Kuma Kuma Kuma Bear (NL)

Volumen 7

Capitulo 169: El Oso Le Ofrece Pastel A Noa

CON NERIN habíamos practicado demasiado y terminamos con sobras.

Como no podíamos alimentar a los niños con pastel todos los días, lo había guardado en el almacén de osos… y pensé que Noa podría ayudarme con eso, así que fui a su casa. Ella podría ayudarme a deshacerme de mi inventario probándolo y, además, si solo se enterara del pastel después de que comenzáramos a venderlo en la tienda, definitivamente le daría un ataque.

Antes, cuando empezamos a vender pan de oso en la tienda, ella me regañó por eso. “¡Por qué no me dijiste!” Bueno, lo habría hecho si lo hubiera sabido. En realidad, desearía que me lo hubieran dicho a mí también.

La criada, Lala, me recibió cuando llegué a su finca. “Señorita Yuna, ¿qué la ha traído aquí hoy?”

“Traje un bocadillo delicioso. ¿Está Noa?” pregunté. Ella estaba en su habitación, así que Lala me guio.

“Señorita Noire, la señorita Yuna le ha traído un delicioso refrigerio”.

Cuando entramos en la habitación, Noa estaba sentada en una silla leyendo un libro. “¿Yuna?”

“Te traje un bocadillo. ¿Estabas estudiando?”

“¡¿D-de verdad?! Estaba a punto de tomarme un descanso, así que… ¡no!” Noa cerró el libro que había estado leyendo y corrió alegremente.

Lala parecía resignada.

“Si tienes algo de tiempo, Lala, ¿te gustaría comer con nosotros?” Tenía demasiado en mi inventario. Cuanto más pudiera deshacerme, mejor.

“¿Estás seguro de que puedo tener un poco también?”

“¡Por supuesto! Estamos planeando venderlo en la tienda, así que también me gustaría saber su impresión”.

“De acuerdo. Prepararé un delicioso té y me uniré a ustedes”. Lala se fue a preparar el té.

“Yuna, ¿qué tipo de bocadillo es este? ¿Es tan delicioso como el pudín?” Los ojos de Noa brillaron.

“Creo que es más como un panqueque. Es bueno, pero no de la misma manera que el pudín”.

“Estoy deseando probarlo.”

Mientras esperábamos, Noa me pidió que convocara a Kumayuru y Kumakyu para jugar, y su deseo fue mi orden. Ella jugaba con ellos felizmente.

“¡Kumayuru y Kumakyu son tan lindos!”

Mientras Noa jugaba con mis ositos, Lala volvió con el té preparado.

Comencé a prepararme también, sacando un pastel de fresas entero de mi almacenamiento de osos, cortándolo y emplatándolo. Lala sirvió el té a mi lado.

“Yuna, ¿qué es esto?”

“Como dije, es como un panqueque”. Forré la mesa con tres rebanadas. Lala colocó una taza de té negro al lado de cada rebanada.

“Incluso hay fresas entre los panqueques”, se maravilló Noa.

“Se llama pastel de fresas. Es genial con otras frutas también”, dije.

Luego, las dos tomaron sus tenedores, cortaron un trozo de pastel del tamaño de un bocado y se lo llevaron a la boca. En el momento en que comieron el pastel, sus expresiones cambiaron.

“¡Es delicioso!”

“Realmente lo está. Es muy suave y deliciosamente dulce. ¿Es esta cosa blanca lo que es dulce? En el momento en que das un mordisco, la dulzura se esparce por toda tu boca. Complementa bastante bien la acidez de las fresas”.

Lala me dio una evaluación precisa del pastel. Noa se limitó a disfrutar cada bocado.

“¿Estás ofreciendo este bocadillo en la tienda, Yuna?”

“Eso es lo que hemos planeado. Deberías venir a comer un poco, si quieres”.

“¡Sí, absolutamente lo haré!”

“Después de que termines tus estudios”, dijo Lala.

“Ugh”, Noa hizo un puchero, pero no dejó de comer el pastel. “Ciertamente es delicioso, pero es tan dulce que terminas con ganas de beber algo”.

Dio un sorbo al té negro que Lala nos había servido. La leche o el jugo habrían funcionado igual de bien, pero el té negro lo acompañaba muy bien.

“Este té es una buena elección”, reflexionó Lala mientras sorbía su propio té, “pero este refrigerio es tan dulce que me gustaría algo un poco más amargo”. Sí, estaba de acuerdo.

Pero Noa ya había agregado una porción decente de azúcar a su propio té. “¿Tú crees? Creo que un té negro más dulce es bastante bueno para mí”.

“Señorita Noire, eso es porque todavía es una niña. Tus gustos difieren de los de un adulto”.

“¡Uf, no lo hacen! Podría beber té amargo. Quiero decir, si me apeteciera”.

Noa terminó su té de un trago y le pidió a Lala que le sirviera otra taza. Lala sonrió mientras servía una taza nueva.

Mmm. Había estado tratando de averiguar todo tipo de cosas en lo que respecta al pastel, pero no había pensado en qué bebidas acompañarlo.

Aunque la leche o el jugo funcionarían, el té negro se adaptaría mejor a los gustos de los adultos. Pero no teníamos té negro en el menú de la tienda. Nuestro menú consistía exclusivamente en pan, por lo que las únicas bebidas que servíamos eran leche y jugo.

Si solo tuviéramos bolsitas de té para servirlo como lo hacíamos en mi viejo mundo, eso haría las cosas mucho más fáciles, pero por supuesto no teníamos nada de eso.

“Lala, ¿este té es caro?” Pregunté sobre el té que estábamos bebiendo actualmente. Si ya era caro, sería difícil servirlo en la tienda.

“Sí, este es nuestro mejor té negro. Está entre los favoritos del Maestro Cliff.”

“Estás bromeando”.

¿Me había servido té tan caro como ese?

“Tal vez sí”, dijo Lala con una sonrisa traviesa. Realmente no podía decir si hablaba en serio o no por la expresión de su rostro.

“Umm, entonces, ¿sería capaz de pagar este té? Creo que me gustaría servir un poco en la tienda, así que sería bueno si pudiera conseguir algo que no sea elegante”.

“El té económico es de baja calidad y carece de sabor”.

“¿Podría probarlo primero? ¿Solo para asegurarme?” No estábamos sirviendo a aristócratas en la tienda, por lo que podíamos ceder un poco en eso. No puedes complacer a todos todo el tiempo.

“Pero señorita Yuna, ¿sabe cómo servir el té?”

Sabía que no podías simplemente tirar algunas hojas y rociarlas con agua hirviendo, pero nada más.

“No puedes simplemente verter las hojas y el agua caliente, ¿verdad?”

“¡Señorita Yuna, no escucharé tal blasfemia del té! No puedes saborear el sabor del té tan fácilmente. Debes determinar la cantidad de hojas en función del número de personas a las que atiendes y debes controlar la temperatura del agua”.

Lala empezó a sermonearme sobre el té muy en serio. Hmm, parecía que no podías servir un buen té sin trabajar para ello. Supongo que eso dificultaría servir té en la tienda, sin importar el tipo que compre.

“Señorita Yuna, ¿está escuchando? Servir té requiere una cierta cantidad de arte. El té hecho sin pensar es apto para ser vertido en las malas hierbas”.

Wow, realmente estaba sirviendo el té en el té. Miré a Noa, parecía totalmente sorprendida, solo comía pastel y bebía té como si fuera normal.

Después de ese asunto, mientras comíamos el pastel y charlábamos, Cliff pasó por la habitación de Noa.

“¿Padre?”

Lala se levantó de inmediato e inclinó la cabeza cuando vio a Cliff.

Hablé de inmediato. “Le pedí a Lala que se uniera a nuestra degustación, así que no te enojes con ella”.

“No me enojaría por algo tan insignificante como eso, aunque no estoy seguro de poder decir lo mismo de nuestro mayordomo, Rondo. Ahora… ¿qué están comiendo?” Miró con curiosidad el pastel.

“Es un regalo que estamos planeando vender en la tienda”, dije. “¿Está bueno?”

“¡Fue muy dulce y bueno!” Noa intervino.

“Sí, mi señor. No se puede comparar con el budín de antes, pero estaba delicioso”.

“Si te gustan los dulces”, le dije, “¿te gustaría un poco?”

Cliff se quedó mirando el pastel sobrante. “Sí, supongo que lo haré”.

Lala preparó té para Cliff mientras se sentaba.

Ella se movía maravillosamente. Incluso a los ojos de un aficionado al té como yo, no parecía que desperdiciara un solo movimiento mientras vertía.

“Es delicioso.”

“¿No demasiado dulce? También estaba pensando en hacer un pastel un poco menos dulce”.

“Supongo que es bastante dulce, ya que lo preguntas, pero es delicioso de todos modos. Pero pide un poco de té”.

Cliff tomó un sorbo del té que Lala había servido.

“También me gustaría servir té en la tienda, pero parece un gran problema servirlo. Así que… tengo algo que me gustaría pedirte, Cliff”.

“¿Qué es?”

Miré a Lala. Si iba a servir té en la tienda, quería que fuera bueno. “Me gustaría que Lala me enseñara a hacer té”.

“¡¿Te ​​gustaría que hiciera eso?!”

“Incluso si compro hojas de té realmente buenas, incluso los pequeños errores en la forma en que lo prepare alterarán el sabor, ¿verdad? Por eso esperaba que me enseñaras a prepararlo correctamente, Lala”.

“¿Qué piensas, Lala? El té que sirves es ciertamente delicioso”.

“Lord Cliff…” Lala parecía profundamente conmovida.

“Puedes hablarlo con Lala si lo deseas. Si tiene tiempo, no me importa”, dijo Cliff amablemente.

“¿Qué tal mañana entonces? Debería tener listo el té y las cosas que necesitas para servirlo para entonces”.

También prepararían un té a un precio razonable que pudiera servir en la tienda.