Kuma Kuma Kuma Bear (NL)

Y ASÍ TERMINÉ regresando a esa amplia vía: el gremio de aventureros estaba en el mismo camino que el gremio comercial. Si hubiera sabido los problemas a los que me iba a enfrentar, habría ido al gremio de aventureros para empezar, pero la retrospectiva es veinte-veinte.

“Um, ¿podrías esperar aquí, Fina?” Pregunté cuando llegamos al frente del gremio. Recordé haberme peleado con otros aventureros cuando había venido al gremio antes. Dudaba que algún aventurero intentara algo si tuviera una niña como Fina conmigo, pero nunca se sabía.

“Estoy bien. Puedo ir contigo. Y en realidad no sé si estar sola… “

Mmm. Varios grupos de aventureros nos miraban. Muy bien, dejar a Fina atrás me provocó más ansiedad. Llevé a Fina adentro. Pase lo que pase, Fina era mi prioridad.

Las miradas se amontonaron. Las reacciones eran mixtas. Algunas personas me conocían y otras no.

“¿Qué es eso?”

“Un oso acaba de entrar aquí”.

“¿Es ese el oso de los rumores?”

“¿Qué? ¿Qué rumores?”

“Pssh. ¿No lo sabes?”

“Son rumores, pero escuché que hay algo en ellos”.

(Hubo algunos escalofríos. Lo admito: fue muy agradable de ver).

“¿Por qué estás aterrorizado por ese adorable oso?”

“Esa es…”

“Es una chica normal con un lindo traje de oso”.

“¿Y una niña?”

“¡Aww! Ella es linda.”

Y así sucesivamente, todo un coro de aventureros aficionados en sillas pequeñas. La noticia sobre mí se había extendido después de la última vez. Fina agarró ansiosamente a mi guante de oso.

“Entonces estás diciendo que ese es el rumoreado oso. ¿Qué tal si hablamos con ella?”

“Es mejor no involucrarse”.

“No quiero un viaje al cielo. No, me refiero al cielo literal, hombre”.

“Si vas a meterte con ella, estás solo”.

“¿Qué te pasa? ¿Incluso te estás acobardando?”

“¿No sabes sobre la advertencia del oso?”

“¿La advertencia del oso?”

“¡Ja! Guy no sabe nada de la advertencia del oso. No, esa chica es peligrosa”.

“Si quieres ver las nubes, no te detendré”.

¿Una advertencia de oso? Sonaba como una señal que encontrarías en las montañas o algo así.

Sabes, todavía me resultaba extraño que la gente encuentre a una chica que lleva un traje de oso tan peligrosa. De acuerdo, sí, les había dado a los aventureros que intentaron meterse conmigo un viaje al cielo, pero ¡habían intentado pelear conmigo! Se lo merecían, ¿sabes?

“No te metas con ella. ¿Los aventureros que se metieron con ella en el pasado? Muertos.”

“Estoy bastante seguro de haber oído que se los comieron”.

“No, no. Ella los picó. Vivos. Helmut dice que lo hizo con un rallador de queso. Uno oxidado también”.

“Eso no significa que ella no se los comiera también, tonto”.

¿Eh? Todo lo que hice fue prepararlos para un salto de bungee inalámbrico, no había … hmm. ¿Quizás las cosas de Crimonia estaban mezcladas allí?

Hubo un aventurero que me había llamado “Bloody bear”, ¿no? Entonces, tal vez el incidente de Deboranay se había mezclado con todo eso. Le había golpeado la cara hinchada a Deboranay, así que tal vez con el tiempo eso se había convertido en que lo había hecho picadillo. ¿O tal vez el rumor era que los aventureros habían sido aplastados cuando les di una probada de bungee inalámbrico?

De cualquier manera, eran solo rumores. ¿Y por qué me estaba comiendo a la gente? No era un oso literal. ¿Por qué iba a molestarme en poner mi boca en algún aventurero crujiente?

Aun así, esto era demasiada conmoción solo porque había venido aquí con un traje de oso. A este ritmo, no podría preguntar sobre las minas sin problemas. Mientras me preguntaba qué hacer, se abrió una puerta trasera y salió una mujer, una de cabello verde claro y orejas largas.

“Están siendo demasiado ruidosos”, espetó. “Por favor, manténgalo bajo”. Su nombre era Sanya. Ella era la maestra del gremio de aventureros de la capital y una elfa. Realmente me ayudó durante la celebración del cumpleaños del rey.

Al ser la maestra del gremio, nadie quería meterse con ella. “¿Qué les ha pasado a ustedes?” preguntó, mirando alrededor del gremio. “Si seguís con el jaleo, os echaré, y ¿Yuna?”

“Uh, es bueno verte de nuevo”, dije tímidamente.

“¿Qué estás haciendo aquí? ¿Viniste por trabajo? Y esa chica de allí, estuvo contigo antes, ¿no? ¿Fina?”

Fina asintió levemente con la cabeza. Me impresionó que Sanya la recordara después de conocerla solo una vez. No creo que lo hubiera hecho.

“Ya veo”, dijo. “Así que eres la fuente de la conmoción”.

Eso parecía un poco culpable, pero ¿está bien? Dios, todo lo que hice fue entrar en el gremio. No era como la raíz de todo mal o algo así. Claro, el traje de oso quizás había causado el más pequeño alboroto, pero ¿qué había hecho? Nada. Esta vez.

“No hagan tanto alboroto por una chica con un traje de oso entrando”, rugió Sanya.

“Pero maestra del gremio …” gimió uno de ellos.

“La gente dice un montón de cosas sobre ella”, protestó otro.

Casi quería saber qué decían esas personas, pero …

“Es cierto”, dijo Sanya con voz autoritaria, “que los aventureros que se pelearon con esa chica oso fueron enviados volando por los aires. Y es cierto que fueron consumados aventureros. Y es cierto que resulta que soy su conocida. Así que, por favor, por nuestro bien, no hagas una pequeña fiesta de pánico cada vez que ella entre. Considéralo como una orden de su maestra de gremio. Y sepan que, si la molestan, es posible que tengan que lidiar con alguien aún más aterrador que yo. Con lo que quiero decir que lo harán. Con lo que quiero decir que no podría ayudarles, ni me molestaría en intentarlo”.

Dios, Sanya atacó a los aventureros como una verdadera maestra de gremio, pero… ¿Quién se suponía que debía ser más aterrador que Sanya? Ella no se refería al rey, ¿verdad? Si es así, las cosas realmente saldrían disparadas.

Sanya se volvió hacia mí ahora. “Entonces, Yuna, ¿qué pasa? ¿Querías trabajar?”

“Vine aquí para preguntarle algo al gremio… antes de que todo esto sucediera”. Miré alrededor del cuarto. Preguntar por las minas ya no era mi principal prioridad, las cosas apenas se habían calmado.

“Ah. Entonces puedes preguntarme”. Sanya miró a los aventureros que murmuraban y suspiró. “Ustedes dos, vengan conmigo”. Ella nos condujo detrás de la recepción.

La oficina del maestro del gremio era tan espaciosa como esperaba. Había un escritorio pesado junto a la ventana en la parte de atrás y estanterías cargadas con todo tipo de documentos se alineaban en las paredes. Había una mesa en el centro de la habitación y sillas intercaladas. Se parecía un poco a una sala de conferencias. En lugar de tomar su propio asiento en la parte de atrás, Sanya se sentó en una de las sillas para invitados en el medio de la habitación. Ella nos miró por un momento antes de instarnos a sentarnos.

“Siéntense donde quieran”, dijo. Fina y yo tomamos los más cercanos. “¿Qué es lo que querías preguntarle al gremio?”

Finalmente. Le conté todo.

“Un cuchillo de mithril”, dijo lentamente, frotándose la sien. “Necesitas un cuchillo de mithril… para que esta niña coseche el tigre negro… que mataste protegiendo a los estudiantes, que…” Sanya sacudió la cabeza. “Pues bien. Supongo que, si necesitas cosechar un tigre negro, realmente no puedes hacerlo con un cuchillo normal. ¿Y viniste todo el camino hasta la capital para eso?”

Sí, y ella tampoco sabía sobre la puerta de transporte de osos, así que aquí estaba de nuevo con un aspecto realmente extraño. Ah bueno. “Escuché del herrero que apareció un golem en las minas”.

“Sí lo hizo. Según los mineros que lo presenciaron, cavaron en una caverna gigante y despertaron al golem dentro de ella. Todos escaparon, pero apenas”.

“¿Y ahora ese golem se está volviendo loco en las minas?” Si fuera solo uno, sentí que un aventurero debería poder derrotarlo como de costumbre, o al menos bloquearlo de la mina propiamente dicha. ¿No había muchas formas de lidiar con eso?

“Si. Ataca a cualquiera que se aventure en las minas, pero al menos nunca se va”.

Me recordó un poco a un juego de exploración de mazmorras. Los monstruos nunca salían de las mazmorras en esas cosas… ¿O tal vez el golem estaba protegiendo algo? En juegos y novelas, los golems tendían a aparecer como guardianes.

“¿No han ido los aventureros a matarlo?”

“Varios lo han intentado, pero…” Sanya hizo una pausa. Suspiro. “Parece ser difícil. Aparentemente, no hay un solo golem”.

“¿Hay varios?”

“De esto estamos seguros. Se han derrotado varios golems, pero aún quedan más. No sabemos cuántos”.

¿Quizás los golems estaban engendrando infinitamente? En el juego, me hubiera encantado tener un poco de XP para molerlos, pero cuando se produjo una reaparición infinita en la vida real, era solo una molestia. Ah, y problemas para todas las personas que viven cerca, por supuesto.

“Además de eso, los golems normales dan paso a golems de hierro en las profundidades de la caverna. Mucho más difícil.”

Sí, supongo que sería un fastidio luchar contra uno de esos en una cueva . Realmente no podías usar magia de fuego elemental allí, y tampoco podías confiar en la magia de la tierra. En cuanto a la magia del viento, ¿eso incluso cortaría el hierro? Usar agua estaba fuera de discusión, y el hielo tendría el mismo problema que la magia de la tierra. Realmente te hacía desear tener una espada de mithril, pero… quiero decir, ese era el problema, ¿sabes? Ugh.

“Entonces … si tuviera que ir a las minas, ¿podría tener en mis manos el mineral de mithril?” Ojos en el mithril, Yuna, no en los golems.

“Hmm, no estoy segura. Eso estaría en la jurisdicción del gremio comercial”.

Oh vamos. ¿Tenía que ir al gremio comercial ahora? ¿Estaba corriendo en círculos?

¿Qué estaba pasando aquí? ¿Quizás sería mejor si abandonara esto por un tiempo? No era como si tuviera mucha prisa por cosechar el tigre negro. Además, como tenía la puerta de transporte de osos, podía venir a la capital cuando quisiera. Tal vez sería mejor para mí regresar cuando terminara la matanza de golem.

Ah bueno. No había podido conseguir el mithril incluso después de haber venido hasta la capital. No podía hacer mucho al respecto esta vez. “Fina, renunciemos a esto por ahora. Podemos echar un vistazo a la capital y luego irnos a casa”.

Sí, eso era todo. Habíamos terminado. Esto se acabó.

Pero en el momento en que me levanté de mi asiento, alguien llamó a la puerta.

“Adelante.” Sanya respondió … y, de hecho, alguien entró.

“¿Eh? ¿Eres tú, Yuna y Fina?”

“¡¿Ellelaura?!”

Ellelaura, la madre de Noa y Shia, entró en la habitación.