Kuma Kuma Kuma Bear (NL)

DESPUÉS DE SER BOMBARDEADOS por la gran abundancia de brotes de bambú, llevé a Fina y Shuri a explorar el puerto marítimo.

“Eso estuvo muy bien”, dijo Fina, dándose palmaditas en la barriga.

“Como todavía tenemos muchos brotes de bambú, haré algunos para Tiermina y los huérfanos”.

Shuri asintió. “¡Bien!”

Mientras caminábamos, vimos una de esos grupos de harén, ya sabes, con el líder aficionado y un grupo de mujeres, como algo salido de una novela ligera auto insertada. En realidad, conocía a ese grupo. El tipo era Blitz. Luego estaba la hermosa Rosa, la pequeña y linda Ran, y la valiente espadachina Glimos.

“¡He visto a Yuna!” Rosa gritó y corrió hacia nosotros. “Deigha nos dijo que estabas aquí”.

“¿Ustedes todavía están en la ciudad?” Pensé que se irían después de escoltar el convoy de comida.

“La maestra del gremio nos pidió que nos quedáramos un tiempo, ya que se avecinaban algunos trabajos de exterminio de monstruos”.

“Pero lo más importante”, intervino Blitz, “¿es verdad? Dijeron que derrotaste al kraken, pero… ¿en serio? ¿El Kraken?”

“Blitz”, reprendió Rosa, “vamos. La gente del pueblo lo dice. ¿No confías en ellos?”

“Está bien, pero, quiero decir… es el kraken del que estamos hablando. ¿Cómo podría una sola persona vencer a esa cosa? ¿No es un poco, eh… irrazonable?”

“Quizás, pero Yuna está más allá de la razón. Probablemente podría vencer a la cosa”.

Vaya, Rosa, ¿de verdad? ¿Más allá de la razón? Totalmente fuera de lugar, incluso si no podía pensar en una buena respuesta.

“Entiendo lo que quieres decir, Blitz”, dijo Ran, “pero incluso la maestra del gremio dice que ella lo hizo”.

“No se me ocurre ninguna razón para que la gente del pueblo mienta”, dijo Glimos.

“Pero piénselo razonablemente”, protestó Blitz.

Rosa negó con la cabeza. “¿Yuna se veía razonable cuando eliminó a los bandidos?”

“Ella, eh… está bien, no lo hizo, pero…”

Dios mío, hoy no pedí ser propiedad verbal de todo un grupo de aventureros. Blitz parecía insatisfecho, pero ¿cómo se atrevía cuando era yo la que estaba siendo matoneada en directo delante de todo un pueblo?

“Entonces, ¿qué estás haciendo?” preguntó Rosa. “¿No volviste a casa en Crimonia?”

“Estoy paseando con estas niñas”. Les presenté a Fina y Shuri, que se escondían detrás de mí.

“Soy Fina”.

“Soy Shuri”.

Se presentaron con pequeños movimientos de cabeza, pareciendo un poco avergonzados.

“¡Oh, son pequeñas bellezas!” Rosa no pudo evitar abrazarlas. “¿Son tus hermanas, Yuna?”

“No, pero supongo que están bastante cerca”.

“¡Yuna!”

“Oh mi Dios, Yuna…”

Shuri y Fina parecían bastante felices por eso, supongo.

“Pero no están vestidas de osos”, dijo Blitz. Vamos, como si hubiera dejado que Fina y Shuri tuvieran las mismas miradas extrañas que yo, aunque… ellas usaban los uniformes de oso cuando ayudaban en la tienda.

“¿Van a estar todos en Mileela por un tiempo?” pregunté.

“No, estamos pensando en dirigirnos a Crimonia una vez que se abra el túnel”.

“¿En serio?”

Rosa asintió con la cabeza a Blitz. “La maestra del gremio dijo que solo tenemos que quedarnos hasta que el túnel esté terminado. Y dado que el túnel está ahí ahora, ¿cómo no podríamos ir a Crimonia?”

“Después de todo, una nueva ciudad nos está esperando”, intervino Ran con una línea suave.

“Y honestamente”, dijo Rosa, “me gustaría echar un vistazo a la ciudad en la que vives, Yuna”.

¿En serio? Sin embargo, no había nada allí. Solo una casa de osos, una tienda con estatuas de osos y un orfanato con algunas estatuas de osos más, eso era todo. Pero si iban a venir de todos modos… “Si vas a pasar por Crimonia, te invitaré a comer”.

“Oh, ¿estás segura?”

“Si te parece bien comer en mi restaurante, claro”.

“¿Tu restaurante?” Repitió Blitz. “¿Pero no eres una aventurera? Fina, Shuri, ¿Yuna realmente tiene su propio restaurante?”

“Sí, es una panadería. Y es tan delicioso”.

“¡Mmhm! Delicioso.”

Las dos me respaldaron, pero Blitz y los demás no parecían convencidos.

“¿Por qué tienes un restaurante?” preguntó Rosa.

Err. ¿Por qué … por qué tengo un restaurante? “Supongo que así es como … ¿resultaron las cosas?”

“La gente normal no anda haciendo restaurantes solo porque las cosas ‘salen’ así”, dijo Rosa.

“Sí, pero… quiero decir, eso fue lo que pasó”.

“¿Yuna siempre es así?” Rosa ya no se dirigía a mí, ahora le preguntaba a Fina.

“¡Aja! Mi mamá dice que nunca sabe lo que piensa Yuna”.

Gracias, Tiermina. Sí, ella y yo íbamos a tener unas palabras después de esto.

Nos separamos de Rosa y la pandilla, que se dirigían a exterminar a los monstruos cerca del túnel, y nos dirigimos al puerto; Fina y Shuri querían ver los barcos de cerca.

“Esto es asombroso”, dijo Fina en un susurro emocionado. “Hay tantos barcos”.

“¡Barcos!”

Cuando llegamos al puerto, las dos salieron corriendo para ver los barcos atracados en el puerto. Ya había pasado la hora de las capturas, por lo que había un montón de barcos atracados. Los ojos de las chicas brillaron. No lo dijeron en voz alta, pero me di cuenta de que querían abordar uno. Desearía haberlas subido, pero yo no tenía un barco y realmente no había una forma de hacerlo.

“Hermana”, exclamó Shuri, “hay un gran barco allí”.

“¡Shuri, espera!”

Pero Shuri ya estaba corriendo. Fina fue tras ella. Hombre, esas dos se divertirían aún más si pudiera subirlas a un barco, ¿no es así? Miré a mi alrededor, buscando a alguien a quien preguntar sobre eso, y en ese momento una pareja familiar salió de las sombras de un barco.

“¿Yuna?”

“¡Yuna!”

Ah, Yuula y Damon. Nos encontramos de nuevo.

“Yuna, ¿viniste al puerto marítimo?”

“Llegué aquí ayer”. Les expliqué que venía por diversión por el túnel.

“¿Viniste desde Crimonia con esas niñas pequeñas solo por eso?”

“Así es.”

Damon pareció decepcionado. “No puedo creer que pasaras por aquí para divertirte desde Crimonia. Casi morimos para llegar allí, ¿recuerdas?”

“Y ahora hay un túnel, así que todo está bastante tranquilo”.

“Lo sé”, dijo Damon, “pero se siente… raro”.

“¿De qué estás hablando, Damon? Yuna nos salvó la vida y luego salvó todo el puerto marítimo. ¿De qué te quejas?” Yuula le dio a Damon una palmada en la espalda.

“¿Qué están haciendo ustedes dos?” pregunté. Después de todo, no había otros marineros alrededor.

“Mantenimiento de la embarcación. Si no lo hacemos ahora, tendríamos problemas cuando las cosas se estropearan más tarde”.

Si, cierto. Un pequeño agujero podría hundir un barco después de un tiempo. Mientras tanto, Fina y Shuri miraban el barco con asombro mientras hablábamos.

“¿Es la primera vez que ven un barco, ustedes dos?” preguntó Yuula.

“Sí, es mi primera vez”.

“Aja.”

Las niñas asintieron.

“En ese caso”, dijo Yuula, “¿quieren subir a bordo?”

Las chicas estaban encantadas, pero luego me miraron nerviosas.

“¿Podemos?” preguntó Fina.

“Por supuesto”, dijo Damon. “Al menos podemos hacer eso. Yuna nos ayudó, después de todo”.

“¿Les gustaría a las dos abordar el barco?” preguntó Yuula.

“Lo haría, pero…” comenzó Fina.

“Parece un poco aterrador”, finalizó Shuri. Sí … si nunca antes hubieran visto el océano, por supuesto que estarían un poco abrumadas. Probablemente estaban interesadas, pero estaban asustadas.

“Damon”, dije, “¿puedo contar contigo para mantenerlas a salvo?”

“Sí, por supuesto. Nunca pondría en peligro a nadie que conozcas, Yuna”.

“Eso es todo lo que necesito escuchar. Ustedes dos adelante y suban”.

“¿Qué hay de ti, Yuna?” preguntó Fina.

“Esperare aquí.”

“Pero… pero…” La pequeña mano de Shuri agarró mi traje de oso y me miró con ojos de cachorro. “… ¡Quiero ir contigo!”

Argh. Ternura irresistible. ¿Quién de nosotros podría oponerse a eso? Así que sí, Damon nos dejó a las tres subir al barco. Con todos a bordo, Damon izó las velas y nos dirigimos hacia el mar.

“Si alguna de las dos se siente mal”, dije, “háganmelo saber más temprano que tarde”.

“…?” Fina inclinó la cabeza …

“…?” … y Shuri inclinó la cabeza aún más.

No estaba a punto de intentar explicarles el mareo cuando era la primera vez que subían a un barco, así que lo dejé así. Aun así, según Yuula y Damon, las olas no eran tan altas hoy. ¿Quizás no tendríamos que preocuparnos por el mareo?

Dejando a un lado mis miedos, las dos estaban extasiadas cada vez que el barco realmente se balanceaba. Hicimos un círculo alrededor del tramo cercano del océano y regresamos enseguida.

Ahí vamos, todo estaba bien: no parecían enfermas en absoluto. Yo tampoco me había sentido enferma, pero ¿tal vez era por mi ropa de oso?

“Damon, Yuula, muchas gracias”.

“‘¡Por supuesto! Estoy feliz de que lo hayan disfrutado”, dijo Damon.

“Háganos saber en cualquier momento que deseen dar un paseo”, dijo Yuula.

Dimos las gracias a Damon y salimos del puerto. “¿Se divirtieron ustedes dos?”

“¡Sí! Fue divertido.”

“¡Ajá, el barco fue muy divertido!”

Con las sonrisas plenas y brillantes en sus rostros, sabía que no solo estaban diciendo eso.

El día siguiente fue nuestro último día allí, así que quería asegurarme de que fuera divertido antes de regresar a Crimonia. “¿Hay algún lugar al que quieran ir ustedes dos?”

Ya habíamos ido al océano y montado en un bote. Desenterramos brotes de bambú y comimos la comida de Deigha y Anz. Nos reunimos con Yuula y Damon… y ahora no podía pensar en dónde más ir, así que se lo dejé a ellas.

“En cualquier lugar estaría bien”.

“Aja.”

¿En serio? Ugh, esa fue la peor respuesta que pudieron haber tenido. Ah, bueno, ¿qué puedes hacer?

Probablemente encontraríamos algo si nos dirigimos al puerto marítimo, así que decidí ir y luego pensar en ello. Cuando tomé sus manitas cuando entramos en el puerto marítimo, había cierta mujer con ropa muy… pechugona esperándonos.

“¿Atola?”

“Ha pasado un tiempo, Yuna.”

“¿Qué pasa?”

“No mucho. Solo me preguntaba por qué no viniste a verme si estabas en la ciudad”.

“Uhh, ¿porque no necesitaba nada de ti?”

Atola me fulminó con la mirada. “¡Yuna!”

“Vamos, sabes que estoy bromeando. Estaba a punto de acercarme a ti”. No estaba bromeando, era una gran mentira y no tenía la intención de verla en absoluto. No se lo digas a nadie.

“¿Lo dices en serio?” Ella me miró con recelo.

“Lo hago”, dije, apartando sutilmente la mirada.

“Pues bien. ¿A qué viniste?”

“Solo para pasar el rato es todo”. Por eso no tenía ningún negocio con Atola, no tenía ninguna razón para visitar el gremio de aventureros.

“¿Viniste a pasar el rato? Pero no hay nada en este lugar”.

“Hay mucho que hacer. Hay mariscos, cavar brotes de bambú, el mar, los barcos, las playas. Ustedes dos también se divirtieron, ¿no es así?” Le pedí a mi pequeño escuadrón que me respaldara.

“Si, fue divertido.”

“Ajá, fue divertido”.

“¿Lo fue? Quiero decir, lo que es incluso “bambú”, eh, lo que sea, supongo que me alegraría que te divirtieras. Entonces, ¿quiénes son estas niñas?”

“Son las hijas de…” Fina se enojaría si la presentaba de nuevo como la persona a la que le debía mi vida, así que intenté otra cosa. “… una dama en Crimonia que me ha estado ayudando?”

“¡No, no lo estamos!” dijo Fina. “Nosotras somos los que están siendo atendidas por Yuna”.

“Mi mamá lo dijo. Podemos comer comida deliciosa gracias a Yuna”.

Absolutamente aniquilada una vez más por las niñas. Devastador. Y ahora Atola estaba … ¿se estaba riendo de eso?

“¿Que es tan gracioso?” pregunté.

“Déjame adivinar: salvaste a la familia de estas niñas sin pedir nada a cambio, ¿verdad?”

Fina jadeó. “Eso es increíble. ¡¿Como supiste?!”

“Yuna hizo lo mismo con este puerto”.

“¡Vaya, realmente has acertado!”

¿Cómo estaban congeniando tan rápido? Y la forma en que me resumieron tan rápidamente me hizo sonar tan … ¡tan unidimensional! Quería que retrocedieran y se corrigieran, pero las tres realmente estaban empezando a hablar de mí.

“Ella siempre dice, ‘No te preocupes’, ¿verdad?”

“Sí, ella dice eso”.

“Oh mi Dios, lo hace”.

“Y que ella ‘no necesita’ nada a cambio”.

“¡Ajá, así es!”

“¡Sí, es ella!”

¿Por qué estaban tan emocionados de hablar de mí?

“Somos nosotras los que tenemos que agradecerle, pero, por alguna razón, Yuna nos ayuda en su lugar”.

“¿Cierto? ¡Cada vez!”

“¡Yuna es tan agradable!”

¿Qué era todo esto? Toda esta agradable charla me estaba dando… picazón. No soy tan bondadosa, ¿de acuerdo? La razón por la que ayudé a Fina fue porque ella me ayudó cuando llegué a este mundo y no tenía idea de cómo distinguir la derecha de la izquierda. Fina me enseñó todo tipo de cosas sin tratarme como si fuera ridícula o sospechosa. Eso es todo.

En realidad, ahora que lo pensaba, me sorprendió que me enseñara tantas cosas mientras usaba este traje de oso.

“Y sabes lo que hizo Yuna…” comenzó Fina.

“¿Qué tal si acortamos las cosas pronto y nos dirigimos a otro lugar?” Propuse, porque… vamos, probablemente iban a seguir parloteando eternamente.

“Oh, lo siento.”

“Lo siento.”

“¡Sí, lo siento!”

Las tres se disculparon. Uf, ahora me siento como la mala aquí.

“¿Qué vas a hacer ahora, Yuna?” preguntó Atola.

“Iba a saludarte, Atola, pero como nos conocimos aquí, pensé que podríamos dar una vuelta por la ciudad”.

Era solo una mentira a medias, ¿de acuerdo? Realmente había estado planeando vagar por ahí, así que le estaba diciendo la verdad.

“En ese caso, ¿qué tal si me uno a ustedes?” ella preguntó.

“Oh, ¿estás libre?”

“Oh, sí. Lord Cliff envió a aventureros de Crimonia para exterminar a los monstruos cerca del túnel, y todo va muy bien. Blitz y los demás han regresado y acordaron ir a hacer eso también por un tiempo, por lo que no hay problemas en el gremio de aventureros. El gremio comercial… ahora lo están pasando bien. Hay un montón de cosas que vienen de Crimonia, y han recibido montones y montones de instrucciones de Milaine”.

“Parece que Jeremo tiene muchas cosas con las que lidiar”.

“Sí, pero está haciendo un buen trabajo. Incluso si parece que de vez en cuando intenta escapar”, agregó Atola con una sonrisa. “Pero sí, la gente vuelve a sonreír aquí. Lo echábamos de menos, Yuna”.

“Cliff y Milaine fueron los que hicieron todo ese trabajo”.

“Nadie cree una palabra de eso excepto tú”, dijo Atola con una sonrisa brillante. Luego agarró las manos de Fina y Shuri y comenzó a caminar.

Podría haber discutido, si me hubiera apetecido. En lugar de eso, las seguí a las tres.