Kuma Kuma Kuma Bear (NL)

HABÍAN PASADO UNOS DÍAS desde que Milaine tomó a Sherry y, finalmente, llegaron los delantales bordados. Me impresionó que hubiera podido hacerlos en tan poco tiempo. Además, no solo había hecho cuatro para las mujeres que trabajaban en la tienda; incluso había preparado uno para Neaf, ya que vendría a ayudar de vez en cuando. La pareja que dirigía la sastrería aparentemente se había sorprendido por la velocidad de Sherry.

Sherry no solo había ayudado con el bordado, sino también con la confección de los delantales. Ella había sido buena cosiendo desde el principio; desde hace un tiempo, Sherry había estado remendando la ropa rasgada del orfanato en lugar de la directora. Probablemente ni siquiera habían podido comprar ropa antes de que yo entrara en escena, por lo que la reparación era un hecho.

Sherry siguió yendo al sastre incluso después de terminar los delantales. Aparentemente, la pareja de la tienda la había invitado a trabajar en su tienda desde entonces. Aunque Sherry dudó al principio, la directora la animó a no perder una buena oportunidad, por lo que decidió aceptar el trabajo.

Supongo que todavía no estaba tan segura, ya que seguía murmurando: “¿Están seguros de que me quieren…?”

Aun así, parecía feliz de que otros hubieran reconocido las habilidades que su madre le había enseñado cuando era joven. No sabía qué tan lejos llegaría, pero escuché que iba a aprender a hacer ropa y muchas otras cosas también.

Sherry me contó todo esto con timidez.

“Parece que alguien finalmente se dio cuenta de lo que puedes hacer y de lo duro que trabajas”, le dije, y ella sonrió.

La preparación para la tienda estaba en marcha y el grupo de Anz estaba trabajando duro para abrirla.

También le estaba poniendo un poco de esfuerzo, por supuesto. Hice osos para el exterior de la tienda, hice osos para el interior de la tienda, hice osos para el exterior de la tienda e hice osos para el interior de la tienda. (Eran muy importantes, decían todos, así que tenía que decirlo unas cuantas veces más).

Además del oso en la entrada de la tienda, el que tenía el pez gigante para mostrar que era una tienda que hacía cocina a base de pescado, también hice osos para poner dentro de la tienda. Iba a tener que hacer osos de todos modos, así que pensé que también podría hacer algunos más, sin escaparse, ¿sabes? Así que hice una estatua de un oso agachado en una posición sentada con un cuenco y palillos.

Parecía un poco desordenado, pero ¿qué sabía yo? Simplemente los hice.

Finalmente, fue el día antes de la apertura del Bear Bistro.

Obtuvimos los principales ingredientes de arroz y mariscos de Mileela. Las gemas de maná de hielo que le había quitado a la mina de nieve de la cordillera de Elezent eran útiles; los aventureros normales habrían tenido problemas para conseguir esas cosas, pero yo no.

Esas mismas montañas eran la razón por la que Mileela y Crimonia solían tener tantos problemas para mezclarse. Pero ahora el túnel estaba terminado y la gente podía comerciar o viajar, todo lo cual estaba ejerciendo una influencia positiva en ambos lugares, según Cliff.

El gremio comercial y el gremio de aventureros se habían unido para que todo sucediera también, aunque Cliff era el que daba la mayoría de las instrucciones. Me sentí un poco rara al pensar en eso, incluso si el gremio comercial también estaba involucrado; el gremio vendía el marisco y la sal, pero la producción y venta de sal se realizaban bajo el mando de Cliff y bajo la jurisdicción del rey.

No sabía los detalles de cómo hacían sal a partir del agua salada, pero (según las novelas y el manga que había leído) se suponía que era un duro trabajo manual.

Entonces, cuando me enteré de la sal, les dije que no causaran problemas a los residentes de Mileela. Por si acaso, deje que se me escapara con Cliff que “si algo sucede, el túnel podría terminar colapsando sobre sí mismo de forma natural”.

Soy muy sutil cuando necesito serlo.

Pero Cliff probablemente no haría nada sospechoso, así que no estaba tan preocupada.

También aceleramos la publicidad para la gran inauguración de la tienda. Le pedí a Milaine que colocara volantes en el gremio comercial y otros lugares relevantes. Tiermina me había dicho que le pidió al carnicero y al tendero con el que trabajábamos que también pusieran algunos.

También hice una degustación en el salón del Oso. Anz preparó el pescado e hizo platos de mariscos, panecillos, arroz con brotes de bambú y arroz sazonado para que la gente lo probara gratis. Por último, hicimos un estofado de mariscos y lo distribuimos a los clientes.

Como dije, tienes que gastar algo para ganar algo. No importa qué tan buena sea tu comida, es difícil lograr que la gente gaste dinero en algo nuevo. Por otro lado, si lo prueban gratis y les gusta, vendrán y pagarán la próxima vez. Si esos clientes iniciales se lo contaran a otras personas después, estaríamos viendo un gran éxito. No había forma de que nadie pudiera dejar de reconocer lo excelente que era la comida de Anz, incluso después de una sola probada.

Como pensaba, tuvimos un montón de clientes el día de la inauguración. Hice que Rulina y Gil vigilaran el frente de la tienda como lo hice con el Salón del oso. El acuerdo era que recibirían una semana de comidas a cambio. Como tenía dos aventureros en la entrada, nadie hizo una escena y no vimos ningún tipo de alboroto.

Yo también ayudé en la parte de atrás. Me enseñaron a preparar el pescado, pero no era tan buena como Anz y las demás. Ayudé más con los platos de carne y verduras.

Los platos al estilo arroz sazonado fueron inesperadamente populares. Supongo que a la gente les gustó la salsa de soja, ya que esos artículos prácticamente salían volando de nuestra cocina. La salsa de soja también atrajo a la gente a los mariscos, que nos dio algunos pedidos prometedores.

Una vez que terminó el día, todas las personas en la tienda parecían muertas. Neaf había venido a ayudar desde el orfanato, pero había estado tan ocupada que ahora, al final del día, estaba colapsada sobre una mesa. Anz, Bettle y yo habíamos preparado la comida mientras Forne y Seno trabajaban duro en el frente de la tienda.

“Estoy exhausta.”

“Voy a morir.”

“No tenía idea de que estaría tan ocupado”.

“Me gustaría pedir un aumento”.

Todas me miraron con resentimiento. Manera de ponerme en un aprieto. Estaba bastante segura de haberles advertido desde el principio lo popular que se volvería esto, dado lo buena que era Anz cocinando, pero el primer menú de degustación había obtenido una respuesta mayor de la que yo esperaba.

“Si vas a culpar a alguien, culpa a Anz”, gemí. “Todo esto sucedió porque ella hizo todo lo posible por la degustación de comida”.

“Pero Yuna, quería que mucha gente probara la comida”.

“¿Entonces crees que puedes mantener esta tienda en funcionamiento, Anz?”

Anz asintió. “Estaba ansiosa al principio, pero estoy feliz de que tanta gente esté emocionada de probar mi comida”.

“Pero fue tan agitado”, murmuró Neaf. “Demasiados…”

Negué con la cabeza. “Por ahora, seguro. La gente vendrá de lejos porque la comida es nueva, pero una vez que el pescado y el arroz comiencen a circular, podrán comerlos en todo tipo de establecimientos. Las cosas se calmarán entonces, y será una batalla entre tú y un montón de advenedizos. Ahí es cuando realmente tendrás que mostrar tus habilidades, Anz”.

“Voy a poner mi corazón en ello”, dijo Anz, manejando más entusiasmo del que pensé que podría caber en alguien tan exhausto.

Sí. Ella estaría bien.