Kuma Kuma Kuma Bear (NL)

EL GRUPO DE ANZ miró por la ciudad como si nunca antes hubieran visto algo así. Había hecho lo mismo cuando llegué a Crimonia por primera vez, así que no era nadie para hablar, pero había estado mirando a mi alrededor para averiguar si estaba en el mundo del juego o en un universo alternativo… y todo el tiempo, todo el mundo me había estado mirando, esta chica de traje de oso interdimensional. Al menos los lugareños ya no hacían eso.

De alguna manera, habían pasado unos meses desde que llegué a este mundo … Hombre, realmente el tiempo vuela.

Las mujeres hablaban entre ellas:

“Hay tanta gente”.

“Sí, de verdad”.

“¿Realmente estamos trabajando en esta ciudad?”

“Me pregunto si puedo manejarlo”.

“¡Bueno, nos tenemos las unas a las otras!”

“Todos los habitantes del pueblo están vestidos muy bien”.

“Sí, pero… no veo ninguno”.

“Tienes razón.”

Justo cuando me preguntaba qué es lo que no vieron, todos se volvieron para mirarme. ¿Uhh? “¿Qué es lo que no ves?”

“Gente que usa atuendos como el tuyo, Yuna”.

“No hay otros osos”.

“Pensamos que habría gente con ropa de oso en la ciudad como tú”.

Todas asintieron.

Pero … ¿eh? Vamos, de ninguna manera la gente del pueblo caminaría por la ciudad con un traje como el mío. Este había sido un mundo sin trajes de animales hasta que aparecí.

Por otra parte, si una persona viviera en Mileela toda su vida y no hubiera ido a ningún otro lugar antes y no hubiera escuchado nada sobre Crimonia, supongo que asumirían que la gente en la ciudad podría usar trajes de animales si el primer local de Crimonia que alguna vez hubieran visto fuera yo.

Por otra parte, había gente que se dirigía a Mileela desde Crimonia al trabajo, por lo que mi atuendo todavía tenía que parecer un poco extraño.

“¿Entonces nadie más usa ropa como usted, Srta. Yuna?”

Realmente iban a hacerme responder eso en voz alta, ¿eh? “mmm ¡Ah! No.”

Esa fue la única respuesta que pude dar. ¿Qué más puedo decir? No podía esconderme detrás de los niños que trabajaban en la tienda con sus atuendos. Después de todo, esas eran solo chaquetas. Chaquetas hechas para parecer osos, como las de los niños que se nos acercaban en ese momento.

Mis ojos se posaron en una multitud de ellos caminando. Definitivamente eran los niños que trabajaban en el Salón del Oso. ¿Q-qué estaban haciendo caminando en un lugar como este? En realidad, ¿por qué andaban vistiendo los uniformes de la tienda?

Y en un momento como ahora… ¿Qué estaba pasando en la tienda? Los engranajes en mi mente giraban a máxima potencia, pero no escupían ninguna respuesta.

Mientras intentaba entender a los niños, Seno los notó. “¡¿Eh?! Hay osos. Esos niños están disfrazados de osos”.

Ante eso, todos miraron a los niños con las chaquetas de oso. Los niños también me notaron.

“¡Yuna!” Los niños se apresuraron hacia mí, tres niñas.

“¿Qué están haciendo todas en un lugar como este?” pregunté. “¿Qué está pasando con la tienda?”

“Tenemos el día libre”.

Ohhh, cierto, hoy era su día libre semanal. No había visitado la tienda, así que lo había olvidado.

“Srta. Yuna, ¿quiénes son estas niñas?” Preguntó Anz.

Incluso si trataba de ignorarlo, eventualmente lo descubriría, así que le di una explicación honesta. “Oh, son mis trabajadores huérfanos”. Luego me volví hacia ellas. “¿Pero por qué están todas con sus uniformes? La tienda realmente está cerrada hoy, ¿verdad?”

“Bueno, porque es lindo y cálido”, respondió una chica con una sonrisa completa y honesta.

“Además, Tiermina dijo que estaríamos seguras siempre que los usemos”.

“¿Estarían a salvo?”

“Ella dijo que tendríamos la protección del oso, para que no nos veamos atrapados en nada malo ni nos engañen. Los usamos cuando salimos de compras”.

“¡Oooh! Y cuándo vamos de compras, ¡Obtenemos cosas gratis!”

Cuando dijeron que obtenían la protección del oso, ¿querían decir… yo era el oso? Porque estar vestido de oso solo parecía traerme peleas.

¿Realmente iban a estar bien? Necesitaría consultar con Tiermina sobre su lógica. ¿Y si los intimidaban? “Entonces, ¿por qué están todas aquí?”

“Vinimos a comprar ingredientes. La directora nos lo pidió”.

“¡Sí! Tenemos el día libre, pero todos los demás están trabajando”.

¡Agh, demasiado lindo! “Todas son muy buenas”. Les di a cada uno una palmadita en la cabeza. Entrecerraron los ojos felizmente. “Tengan cuidado cuando estén de compras, niñas”.

No era como si pudiera hacerles perder su tiempo mientras estaban haciendo recados. Todas estaban con el pulgar hacia arriba y asintieron con entusiasmo cuando se fueron.

“Son niñas tan lindas, ¿no?” Neaf dijo. Las demás estuvieron de acuerdo: se portaron tan bien, tan dulces.

Asentí. “La directora que los cuida es una buena persona. Los niños siguen su ejemplo, sí que han crecido siendo muy buenos”.

Realmente buena era la palabra, ¿eh? Los huérfanos se habían convertido en niños honrados gracias a la directora y Liz.

Después de dejar a las niñas de compras, comenzamos a caminar hacia la tienda donde trabajaría el grupo de Anz. Entonces algo les llamó la atención.

“¿Eh? ¿Qué es eso?”

“¿Un oso?”

“Parece.”

“¿Eso es una tienda?”

Todos miraban el Salón del Oso. La tienda de Anz estaba cerca, así que, por supuesto, lo verían cuando nos dirigiéramos allí.

Un oso gigante se paró frente a la entrada. Otros osos decoraron la terraza. Un letrero decía Salón del Oso en letras grandes. Todas miraron la tienda y los osos, boquiabiertas.

“Yo… he visto algo como esto antes”.

“Oh, qué coincidencia. Yo también.”

“Yo también.”

Todas asintieron y luego me miraron.

“Es lo mismo que el oso frente al túnel, ¿no?”

Ding ding ding, tenemos un ganador.

“Ese llevaba una espada, pero este tiene una barra de pan”.

“Que lindo.”

“Yuna, esta no es tu tienda, ¿verdad?”

Suspiro. “Es uno de los lugares que administro”.

“¿Entonces los niños que acabamos de ver eran empleados de aquí?”

“Así que por eso iban vestidos como osos”.

“No estamos trabajando aquí también, ¿verdad?”

Todos tenían una expresión diferente: preocupación, ansiedad, una sonrisa forzada y alegría.

“Esta tienda vende principalmente pan y comidas ligeras. Les he preparado una tienda diferente”.

“¿Lo hiciste?”

“Ya que estoy pensando en que la nueva tienda se centre en el arroz y el marisco”. Después de todo, solo tenías que comer arroz con pescado. Por otra parte, no teníamos arroz en este momento, ni siquiera miso, así que… supongo que solo comeríamos mariscos por un tiempo. “En realidad, ¿qué ha estado pasando con la Tierra de Wa?”

“Uno de sus barcos llegó el otro día para comenzar a comerciar”. Finalmente. Quizás pronto podría tener en mis manos arroz, salsa de soja y miso… “Jeremo dijo que te enviaría las cosas que pediste una vez que las tuviera”.

Lo esperaba con ansias. ¡Parecía que la comida japonesa pronto volvería a entrar en mi vida culinaria!

Llevé a Anz y a las demás a la tienda. Bueno, realmente no tuve que llevarlas muy lejos ya que, como se señale, la tienda de Anz estaba cerca del Salón del Oso.

Una vez que llegamos allí, el grupo se quedó mirando con asombro el edificio gigante frente a ellas.

“Es enorme.”

Era más pequeño que el Salón del Oso, pero todavía tenía dos pisos y en general era grande.

“Pero no hay osos”. Seno se llevó una mano a la frente y buscó en los alrededores.

Bueno, la única razón por la que terminamos con osos en el exterior de la tienda en primer lugar fue porque Milaine había hecho los uniformes, y tuve que desarrollar un poco sobre eso.

“Hagamos osos para esta tienda también”, dijo Seno, mirando a Anz. “Tú también quieres decoraciones de osos, ¿no?”

“No me importa de ninguna manera”.

“¿Entonces por qué no? Como es la tienda de Yuna, estoy seguro de que a la gente de Mileela le gustará aún más”.

Forne asintió. “Verdad, verdad.”

“Oh, y hagamos que el oso sea único. Podría contener un pez “.

“¿Y si le damos arroz también?”

Seno asintió sabiamente. “Tienes razón. Esa también sería una buena manera de hacer correr la voz a la gente de Crimonia”.

“De todos modos”, dije con los dientes apretados, “hablemos de eso más tarde y entremos. Estoy seguro de que están cansadas”.

“Por supuesto”, dijo Seno detrás de mí, “una estatua es el mínimo de osos, y.…”

Sí, a Seno le habían gustado las decoraciones de osos.

Bueno, no era como si luchara por poner decoraciones si me lo pedían. Ya me había rendido en ese frente. Intentar resistir no servía de nada.

Por otra parte, esta vez, tal vez me había esforzado un poquito.

Una vez que entramos al edificio, un enorme espacio abierto se extendió ante nosotros. Esta era la zona del comedor.

“Seguro que está vacío, ¿no?”

“Pero es tan grande …”

Anz y los demás comenzaron a caminar por la habitación.

“¿Estás seguro de que podemos abrir una tienda aquí?”

Asentí. “Sí, será tuyo, Anz”.

“Vaya.”

“Oye, mientras te guste, da igual”.

“Yuna, ¿podemos ir a la parte de atrás?”

Después de que di mi aprobación, Seno y las demás comenzaron a explorar el primer piso. Tenía la cocina y el almacén. Como originalmente había sido una casa normal, también tenía baños y esas cosas. Anz y Neaf se dirigieron a la cocina. Seno y los demás se dirigieron a las áreas de almacenamiento y baño.

“Este es más lindo que el de nuestra posada”, dijo Anz desde la cocina. No era demasiado sorprendente, ya que habíamos limpiado el área. Tiermina había hecho la mayor parte del trabajo.

“El baño también es agradable”, dijo Seno, y de repente gritó con entusiasmo: “¡Y oh mi Dios, incluso hay osos allí!”

Todas corrieron al baño.

“Eso es un oso”.

“Sí, es un oso “.

“Seguro que es un oso”.

Al igual que la casa de los osos, el agua caliente salía de la boca de un oso. Mira, no me preguntes … El baño necesitaba algunas reparaciones, así que lo reconstruí.

“Pero esto seguro que es grande”.

“Sí, creo que todos podríamos encajar aquí”.

“Aunque puede ser difícil de limpiar”.

Todo cierto. “Asegúrense de hablar entre ustedes para mantenerlo ordenado mientras lo usan”.

Después de haber examinado casi todo el primer piso, Anz se dirigió al segundo piso. El segundo piso era la vivienda.

“Aquí hay cinco habitaciones, así que pueden usar las que quieran”, les dije.

Seno abrió una puerta cercana y jadeó. “Yuna, ¿no quieres decir que esta habitación es para una sola persona?”

Desde que supe que Anz iba a tener cuatro ayudantes, había amueblado cada habitación con una cama individual. Si traían a más personas, entonces tendrían que compartir habitaciones, pero ahora mismo, como eran cinco, incluido Anz, cada uno podría tener la suya.

Seno negó con la cabeza. “Nunca hubiera pensado que cada una tendría su propia habitación”.

“Bueno, todas estábamos pensando en alquilar una casa”, dijo Anz. “No hubiéramos podido tener habitaciones separadas si hubiéramos querido un lugar económico”.

“Yuna, vamos a recibir un salario, ¿verdad?” Seno me preguntó con ansiedad. Ahora que lo pienso, no habíamos hablado de la paga. Necesitaba consultar a Tiermina primero.

“Te voy a pagar adecuadamente. Es solo que necesito pedirle a la persona a cargo de las finanzas que calcule cuánto”.

“Está bien, estoy bien, aunque sea una pequeña cantidad, siempre y cuando nos paguen algo”.

“Si llegamos a vivir en un lugar como este, realmente no podemos quejarnos de ninguna manera”.

Sí, hablaría con Tiermina mañana. “Además, esta será una casa solo para mujeres, así que asegúrense de no traer a ningún hombre aquí. Si quieren jugar con los chicos, háganlo en otro lugar”. Dado que eran mujeres jóvenes y tenían esa edad en particular, podían suceder cosas así, y… ya sabes, lo que sea. Siempre y cuando no llevaran extraños a la casa.

“Estoy bien en cuanto a los hombres por el momento”.

“Aquí igual.”

“Mi esposo fue asesinado, así que estoy seguro de que puede averiguar el resto”.

Todas, excepto Anz, asintieron. Algunos de ellas habían perdido a sus maridos e hijos, después de todo, por lo que la regla podría haber sido innecesaria. Quizás debería haber hablado con más cuidado. “¿Hay algo más que quieran saber?”

Todos se miraron y negaron levemente con la cabeza. No hay preguntas en este momento, parecía.

“Está bien entonces, descansen por ahora”.

Ya era de noche. No había habido tiempo para mostrarles la ciudad y estaba segura de que estaban cansadas ​​por el largo viaje. Quería que descansaran pronto.

Puse un poco de pan que Morin y los niños habían hecho en la mesa para que lo comieran como cena y desayuno. “Bueno, volveré mañana por la mañana, así que tómenselo con calma hasta entonces”.

Después de eso, pasé por la casa de Tiermina muy rápido y me dirigí a casa.