Kuma Kuma Kuma Bear (NL)

DESPUÉS DE RECOGER MIS cuchillos de mithril de Ghazal, me dirigí al castillo.

No miraron mi tarjeta del gremio ni reconocieron mi rostro, simplemente me hicieron señas para que entrara por mi condición de oso. Justo cuando estaba entrando, otro guardia de la puerta salió corriendo. Como siempre.

Parecía que no tenía mucho sentido que estamparan mi tarjeta del gremio con este sello de permiso de entrada al castillo. Ni siquiera podías ver el permiso de entrada sin enviar maná a la carta. Supongo que las únicas veces que lo usaría era si me encontraba con un guardia que no me conociera o si alguna vez llegaba sin el traje puesto… y quitarme el traje traería demasiados problemas.

Estaba pavoneándome por el castillo con mi traje de oso. En circunstancias normales, una persona con un traje de oso caminando por el castillo debería haber disparado las alarmas. ¿Te imaginas a alguien en Japón pavoneándose por el Palacio Imperial con ese atuendo? Pero la gente con la que me cruce ni siquiera gritaba… hasta que una mujer apareció justo en frente de mí.

Incliné la cabeza ligeramente hacia abajo e intenté pasar junto a ella, pero cuando me vio, comenzó a dirigirse hacia mí.

¿Que-? No estaba invadiendo, tenía permiso para estar aquí.

“Um. Osita, muchas gracias por el libro ilustrado. Mis hijos disfrutan leyéndolo conmigo”. Con eso, inclinó la cabeza y se fue. ¿Así que esto era sobre el libro ilustrado? Lo había olvidado por completo, pero supongo que lo habían estado distribuyendo a la gente en el castillo.

¿Pero se había corrido la voz de que yo era la autora?

Mmm. Sabía que le había dicho a Ellelaura que se lo guardara. Supongo que tendría que llevarle mis quejas.

Sucedió de nuevo antes de llegar a la habitación de Lady Flora. Esta vez, la persona incluso me pidió un apretón de manos. “Mi hijo y yo esperamos con ansias tu próximo libro”.

¿Ese era mi nuevo trabajo? ¿Era ahora una autora de libros ilustrados? De ninguna manera, ¿yo? ¿Una escritora? No estaba planeando dibujar más, no iba a haber un próximo libro.

Tenía que decirle a Ellelaura que no dejara que esto se extendiera más, pero ¿cómo se dieron cuenta de que yo era la autora cuando ni siquiera había un nombre de autor en el libro?

Perdida en mis pensamientos, finalmente llegué a la habitación de Lady Flora. Después de llamar, escuché la voz de Ange desde más allá y abrí la puerta.

“Oh, señorita Yuna, bienvenida”. Ange era la cuidadora de la princesa Flora. Incluso había sido la nodriza de Lady Flora y básicamente trataba a la princesa como a su propia hija.

“Hola, Angel. ¿Está Lady Flora?”

“¡Sí, ella…!”

Estaba a punto de adentrarme más en la habitación y saludar a Lady Flora cuando la princesa asomó la cara por detrás de Ange. “¡Oso!”

Lady Flora era toda sonrisas cuando me vio. Ella se aferró a mi vientre.

“Hola, Lady Flora”.

“¡Hola, oso!” Ella era muy educada. Difícil de creer que alguien tan linda pudiera ser un pariente consanguíneo del rey. Sí, debe parecerse a su madre. Definitivamente iba a ser tan bonita como la reina en el futuro.

“Señorita Yuna, por favor entre”. Acepté la invitación de Ange, pero, justo cuando estaba a punto de entrar en la habitación, me detuve.

“¿Señorita Yuna?”

“¿Oso?” preguntó Lady Flora.

“Bueno… Lady Flora, en realidad es un buen día. ¿Quieres ir al jardín?”

Si me quedo por aquí, el rey definitivamente vendría. Así que se me ocurrió un plan para evitarlo. Había venido a la habitación de Lady Flora más de una vez antes, y había comido con ella todas las veces, por lo que el rey probablemente supondría que haríamos lo mismo esta vez también. El plan era simple: solo tenía que cambiar de lugar cuando comíamos. Además, el rey y Ellelaura le habían hecho pasar un mal rato a Fina. Tenía que vengarme de ellos un poco, ¿sabes?

“¿Por qué? Lady Flora, el clima es verdaderamente hermoso hoy. ¿Vamos al jardín?”

“Si el oso quiere, ¡sí!”

Ange estuvo de acuerdo sin rastro de sospecha sobre mis motivos ocultos. Incluso Lady Flora estuvo de acuerdo con mi plan astuto con una sonrisa. Ver sus sonrisas me hizo sentir un poco culpable, pero bueno, estaban a bordo. Mi plan “El rey va a la habitación de Lady Flora pero no hay nadie” era una oportunidad.

Me imaginé la consternación del rey y de Ellelaura al no encontrar a nadie en la habitación de Lady Flora.

“Señorita Yuna, ¿pasa algo?” preguntó Ange. Supuse que se había dado cuenta de que estaba actuando diferente. Aparentemente, dejaría que mi alegría llegara a mi cara.

“No es nada.”

“¿Lo es? Bueno, Señorita Yuna, prepararé el té. ¿Puedo pedirte que vigiles a Lady Flora?”

Estuve de acuerdo. Ange asintió levemente con la cabeza y fue a preparar té.

“Lady Flora, ¿vamos al jardín?” Le ofrecí mi guante de oso a Lady Flora, que agarró con su diminuta mano. De la mano ahora, nos dirigimos a los jardines.

Por mucho que me hubiera gustado llegar allí sin que nadie se diera cuenta, nos cruzamos con al menos tres personas en el camino. Recé para que no le dijeran al rey hacia dónde nos dirigíamos.

Cuando llegamos allí, nos recibió la vista de hermosas flores multicolores. Este lugar seguro gritaba “jardín real”. Lo había visto antes, pero su belleza realmente me impresionaba esta vez también. Era un gran lugar para compartir una comida, aunque los habitantes del castillo eran las únicas personas con acceso a él. Ah bueno. Supongo que podría estar agradecida de poder compartirlo con alguien más hoy. Y oye, si este lugar hubiera estado repleto de turistas, no habríamos podido relajarnos y disfrutar de las flores.

Lady Flora estaba pasando el mejor momento de su vida mirando las flores. Las princesas y las flores eran una gran combinación, pero un traje de oso y flores no tanto. Incluso imaginarlo me hacía reír.

Tomé la mano de Lady Flora y me dirigí al centro del jardín, donde nos esperaba una mesa y algunas sillas. El lugar había sido acondicionado para tener conversaciones y comer. Incluso había un techo sobre la mesa por si llovía, y todo estaba dispuesto para que pudiéramos disfrutar de las flores. Incluso estaba protegido de la luz del sol con el techo, por lo que era un gran lugar para comer pastel.

O eso esperaba, pero alguien se nos había adelantado.

“Oh, Yuna y Flora. ¿Qué están haciendo aquí?” La reina estaba sentada sola, mirando hacia el jardín. ¿De verdad se suponía que debía estar sola? Por otra parte, estos eran los terrenos del castillo, por lo que probablemente era seguro.

“Estaba pensando en comer aquí en lugar de en la habitación de Lady Flora hoy”, dije. “¿Estamos en el camino?”

“Por supuesto que no. ¿Puedo unirme a ustedes?”

No era como si pudiera decir que no. Pero, ¿realmente se me permitía darle comida directamente a la reina? Supongo que era demasiado tarde para preguntar eso, considerando que le había dado de comer a Lady Flora toneladas de cosas, pero, aun así.

“¿Qué vamos a comer hoy, oso?” preguntó Lady Flora, tomando asiento a la derecha de la reina. Ahora asociaba completamente mis visitas con la comida. Tenía sentido, supongo. Llevaba comida cada vez que la visitaba. Era como alimentar a un pollito peludo.

“Es dulce y muy bueno. Pero por favor espera un momento, ¿de acuerdo?”

Había cuatro asientos alrededor de la mesa redonda. Antes de sacar el pastel, tomé medidas para asegurarme de que nadie pudiera tomar el último asiento, convoqué a Kumayuru y lo senté junto a Lady Flora en forma de cachorro. Luego hice que un Kumakyu en forma de cubo se sentara en la silla de al lado.

Ahora el rey no tendría dónde sentarse, aunque viniera. Todo lo que tenía que hacer era sentarme y poner a Kumakyu en mi regazo.

Era el plan perfecto… o eso pensaba. Pero mis planes se arruinaron en un instante.

“¡Un oso blanco! ¡Osito!”

Lady Flora saltó de su silla y abrazó a Kumayuru en el asiento de arriba, antes de sacar a Kumayuru del asiento segundos después. Esto no había entrado en mis planes.

“Oh, ¡qué adorable!” Ahora la reina estaba de pie y abrazando a Kumakyu.

Obviamente, no podía decirle a Lady Flora o a la reina que dejaran de hacer eso. Así que terminamos con asientos vacíos nuevamente.

“Oso, ¿es este el bebé del gran oso?”

Supongo que esta era la primera vez que Lady Flora veía a mis osos en su forma pequeña, ahora que lo pensaba.

“No. Los mismos osos, solo que más pequeños”.

“Wowwww…” Lady Flora apretó a Kumayuru. Estaba empezando a sentir que el pastel no iba a suceder. Pero parecía que se estaba divirtiendo, así que supongo que estaba bien.

Lady Flora corría por el jardín con Kumayuru. Tenía un poco de miedo de que se cayera. En cuanto a la reina, solo miró mientras abrazaba a Kumakyu.

“Es tan esponjoso y agradable al tacto”, dijo. Kumakyu parecía muy cómodo en los brazos de la Reina. Mientras tanto, no tenía nada que sostener, lo que me hizo sentir un poco sola. “Tus invocaciones son lindos, Yuna. Me gustaría tener alguna”.

“No voy a renunciar a ellos”.

“Oh, eso es desafortunado”. La reina apretó aún más a Kumakyu. Eso empezaba a parecer un poco incómodo para Kumakyu… Desearía que se detuviera.

Vimos a Lady Flora jugando con Kumayuru. Después de un rato, Ange apareció con té… y con dos intrusos.

“Ah, ¿vamos a comer aquí hoy?”

“Yuna, ¿qué tienes para nosotros?”

Eran ellos. El rey y Ellelaura. Los intrusos de siempre, juntos. Los últimos fragmentos del plan “El rey va a la habitación de Lady Flora pero no hay nadie” se disolvieron en la nada…

“¿Por qué están aquí?” Básicamente lo sabía, pero tenía que preguntar.

“Bueno, me dijeron que estabas aquí, así que dejé mi trabajo y fui a la habitación de Flora. ¿Acaso no lo sabrías? Me crucé con Ange. Ella me dijo que iban a comer aquí hoy”.

¿Por dónde empezar con eso? ¿El rey de todo el país dejaba su trabajo atrás por esto?

“Yuna, ¿qué es ese oso que juega con mi hija?” preguntó el rey mientras observaba a Lady Flora correr con el Kumayuru pequeño.

“Es mi invocación, Kumayuru. Creo que te lo mostré antes”.

“¿Ese es Kumayuru? Pero son de diferentes tamaños”.

Ellelaura se rio. “Oh, Yuna puede encoger a sus osos”. Después de todo, se lo conté a Ellelaura cuando estaba de guardia para esos estudiantes.

“Ven aquí, Kumayuru,” llamé. Kumayuru llegó corriendo y Lady Flora corrió detrás.

“Pensar que ese oso podría volverse tan pequeño”. El rey levantó a Kumayuru de mis pies. “Oh, y es suave”.

“¡Papá, no lo cojas!” Lady Flora agarró las piernas del rey y protestó.

¿No lo coja? ¿Qué tal si me quitan a Kumayuru? ¡Mis osos son familia!

“Está bien, es pesado, así que ten cuidado”. El rey entregó Kumayuru a Lady Flora. Lady Flora era más grande que los osos, pero aun así no podía cargar a Kumayuru y terminó cayendo sobre su trasero. Sin embargo, a ella no pareció importarle: sonrió y le dio a Kumayuru un gran abrazo de oso.

Abrazo de oso. ¿Cuándo me devolverían mi oso?

Si yo mismo recuperara a Kumayuru, podría ver a Lady Flora llorando en mi futuro.

Uhh, ¿qué iba a hacer?