Bofuri Itai No Wa Iya Nanode Bogyo-Ryoku Ni Kyokufuri Shitai To Omoimasu (NL)

Volumen 5

Capitulo 2: Build Defensiva Y Kasumi

Parte 2

“…Heh. Heh-heh-heh-heh. Fascinante… ¡Voy a poner mis manos sobre eso antes que todos! ¡No dejaré que una espada me venza!”.

La frustración probó ser increíblemente motivante para Kasumi, quien comenzó a idear un plan.

Unos días después, Kasumi estaba frente a la katana voladora una vez más.

Había hecho más de cincuenta runs.

“…Bien, ¡esta vez seguramente—!”.

Al llegar a la base de las escaleras, la espada llegó a saludarla.

“…………”.

Kasumi desenvainó su espada, visualizando su plan de ataque.

Las espadas chocaron.

El estridente sonido de metal contra metal llenó el almacén.

Había una barra de HP flotando sobre la katana enemiga, y Kasumi mantenía un ojo sobre esta mientras luchaba.

“¡Salto!”.

Después de bajar un poco la salud de la espada, saltó hacia adelante.

Un momento después, múltiples espadas apuñalaron el lugar en el que se había encontrado hace poco.

Esta katana tomaría ciertas acciones en momentos específicos según su HP restante. Pero había varias variaciones, y era muy difícil entenderlas todas. Además, el DPS de estos movimientos podía romper a Kasumi como una hoja de papel—lo cual explicaba su alto índice de muertes. Aun así, tras docenas de intentos, había aprendido a evadir este ataque fácilmente.

“¡Primera Espada: Calina!”.

Cerrando distancia una vez más, blandió su espada, y dio un solo paso a la derecha.

Ella sabía que una espada saldría disparada del suelo.

Intercambiando golpes con la katana voladora, se movió un paso a la vez, trazando un circulo a su alrededor.

Más espadas se disparaban hacia arriba luego de cada paso que daba.

Detenerse un segundo sería fatal, pero no podía moverse demasiado rápido—siempre y cuando mantuviera el circulo en este rango, el patrón de ataque de su oponente no cambiaría.

Y ahí se encontraba la clave de su victoria.

Le había tomado mucho tiempo descubrir esta estrategia.

Cuando completó la vuelta entera, el HP de la katana llegó a un nuevo punto—causando que entrara en una nueva fase.

Las espadas del suelo fueron reemplazadas por fuego purpura cayendo desde arriba.

Entrar en contacto con estas llamas bajaría su AGI a 0 durante diez segundos.

La katana empezó a barrer salvajemente—sin Agility alta, estos movimientos eran imposibles de esquivar.

Esta lluvia de fuego era lo que más frustraba a Kasumi.

Simplemente no podía esquivar las llamas suficiente tiempo.

Había tenido que probar cada una de sus skills, buscando una forma de ganar.

“Espada Final: Luna Neblinosa”.

Los resultados habían culminado en ganar antes de que me mate.

Un combo de doce golpes a una velocidad abrumadora golpeó a la katana voladora como si la tratara de partir a la mitad.

El HP de la espada cayó en picada, pero Kasumi no iba a ponerse a celebrar.

Este combo la haría saltarse tres fases de la katana, llegando directamente a la última.

Sólo unos cuantos puntos quedaban en su barra de HP—pero eso era inevitable.

Sin importar la fuerza de su ataque, sin importar sus tácticas— siempre quedaría viva con esos últimos puntos.

Las Artes de Katana de Kasumi le daban muchos movimientos numerados que podía activar. Luna Neblinosa era el más fuerte, pero usarla disminuía sus stats a la mitad temporalmente—y bloqueaba el uso de todo el set de movimientos.

Tenía que terminar esta batalla bajo esas condiciones.

Este increíble reto era el que la había llevado a cincuenta intentos fallidos.

“…………”.

La katana se teletransportó a la esquina más alejada de la habitación, brillando con una luz aún más ominosa.

Un estallido de llamas rodeó a Kasumi, llegando hasta el techo antes de dar pie a paredes completamente hechas de fuego, dejando sólo un camino recto hacia la katana.

Veinticinco metros. El camino sólo tenía tres metros de anchura.

Kasumi tendría que pasar por esta tormenta para dar el golpe final.

“¡Hah!”.

Exhalando claramente, empezó a correr—más lento que antes.

No sólo la katana estaba lanzándole espadas, sino que fuego estaba saliendo disparado de las paredes a cada lado.

Si se detenía por siquiera un segundo, una espada la atravesaría desde abajo.

Estos eran los veinticinco metros más largos de su vida.

“¡Haaah!”.

Desviando un misil con su espada, cambió su camino ligeramente, sin dejar de moverse.

Las llamas acabarían con su AGI, así que no podía permitirse ser golpeada. Las espadas que salían desde el suelo eran igual de fatales. Pero las espadas volando hacia ella desde el frente eran otra historia.

Si llegaba hasta aquí sin recibir daño, podía permitirse tres golpes.

Ella llegó a la mitad del camino con buen pie, y su instinto le dijo que ahora era el momento.

“¡Supervelocidad!”.

Ella había mantenido esto en reserva para propulsarse por el hasta ahora insuperable último tramo.

Ayer, había descansado de su lucha contra esta espada para pedirle ayuda a Sally y a Shin para mejorar su habilidad para esquivar espadas voladoras.

El entrenamiento había rendido frutos, y podía ver los proyectiles mejor que antes.

Pero conforme se acercaba, los ataques llegaban demasiado rápido como para reaccionar a tiempo.

“¡Vamos…!”.

Ella recibió un golpe en su hombro izquierdo, su costado derecho, y su muslo izquierdo.

Dolorosas chispas rojas salieron disparadas como sangre fresca.

Pero, aun así, Kasumi no se detuvo, lanzándose hacia el frente como un guerrero maniaco.

Ella empujó su espada hacia adelante con su mano derecha— y tocó la katana voladora.

Instantáneamente, el arma perdió su luz y comenzó a caer. Una funda, completamente cubierta de talismanes apareció para atraparla.

Las paredes de fuego y las espadas que buscaban perforar su cuerpo desaparecieron, dejando sólo oscuridad.

“…………”.

Kasumi estiró su mano y tomó la katana caída.

“Heh-heh… ¡ha-ha-ha! ¡Lo logré! ¡Por fin!”.

Incapaz de contener su alegría, gritó en celebración mientras inspeccionaba su nuevo equipo.

Yukari, la maldición que lo consume todo

[STR +30]

[Espada Maldita]

[Reparación Automática]

Espada Maldita

Mientras esté equipada, provee un set de cinco skills, cada una con un costo: reducción de HP, reducción de MP, reducción temporal de stats, reducción permanente de stats, o una limitación física.

Reparación Automática

Mientras esté envainada, su durabilidad se regenerará.

“Parece que valió la pena. ¡Hora de buscar un monstruo para probarla!”.

Kasumi equipó su nueva espada maldita y fue en busca de algún monstruo que fuera una esponja de daño² para probarla.

No le tomó mucho tiempo.

“Bien, bien, estas tienen un montón de aguante”.

Cuando Kasumi desenvainó su nueva espada, se vio envuelta en humo púrpura.

“Uhhh… ¿hmm?”.

El humo pronto desapareció gracias al viento, pero había dejado cambios.

El atuendo de Kasumi había sufrido cambios dramáticos.

Un hakama púrpura fuerte la cubría de la cintura hacia abajo, mientras que su pecho y brazos estaban cubiertos por tiras de tela purpura pálido—y nada más.

Humo púrpura seguía dejando un rastro desde la espada y desde el sarashi alrededor de sus brazos, ondulando tras de ella sin cesar.

“…………”.

Kasumi trató de envainar la espada, pero estaba tan desconcertada que falló la primera vez y tuvo que respirar profundamente antes de volverlo a intentar.

Cuando lo logró, el humo la envolvió de nuevo, y su ropa por suerte regresó a la normalidad.

• Se refiere a monstruos con una gran cantidad de HP o defensa, que pueden aguantar varios golpes poderosos sin morir.

“¿P-Podré acostumbrarme a eso? Digo… ¿vestir sólo un sarashi?”.

Pero no podía no usar una espada así de buena.

Ella aclaró su garganta y desenvainó de nuevo su espada, tratando de no sonrojarse.

Cuatro de las penalizaciones de la skill eran más o menos comprensibles, pero la limitación física era ciertamente misteriosa, así que trató de comprobarla.

“¡Espada Fantasmal Púrpura!”.

La skill la propulsó hacia el monstruo.

Su mano derecha se movió.

Dejando que la skill hiciera todo el trabajo, soltó la espada—y entonces esta desapareció, reapareciendo en su mano izquierda.

Tras golpear con su mano izquierda, la volvió a soltar—y una vez más, la espada apareció en su mano derecha.

Alternando manos, atacó, haciendo retroceder a la bestia y acertando diez golpes en total.

Tras el golpe final, soltó la espada una última vez y juntó sus manos.

Diez espadas aparecieron, rodeando al monstruo y empalándolo desde todas direcciones.

Un combo de veinte golpes. Ningún monstruo ordinario tenía la fuerza para soportar eso.

La skill terminó, y la espada regresó a su mano derecha.

“Que… qué bien…”.

De no ser por el atuendo obligado, sería perfecto—pero justo mientras pensaba eso, humo purpura envolvió una vez más a Kasumi.

“…Oh, desapareció. Vaya, ¿solté la espada?”.

Ella trató de recogerla… y con demora notó que su mano era muy pequeña.

“Uh…”.

El sistema estaba manteniendo su hakama en su sitio, pero definitivamente ahora le quedaba grande—y el sarashi ya no apretaba como debería.

En ese momento, Kasumi medía poco menos de un metro con veinte centímetros.

“Tiene que ser una broma…”.

Ella seguía desconcertada cuando otro monstruo llegó atacando hacia ella.

Qué inconsiderado.

“¡Espera…! ¿N-No ves lo linda que soy? Por eso… ¡deberías dejarme ir! ¡Argh!”.

Sus súplicas de piedad cayeron en oídos sordos, y pronto fue enviada de regreso a la ciudad.

Cuando reapareció, el sarashi de Kasumi estaba apretado de nuevo, pero seguía siendo pequeña.

Ella revisó su pantalla de estatus.

“Seguiré así durante diez minutos…”.

Ella levantó los bordes de su hakama y caminó poco a poco hacia una banca, luego cerró sus ojos, tratando de ignorar las miradas de todos los que se encontraban en la plaza.

Con la katana ahora en su posesión, Kasumi cambió su atención de regreso a subir su nivel de acceso.

En otro sitio, Maple había estado igual de ocupada. Tras una semana de esfuerzo, estaba tirada sobre la mesa de su Cuartel General.

“Sallyyyy… mi nivel de acceso no subeeeee…”.

“Sí, no me sorprende que sea difícil para ti”, dijo Sally. Ella estaba sentada en el otro lado de la mesa.

Las misiones del permiso de acceso consistían en mandados que envolvían moverse por toda la ciudad y aventurarse en el exterior.

Eso incluía un montón de misiones de recolección y cacería.

Kasumi había estado completándolas como loca, pero para virtualmente todos los demás, habían sido consumidoras horribles de tiempo.

Maple había sacrificado muchas cosas buenas por su dedicación a la defensa, dejándola sólidamente al final de la lista en cuanto a velocidad de movimiento.

El nivel de acceso de Sally ya era siete, mientras que Maple seguía en cinco.

“¡Quiero entrar máaaas!”.

Pero mientras Maple se quejaba, un temblor sacudió el estrato entero.

“¿Q-Qué fue eso…?”.

“No sé… oh”.

Ambas recibieron un mensaje de los admins.

Lo abrieron y leyeron el contenido.

Un jugador ha atravesado la novena puerta torii, restaurando la ciudad a su forma adecuada. Ítems y misiones adicionales se encuentran disponibles ahora.

“¡Sally! ¡Vayamos a revisar!”.

“Mm, quizás sea buena idea”.

Apenas dando el primer paso fuera de su Cuartel General, pudieron ver mayores diferencias.

“Dios… esos son…”.

“Sí, lo son. Ogros…”.

Obviamente no eran humanos—y no sólo eran ogros, sino todo tipo de espíritus y youkais. Todos estaban caminando como si este fuera su hogar. Estaban vendiendo pociones arcanas e ítems decorados con escritura esotérica.

El cuarto estrato se había vuelto hogar de youkais y brujería.

“Sally, ¿no te vas a asustar exageradamente?”.

Maple estaba apuntando a un fuego volador, el tipo de cosa exacta que usualmente aterraba a su amiga.

“No viene por mí ni intenta asustarme… Siempre y cuando no se me acerque…”.

Claramente, nunca querría acercarse a una de estas cosas.

Con un ojo firme en el fuego, Sally preguntó: “¿Crees que fue Kasumi?”.

“Tal vez, ella estaba realmente esforzándose”. Ellas la consideraban la principal sospechosa… …y dieron justo en el blanco.

Kasumi estaba sentada justo dentro de la puerta con el kanji para Nueve.

En el momento en que la había atravesado, humo púrpura había salido de los edificios a su alrededor, acompañado de cánticos y luces cegadoras. Youkai tras Youkai pasó a su lado, y había estado tan sorprendida que había perdido su balance.

Fue hasta que recibió el mensaje de los admins que regresó en sí.

“Eso lo explica. Bien. Uf…”.

Ella se levantó y miró el nuevo distrito.

“La próxima puerta está bastante cerca”.

Un solo camino conectaba ambas.

Ella pasó por la multitud de youkais y pasó las tiendas que se encontraban alineadas en ambos lados. Al final, se encontró en la torre que habían visto desde lejos todo este tiempo.

Antes de esta se encontraba la puerta final, con el kanji para diez.

Y cerca de esa puerta había un cartel.

EL PRÓXIMO GOBERNANTE SERÁ AQUEL QUE ENCUENTRE EL CUERNO DEL OGRO ROJO, LA ESCAMA ROTA DE DRAGÓN, Y EL ROCÍO DIVINO.

Después de leer esto, Kasumi pensó en todo lo que se había topado hasta ahora.

“Definitivamente no había nada de eso en ninguna tienda… pero ahora hay más ítems, así que supongo que tendré que revisar de nuevo”.

Reunir información sobre estos tres ítems era la excusa perfecta. Emocionada por descubrir qué nuevos tesoros habría, Kasumi resumió su gran tour de compras.

Casi todo jugador estaba haciendo lo mismo—ver qué nuevas cosas les aguardaba tras la transformación de la ciudad. Entre los jugadores emocionados y los nuevos NPC Youkai, la pacífica ciudad era ahora una gran colmena de actividades.

Maple y Sally estaban en una tienda cercana, revisando si había algo nuevo en oferta.

La dueña de la tienda, una vez humana, tenía ahora la cola y orejas de un zorro.

“¿Estaba disfrazada antes?”.

“Eso parece”.

Era hora de examinar la nueva mercancía.

Había muchas cosas. Algunas prácticas, y otras no tanto.

“¡Mira, Maple!”, dijo Sally, levantando dos sets de tres talismanes de papel atados con hilo.

El set en su mano izquierda era blanco, y el otro en su mano derecha era negro.

“¿Hacen cosas diferentes?”.

“Sip. El negro anula aleatoriamente una de las skills de tu oponente durante tres minutos. El blanco te deja escoger una skill de antemano y niega el efecto del otro si alguien intenta usarlo en ella”.

Y ya que había tres de cada uno, esa era la cantidad que podías usar.

“Interesante…”.

“Aunque sólo puedes comprar un set de cada color”.

“… ¿Crees que sea bueno?”.

“Supongo. Tal vez sea de ayuda después”.

Ciertamente no sería malo tener uno a la mano. Cada una compró un set de cada color.

“¡Sally, Sally, mira lo que encontré!”.

Maple estaba sosteniendo cuernos y orejas falsos.

“¿Quieres probártelas?”, dijo Sally. Los carteles en la tienda claramente decían que esto estaba permitido.

“Mm… ¡elegiré esto!”.

Maple había escogido unos cuernos bastante rizados.

“Hmm…”, dijo Sally.

“Supongo que se me verán bien cuando haga que me crezca lana”.

“Oh, cierto, tu forma oveja. ¡Pues si! Creo que se te verían bien”.

“Entonces estos son para ti, Sally”.

“Uh, no, yo no…”.

A pesar de sus dudas, Maple le entregó un set de orejas blancas de zorro y una cola que hiciera juego.

“¡Igualita a Oboro!”.

“Supongo… Bueno, quizás pueda probármelas cuando no haya nadie cerca… Aunque no creo que tenga el valor de ponerme la colita”.

Si se volvían una moda y todos comenzaban a usarlas, ella lo reconsideraría. Sally y Maple hicieron sus compras y salieron.

“Tengo que hacer algunos encargos, será mejor que cierre sesión…”.

“¡Claro! Adiós, Sally”.

“Te veo luego, Maple”.

Sally se desvaneció en un estallido de luz.

Por su cuenta, Maple pensó en su próximo movimiento—y entonces vio una cara familiar.

“¡Oh, Mii! Y va hacia… ¿qué hay allá?”.

Mii había dado algunas miradas furtivas antes de escabullirse por un callejón, así que obviamente Maple la siguió.

Se habían conocido durante el último evento y vuelto amigas después, así que pensó en ir a saludar.

Después de varias vueltas, escuchó la voz de Mii adelante.

No había razón para ocultarse, pero Maple terminó escondida en la última esquina, mirando por sobre la orilla.

“Muy bien… me relajaré un poco antes de ir de cacería”, dijo Mii.

Ella había abierto su menú para cambiar de equipo.

Y no solo su equipo—también había usado un ítem que cambiaba toda su apariencia.

Su cabello rojo se volvió largo y blanco, y su ropa era ahora azul con partes blancas. A primera vista, nadie pensaría que esta era Mii.

El color rojo era su característica más distintiva.

“¡Aquí vamos!”.

Mii abrió la puerta y entró.

“……Creo que no se supone que yo viera eso. ¡Agh!”.

Maple no había tenido la intención de seguirla y espiarla.

Ella decidió no contarle a nadie, pero pensó que sería mejor hacérselo saber a Mii.

“Uh, esta tienda…”.

Ella revisó el cartelito de afuera. Decía… HABITACIÓN DE

RELAJACIÓN Y ABRAZOS.

“… ¡Bien! Aquí vamos”.

Maple abrió la puerta y entró. Ella le pagó a la chica en el mostrador y siguió entrando.

La habitación a la que entró estaba llena de gatitos peludos, todos suspendidos en el aire.

Mii estaba en medio, con una expresión de éxtasis en su rostro.

Cuando vio a Maple, rápidamente se ocultó tras un gato.

A pesar de su disfraz, ella sabía que sería descubierta si la veían de cerca.

Después de todo… su cara no había cambiado.

Maple se acercó y admitió todo, disculpándose por el inadvertido descubrimiento.

“Oh, no te preocupes. Quizás deseaba que alguien lo supiera.

Mantener el acto se está volviendo agotador… ah-ha-ha…”.

“¡No fue mi intención! ¡Si hay algo que pueda hacer por ti, déjamelo saber!”.

“…Bueno, ¿y si me ayudas a cazar algunos monstruos después…?”.

Maple estuvo más que feliz de aceptar. Pero primero, se unió a Mii y disfrutó la pila de animalitos.