Neechan Wa Chuunibyou (NL)

Volumen 1

Capitulo 4: Familiares, Barreras, Auras, Monstruos Y Una Sociedad De Cazadores De Monstruos

Parte 2

“¿Quiénes vinieron? ¿Cuál fue la prueba?”

“La sociedad de cazadores de monstruos. Si hubiera pasado la prueba, podría haberme unido a ellos.”

“¿Sabían sobre Noro?”

“No lo creo. La prueba consistía en que encontrase y matara a un monstruo por mi cuenta. No he tenido ningún contacto con ellos desde que comenzó la prueba.”

“Está bien. No le digas a nadie sobre Noro o sobre esta sociedad tuya.”

“Sí, no lo haré. Ahora que he fallado, han terminado conmigo.

Apuesto a que nunca los volveré a ver.” Dijo Rokuhara con timidez.

“Tengo algunas preguntas más.” Respondió Yuichi. “¿Qué hay con esos esqueletos? ¿Y qué pasaba con el patio?” Parecía que el mismo Rokuhara ya no era una amenaza, pero aun así podría tener que lidiar con esos fenómenos misteriosos de nuevo.

“Los esqueletos eran familiares. Los estaba tomando prestados. Un lanzador de hechizos puede sacarlos de la tierra y ordenarles. Por supuesto, aprendí rápidamente que no era tan difícil…”

Yuichi comprobó la maleza donde había escondido los esqueletos. Todo lo que quedó fueron montículos de tierra. Parecía que estaban hechos de tierra, tal como dijo Rokuhara.

“¿Qué pasaba con el patio?”

“¡Estaba   llegando   a   eso!   ¡Cálmate!   Eso   fue   una   barrera.

¿Recuerdas  ese  gatito  en  mi  hombro?  Era  un  familiar  que  se especializaba en barreras mágicas. Las barreras mantienen a los monstruos sellados, y no puedes ver lo que está pasando en una desde el exterior.”

Yuichi recordó su intento fallido de escapar con Aiko. Tal vez hubiera podido salir si no la hubiera estado cargando. Podría haber sido su vista especial lo que le había permitido ver lo que estaba sucediendo dentro.

“¿Qué pasó con los familiares? ¿Todavía están en algún lugar?”

“Como dije, no eran muy duros. Fueron eliminados con facilidad. Sin ningún familiar, no puedo luchar. Fue entonces cuando supe que había fallado.” Rokuhara apretó los dientes con frustración.

La mención de que los familiares fueron “eliminados” llamó la atención de Yuichi.

“¿Había otro monstruo por aquí además de Noro?” Como alguien más que había sido arrastrado a este mundo de no humanos, probablemente debería saberlo.

“Sí. Tenía un cuerno, así que probablemente es un Oni. Tenía un uniforme escolar de cuello alto con botones. Debe estar cerca de nuestra edad. Tenía un aura realmente negra, una bastante siniestra…”

“¿Pero era un monstruo? ¿Cómo saliste con vida después de que te golpeara?”

Rokuhara se rio amargamente. “¡Dijo que no comía hombres! Dejarme ir fue un acto caballeroso. Maldita sea… ¿Ya hemos terminado? Estoy harto de hablar de esto.” Rokuhara se movió para irse, pero luego le devolvió un último pensamiento. “¡Y no le hables a tu hermana sobre mí!”

Familiares,  barreras,  auras,  monstruos  y   una  sociedad  de cazadores de monstruos…

Fue como si una de las fantasías de Mutsuko cobrase vida. Yuichi ya estaba harto de eso.

***

“Y eso fue lo que ocurrió.”

Aiko se había encontrado con Yuichi en el techo después de clase. Estaba apoyada contra la cerca de alambre, mirando al cielo. Yuichi estaba a su lado, haciendo lo mismo.

“Por lo tanto, parece bastante improbable que te vuelva a perseguir.” Terminó.

“Pero también suena como… ¿Qué alguien más podría?” Dijo Aiko. Había mencionado una sociedad de cazadores de monstruos. Eso significaba que alguien más podría intentar atacarla.

“Sí, podrías querer evitar estar sola por un tiempo.”

Yuichi había acompañado a Aiko a casa el día anterior y la acompañó a la escuela esa mañana. Él debe haber estado realmente preocupado por ella. Ella estaba agradecida por la amabilidad.

“Pero supongo que no puedo estar contigo todo el tiempo… Si pasa algo, llámame.” Dijo Yuichi. Sacó su teléfono celular, y Aiko hizo lo mismo. Intercambiaron números.

Es extraño que… Sakaki no parezca tímido con las mujeres… pensó. Yuichi pidió su número como si no fuera nada fuera de lo común.

“Monstruos aparte, ¿qué hay de Takeuchi? ¿Estás haciendo algo en particular por ella?”

“Todo lo   que   puedo   hacer   por   ahora   es   vigilarla.   Noro,

¿recientemente has oído hablar de algún asesinato espeluznante en el área?”

“No… creo que no.” Recordó lo que había oído en las noticias últimamente. No había habido informes de asesinatos o muertes inexplicables que ella pudiera recordar.

“Sí, supongo que no. ¿Crees que realmente mata a la gente?”

“Ni idea. Eres la única persona que conozco que piensa que es una asesina serial.” Aiko no estaba completamente convencida de que las habilidades de Yuichi fueran reales, pero no planeaba intentar confirmarlas. Si los dos miraban más profundamente y resultaba ser cierto, podrían terminar empeorando las cosas.

“Bueno, ella lo admitió.” Dijo.

“Bueno, yo no estaba allí. Pero, quiero decir, creo que viste lo que dices que viste.”

“Sí, bueno. No hay pruebas ni nada.” Esta tuvo la intención de ser una reunión de estrategia, pero rápidamente se quedaron sin material. “No hay nada que podamos hacer sobre mi problema de inmediato, así que hablemos de tu hermano. ¿Está trabajando en algo? Respecto a su… ¿dominación mundial?”

“… Compró una capa negra con forro rojo…” Aiko se avergonzó de decir las palabras. ¿Dónde había comprado eso?

“Um, ¿así que él es del tipo al que le gusta antes lucir bien?” “Él estaba practicando agitar la capa frente al espejo…” “Mira… ¿tal vez esté bien si sólo lo dejamos ser?”

“Estoy empezando a pensar que tienes razón… Al menos, estoy comenzando a darme cuenta de por qué querías tener a alguien con quien hablar. Se siente mucho mejor que sólo pensar sobre eso en solitario.”

“No hay problema. Me alegro de poder ayudar… quiero decir, parece que ambos tenemos problemas familiares.” Aiko estaba a punto de ofrecer su sincero acuerdo, cuando la puerta del techo se abrió de golpe y una estudiante salió corriendo.

Era delgada, alta y hermosa, con su largo cabello sujeto por varias horquillas. Honestamente, para Aiko esa cantidad parecía un poco excesiva, pero se veían bien en ella.

La chica vio a Yuichi y caminó directamente hacia él. “¡Ahí estás, Yu! ¡Te dije que vinieras a la sala del club!”

Yuichi miró a los ojos a la chica con un suspiro. “Nee-chan…

Estaba en camino, pero…”

“Um, ¿esta es tu hermana mayor, Sakaki?” Preguntó Aiko. “Sí.” Admitió Yuichi, con aire de resignación.

Aiko sintió otro golpe en su autoestima. Era un poco irritante lo hermosas que eran sus dos hermanas.

Mutsuko Sakaki. La hermana mayor de Yuichi. La que llenaba su maletín con todas esas herramientas extrañas…

“¿Eh? Estas con una chica… ¡Felicidades! No te preocupes, no voy a estorbarte. ¡Sé cómo va! ¡Sí, sabía que obtendrías una novia en el momento en que entraras en la escuela secundaria!”

“¡No es eso!”

“¡Hoy puedes olvidarte del club! ¡Ustedes dos vayan y sean felices! Este es el material del día, así que échale un vistazo cuando tengas tiempo, ¿ok?”

Mutsuko le dio un fajo grueso a Yuichi. Parecía una fotocopia de algún tipo de manual. “¿No puedes darme eso en casa?” Protestó. Aiko trató de echar un vistazo, y Yuichi se lo termino dando.

“¿Eh? ¿Estás seguro?” Preguntó Aiko. “No lo quiero.” Replicó Yuichi.

Aiko tampoco estaba especialmente interesada, pero ahora que lo tenía en las manos, era demasiado tarde.

Ella echó un vistazo a través del fajo. Cada página estaba llena de diagramas y jerga.

“¿Eh? ¿Qué es todo esto?” Ella no pudo evitar preguntar.

Mutsuko respondió con el aire de un experto. “¡Son manuales de mantenimiento de ascensores! Tengo uno de cada empresa que los hace. ¡También tengo de escaleras mecánicas!”

“Um, pero ¿por qué…?”

“¡Para sobrevivir! ¡Nosotros, el club de supervivencia, pensamos que es importante estar armados con la información para sobrevivir en cualquier situación!”

“¿Supervivencia? ¿Exactamente sobrevivir a qué?” Yuichi interrumpió.

Mutsuko ignoró esto y continúo. “¿Sabías que lo que hacen en las películas donde sales por una escotilla en el techo es imposible?

¡Mira, no puedes abrirlos desde adentro! Miro mucho los techos de los ascensores, ¡lo sé! Por lo que tendrías que aguantarte si alguno se atasca, ¿verdad?”

“Sí, me acuerdo… cada vez que estás en un ascensor, terminas estirando el cuello por todas partes…”

“Pero los ascensores tienen un compartimiento en su parte inferior

¿Lo sabias? ¡Están allí como compartimentos! Así que, si se trata de eso, ¡puedes esconderte en uno de esos!”

“Um… ¿No se supone que normalmente están cerrados?” Yuichi gruñó de frustración.

Aiko nunca había oído hablar de tal cosa. Pero si hubiera puertas como esa, tendrían que estar cerradas.

“¡Sólo tienes que forzar la cerradura!”

“Y… dijiste ‘si se trata de eso’. ¿Exactamente de qué nos estamos escondiendo?”

“… Zombis, ¿supongo? ¡Los zombis son bastante tontos, así que probablemente no podrían encontrarte allí!” La mandíbula de Aiko se redujo lentamente mientras Mutsuko continuaba su interminable discurso del ascensor. Podía ver a qué se refería Yuichi cuando la llamó “un caso desafortunado”.

“Ah, y he oído que los ascensores más nuevos tienen escotillas de escape laterales. Te dejaran pasar al siguiente ascensor. ¡¿No sería una gran aventura?!”

“Uh eh.”

“Y las escaleras mecánicas, ¡oh! ¡Debajo tienen ejes de mantenimiento! Entonces, si un techo se derrumba y no puedes pasar por arriba, ¡podrías pasar por debajo! ¡Esta es información realmente útil!”

“¡Acabas de leer eso en un manga!”

“Sakaki… ¿Exactamente quién es tu hermana…?” Aiko se calló, mirando a Yuichi en busca de ayuda. Ella estaba completamente perdida.

“Ah… Um, mi hermana es la presidenta del club de supervivencia.”

“Correcto.”

“Es un club donde hablan de estupideces.”

“¡Te equivocas!” Gritó Mutsuko. Su actitud hizo un giro de 180°. “¡Este conocimiento es necesario para sobrevivir a nuestra era moderna! Sismos repentinos, riesgos biológicos, asesinatos en serie en islas aisladas, ataques alienígenas, ser arrastrados a mundos postapocalípticos o de fantasía… ¡hay todo tipo de peligros ahí fuera! Simulamos y discutimos una variedad de situaciones para saber cómo protegernos. ¡De eso se trata el club de supervivencia!”

“La mayoría de esos casos no existen. Los extraterrestres no existen, y nadie está siendo arrastrado a otros mundos.” Dijo Yuichi con desdén.

En principio Aiko estaba de acuerdo con él, pero los vampiros sí existían, y ayer ella había visto criaturas no muertas. Era un poco difícil simplemente rechazar el resto de los casos.

“¡También hacemos más que hablar! ¡Esta es la tarea de hoy!

¡Practicaremos pasar por debajo de las escaleras mecánicas usando estos manuales de mantenimiento!”

“Te lo ruego… no andes por la ciudad jugando con escaleras mecánicas basándote en cosas que lees en mangas…” Yuichi le suplicó.

“¡No te preocupes! ¡Tenemos ayuda de los fabricantes! ¡Es un verdadero viaje de campo!”

“¿Cómo te motivas tanto?” Preguntó rotundamente.

“Oye… En serio ¿exactamente quién es tu hermana?” Aiko le susurró a Yuichi. Era difícil creer que un estudiante normal de secundaria pudiera ponerse en contacto con los fabricantes de ascensores o escaleras mecánicas.

“Me supera. No sé nada sobre sus conexiones personales, o de dónde obtiene su dinero…” Respondió.

“¡También practicamos carreras! ¡La supervivencia requiere resistencia! Y también entrenamos nuestra fuerza de agarre y nuestra fuerza de brazo, ¡lo cual es realmente útil si terminas colgando de una repisa! ¡Hablando de eso, nunca pregunté tu nombre! ¿Cuál es?”

“… Aiko Noro…”

Aiko se encogió un poco ante el entusiasmo ilimitado de Mutsuko.

“Oh, Noro, ¿eh? ¡Qué nombre tan lindo! ¡Me hace pensar en el norovirus!”

“… Eso podría ser… lo más grosero que se podrías decir…” Yuichi gimió, agachando la cabeza.

Aiko compartió el sentimiento. Nunca antes la habían llamado virus.

“Entonces, eso significa que también te unirás al club de supervivencia, ¿verdad, Noro?”

“¿Huh?” La absoluta falta de lógica hizo que la mandíbula de Aiko cayera. “¡¿De dónde sacaste esa idea?!”

“¡Prepararé tu formulario de entrada! Deja que Yu se encargue de ello, ¡así que llénalo y dáselo!” Con eso, Mutsuko se volvió y se fue. Justo cuando sentía que nunca dejaría de hablar, ella se había ido. La cabeza de Aiko aún daba vueltas por el torbellino de entusiasmo.

“Um…” Dijo ella.

“Supongo que ahora ves el panorama completo.” Murmuró Yuichi.

“Sí…” Aiko miró fijamente la puerta por la que había pasado Mutsuko, y asintió.

***

Después de que su hermana se fue, Yuichi decidió irse a casa. Si él no tenía que ir a su club, no había razón para quedarse en la escuela.

“Iré a tomar mi maletín. ¿Te adelantaras?” Le preguntó a Aiko. Ella podría tener algún asunto con el cual tratar. Estaba un poco preocupado, pero no necesariamente podían caminar juntos a casa todos los días.

“No hay razón para caminar a casa por separado.” Respondió ella. La ruta a casa era más o menos la misma para ambos, pero la casa de Aiko estaba aproximadamente a diez minutos de la de Yuichi.

Yuichi bajó las escaleras y se dirigió al salón de clases. Aiko estaba siguiéndolo unos segundos atrás, con su propio maletín en la mano.

Él abrió la puerta. Alguien estaba allí.

Era un chico, vestido con un uniforme escolar y una gorra de béisbol. Estaba sentado en la parte de atrás del aula vacía en el escritorio de Yuichi.

En el momento en que Yuichi lo vio, cerró la puerta de golpe.

Yuichi se agachó, rodó hacia atrás contra la pared y gritó: “¡Noro, agáchate!”

Algo silbó en el aire, haciendo dos agujeros a través de la puerta de madera antes de golpear la pared detrás de él. Empalados en lo profundo del concreto, vibraban del impacto.

Fueron un kunai y un shuriken largo y delgado, armas generalmente empleadas por ninjas. Era como si hubieran brotado de la pared, justo en el nivel donde la cabeza de Yuichi había estado hacía un momento.

“¿Eh?” Aiko miró en shock.

“¡Te dije que te agacharas! … Bueno, supongo que es demasiado tarde. ¡Salgamos de aquí!” Yuichi se levantó, tomó la mano de Aiko y comenzó a correr.

“¿Eh? Ah ¿Qué?” Gritó Aiko, dejándose arrastrar. Parecía demasiado confundida para hacer otra cosa.

“¡Es un asesino serial!” Gritó. “¿Eh? ¿Takeuchi?”

“¡No! ¡Es Asesino Serial II!” Sin detenerse, Yuichi lanzó una mirada hacia atrás. La puerta del aula se abrió y el chico salió.

“Asesino Serial II”. Esas eran las palabras sobre su cabeza.

Era difícil decirlo desde esta distancia, pero a juzgar por su altura, probablemente tenían más o menos la misma edad.

Sin embargo, su uniforme era del tipo de cuello alto, por lo que no debe haber sido de su escuela.

“¿Asesino Serial II? ¿Ese tipo?”

“¡Sí! ¡Eso es lo que dice sobre su cabeza!”

¡¿Cómo puede haber otro?! Yuichi pensó frenéticamente. ¡Ni siquiera hemos descubierto cómo tratar con uno!

El chico comenzó a caminar tranquilamente en dirección de Yuichi y Aiko.