataque solo con su mano derecha. Así que la acción que tomó fue simple.

Pateó el extintor de fuego que estaba cerca y lo lanzó hacia adelante.

En cuanto entró en contacto con las lanzas, el gas comprimido explotó. El polvo extintor parecía más rosa que blanco mientras cubría todo. La visibilidad cayó a cero. Las innumerables lanzas llenaron todo el espacio en un patrón reticular y cortaron limpiamente la barrera de polvo.

Pero Kamijou ya se había ido.

Solo quedó el extintor, destrozado y detenido en el aire. (Tenía razón.)

El grupo de Saint Germain pareció haber cambiado su atención hacia la puerta destruida del ascensor.

Sin embargo, Kamijou había corrido por la pantalla de humo y pasó a su lado. Corrió, casi se tropezó, y huyo a otra área.

(Si ―todo‖ lo que Saint Germain puede hacer es controlar el Dianoid, no habría ninguna razón para que aparezca realmente frente a mí. Podría convertir todo el edificio en una cama de clavos como una doncella de hierro. No lo hizo…no, no pudo hacerlo, así que debe haber una razón. Solo debe poder usar su magia de control del carbono basado en los sentidos de los otros sincronizados o en paralelo con él. ¡Solo parecía que no había dónde esconderse aquí porque había muchos Saint Germain mezclados!)

Tragó saliva y se dijo desesperadamente que se calmara.

(No me enfrento a un todopoderoso Dios Mágico aquí. Puede parecer así, pero hay una razón detrás de cada acción individual. Tiene que haber un límite en esos túneles que abre en el cuerpo de la gente. Si no, habría removido mi brazo derecho o arrancado mi corazón de inmediato.)

Y lo mismo tenía que aplicar a su habilidad de sincronizar e infectar a las personas. (Puedo resolver esto.)

Apretó su puño derecho.

Aún no sabía lo que debía negar, pero aún así…

(Son como armas andantes, pero debe haber algún tipo de freno en el fondo. Si han sido sincronizados o infectados, significa que ellos son los maestros y estudiantes de la ciudad. ¡¡Si puedo remover eso, podrían volver a la normalidad!!)

Y entonces…

-…

-…

-…

-…

Todos los Saint Germain volvieron sus cabezas y lo miraron al unísono.

-¡¡Maldición!!

Agachado, se apresuró hacia adelante.

La segunda ola de lanzas voló sin piedad hacia él.

***

Una vez que los innumerables Saint Germain persiguieron a Kamijou a un área diferente, el pasillo del ascensor se quedó vacío.

Sin embargo, una de las linternas cuadradas de papel colocadas junto al arroyo estaba sacudiéndose.

Una chica de quince centímetros asomó su cabeza desde el interior. Era Othinus.

(Tienen sentidos sorprendentemente poco fiables. ¿Cristalizarlos como Saint Germain se considera suficiente éxito, por lo que cada unidad individual no ha sido pulida correctamente? ¿Ha mejorado su habilidad para controlar diamantes y obtuvo la habilidad de controlar el carbono en su conjunto? Si el mundo tiene solo una oportunidad aquí, este es un enemigo bastante problemático.)

Othinus no había elegido esconderse en la lámpara. En cuanto había creado la pantalla de humo con el extintor, Kamijou la había metido dentro de la instalación de luz y huyó.

Casi parecía que había elegido una acción más notable para llamar su atención. (Si eso fue parte de su ―mal hábito‖, este sería el momento de golpearlo, pero…) Suspiró.

Supuso que Kamijou estaba tras la información sobre Saint Germain. Después de todo, Othinus había sido una verdadera Diosa Mágica e incluso ella consideró a este oponente como ―problemático‖.

Saint Germain no tenía unidad central o unidad terminal. Todos estaban sincronizados y todos estaban en paralelo. El núcleo de un cristal formado alrededor de la distribución de la solución de alta concentración y los materiales que se unían a su alrededor eran completamente idénticos.

Los diamantes eran duros y romperlos no cambiaba su estructura. (Pero…)

Se decía que los diamantes eran cristales hechos de carbono puro, pero incluso el diamante más puro solo era 99.9% puro. Más de veinte tipos diferentes de impurezas existían en esa ligera brecha. Y esa impureza de menos del 0.1% cambiaría las propiedades de todo el diamante. Todo desde lo duro que era a su conductividad eléctrica, coloración y transparencia era influenciado por eso. No eran el centro o el núcleo, sino que esas impurezas sin sentido eran el controlador que manipulaba todo el cristal.

Saint Germain debía tener algo similar.

Él era un mago que controlaba diamantes. Era una forma de vida que podía controlar incluso su propio cuerpo como materia orgánica basada en carbono. Así que si Saint Germain era visto como un solo cristal gigante creado sincronizando y paralelizando un grupo, debía tener algo como un controlador o archivo de ajustes.

Con eso en mente, Kamijou atraería los ataques de Saint Germain en la vanguardia mientras los analistas en la retaguardia revelarían la estructura y debilidades de su hechizo. Esa era la forma correcta de abordar esto.

-Pero aún así. – murmuró la Othinus de quince centímetros. – A través de todas esas cientos de miles de millones de fases, no vi a la Red Misaka que manipulaba la frontera entre la vida y la muerte. ¿Él también tiene la posibilidad de siempre surgir o aparecer de nuevo en cada mundo o fase que haga?

Miró al suelo y vio unas manchas de sangre. Dudaba que pertenecieran a Kamijou Touma.

(Para él, usar personal debe ser igual que usar impurezas para crear brechas en la estructura cristalina que de lo contrario sería uniforme. Mantener sus propiedades generales incluso cuando un individuo es aplastado lo convertiría en un diamante de primera clase. Estoy segura de que él sabía lo que pasaría si forzaba a los Esper de Ciudad Academia a usar magia.)

Othinus se sorprendió al descubrir que le disgustó.

Desde el punto de vista de la eficiencia, Saint Germain estaba en lo cierto.

No había ninguna razón para preocuparse por sus enemigos en Ciudad Academia del lado de la ciencia.

Todas las vidas tenían un valor diferente durante la batalla.

¿Fue la influencia de ese chico de pelo de punta lo que no le dejaba permitirlo?

-Qué fastidio…Supongo que fui fundamentalmente quebrada también. Sacudió su cabeza y se centró en el análisis vez más.

Si iba a buscar la respuesta óptima…

(Ahora que lo pienso, dejamos al Index Librorum Prohibitorum. Bueno, si hubiera estado aquí, Kamijou Touma podría haber elegido un curso de acción diferente.)

Su estatura de quince centímetros no siempre era algo malo.

Había límites a lo que podía hacer, pero Saint Germain solo podía buscar enemigos sellando todas las rutas que alguien de tamaño normal podría usar. Con 15cm, ella podía tomar caminos que no estaban disponibles para otros.

Y eso fue más allá de simplemente arrastrarse bajo una máquina expendedora y viajar a través de ese pequeño espacio. Un gato podía saltar desde una altura de dos o tres pisos, pero eso no era solo por su estructura corporal y habilidad atlética. Su ligero peso reducía el impacto del aterrizaje también.

-Ahora, mi primera prioridad es contactar al Index Librorum Prohibitorum. Ya sea que logre eso o no, necesito averiguar donde están Kamijou Touma y Saint Germain, observarlos, y encontrar una manera de romper la estructura cristalina de Saint Germain.

Ella sonaba irritada, pero había resumido lo que tenía que hacer. Esos eran los pasos necesarios para lograr la victoria.

Ella, después de todo, era una persona que se había vuelto conocida como un dios de la guerra.

***

Por otra parte, Kamijou no podía seguir esquivando los ataques de los Saint Germain para siempre.

Su magia lo rodeó con un juego de cien lanzas como un erizo invertido, lo que lo hizo una contramedida simple pero eficaz para el Imagine Breaker. Sin mencionar que docenas de personas estaban usando esa misma magia a la vez y más Saint Germain estaban mezclados con las personas que no lo perseguían actualmente.

Sus probabilidades de supervivencia disminuían rápidamente.

Esto no habría sido fácil en circunstancias normales, pero esto añadió más irregularidades en la mezcla.

-¡¡Maldición!!

Solo había cierto número de formas en que podría bloquear su vista. Además, este era solo el encuentro preliminar. La verdadera batalla comenzaba una vez que Index u Othinus analizaran a Saint Germain y encontraran una debilidad.

Todo lo que podía hacer era correr girando esquina tras esquina, tratando de escapar de la vista de los Saint Germain.

Y estaba tan centrado en los enemigos detrás de él que se estrelló con otra persona que doblaba la esquina adelante.

-¿¡Wah!?

-¡Por aquí!

La persona tiró de su mano y lo arrastró detrás del mostrador de recepción de lo que parecía ser un gimnasio.

Pudo oír varios juegos de pasos atravesando el pasillo al otro lado del mostrador.

La otra persona estaba abrazándolo prácticamente, pero una vez que se liberó y comprobó quién era, descubrió que lo reconocía.

-¿Qué? Tú eres ese tal Aihana, ¿no?

-B-bueno, supongo. No estarías mal en llamarme Aihana Etsu. Era el chico con pelo semi-largo castaño.

Kamijou suspiró suavemente.

-Bueno, me salvaste de todas formas. Escucha, voy a salir de nuevo en el momento adecuado, pero tú quédate aquí. Si vas a salir, espera un poco y ve en la dirección opuesta. No has sido visto todavía, pero si lo eres, te llenarán de agujeros. No estoy seguro de que pueda cubrirte.

-No. – interrumpió Aihana Etsu.

Cuando sacudió su cabeza, un dulce aroma se desprendió de su cabello.

-No sé quiénes son, pero dudo que sea algo tan simple. Sabían que estábamos aquí, pero nos ignoraron porque no quieren que me involucre en esto.

-¿Qué?

-Por alguna razón, este tal Saint Germain está obsesionado conmigo. Parece haberme dado solo a mí la habilidad de usar los ascensores y puertas sellados. Así es cómo llegué al nivel medio. Me di cuenta de que esas personas Saint Germain te perseguían por los videos detrás de escenas. – explicó. – Todos están vestidos igual, así que tal vez todos piensen lo mismo. Eso significa que hacerte salir no es el mejor plan aquí. Yo debería ir en medio de ellos. Si estoy en el centro de las cosas, tendrán más dificultades para pelear.

Esa idea sorprendió a Kamijou, pero cuando trató de discutir reflexivamente, Aihana Etsu puso su dedo índice sobre sus labios.

La sensación del delgado dedo del chico lo silenció.

-Cualquiera que sea su objetivo, Saint Germain no me matará de inmediato. Querrá hablar. Esa es nuestra oportunidad. Si puedo soltar sus labios y conseguir un poco de información de él, podríamos encontrar una forma de salir de esto. Eso obviamente sería mejor que sentarse a esperar ser asesinados y es algo que solo yo puedo hacer.

Las palabras del chico eran lógicas, pero su rostro estaba mortalmente pálido.

Sus hombros temblaban y parecían tan delgados que se romperían si alguien los agarraba con demasiada fuerza.

Tenía que estar asustado.

No estaba claro lo que Saint Germain quería y podría cambiar de opinión en cualquier momento. Había muchas probabilidades de que mostrara sus colmillos en el instante que se revelara que Aihana Etsu ocultaba algo. Y si eso sucedía, no había escapatoria.

Si sus posiciones estuvieran invertidas y le pidieran a Kamijou actuar ese papel, él honestamente dudaba que hubiera podido hacerlo.

Y si Saint Germain había notado lo que estaban haciendo, la sugerencia de Aihana Etsu ni siquiera era una misión encubierta. Saint Germain ya sabría que estaba dejando escapar a Kamijou, así que sería más como tomar o intercambiar rehenes.

-Si…

Aihana Etsu habló mientras miraba a Kamijou. Agarró el abrigo de Kamijou del pecho y su propio miedo trajo lágrimas a las esquinas de sus ojos.

Sin embargo…

-Si no vuelvo, ¿puedes hacer algo por mí? Una chica llamada Frenda Seivelun tiene un apartamento en el nivel superior del Dianoid. Podría haber algo allí que me diga lo que le pasó a mi amiga desaparecida. Si tengo eso, podría encontrar una pista para salvarla. Saint Germain dijo algo siniestro sobre sus ―últimos vestigios‖, pero no sé si eso es cierto. Si no puedo hacerlo, por favor encuéntralo por mí. Si sé que alguien lo hará, entonces puedo ir a hacer esto ahora.

-Oye, detente. Ni siquiera sé qué clase de persona eres. ¡Si estás cargando algo de lo que no puedes retroceder, entonces esa es una razón más por la que no puedes hacer algo como esto por mí!

-No te preocupes. – dijo Aihana Etsu.

Miró a Kamijou directamente a los ojos desde una corta distancia. Y habló como si intentara convencerse a sí mismo.

Parecía estar sobrescribiendo a la fuerza el miedo que se desbordaba de su verdadero ser.

Miró a la persona que creería que esto era quien era.

-Soy Aihana Etsu.

No hubo tiempo para detenerlo.

Aihana Etsu retiró sus manos de Kamijou Touma, salió corriendo de detrás del mostrador del gimnasio, y se dirigió fuera de la tienda. Corrió a espacio abierto donde innumerables Saint Germain acechaban.

No tenía ningún sentido correr tras él.

De hecho, comenzar una batalla repentina aumentaba el riesgo de que Aihana Etsu fuera alcanzado por un ataque perdido.

Kamijou entendía eso. Lo entendía, pero…

-¡¡…!!

Apretó los dientes, cerró su puño hasta que brotó sangre, y sin embargo no había nada que pudiera hacer aquí.

No desperdiciaría esta oportunidad. Asegurar eso era su única opción aquí.