Toaru Majutsu no Index – New Testament (NL)

Volumen 12

Capítulo 2: Encuentro Casual Entre un Dios Mágico y un Mentiroso. St.Germain, and_LIAR

Parte 2

Era una situación extraña.

Los ascensores y escaleras estaban sellados y todos estaban atrapados en el piso del nivel medio. Las personas preocupadas corrieron sin sentido hacia las salidas, pero nadie trató de tocarlas realmente una vez que se dieron cuenta de que habían sido alteradas. Como resultado, estaban tan amontonados que todos podrían caer como fichas de dominó en cualquier momento y sin embargo se mantuvo un hueco alrededor de la salida de emergencia cerrada.

Incluso con todas las personas ruidosas a su alrededor, los ojos de Takitsubo Rikou siguieron vagando sin rumbo.

Mugino Shizuri y Kinuhata Saiai estaban hablando frente a ella.

-Revisé las uniones en la salida de emergencia y todas han sido súper fundidas. No está solo cerrado y no solo tienen muebles apilados del otro lado. Los huecos han sido llenados para crear un muro sólido.

-¿Entonces un Esper hizo esto?

-En esta etapa, aún podría ser un tipo de tecnología, pero de cualquier manera, esto se siente súper intencional. No sé quién lo hizo o por qué, pero ¿no la gente súper rica usa el Dianoid como bóveda debido a su sólida construcción? Especialmente en los apartamentos del nivel superior. No se sentían como un lugar para que la gente viviera realmente.

-Sí. – Mugino sonó como si estuviera recordando algo vagamente. – ¿Acaso Frenda No tenía un escondite allí?

-Ella probablemente pensó que era un secreto, pero era súper obvio. Entonces,

¿crees que era algún tipo de negocio secundario? Ella tenía habilidades de química decentes por sus explosivos, pero no parecía del tipo que tocara estimulantes ni tranquilizantes.

-Era tan sospechosa que ni siquiera tomara medicinas para el resfriado, así que no habría estado haciendo nada como la ―azúcar roca‖. Probablemente era una planta de prueba para explosivos nuevos.

Eso era lo bastante peligroso por sí mismo, pero no era suficiente para alterar a Item.

Estaban tomando un descanso del trabajo en este momento, pero principalmente seguían perteneciendo al lado más oscuro de las cosas.

Takitsubo inclinó la cabeza e hizo una pregunta con los ojos aún vagando sin rumbo.

-¿Qué vamos a hacer, Mugino?

-No importa realmente. No tengo ningún interés en irrumpir en una bóveda. Tenemos que decidirnos, pero yo veo dos opciones reales aquí. La primera es encontrar a Hamazura que probablemente está en otro lugar del nivel medio.

-¿Cuál es la súper segunda?

-Crear una ruta de escape por adelantado. Así por ejemplo.

Mientras hablaba, Mugino extendió casualmente una mano horizontalmente.

Un momento después, un brillante rayo de luz surgió y atravesó la pared del Dianoid que podía resistir el impacto directo del arma de un buque de guerra.

Esta era la Nivel 5 Número 4 de Ciudad Academia, Meltdowner.

El golpe con un poder de fuego súper alto evitó que los electrones asumieran las propiedades de una onda o una partícula y los disparaba como estaban. La salida de emergencia y la pared circundante se transformaron en un agujero perfectamente circular de dos metros de diámetro. Los bordes eran de un naranja abrasador y no había indicios de lo que había pasado con los materiales que anteriormente habían formado el interior del círculo. La escena casi parecía ignorar la ley fundamental de la conservación de la masa.

El ruido circundante ya se había calmado.

En primer lugar, la presión general de estar atrapados dentro de un edificio gigante había sido superada por su miedo directo a Mugino Shizuri por haber derretido al instante los materiales de carbono.

En segundo lugar, la salida finalmente se había abierto, pero nadie quería acercarse cuando los bordes del círculo perfecto seguían calientes de color naranja.

Y en tercer lugar…

Con un sonido de una cuerda estirándose hasta casi romperse, un sinnúmero de líneas se dispararon horizontal y verticalmente sobre el agujero aun ardiente para formar una retícula.

Su camino hacia la libertad no había permanecido abierto ni siquiera por cinco segundos.

Los materiales del edificio brotaron y se extendieron más mientras comenzaban a reparar la pared.

-¿?

Inclinando la cabeza femeninamente, Mugino lanzó un segundo disparo. A partir de ahí, disparó un tercero, cuarto, quinto, y sexto.

-¡E-espera, espera, espera! ¡Mugino, espera!

-¡Estás disparando demasiado! ¡¡Mugino, eso es súper demasiado!! ¿¡Y por qué tengo que tomar el papel de Hamazura como tus frenos!?

-Pero se regeneró.

-Mugino, eso no es una excusa.

-¡Y deja de súper fruncir tus labios! ¡Todo el mundo a nuestro alrededor está ultra asustado! ¡¡Trata de leer la atmósfera!!

-¿La chica nitrógeno me dice que lea la atmósfera? Hehehe. Realmente te estás arriesgando con eso.

-¡Ahh! ¡Esto se está volviendo demasiado para que pueda manejarlo! ¿¡No entiendes lo que está pasando aquí!?

Los vasos sanguíneos de Kinuhata sobresalieron en su rostro y Mugino agarró su frente para detenerla.

La Takitsubo con un chándal habló inexpresivamente.

-¿Qué hacemos ahora?

-Tenemos dos opciones. Primero, podemos renunciar a escapar. Encontraremos a Hamazura, buscaremos alguna forma de salir de esto, y veremos si el bastardo que causó esto se encuentra en alguna parte dentro del Dianoid.

-¿Cuál es la súper segunda?

-Eso es obvio.

Kinuhata lamentó su pregunta una vez que se dio cuenta de que esto iba igual que la última vez que preguntó, pero fue demasiado tarde.

Escuchó múltiples sonidos como si la luz llenara un tubo de neón. Sí, múltiples.

De diez a veinte luces del tamaño de un puño flotaban alrededor de la Número 4.

-Seguimos tratando de hacer una ruta de escape. Por ejemplo, podemos ver qué nivel de saturación tiene esta cosa.

Un momento después, proporcionó una repetición.

Una de las paredes del Dianoid quedó llena de agujeros.

***

Él no creía que ella tuviera alguna alergia real, pero la amiga en sus recuerdos había insistido en nunca tomar incluso medicina para los resfriados.

―¡No, estoy bien, estoy bien! Dormir es suficiente para superar un resfriado, así que no necesito esas cosas amargas. La medicina trabaja rápidamente, pero reduce la capacidad general de tu cuerpo a cambio. Es como algo que recupera el HP, pero reduce la barra del máximo HP. Ni siquiera necesito explicar por qué los antibióticos son peligrosos, ¿verdad?‖

¿Entonces por qué toda esa comida enlatada estaba bien?

―Al final, cualquier comida enlatada real recibe tratamiento térmico y es sellada para que los gérmenes no puedan crecer. Los baratos son una historia diferente, pero normalmente, no se necesitan químicos para esterilizar, preservar, y almacenar los alimentos. Y es por eso que la caballa enlatada es lo mejor.

¿Entendido?‖

Ella tenía todos sus argumentos listos, pero él estaba muy seguro de que simplemente no le gustaba la medicina porque era amarga.

-Ugh…

Un gemido escapó de la pequeña boca de Aihana Etsu.

Lo primero que sintió fue un frío punzante. Sus párpados se abrieron un poco y sintió una luz vaga. Estaba viendo el cielo nocturno del Distrito 15. La luz normal de las estrellas había sido barrida y las luces de todos los edificios y decoraciones brillantes se reflejaron hacia él.

¿Pero por qué estaba fuera?

¿No había estado dentro del Dianoid?

Sin una respuesta a sus preguntas, se incorporó lentamente. (¿Dónde estoy?)

No podía recordar cómo se había desmayado. Solo tenía la sensación de que se había encontrado con algo increíblemente siniestro que no podía permitirse olvidar.

-…

Estaba en un jardín gris cubierto de grava fina. Pinos cortos, arces, y árboles de cerezos estaban plantados allí y un puente bermellón lacado cruzaba un pequeño estanque. Había estado acostado en un banco situado bajo un gran paraguas de papel que parecía el escaparate de una casa de té de Kioto.

Esta incongruencia con la Ciudad Academia de alta tecnología lo confundió aún más, pero cierta posibilidad se le ocurrió pronto.

-¿Este es el techo del Dianoid? Y…

Un hombre en un frac estaba sentado a su lado en el banco.

-Hola.

-¿¿¿¡¡¡…!!!???

Trató de alejarse frenéticamente pero solo logró caerse del banco y aterrizar sobre su trasero. Desde ahí, trató de deslizarse hacia atrás con sus manos.

(Lo recuerdo.)

(¡¡Lo recuerdo, lo recuerdo, lo recuerdo!!)

El suelo, las paredes, y el techo se habían doblado en más de cien cuchillas como un erizo invertido y este hombre había usado ese mundo extraño para atravesar a cierto chico. Para atacar con máxima eficiencia, este monstruo había abierto túneles del tamaño de un puño en la carne de la multitud en medio y lanzó las cuchillas a través de ellos.

El hombre se rio mientras hablaba.

-Ciertamente tienes miedo. ¿Esto es igual a cómo las joyas grandes a menudo se dice que están malditas? Bueno, creo que soy lo suficientemente generoso para ver tu miedo como asombro hacia un ser superior.

-Ah, ahhh, aaahhh…

Aihana Etsu puso una mano en el centro de su pecho plano y tembló.

El monstruo miró al pequeño individuo con ojos llorosos, pero mantuvo su suave sonrisa gentil.

-Te desmayaste debido a un shock mental en lugar de por deshidratación y claramente tienes bastante energía, pero ¿por qué no bebes algo de todos modos?

Una botella de 250 ml había aparecido en la mano del hombre en algún momento. Era aproximadamente del tamaño de una manzana, ¿pero de dónde había salido? Aihana Etsu ni siquiera estaba seguro de eso.

(Otra bebida. ¿Parezco tan susceptible a un golpe de calor?)

Todavía sentado en el suelo, miró hacia la botella de agua mineral que el hombre había puesto en el banco. De repente, el hombre con frac y un abrigo tenía otra cosa en su mano.

Era el tipo de recipiente transparente rectangular usado para contener pastillas de menta. Pero cuando el hombre sacudió la caja de píldoras, salió un tipo increíblemente anticuado de píldora negra.

-No necesito comida normal. Mientras tenga agua y trigo, no envejezco. Gracias a eso, la gente ha asumido erróneamente que poseo secretamente la piedra filosofal.

-¿D-de qué estás hablando?

-Bueno, para ser honesto, yo no soy lo que importa aquí. Ese serías tú.

Al tener la atención dirigida en su dirección casualmente, Aihana Etsu sintió el sudor bajando por su pequeño rostro.

Sus nervios alteraron el ritmo de su respiración. Mientras su aliento escapaba de entre sus labios, se mezcló con el frío aire nocturno y se volvió visualmente blanco.

No sabía quién era este hombre, pero era un verdadero monstruo. Fue inmediatamente obvio que este hombre no era igual que ―Aihana Etsu‖ que solo había podido falsificar una tarjeta de identificación. Como alguien que ―no tenía nada‖, podía decirlo. La presencia que picaba su piel era demasiado grande. ¿Qué podría querer este monstruo? ¿Tenía asuntos con ―Aihana Etsu‖? ¿O era con su verdadero yo escondido debajo del disfraz?

-Hay algunas razones por las que estoy aquí, pero una eres tú. Y esta es una de las razones de mayor prioridad también. Sí, estoy aquí para verte.

Si eso fuera todo, Aihana Etsu podría haber pensado que el hombre era solo un acosador espeluznante, pero las cosas eran diferentes aquí.

En un nivel fundamental, algo amenazó con cortar la misma base de su existencia.

Su corazón en lugar de su cabeza le dijo que estar en la mira de este hombre era muy, muy malo.

-Y-yo…

-¿Sí?

-Yo no te conozco.

-No lo harías, no. Esta es la primera vez que nos hemos encontrado directamente. El hombre habló lentamente mientras lanzaba la píldora a su boca.

-Pero eso no importa realmente.

-¿?

-Técnicamente hablando, se podría decir que lo que busco eres tú pero no tú.

-¿Qué…significa eso?

-¿No lo sabes?

El hombre sonrió con unos ojos que brillaban más encantadoramente que la luz de la luna, pero no había ninguna sonrisa para encontrarse en su interior.

-―Aihana Etsu‖ no importa aquí. Lo que me interesa eres tú. ¿Y tú realmente no sabes qué es lo que tienes?

-¿…?

El título de ―Aihana Etsu‖ se estaba cayendo.

Esta debería haber sido una situación mortal, pero la sensación de peligro estaba desapareciendo detrás del vacío de sus pensamientos.

Con un monstruo de este nivel, no sería solo por presumir, por capricho, o un error. Pero si esto era la verdad, ¿dónde estaba esa verdad?

―Aihana Etsu‖ no tenía nada. Fue su dolorosa conciencia de ese hecho lo que le había llevado a usar una identificación falsa para entrar al Dianoid. Y todo para encontrar y rescatar a Frenda Seivelun que había desaparecido después de ser tragada por la oscuridad de la ciudad.

¿Qué vio este hombre en él?

¿Qué tenía que haría que tal monstruo se volviera en su dirección?

-Si realmente no entiendes, estoy dispuesto a explicarlo. De hecho, he vivido durante siglos para hacerlo. ¿Pero dónde empiezo? Podría decir que todo ha ido según el plan, pero al mismo tiempo, parece que ha habido algo de contaminación. Se siente como si mirara a una piedra cubierta con grasa de los dedos.

-¿Qué…qué estás diciendo que tengo?

-Estoy diciendo…

El hombre se detuvo mientras el edificio Dianoid se sacudía una y otra vez. Aihana Etsu soltó un breve grito todavía sentado en el suelo.

Sintió como si estuviera en un puente colgante poco fiable. Ciertamente no se sentía como el techo de un edificio gigante sostenido por tecnología de vanguardia.

El hombre miró lentamente hacia el cielo aún sentado en el banco.

-Parecería que ha surgido un nuevo problema.

-¿¡Q-q-q-q-q-qu-qu-qu-qué!?

-No te preocupes. Es solo el aislamiento de base lo que causa que se sacuda tanto. Se supone que haga esto.

La expresión del hombre permaneció en calma.

Un rugido explosivo provino del interior del edificio cada vez que se sacudía, pero no mostró señales de importarle. Parecía utilizar su indiferencia hacia cada nueva situación para mostrar lo diferente que era de ―Aihana Etsu‖.

-Bueno, puedo lidiar con eso después. Primero, necesito el escudo que produce una brecha positiva. Si las cosas van según lo planeado, debería estar llegando a la estación de televisión en estos momentos. Siempre podría hacerlo desde cero, pero eso realmente sería demasiado aburrido.

-¿¿¿???

Sus palabras probablemente no eran para ―Aihana Etsu‖. El chico no podía entender nada de eso.

No necesitaba responder o sonreír cortésmente. Esas palabras fueron aisladas en el mundo de ese hombre.

Él era lo contrario que ―Aihana Etsu‖.

-Me habría gustado quedarme aquí para charlar, pero no sería divertido si el escudo fuera alcanzado por una bala perdida. Me voy. Hasta que nos encontremos de nuevo, Brecha de Ana.

-¿Brecha? ¿Ana? ¿Qué?

-Tú tampoco tienes tiempo para sentarte y charlar, ¿verdad?

El hombre se levantó del banco de escaparate de casa de té tan suavemente que apenas parecía que el movimiento se producía doblando las articulaciones.

-Tenías una razón para falsificar tu identidad para llegar aquí, ¿no es así? Si no te das prisa, perderás tu única oportunidad. Parece que la robusta estructura del Dianoid no significa nada para los residentes de esta ciudad y tú no quieres que los últimos vestigios de Frenda Seivelun se deslicen entre tus dedos, ¿verdad?

Cuando escuchó eso, Aihana Etsu pensó que su corazón iba a detenerse. No porque el hombre sugirió que el Dianoid podría colapsar.

No porque el hombre sabía que él tenía un objetivo aquí en el Dianoid. Ni siquiera porque el hombre supo el nombre de su amiga a la primera.

–¿Los últimos vestigios?

Sus ojos se abrieron mucho.

Todas las condiciones anteriores dejaron su mente y le gritó al hombre.

-¿¡Dijiste los últimos vestigios de Frenda Seivelun, verdad!? ¡¡Quieres decir que ella…ella ya está…!!

-Yo no soy con quien debes discutir eso.

-¿¡Entonces quién eres!? ¿¡Cuánto sabes!?

-Te diré eso eventualmente. Lo prometo.

El hombre sonó tan casual como alguien arreglando ir a cenar juntos alguna vez. En cuanto terminó, una parte del banco se alzó abruptamente.

Con un sonido pegajoso, se retorció, se afiló, se separó del mueble, y formó una lanza en la mano del hombre.

Esto era lo que el hombre había llamado Chambord.

Apoyó el extraño objeto sobre su hombro y le dio la espalda a Aihana Etsu.

-Te ayudaré solo esta vez. Mi mayor prioridad es recuperar el escudo de la estación de televisión, pero tomaré un desvío en el camino. Me aseguraré de que el Dianoid no colapse antes de que encuentres cierto secreto. El resto depende de ti. Utiliza tu propia fuerza para llegar a la verdad oculta en este laberinto.

-…

-Además, las puertas y ascensores que conducen fuera están sellados, pero removeré esa restricción para ti. Puedes trasladarte a cualquier piso que quieras para lograr tu objetivo.

El hombre en un frac continuó hablando.

-A cambio, debo insistir en que me escuches una vez que todo esto termine. Puedes hacer eso, ¿verdad?

-Tú…

Aihana Etsu reunió sus pensamientos incluso mientras abría la boca para hablar, así que su pregunta terminó siendo bastante vaga.

-¿Quién eres tú?

-Ahora que lo pienso, nunca me presenté. He sido llamado aquel que entiende las reglas de la vida y ha alcanzado la inmortalidad. He sido llamado un viajero del tiempo. He sido llamado un técnico que puede restaurar las joyas rotas. He sido llamado de varias formas en leyendas, pero…

El hombre se volvió con una sonrisa realmente infantil en su rostro.

-Mi nombre es Saint Germain. Soy uno de aquellos que han superado a los simples magos. Apreciaría si pudieras recordar eso.

***

-…

Kamijou Touma se hundió en el suelo delante de Index y la Othinus de 15cm. Se preocupó por la cuestión por un tiempo.

Ni siquiera podía decidir por dónde empezar. La situación era solo así de irrazonable.

Sentía una abrumadora desesperación. Finalmente, levantó la vista lentamente y comenzó.

-Un Dios Mágico ha aparecido.

-¿Qué?

-Sé que estás escéptica. Pero quiero preguntar algo primero. Othinus, ¿hay otros Dioses Mágicos además de ti? ¿O tú te encuentras en la cima del mundo?

-Bueno…Teóricamente, podría haber más de uno. – Othinus soltó un pequeño suspiro. – No es nada más que un destino accesible con medios humanos. Podría ser mitología Hindú, Budismo, Mitología Griega, Maya, Vudú, o en este país, Sintoísmo o Shuguendo. Si las personas dominan esos caminos hasta el final, podría conducir a diferentes Dioses Mágicos.

La mano de Othinus parecía lo suficiente delicada para romperse si alguien la tocaba, pero ella la usó para apuntar su pulgar a Index.

Sí, los 103,000 grimorios en la cabeza de Index tenían el valor adicional de permitirle a uno alcanzar la posición de Dios Mágico si se usaban correctamente. Ya fuera cierto o no, todo el lado de la magia veía a un Dios Mágico como una posición elusiva como tomar una nube, pero también era un sueño lo suficiente realista para que alguien estuviera seguro de lograrlo eventualmente.

En ese caso, ¿qué era ese hombre en un frac?

¿Era realmente un Dios Mágico que había surgido de forma distinta a Othinus? El rostro de Kamijou estaba pálido, pero Othinus no dudó en hablarle.

-Pero, ¿lo has olvidado? ¿Qué cantidad de número de mundos crees que hice y reformé cuando estaba resolviendo las cosas contigo? Si un Dios Mágico igual existiera en este mundo y esta época, habría interferido en ese entonces.

-¿Quieres decir…?

-Por lo menos, no había un Dios Mágico en este mundo. ¿No te parece esa una conclusión razonable?

Othinus tenía razón.

Ella debería haber tenido razón.

Pero algo de inquietud se mantuvo en el corazón de Kamijou. Sintió un intenso rechazo hacia pensar que el colorido infierno que había demostrado el hombre fuera solo una ilusión para que pareciera que el mundo se doblaba a su voluntad. Sus pensamientos más profundos le decían que volvería a morderlo si apartaba la vista de forma conveniente y optimista de esa dura realidad.

Eso puede haber sido una sensación que solo él poseía después de aprender de primera mano lo que era un verdadero Dios Mágico.

(Pero…)

Si no se hubiera detenido él mismo, podría haber empezado a morderse la uña del pulgar.

(¿Y si esto es real? ¿Qué hago entonces? ¿Tengo que pasar por todo eso de nuevo? ¿Tengo que esperar a que se rompa? ¡Pero este Dios Mágico podría no tener una sola pizca de bondad en su interior! ¡¡Eso no es diferente de que me digan que busque en los desiertos de Marte un solo grano de polvo de oro que podría ni siquiera estar allí!!)

Si ese hombre realmente era un Dios Mágico con todo su poder, podría reformar el mundo aún más rápido que chasquear los dedos.

De hecho, este mundo que Kamijou creía que era ―real‖ ya podría haber sido reemplazado por un mundo muy similar.

Tenía que neutralizar a este oponente sin importar qué, pero no podía permitirse el provocarlo tampoco.

Era tan irrazonable como ser ordenado remover la capa inferior de una pirámide de cartas porque estaba ―en medio‖.

¿La destrucción era la única opción restante?

Este era el mismo camino que antes. ¿Tendría que romper el mundo en pedazos y rehacer todo desde ese lugar totalmente negro?

-…

Todavía sentado en el suelo, Kamijou miró a su alrededor.

Sintió el aire caliente y vio suaves luces japonesas. Chicos y chicas normales paseaban alrededor. El gato calicó, Othinus, e Index estaban cerca. Después de mirar a cada uno a la vez, sacudió su cabeza en silencio y lentamente.

No podía hacerlo.

No podía permitir que sucediera.

Pero al mismo tiempo, no podía ignorarlo. Al menos, ese hombre en frac era hostil con Kamijou. Todo se había preservado por una casualidad, pero ese hombre sin duda atacaría de nuevo luego de terminar la tarea que tenía que completar.

Y si se enfrentaban frente a frente, el Dios Mágico destruiría sin piedad el mundo. Crearía un mundo conveniente para sus propósitos y masacraría a Kamijou en un juego perfecto.

Kamijou no sabía si era posible, pero tenía que resolver esto antes de que el Dios Mágico pudiera chasquear los dedos.

Si no acababa con esto en un instante, el mundo se terminaría.

Hasta que pudiera encontrar una forma de hacer eso, incluso un ataque descuidado sería un crimen.

(¿Qué debería hacer?)

En Dinamarca, cuando el mundo había atacado para acabar con Othinus en su estado debilitado, la injusticia de todo lo había enfurecido.

Pero cuando lo miraba desde el exterior, podía entenderlo.

La Tierra, el universo, y el mundo no eran más que un globo gigante. Y un Dios Mágico era un cactus en maceta balanceándose sobre el globo. Eso causaría pánico en cualquiera. Una vez que se aprendía de su existencia, les preocuparía siempre que el cactus cayera eventualmente mientras se movía libremente.

(Los ideales poco realistas no importan. ¿¡Qué exactamente se supone que hagas contra un monstruo como ese!?)

Era una exageración absoluta.

Iba mucho más allá de un error desbordante.

Mientras tanto, Kamijou solo conocía a la Diosa Mágica llamada Othinus. Solo porque podías presumir que eras amigo de un artista no significaba que podías armar un espectáculo frente a la cámara. Si confrontaba a este hombre, perdería. Tenía que encargarse de esto lo más rápido posible, pero la situación era tan desoladora que aplazarla eternamente para después casi parecía la mejor opción.

-¿En qué estás pensando? – preguntó la pequeña Othinus. – ¿Estás tratando de mantener todo para ti mismo como siempre?

-Ojalá pudiera. – escupió con un peso en su voz. – Pero no puedo. Esta vez, realmente no puedo. Othinus, sé que es cruel preguntarle esto a un antiguo Dios Mágico, pero ¿cómo se derrota a un Dios Mágico? No hablo de rogarle llorando que se detenga. ¿Hay una manera específica de realmente derrotar a uno?

-Hmph.

Parecía molesta de que siguiera hablando de eso.

Le respondió de todos modos, pero eso puede haber sido como un padre enseñando unas ―palabras mágicas‖ a un niño que acababa de tener una pesadilla.

-Ollerus usó un hechizo de hadas. Fue lento, pero entró en conflicto con Gungnir y comenzó a destruir mi cuerpo desde dentro. Utilizado bien, podría transformarse en una técnica para matar a un Dios Mágico.

Pero durante ese tiempo, ella había destruido el mundo más veces de las que se había molestado en contar.

Ese método todavía requeriría un enfrentamiento en ese infierno negro.

-¿Algo más? ¿Hay alguna forma de terminar con esto sin que el mundo sea destruido siquiera una vez?

-Esa es una tarea difícil. Básicamente estás preguntando por una forma de hacer un alboroto en una compleja disposición de fichas de dominó sin derribar siquiera una de ellos. Con alguien al nivel de un Dios Mágico, una lucha que no destruya el mundo sería la excepción.

Esas palabras llenaron su visión con oscuridad.

Pero no podía permitirse detenerse aquí. Este hombre ya era su enemigo y permitir que él atacara primero solo empeoraría las cosas. Eso seguía siendo cierto incluso con la diferencia astronómica entre humano y Dios Mágico.

No podía imaginar cómo atacar primero le permitiría ganar, pero si ese hombre atacaba primero, las probabilidades de su victoria se reducían a exactamente 0.00%.

-Esto no podría ser peor. – murmuró mientras se levantaba lentamente.

Se sentía totalmente desmotivado, pero sabía que al final terminaría en lágrimas si no tomaba la iniciativa. Sin importar lo imprudente que era, debía actuar.

Agarró la barandilla del atrio para apoyarse y miró a las dos chicas.

-Index.

-¿Qué?

-Sé que esto no será fácil, pero quiero que lo analices lo más posible. Ayúdame con tu memoria. ¿Y Othinus?

-Dime lo que quieres, humano.

-Has rechazado la posibilidad, pero es posible que los 103,000 grimorios no sean suficientes para este oponente. Así que ven conmigo. Tú realmente te convertiste en un Dios Mágico, así que es probable que puedas decir si es de verdad, ¿no?

Lento pero seguro, puso su mente a trabajar y descubrió lo que tenía que hacer.

La situación no era diferente de los magos normales que había enfrentado en el pasado. Se obligó a asumir eso. Dejó a un lado temporalmente cuánto más allá iba esto. Observaría en secreto al Dios Mágico y haría que especialistas analizaran los hechizos y objetos espirituales que usaba. Si eso resultaba en una debilidad, era genial. Por lo menos, quería saber si podía usar el Imagine Breaker aquí y lo que tenía que destruir para mejorar la situación.

Por supuesto, había una posibilidad definitiva de que investigaran todo y llegaran a la respuesta desesperada de ―no tiene una sola debilidad‖.

-Bien.

Forzó la situación a ese patrón y trató de volver a su rutina habitual. Si no lo hacía, estaba seguro de que simplemente caería de rodillas y reiría sin control.

En ese momento, hizo algo. Ni siquiera él supo por qué.

De repente miró hacia arriba sin soltar la barandilla del atrio.

Uno de los monitores decorativos de pantalla plana del nivel inferior del Dianoid estaba instalado allí y reproducía un video detrás de escenas de Órbita TV que había sido filmado después de que comenzó el problema. En pocas palabras, un miembro del personal como un AD había usado una pequeña cámara para filmar el nivel medio.

Era más como un documental que un video detrás de escenas.

El monitor mostró miembros del personal corriendo por la estación de televisión en pánico ya que los ascensores y escaleras estaban bloqueados. También mostró imágenes de la plataforma de observación y la piscina cubierta. La estación de televisión y la plataforma de observación supuestamente no estaban conectadas físicamente, pero podía haber puertas ocultas para que los VIP pasaran.

Sin embargo, nada de eso era lo que importaba.

Kamijou vio algo en ese monitor que destruyó al instante todas sus suposiciones.

-Esto no es bueno.

-¿Qué pasa, Touma?

Ni siquiera tenía tiempo para responder la pregunta de Index.

-¡Esto realmente no es bueno! ¡¡Maldito!!

Para cuando soltó ese grito, ya había empezado a correr.