Kuma Kuma Kuma Bear (NL)

AL DÍA SIGUIENTE de la degustación de pasteles en casa de Noa, volví con Nerín.

“Yuna”, dijo, “¿realmente vamos a aprender a preparar té en la mansión del señor?”

“Sí. Me aseguraré de que aprendas todo sobre preparar té, Nerin”.

“Pero ir a la mansión del señor…” Nerin se estremeció.

“No hay necesidad de preocuparse. Es la criada, Lala, quien nos enseñara, no Cliff o algo así”.

“¡Eso todavía me sigue poniendo nerviosa!”

Después de pensar dónde aprenderíamos a hacer té, considerando dónde estaban las herramientas, el té y la instructora, decidimos no pedirle a Lala que fuera hasta la tienda. Terminamos yendo a la finca. Sin embargo, no era como si pudiera dejar que Nerin fuera sola, así que decidí ir con ella.

“Um, ¿por qué estoy aquí también?” Fina preguntó insegura.

“Porque Nerin dijo que no quería hacerlo sola”, dije. Fina era básicamente la única persona para el trabajo, considerando su historial de visitas a la finca. “Además, ¿no son amigas Noa y tú?”

“Somos amigas, pero… ¿amigas? ¿Realmente puedo decir eso?”

“Yo creo que puedes. Si dijeras que no lo eres, definitivamente harías que Noa se entristeciera”.

“Está bien”, dijo Fina con un asentimiento feliz. “Bien.”

Una vez que llegamos a la finca de Cliff, Lala estaba allí para recibirnos.

“Las he estado esperando. Veo que también trajiste a Fina”.

Fina asintió con la cabeza. “Sí, gracias por recibirme hoy”.

“Ella es uno de los parientes de Morin”, dije. “Va a hacer el pastel en la tienda”.

“S-soy Nerin. Gracias por recibirme hoy”. Nerin inclinó la cabeza como Fina.

“Soy la criada, Lala, y es un placer para mí trabajar en esta finca. Soy yo quien está agradecida de tenerlas aquí”. Lala inclinó la cabeza y Nerin volvió a hacer lo mismo. “He terminado los preparativos. ¿Si pudieran venir por aquí?”

Nos llevó a la cocina. “He preparado tres variedades de té”, continuó. “Creo que cualquiera de estos quedaría bien con el pastel que ha hecho la Srta. Yuna, pero cada uno de ellos tiene diferencias sutiles en cómo deben prepararse. Tenga cuidado de recordarlas”.

“S-sí, señora”.

Lala le dio a Nerin una sonrisa amable. “No necesitas estar tan nerviosa”.

Y así, Lala comenzó su taller de preparación de té. Explicó las variedades de té, cuánto usar, la temperatura a la que hervir el agua y cuánto tiempo dejar reposar cada tipo de té. Mientras tanto, Nerin y Fina tomaban notas frenéticamente.

Para servir como ejemplo, Lala les hizo probar de inmediato el té que había preparado.

“Es delicioso”, dijo Nerin.

A mí también me supo muy bien, considerando que era más una amante del té que del café. “Realmente es bueno”.

“Um, me gustaría un poco de azúcar, por favor”, dijo Fina.

Lala se rio entre dientes. “¡Sírvete!” Le preparó otra taza con azúcar extra.

“Me dan ganas de comer algo dulce”, dijo Fina después de probarlo.

“Entonces, ¿te gustaría algo de esto?” Saqué el pastel de mi almacenamiento de osos y las tres tomamos el té junto con el pastel.

“Incluso los tés menos costosos combinan lo suficientemente bien con el pastel”, dijo Nerin.

“¡Mmhm! Es muy bueno”.

No parecía que la calidad del té fuera un problema.

“Ahora, preparen los tés para una persona a la vez, de la misma manera que lo hice yo”.

Pensé que Nerin se ofrecería voluntaria, pero negó con la cabeza. Terminé yendo primero. Bueno… sí aprendiera, sería capaz de disfrutar de un buen té desde la comodidad de mi propia casa, lo cual no estaría de más. Así que hice lo mejor que pude para preparar el té como lo había hecho Lala.

“¿Está bien?” Una vez que terminé, tomé la tetera y vertí el té con cuidado en una taza.

“Sí, excelente, señorita Yuna”.

“¿Podrías probarlo? ¿Como mi maestra?” Coloqué la taza de té frente a Lala.

“¡Ja! Te lo advierto, soy una crítica bastante dura”.

“Puedes tomártelo un poco con calma…”

Lala se rio al oír eso y tomó un sorbo lento y pensativo. “Señorita Yuna, ¿es la primera vez que prepara té? Sencillamente, es delicioso. Me atrevo a decir que puedo darle una calificación aprobatoria en su primer servicio”.

Vaya, ¿tan rápido? Bueno, ella me había enseñado cuánto té usar y a qué temperatura prepararlo, así que no había mucho espacio para errores.

Después de eso, Nerin y Fina se turnaron para preparar té. Los nervios de Nerin la afectaron al principio y lo arruinó, pero lo logró en el segundo intento.

“Parece que todas ustedes aprenden rápido”.

“Tenemos una buena maestra. Eso ayuda.”

Ella cubrió todo para nosotras con tanto detalle que me sentí segura de que podríamos preparar un gran té siempre y cuando siguiéramos sus instrucciones al pie de la letra. Me pregunto cuánto tiempo le tomó a Lala descubrir cómo hacer esto perfectamente.

“Me gustaría agradecerte de alguna manera, Lala. ¿Hay algo que pueda hacer por ti? ¿Darte todo el pastel que puedas comer o algo así?”

“Esa es una propuesta bastante encantadora, pero todo lo que pido es que de vez en cuando vengas a jugar con Madame Noire”.

“¿Estás seguro de que es suficiente?”

“Sí. No todos los días, por supuesto, pero parece que Madame Noire se divierte mucho cuando usted y Fina la visitan, señorita Yuna. Por favor, vengan”.

“Lo haré.”

“Yo también”, agregó Fina, “¡siempre y cuando a Lady Noa no le importe que venga!”

Lala sonrió. “Muchas gracias.”

Noa entró en la cocina mientras comíamos los pasteles y el té que habíamos preparado. “Oh, lo sabía. Yuna y Fina están aquí… ¡y encima están todas comiendo pastel! ¿Por qué no me llamaron? Esto es tan injusto”.

“Tenías tus estudios, Madame Noire”.

“No tenías que dejarme afuera solo por eso”.

“No era como si estuviéramos tratando de dejarte fuera”, le dije. “Y tú lo sabes. Vinimos para aprender a hacer té hoy”.

“Ugh, lo sé, pero… es injusto ver a todas divirtiéndose y comiendo pastel”.

“En ese caso, ¿qué tal si Fina y yo te preparamos un poco de té?”

“Mientras no sea amargo…”

Terminó bebiendo nuestro té y le gustó mucho. Sin embargo, cuando Nerin descubrió que Noa era la hija del Señor, simplemente negó con la cabeza. “Nunca podría preparar té para la propia hija del señor”.

Bueno, tendría que acostumbrarse. Noa iba a pasar por la tienda tarde o temprano, así que se comería el pastel que horneara Nerin y bebería el té que preparara de todos modos. Supongo que podría mantenerla en la oscuridad por ahora.

Aparte de la intrusión de Noa, el taller de té de Lala terminó sin mayores problemas.

Ahora todo lo que teníamos que hacer era practicar en casa y en la tienda. Como Lala había preparado las herramientas para hacer té, podía practicar en casa… y también podía hacerme un gran té cuando quisiera. El único problema era que era un poco molesto. Las bolsitas de té serían mucho más convenientes, pero eso no iba a suceder.

Gracias a la presentación de Cliff y al trabajo de Milaine, conseguimos el té para nuestra tienda a bajo precio. Realmente ayudaba conocer a los peces gordos como el señor y la maestra del gremio de comerciantes cuando parece que estás en apuros.

Después de consultar los detalles con Milaine, Tiermina y Morin, decidimos vender los pasteles ampliando el espacio del mostrador donde almacenábamos el pan.

El día del debut del pastel finalmente llegó y los clientes entraron en fila, con el objetivo de comprar el pan de Morin como de costumbre. Pero con ellos llegaron otros clientes que estaban allí por el pastel. Varios días antes, les habíamos pedido a los clientes que venían por el pan que probaran muestras gratuitas del tamaño de un bocado. De acuerdo, en parte era una forma de deshacerse de los pasteles de práctica, pero había valido la pena. Gracias a las muestras gratis, los pasteles se vendían como pan caliente.

Arreglamos las cosas para que fuera un poco más barato pedir el té con el pastel que por separado, una especie de combinación. Los clientes también podían comprar leche o jugo, por supuesto. También habíamos preparado algunas papas fritas saladas que podrían agregar como guarnición. Un combo de pastel y papas fritas, el más poderoso de todos los combos, aunque solo pensarlo me hizo sentir más pesada. Claro, era genial para el negocio dejarlos comer pastel, pero ¿tal vez también podría hacer un cartel que advierta a las personas sobre los peligros de comer en exceso?

Ehh, guardaría eso hasta que alguien como Milaine viniera y comenzara a comer seis rebanadas o más.

Tiermina calculó el precio en base a los ingredientes y el tiempo de cocción. Le pusimos un precio que fuera más que asequible para la gente común, pero aun así costaba más que un trozo de pan.

Quiero decir, teníamos que hacer algún tipo de ganancia.

La venta de pasteles iba bien: habíamos vendido con éxito todas nuestras existencias. Decidí no meterme con lo que estaba funcionando; primero quería ver cómo iban las cosas con el tiempo, luego consultar con Nerin, Morin y Tiermina. Cosas como esas.

“Estoy exhausta.” Nerin se dejó caer en un asiento.

“¿Cómo fue ver el pastel que tú misma hiciste siendo vendido?”

“Oh, me hizo muy feliz. Cuando veo a la gente comiendo mi pastel con una sonrisa, diciendo que lo disfrutan, me dan ganas de probar alguno mañana”.

“Parece que el té también es popular”, dijo Morin.

Tiermina asintió. “Nos mantuvo bastante ocupadas. Teníamos que prepararlo a medida que llegaran los pedidos”.

Eso no se podía evitar: no podíamos dejar el té reposar si queríamos que fuera bueno.

“Hará las cosas más fáciles si les enseñas a los niños cómo hacerlo la próxima vez”.

“¡Nerin, puedo aprender!”

“Yo también.”

“Ohh, todos ustedes son tan buenos niños”. Nerin les dio un gran abrazo de oso. Estuve de acuerdo con ella. Todos eran demasiado buenos.

“Nerin, todos”, gritó Karin en medio del descanso, “vamos a prepararnos para mañana en unos minutos”. Los niños respondieron enérgicamente y, en poco tiempo, estaban en movimiento nuevamente.

“Es agradable ser joven”, dijo Nerin con un suspiro. Vimos a los niños entregarse a su trabajo.

“Tienes quince años, Nerin, ¿verdad?”

“Ver a los niños me hizo sentir vieja”.

“Entonces, ¿Nerin? ¿Eso me convierte en abuela o algo así?”

“¿Tía Morin?”

Morin, que había estado escuchando la conversación, ahora miraba a Nerin.

“¡Um, en absoluto! ¡Eres joven, tía Morin! Nadie pensaría que eres una abuela”. Nerin agitó su mano frenéticamente de un lado a otro, negándolo tan fuerte como pudo.

“Si soy joven”, dijo Morin, “entonces tú debes ser aún más joven, Nerin”.

“Eso es…”

“Y a pesar de ser tan joven, ¿estás tratando de hacer que todos los niños hagan todo el trabajo por ti?”

“¡Comenzaré a preparar las cosas para mañana de inmediato!” Nerin volvió enseguida al trabajo.

Morin observó con una sonrisa. “Ella es mucho más diligente de lo que parece. No seas demasiado dura con ella”.

“Mientras ella se lleve bien con los niños, todo está bien para mí. Y tú la vigilas en lo que se refiere a eso, ¿no?”

“Si. Y me aseguraré de enseñarle bien”. Con eso, Morin volvió a su propio trabajo.