Kuma Kuma Kuma Bear (NL)

AL DÍA SIGUIENTE después de terminar mi desayuno, me dirigí a la finca para despedirme de Shia y Ellelaura.

“Yuna, por favor visítanos la próxima vez que vengas a la capital. Tú también puedes venir cuando quieras, Fina”.

“Sí, pasaré por aquí”.

“Gracias por todo, Lady Shia”.

“Gracias, Yuna. Todavía hay algunos lugares en el castillo que no le he mostrado a Fina. La próxima vez, tal vez no seamos interrumpidas por ningún entrometido”.

“De acuerdo”, respondió Fina, pero parecía preocupada. ¿Realmente el rey había sido tan terrible con ella? Pobrecita. Tenía que protegerla la próxima vez que fuéramos al castillo.

Vimos a Shia y Ellelaura salir a la academia y al castillo a trabajar, respectivamente. De allí, Fina y yo partimos hacia la herrería de Ghazal en la capital.

Fina se aferró a mi guante de oso cuando comenzamos a caminar.

Tal vez se había sentido sola después de separarnos por un tiempo. Dejé que tomara mi mano, no tenía razón alguna para quitármela de encima, ¿sabes?

“¿Todavía vamos a casa, Yuna?” Fina me preguntó mientras caminábamos en una dirección que no era hacia la casa de los osos.

“Quería pasar por el lugar de Ghazal una vez antes de regresar”.

Quería preguntarle algo a Ghazal, y también estaba el cuchillo de mithril.

Tenía algo de mithril ahora después de matar a ese golem.

Con Fina sosteniéndome de la mano mientras caminábamos, llegamos a la herrería de Ghazal.

“Perdón. ¿Ghazal está aquí?” Llamé.

Ghazal salió del interior. “Me preguntaba quién era, y aquí te encuentro, muchacha de aspecto extraño”.

“Buenos días.”

“¿Qué te ha traído a esta hora tan temprana?”

No era tan temprano. ¿No trabajaba mucha gente en este momento?

“Supongo que vine para hacerte saber que la situación del golem en las minas está resuelta. El mineral debería empezar a llegar en poco tiempo”.

“No querrás decir… ¿fue eso obra tuya?”

“Ayudé un poco”.

Le di un resumen simple de lo que había pasado en las minas.

“Un golem de mithril,” dijo finalmente. “No puedo creerlo. ¡Y para que tú seas la que lo eliminó!”

No era tan sorprendente, pero le dejé tener eso. “De todos modos, pensé que podría pedirte un cuchillo de mithril con los materiales del golem. ¿Puedes hacerlo?”

“Será mejor que le preguntes a Gold. Como vive en la misma ciudad, creo que sería más conveniente”.

“Solo tenía curiosidad. Pero por lo que dijiste, ¿no llevaría un tiempo fabricar un arma de mithril?”

“Sí, trabajar con mithril es complicado”.

“Bien. Así que pensé que podría encargarlos tanto a ti como a Gold. Estaba pensando en hacer dos cuchillos para desmantelar y dos cuchillos para pelear”.

“Entiendo por qué, pero estás viviendo en Crimonia. Yo diría que es mucho menos complicado para ti ir a Gold, con el tiempo de viaje entre aquí y allá”.

“Está bien. Tengo una manera de llegar aquí de inmediato”. Amo esa puerta de transporte de osos.

“Veo. Si estás segura, no escucharás reparos de mi parte”.

“Gracias. En ese caso, sacaré el golem de mithril.”

Saqué el golem de mithril arrugado de mi almacenamiento de osos y lo coloqué en el pasillo de la tienda.

Apenas cabía.

“¿Esta es la bestia?” Ghazal se acercó al golem colapsado para comprobarlo. Sostuvo un brazo y una parte del cuerpo y los inspeccionó. Parecía serio. Ghazal miró las secciones destruidas del golem. Entonces dijo algo inesperado.

“¿Qué es esto… esta imitación?”

“¿Imita-qué?” Incliné la cabeza, desconcertada.

“¡Exactamente! Este es un golem de mithril, y no es un golem de mithril”.

“Um”.

Ghazal me mostró una parte del golem de mithril que sostenía. “Aquí y aquí, el color de la sección transversal es diferente”. Señaló una sección transversal con su grueso dedo. Tenía razón: el color realmente era diferente. “El exterior es mithril, pero el interior es hierro”.

“¡¿Qué, en serio?!”

“No te estoy mintiendo. Si regresas a Crimonia, Gold también verificaría esto.”

No pensé que estuviese mintiendo, pero… ¿el metal interior del golem era hierro? Supongo que “imitación” tenía algún sentido, entonces…

“Pero hay mithril en él, ¿verdad?”

“Alrededor de la mitad, o tal vez un tercio”.

Bueno, si ese dios realmente había creado este golem, entonces dios era un verdadero tacaño. ¿El exterior era mithril, pero el interior era hierro? ¿No era eso como emplatar? Era como luchar contra un golem de oro y descubrir que solo estaba dorado. Vaya timo.

“¿Quieres que te haga un cuchillo de carnicero, dijiste?”

“Eso es lo que quería, pero ¿puedes hacer dos cuchillos de combate?”

“¿Dos de ellos? ¿Tanto para ti como para la chica?”

“No, no. Ambos serían para mí. Quiero uno para cada mano”.

Empecé a querer cuchillos después de ver la forma en que peleaba Senia. Fue genial verla matar golems de hierro mientras empuñaba dos armas.

“¿Luchas con dos armas entonces?”

“Sí.”

“Lo suficientemente justo. Usted los ordena, y eso es todo. Está bien, extiende tus manos”.

Extendí mis manos justo cuando dijo, guantes de osos listos.

“¿Quieres ponerme en ridículo? Te dije que me mostraras tus manos porque quiero saber su tamaño y forma. Necesito hacer cuchillos adecuados para ellas”.

“Pero sostengo cuchillos con estos guantes”. Abrí y cerré las bocas de mis guantes.

“Puedes hacer eso más tarde. Quítate esos extraños guantes y muéstrame tus manos, muchacha”.

Jeje, bien. Me quité mis guantes de oso y le mostré mis manos. “Mmm. Muy pequeñas.” Ghazal tocó mis palmas. Se sintió un poco raro. “Y son suaves. ¿De verdad vas a pelear sosteniendo cuchillos con estas manos?”

“Principalmente uso magia, pero sí”.

“Entonces supongo que está bien. Pero no me vengas a llorar si no entrenas y te sangran esas manos de bebé que tienes. Bueno, tengo el tamaño de tus manos. A continuación, muéstrame de nuevo con esos extraños guantes”.

Me equipe mis guantes de oso. Ghazal puso su mano en la boca de mis osos y miró mis palmas. “Buen material.”

“¿Puedes decirlo?”

El asintió. “Hmm. Muy bien, casi lo tengo. Entonces, ¿tienes prisa?”

“No tengo prisa. Está bien si te tomas tu tiempo.” Pregunté aproximadamente qué día estarían completos y si estaría bien si regresaba para entonces.

“Ah, pero ¿con qué tipo de mithril vamos? Por lo que dijiste, ¿tal vez el tipo maná?”

“¿Tipo de mithril?” Incliné la cabeza.

“¿Ibas a hacer un arma de mithril sin siquiera saber sobre los tipos de mithril?”

No podía evitarlo: las armas de mithril no habían tenido tipos en mi juego.

Ghazal me dio una explicación, ya que no tenía ni idea.

“En primer lugar, puedes extraer la fuerza pura del mithril y concentrarte en el filo de la hoja. Esto se llama el tipo especializado en mithril. Generalmente es usado por personas que no pueden usar magia. Para el otro tipo, puedes mezclar el mithril con pociones mágicas y complementarlo con maná. Ese es el tipo de maná. Estos son utilizados por personas que pueden usar magia. Dado que el mithril de tipo maná se mezcla con otros materiales, no es tan resistente, pero puedes endurecerlo si lo complementas con maná”.

“Todos tienen algo de maná, ¿verdad?” Si no lo hicieran, entonces no podrían iluminar las gemas de maná de luz ni obtener agua de las gemas de maná de agua.

“No es lo mismo. Si no has dominado la magia hasta cierto punto, no puedes usar mithril de tipo maná”.

Así que necesitabas mucho maná para usar mithril de tipo maná. “Okey. ¿Con cuál crees que debería ir?”

“Depende del usuario. Por lo general, cuando un arma especializada en mithril choca con el tipo de maná de un portador, el mithril especializado gana… pero si el arma está hecha de mithril de tipo maná, imbuido con maná, su fuerza cambia para adaptarse al usuario. Si no puedes usar magia, ve con el tipo especializado. Si tienes confianza en tu maná, ve con el tipo de maná”.

Ghazal continuó con su explicación detallada. No tenía ni idea de que existieran estas distinciones. En ese caso, me quedaría con…

“Cuchillos de mithril tipo maná, por favor”.

“Entonces te conseguiré dos cuchillos de mithril”. Ghazal cogió parte del golem de mithril. Era solo una pieza, pero parecía pesada y, sin embargo, la levantó sin problemas. ¿Eso era cosa de los enanos?

“Devolveré lo que sobre”.

“Entonces, ¿cuánto costará?”

“Ah, sí. Ya que proporcionaste tu propio mithril, alrededor de…” Enumero algunas cifras.

No sabía la tasa de mercado, pero me sonaba bien. No pensé que Ghazal estuviera tratando de aprovecharse de mí ni nada.

“Bien. Entonces puedes pagar cuando recojas los cuchillos”.

“Está bien, pagaré la próxima vez que venga”.

Habiendo terminado la discusión sobre el pago, volví a pensar en los golems de hierro. “Ah, sí. ¿Quieres un recuerdo?”

Puse las sobras del golem de mithril en mi almacenamiento de osos y saqué un golem de hierro que había derrotado con un golpe de oso eléctrico. La criatura se alzaba en el pasillo.

“¿Qué es esa cosa?”

Ghazal se sorprendió cuando vio el golem de hierro. Bueno, supongo que daría miedo ver un golem de hierro prístino aparecer de la nada.

“Es un golem de hierro. Pensé que realmente podría unir el lugar. Si estuviera parado en la entrada, ¿no encajaría eso realmente con tu estética?”

“¡¿Quieres asustar a mis clientes?!”

“Simplemente pensé que era una buena idea. Si el golem estuviera sosteniendo una espada y un escudo, creo que realmente llamaría la atención; ser buena publicidad.”

“¿Y qué, se supone que es mi puerta?” Ghazal estaba asombrado. “Además, no puedo aceptar algo tan caro gratis”.

“Está bien. Tengo un montón de ellos.”

No tenía muchos usos para los golems de hierro. Podría soportar perder uno.

“¿Tienes muchos golems? ¿Quién eres? Gold dijo en su carta que, a pesar de tus apariencias, eras una excelente aventurera y debería echarte una mano”.

“Solo soy una aventurera de rango C”.

“¿Eres solo un rango C? ¿Y la gente cree eso?” Ghazal miró dudoso mi traje de oso. “Está bien. Tomaré el golem de hierro como pago por los cuchillos de mithril. Daré mantenimiento a esos cuchillos sin cargo”.

“Pagaré la tarifa”.

“No lo necesito. Pero quiero que sepas que, si esa cosa interfiere en el negocio, me desharé de ella”.

“En ese caso, lo pondré en la esquina de la tienda”. Me esforcé un poco con mis guantes de oso y moví el golem de hierro a la esquina. “No debería interponerse en el camino aquí”.

Miré por encima del hombro. Fina y Ghazal me miraron con asombro. “¿Qué pasa?”

“Yuna…”

“Eres increíblemente fuerte a pesar de esas suaves manos tuyas”. Oh, claro. Supongo que las niñas frágiles normalmente no podrían levantar golems de hierro.

“Bueno, eh”, dijo Ghazal, “me pondré manos a la obra. Puedes venir a recogerlos cuando estén terminados”.

Cuando iba a salir de la tienda, recordé algo. “Ah, claro. ¿Puedo mostrarte algo, Ghazal?”

“¿Qué es?”

Saqué el Bearyllium que obtuve después de matar al golem de mithril de mi almacenamiento de osos. “¿Sabes qué tipo de piedra es esta?”

Le entregué el Bearyllium a Ghazal, quien lo tomó y lo inspeccionó de cerca. Por si acaso, me guardé el nombre Bearyllium para mí. Si nadie lo conocía por ese nombre, no quería que la gente pensara que lo había llamado yo misma.

Ghazal miró al Bearyllium desde diferentes ángulos antes de finalmente negar con la cabeza. “Hasta donde sé, nunca lo había visto antes”.

¿Ni siquiera un enano reconocía este material? ¿Qué era exactamente el Bearyllium?

“Cayó donde derroté al golem de mithril”. Más exactamente, había sido enterrado.

“Veo que no es una piedra ordinaria, pero no sé nada más al respecto. Tal vez mi maestro lo sepa”.

“¿Tu maestro?”

“Sí, en mi ciudad natal. No es alguien a quien pudiera consultar de inmediato”.

“¿Dónde está tu ciudad natal, Ghazal?”

“Un pueblo cerca de las minas donde se han reunido los enanos. Allí estudié la técnica de herrería de mi maestro”.

“¿Un pueblo donde los enanos se han reunido? ¿En serio? Oooh, ¿está lejos?” Un pueblo de enanos, como en una fantasía. Tenía que ir allí.

“Es todo un viaje, sí”.

“¿Puedes decirme dónde está?”

“¿Quieres ir?”

“Algún día, sí”.

Tenía que visitar la ciudad de los enanos, oh, y también el país de los elfos. Me preguntaba si Sanya me diría dónde estab. Mi emoción crecía por momentos.

“Si realmente vas, te escribiré una carta de presentación para mi maestro”.

“¡¿En realidad?! Sí, por favor.”

“En ese caso, lo tendré listo cuando vengas a buscar tus cuchillos”.

“Gracias.”

Pueblo enano. ¡Había un pueblo de enanos!