Potion Danomi De Ikinobimasu (NL)

Volumen 2

Capitulo 15: La Diosa Desciende

“¡Te estoy preguntando dónde está la distorsión!”

El Papa quedó desconcertado por la actitud amenazante de Celestine. No tenía ni idea de lo que estaba hablando, así que no había forma de que pudiera darle una respuesta adecuada.

Kaoru (a regañadientes) decidió lanzarle un hueso al Papa. “¡Cuánto tiempo sin vernos, Celes!”

“¡Kaoru! ¿Qué estás haciendo aquí? De hecho, espera un momento, ¡ahora no es el momento para eso! Se supone que hay una distorsión por aquí que no percibí. Pero, ¡¿dónde está?!”

“No, no hay distorsión. Esos tipos de allá intentaron llamarte para salvar su propio pellejo. Siguen diciendo que Rueda es un lugar bendito y sagrado, y como son mucho mejores que todos los demás como su pueblo elegido, todos tienen que escuchar lo que dicen y no cuestionarlos. Parece que te llamaron para probar si eso es cierto.” Le explicó Kaoru a Celes, con una sonrisa irónica en su rostro.

“¿De qué diablos están hablando?” La cara que hizo Celes fue algo parecido a ‘absolutamente disgustada’. “Ya te hablé de esas personas que se interpusieron en mi camino cuando estaba arreglando distorsiones antes, ¿recuerdas? No entiendo por qué alguien relacionado con ellos pensaría que son mejores que los demás. En realidad, diría que son incluso menos que un ser humano promedio. Les hice compensarme dándoles un cristal y diciéndoles que me contactaran de inmediato si encontraban una distorsión, pero ¿ahora han decidido usarlo por sus propias razones personales? ¡Incluso me interrumpieron de hacer cálculos muy importantes para mantener este mundo en equilibrio sólo por hacerlo!”

La cara de Celes se volvía más roja con cada palabra, la furia justa se acumulaba dentro de ella.

Así que eso es lo que ha estado haciendo todo este tiempo… Mantener el mundo debe requerir más trabajo del que pensaba.

“Ya he distribuido algunas docenas de esos en todo el mundo. A veces recibo algunas falsas alarmas, pero realmente no me importan. Algunos de los fenómenos o desastres naturales más extraños aquí ciertamente pueden parecer que podrían ser distorsiones, pero prefiero lidiar con algunas falsas alarmas aquí y allá en lugar de dejar que una real se me escape. Lo que sí me importa es cuando la gente intenta llamarme para sus propios propósitos egoístas. Esto hace que sea la segunda vez en los últimos miles de años…”

“E-Espera, ¿sería esa primera vez la creo que fue?” Kaoru tartamudeó mientras se ponía rígida.

“Sí, también te conté sobre eso. Estaba tan enojado la última vez que esto sucedió que terminé destruyendo todo un país… No pude encontrar la manera correcta de contenerme, así que terminé explotando ese y destruyendo los países a su alrededor en el proceso…”

El color desapareció de las caras de todos cuando escucharon eso.

“C-Celes, te enseñaré exactamente dónde están las fronteras de Rueda después de esto, así que no hagamos que nadie más se involucre en tu ira, por favor…”

“¡N-No, no puedes!” Gritó el Papa. “¡¿Q-qué hay de Tierra Santa de Rueda y su pueblo bendito?!”

“¿‘Tierra Santa’? ¿‘Pueblo Bendito’? No creo que hayas estado escuchando, ¿verdad? Ese lugar estaba contaminado debido a la distorsión que había allí, y esa gente se interpuso en mi camino mientras intentaba hacer mi trabajo y evitar que todo este mundo fuera destruido. Sin embargo, si se trataba de eso, estaba planeando volarlo ya fuese que estuvieran en la línea de fuego o no.”

El Papa se derrumbó en el suelo cuando escuchó los fríos comentarios de Celes. “Entonces, ¿qué hay de la chica? Y… ¿es cierto que nos excomulgan?”

“Le debo mucho a Kaoru por todo lo que ha hecho por mí. De hecho, es seguro decir que en este momento es una de mis mejores y más importantes amigas. En cuanto a este asunto de excomunión…”

Celes miró hacia el cielo y fingió pensarlo, que probablemente era su forma de retroceder y examinar los eventos que habían sucedido hasta ahora.

“Ajá, ya veo, ya veo. Bueno, parece que les preocupa que los excluyan de mi religión, pero en primer lugar nunca fueron mis seguidores. Han estado usando mi nombre sin mi permiso. Nunca les he enseñado a nadie una doctrina específica y nunca he reconocido a nadie como mi seguidor. Les dejé hacer lo tuyo porque pensé que estaban haciendo todo lo posible para ayudar a los demás como una disculpa por antes ser un obstáculo para mí. Sin embargo, si ustedes van a usar mi nombre para hacer el mal, entonces les prohíbo por completo que usen mi nombre nunca más. Oh, pero si los templos de los otros países no tienen absolutamente nada que ver con estas personas, entonces pueden continuar usando mi nombre sólo si lo hacen para ayudar a otros y brindarles paz.”

La declaración de Celes era una sentencia de muerte para la Tierra Santa de Rueda. Los clérigos del país habían estado viviendo en el regazo del lujo de las donaciones que habían estafado a sus seguidores. ¿Quién podría decir qué les pasaría ahora que la verdad había sido revelada…?

Fue entonces cuando Kaoru puso el último clavo en el ataúd:

“Oye, ¿no crees que es extraño seguir llamándola la Tierra Santa Rueda en este momento?

Creo que llamarla Rueda sin más funcionará de ahora en adelante.”

Todos los presentes estuvieron de acuerdo con la idea de Kaoru. Esta era una sugerencia de la chica con la que la Diosa Celestine no sólo había dicho que tenía una gran deuda, sino que había llamado a una amiga muy importante. Incluso si Kaoru fuera sólo una chica normal, lo más probable es que también hubiera sido aprobada por unanimidad.

Era difícil saber si el Papa y todos los de Rueda seguían respirando…

En este punto Celes había perdido todo interés en ellos y se volvió para hablar con Kaoru. “Sé que probablemente no has hecho nada desde que recién llegaste, pero ¿crees que lo

vas a pasar bien aquí?” Celes dijo con una sonrisa.

“¡Ya llevo aquí un tiempo, Celes! ¡Tú sentido del tiempo está fuera de control! ¡Ya he emprendido montones de aventuras y me he estado divirtiendo mucho!”

“Oh, ¿en serio? Entonces me pregunto si está bien darle al otro dios mi primer informe sobre cómo te ha ido.”

“Uh… Claro, no veo por qué no. Si esperas demasiado, probablemente terminaré muriendo de vejez o de algún extraño accidente…”

“¡No hay forma de que eso suceda! Cuentas los chistes más divertidos, Kaoru.” Dijo Celes, riendo.

¿De verdad dije algo tan gracioso? Kaoru se preguntó para sí misma.

“Entonces sólo echaré un vistazo a los registros y veré qué puedo informarle. Eso también debería informarme sobre todas las aventuras que has estado teniendo.”

¿Registros? ¿Qué registros? ¿Está hablando de esa cosa? ¿Sabes, la cosa donde, como, todo en el mundo está registrado? ¿Cómo se llamaba de nuevo… los registros de Acai-Stick?

¿Todo este tiempo me ha estado vigilando?

Kaoru estaba algo asustada con sólo pensarlo, así que decidió dejar de pensar por completo.

“Entonces supongo que me iré ahora. ¡Asegúrate de divertirte, Kaoru!” “¡Oh, espera! Sobre Rueda…”

Ella simplemente lo olvidó, ¡así que no se lo recuerden ahora! Todos en la plaza gritaron juntos por dentro.

“Sólo algunos de ellos son malas personas, por lo que sería injusto castigar a todos por lo que pasó. Sé que debes estar ocupada haciendo lo tuyo, así que me ocuparé de ello. ¿Crees que puedes dejármelo a mí?”

“Oh, ¿en serio? Entonces haré precisamente eso. Si ves a alguien más haciendo algo malo, haz lo que sea necesario para solucionarlo.”

“¡Entendido! Buena suerte interactuando con el otro dios.” “Ejeje~. ¡Haré mi mejor esfuerzo!”

Y con eso, Celes desapareció en el aire. “““E-Estamos salvados…”””

“Sé lo que todos estaban pensando en ese momento, pero si dejaba que Celes se fuera así,

¡podría haber terminado llevando el castigo divino a quién sabe dónde! Es posible que ella también hubiese terminado acabando con este país, ¡así que por eso tuve que asegurarme y recordárselo!”

Todos asintieron ante la explicación de Kaoru, ya que sabían que ella tenía toda la razón.

***

Al final, no se sabía con certeza qué pasaba con las reparaciones y la Tierra Santa de Rueda… perdón, ahora Rueda a secas. Dado que la delegación que se suponía que representaba al país ahora se había vuelto inútil después de lo que acababa de suceder con Celes, era probable que pronto hubiera un golpe de estado. Técnicamente, no le habían hecho ningún daño a Balmore, por lo que a lo sumo tendrían que pagar la comida que usaban para cuidar a sus prisioneros. Por eso nadie parecía particularmente preocupado por qué hacer con ellos.

Como la delegación de Rueda se había marchado sin hacer ninguna negociación, los clérigos capturados por Balmore permanecieron encerrados en sus celdas hasta varios meses después, cuando sus familiares pidieron su libertad. Las negociaciones con Aligot, por otro lado, se habían desarrollado sin problemas. Después de acordar devolver sus reparaciones en cuotas, concluyeron las negociaciones para la liberación de sus prisioneros, lo que significa que podrían regresar a su propio país de inmediato.

Los representantes de los otros países se estaban volviendo locos. Aseed, Brancott y los otros participantes que habían viajado tan lejos de países del interior se sintieron profundamente conmovidos ante la oportunidad de ver y escuchar las palabras de la Diosa Celestine en persona. Lo que ella había hablado iba más allá de sus fantasías más locas, para bien o para mal. Y eso sin mencionar que descubrieron que la chica con un conocimiento incomparable y el poder de hacer pociones con habilidades milagrosas también resultaba ser amiga de la Diosa. Ella era una chica increíblemente valiosa y ellos lo sabían. Pero si intentaban algo raro para atraparla, todo su país sería borrado del mapa. Era amiga de una diosa que destruiría un país sólo por llamarla sin razón. Si intentaban hacer algo para dañarla, no, si hacían algo que la pusiera de mal humor, aunque fuera un poco, no había forma de saber qué les haría Celestine. La dejarían en paz y tal vez intentarían pedirle pequeños favores. Eso probablemente debería ser lo máximo que podrían hacer para salirse con la suya. Por ahora, cada uno de los representantes aceptó la sugerencia de nuevos acuerdos comerciales con Balmore con la promesa de enviar delegados del país para sellar el acuerdo en algún momento en el futuro cercano. Después de decidir que los países frente al mar deberían comenzar a construir barcos, mientras que los que no lo estaban se enfocarían en la entrega rápida de pociones de salud, la sesión se levantó. Todos los que se reunieron allí finalmente regresaron a sus propios países.