Kuma Kuma Kuma Bear (NL)

FINA Y SHURI saboreaban la cocina de Deigha, y Deigha y Anz miraban felices mientras lo hacían.

“¡Yuna, es tan delicioso!”

“¡Mmhm! ¡Yum!”

“Nada que a un cocinero le guste escuchar más que eso, déjame decirte”, dijo Deigha, luciendo satisfecho.

“Ahora, Srta. Yuna”, dijo Anz, “¿cuáles eran los ingredientes que querías?”

“Brotes de bambú.”

“¿Brotes de bambú?”

“¿De, eh … de bambú?” Intervino Deigha, pareciendo interesado.

“Sí. Vi algunos cuando deambulé por el puerto marítimo la última vez, así que vine a recogerlos. Como realmente no he visto ninguno por Crimonia, esperaba comer algunos brotes de bambú frescos. También tengo arroz, así que realmente esperaba hacer arroz con brotes de bambú”, le expliqué.

Anz inclinó la cabeza con curiosidad. “Srta. Yuna, por bambú, te refieres a esas cosas verdes y duras que están vacías por dentro, ¿verdad?”

“Sí.”

“¿De verdad se pueden comer esas cosas tan duras?”

Oh. No sabían qué aspecto tenía el bambú antes de que creciera. Aparentemente, nadie se molestó en comprobarlos desenterrándolos. Sí, tampoco habría intentado desenterrar los brotes si no hubiera sabido que eran comestibles. “No, bambú no. Me refiero a brotes de bambú. Ya sabes, antes de que esté completamente desarrollado”.

“¿De verdad puedes comer algo así?”

“Sí. Es bueno. Puedes cocinarlo con arroz, hervirlo y comerlo solo o saltearlo con otras cosas”.

“¿Estás realmente segura de que sabe bien?”

“Totalmente segura. Es delicioso.”

“Está bien, entonces, está decidido”, espetó Deigha. “¡Voy contigo!”

“¡¿Padre?!”

“¡Un cocinero como yo no tenía ni idea de un ingrediente tan sabroso y estaba tan cerca! ¿Qué más se supone que debo hacer además de recogerlo? Si lo hubiera sabido cuando comenzó todo lo del kraken, podríamos haberlo utilizado para hacer comida”.

Oh, vaya. Sí, les habría ido un poco mejor en cuanto a la comida si los brotes de bambú fueran de conocimiento común.

“En ese caso”, dijo Anz, “también me gustaría acompañarte a recolectar brotes de bambú”.

“No puedes. Me voy. Como cocinero, simplemente no puedo perdonarme por no saber que un ingrediente tan delicioso estaba aquí debajo de nuestros pies. Esta vez voy solo y no voy a dejar esta oportunidad, ni siquiera a mi propia hija. Señorita, ¿está bien para usted?”

Me encogí de hombros. “Claro, pero no se peleen por eso”. Realmente no quería causar una disputa familiar por los brotes de bambú, de todas las cosas.

“Pero papá, ¿qué vamos a hacer con las comidas para la posada?”

“Tú también estás tratando de convertirte en cocinera, ¿no es así? Deberías poder mantener el fuerte incluso si me voy por un día”. Fue un buen punto. Anz no tuvo una réplica, y eso fue todo… pero no fue como si tomara un día entero desenterrar algunos brotes de bambú.

Recordé un programa de televisión que había visto en el que aparecían brotes de bambú. Dijeron que lo mejor era desenterrar los brotes por la mañana, que los hacía tener un sabor delicioso y un olor maravilloso. Cuando el sol los golpeaba, sacaba la amargura, por lo que era cuestión de tratar de combatir el calor de la tarde cuando se desenterraban. Había que hacerlo antes del mediodía.

“Vamos a ir justo en la mañana, en el amanecer para recolectar los brotes”, dije, “así que no tomará un día entero”.

“¿Realmente vas tan temprano en la mañana?” Deigha se maravilló.

“Si quieres que los brotes estén sabrosos, sí”.

“En ese caso, Anz, te ayudaré a prepararte para la mañana para que puedas intentar servir el desayuno por tu cuenta. Vas a abrir una tienda en su casa, después de todo”.

“Uf, papá, eso no es justo. No puedo decir que no cuando lo pones de esa manera”, gimió Anz. “Srta. Yuna, por favor llévame contigo la próxima vez”.

Hice esa promesa, sin problemas.

“Está bien entonces”, dijo Deigha, flexionándose distraídamente, “¿hay algo que necesitemos para obtener estos brotes de bambú?”

“Necesitamos sacarlos del suelo, así que una azada sería genial. Sin embargo, si solo quieres mirar, los desenterraré con magia”.

“¡No, no! Como le dije a Anz, esto es por la experiencia. Intentaré desenterrarlos yo mismo”.

Mientras hablaba con Deigha y Anz, los inquilinos que habían terminado su trabajo regresaron. Parecieron sorprendidos cuando vieron cómo me vestía, y no estaba de humor para lidiar con eso, así que nos dirigimos a la casa de los osos.

Quedé con Deigha mañana al amanecer junto a la entrada del pueblo, y luego las niñas y yo nos fuimos.

Fuimos a la casa de los osos donde nos quedaríamos, y las niñas pudieron verla mejor ahora.

“Yuna, es tan grande”, dijo Fina.

“¡Un gran oso!”

Esas fueron las primeras cosas que salieron de la boca de Fina y Shuri al ver una casa de osos de cuatro pisos.

“¿Pero por qué es tan grande?” preguntó Fina.

“Quiero traer a los huérfanos para que vean el océano en algún momento, así que necesitaba que las habitaciones fueran grandes”.

“Eres tan amable, Yuna. Me siento un poco culpable de que solo nos hayas traído cuando los huérfanos son los que realmente están haciendo el trabajo, pero realmente estabas pensando en todos”.

“Mi razonamiento no fue tan noble”, dije. “Todo el mundo está trabajando duro, así que es más como… una salida corporativa, no, un viaje de agradecimiento a los empleados”.

“¿Un viaje de agradecimiento a los empleados?”

“Sí, es un viaje para agradecer a todos por su trabajo”.

“¿Por qué intentas agradecernos, Yuna?” Preguntó Fina, luciendo perpleja.

“Todos han estado cuidando a los pájaros y han estado trabajando en mi tienda, ¿verdad?”

Fina negó con la cabeza. “No, es por ti que tenemos trabajo. También podemos comer comidas completas y tener un lugar cálido para dormir. Si no pudieran trabajar allí, no tendrían comida ni un lugar para dormir. Yo, mi mamá y todos los huérfanos estamos agradecidos de que nos dejes trabajar”.

Hmm, no podía explicar por qué le estaba agradeciendo. ¿Quizás era una diferencia cultural? Era difícil de explicar. En lo que a Fina se refería, no creía que debían agradecerles después de que ya les habían proporcionado un trabajo, dinero, comida y un lugar para dormir. Supongo que se trataba de tener diferentes perspectivas como alguien que creció en Japón frente a Fina, que había crecido en este mundo alternativo.

“Es bueno que lo digas, pero quiero darte las gracias y lo haré”. Le di a Fina una palmada en la cabeza. “Bueno, entonces, ¿qué tal si entramos? Parece que Shuri realmente quiere hacerlo”.

Ella ya estaba corriendo frente a la casa de los osos.

Con Shuri corriendo a nuestro lado, luciendo como loca, entramos y le di una explicación de las habitaciones del primer piso. “Si necesitas usar el baño o quieres agua, esos están en el primer piso, así que úsalos cuando quieras”.

Fina y Shuri parecían disfrutar mirando las habitaciones. “¡Es tan grande!”

Bueno, el primer piso era lo suficientemente grande para que todos los huérfanos comieran juntos… aunque el refrigerador estaba totalmente vacío todavía. A continuación, dirigí a las dos a su habitación.

“Yuna”, preguntó Fina, “¿qué hay en el segundo piso?”

“Solo habitaciones grandes. No las usaremos esta vez, así que no se preocupen”. Pasamos por las habitaciones del segundo piso y les mostré los cuartos y las habitaciones de huéspedes del tercer piso.

Ustedes dos usan esta habitación.

“¡Es tan grande!” Shuri arrulló.

(Hice que cada una de las habitaciones del tercer piso fueran grandes).

“¿Dormimos aquí?” preguntó Fina. Éramos las únicas aquí, así que elegí esta para ellas. “¿Dónde dormirás, Yuna?”

“Estaré en la puerta de al lado”. Fui a mi habitación; tenía una cama grande, una mesa y una silla. Había llevado las cosas que compré en Crimonia con mi puerta de transporte hacía un rato. Además, la puerta de transporte de osos estaba conectada con una puerta interna a la habitación adyacente. Quiero decir, no iba a dejar la puerta ahí fuera donde cualquiera pudiera verla.

“Muy bien”, dije, aplaudiendo, “mañana nos levantamos temprano, así que bañémonos y durmamos temprano”.

“¿Ya estamos durmiendo?”

“Ustedes dos tienen que estar cansadas, ¿verdad? Además, mañana es realmente un día que debemos levantarnos temprano. Si se quedan dormidas, las dejo atrás”.

Terminamos yendo al baño en el cuarto piso. El baño estaba dividido correctamente en lados para niños y niñas; incluso había escrito “Hombres” y “Mujeres” en cada una de las cortinas de tela de la entrada, que había mandado hacer en Crimonia. Aparté la cortina que decía “Mujeres” mientras me dirigía al vestuario.

“Aquí es donde nos quitamos la ropa. El baño está en la parte de atrás”.

Los dos pusieron su ropa en los contenedores de ropa que había y se dirigieron al baño. También me quité la ropa de oso y las seguí.

Shuri repiqueteo. “¡Guau! Es grande. También puedo ver afuera. Pero… Yuna, no hay agua caliente en el baño”.

Oh, cierto. Ups. Después de todo, nadie lo estaba usando y yo solo acababa de regresar. Me dirigí hacia las estatuas de osos donde el agua caliente brotó y giré la gema de maná en la que el oso tenía su pata. El agua salió a borbotones de la boca del oso, e hice lo mismo con el oso del otro lado.

¿Cuánto tiempo tardaría en llenarse? Bueno, no era como si pudiéramos quedarnos allí desnudas todo el tiempo, así que decidí que podíamos lavarnos primero. “Asegúrese de lavarse y lavarse el cabello antes de entrar”. Es de esperar que el baño se llene para cuando terminemos de enjuagarnos.

“Shuri”, dijo Fina, “no te límites a mirar afuera. Necesitas lavarte”. Tiró de la mano a Shuri, que miraba por la ventana, y la llevó al área de lavado.

Ajusté la temperatura del agua que salía de la boca del oso y luego también me dirigí hacía allí. Mientras me fregaba, Fina y Shuri se acercaron.

“¿Qué pasa?”

“Tu cabello es tan largo y bonito, Yuna.”

“¡Bonita Yuna!”

Ambos tocaron mi cabello. “Es sólo largo chicas. No es gran cosa.”

“Te lavaré el pelo”.

“¡Yo también!”

“Estoy bien. Puedo hacerlo yo sola.” Tuve una relación con este cabello mío durante muchos años; Podría lavarlo por mi cuenta.

“Sí, pero siempre nos estás cuidando. No hay mucho que pueda hacer por ti, así que quiero hacer esto. Dime si me interpongo en tu camino”. Argh, Fina me miró con ojos tan inocentes. Estaban limpiando mi corazón embarrado. No creo que nadie pueda decir que no a ojos así.

“Está bien, entonces, ¿puedo confiarles mi cabello a ustedes dos?”

“¡Sí!”

“¡Aja!”

Ambas se sentaron juntas detrás de mí y lavaron mi cabello con escrupuloso cuidado.

“¿Cuánto tiempo tarda el cabello en crecer tanto?” Preguntó Fina.

Buena pregunta. No tenía una respuesta, porque rara vez pensaba en eso. No me importaba cómo se veía, así que siguió creciendo.

Fina tocó su propio cabello. “Tal vez me deje crecer el pelo tanto como el tuyo”.

“¡Yo también quiero dejar crecer el mío!” Shuri levantó las manos y proclamó.

“Si ustedes quieren, claro, pero es un dolor cuidarlo”. Mientras hablábamos, terminamos de lavarnos y nos dirigimos al baño.

“Yuna, solo está medio lleno”. O incluso menos, ahora que lo miré. Pero teniendo en cuenta lo grande que era el baño, supongo que podríamos conseguir simplemente estirándonos en él. Fina y Shuri se acostaron y se hundieron lo suficiente en el agua. Pensé que eso no funcionaría para mí ya que era más grande que ellas, pero había suficiente agua para cubrirme cuando estaba acostada también.

Estiré las piernas y me dejé hundir hasta que mis hombros quedaron sumergidos. Estirar las piernas en el baño… eso es todo. Fina y Shuri también parecían disfrutar del baño. Los baños eran realmente el pináculo de la cultura humana, ¿no es así?

Shuri miraba afuera y jugaba con la estatua del oso metiendo su mano en su boca cuando salía el agua. Yo, estaba descansando en el agua con la cabeza vacía hasta que, finalmente, Shuri soltó que se iba.

“Hermana, hace calor”. El rostro de Shuri estaba rojo brillante.

“Yuna, ¿está bien si salimos primero?”

“Bien por mí. Dejé la secadora, así que asegúrense de secarse el cabello por completo”.

“Okey.”

Fina levantó a Shuri de la mano y salió del baño. Después de sumergirme en el baño por un tiempo más, también salí. Cuando entré al vestuario, Fina estaba secando el cabello de Shuri. Shuri parecía apenas despierta.

“Vale, ya estás bien”, dijo Fina.

Shuri se frotó los ojos. Seguro que tenía sueño. “Gracias hermanita.”

A su lado, Fina comenzó a secarse el cabello.

Me sequé, me puse mi ropa de oso blanco y, justo cuando me estaba secando el cabello, que era más largo que mis caderas, Fina se me acercó.

“Yuna, ¿podemos volver a la habitación antes que tú?”

Shuri estaba a punto de quedarse dormida detrás de Fina. Estaba llena de energía hace un poco, pero ahora parecía exhausta. “Seguro. Asegúrense de mantenerse calientes cuando duerman. Nos levantaremos temprano”.

“Si. Buenas noches.”

“Buenas noches, Yuna.”

“Buenas noches.”

Fina tomó a Shuri de la mano y la sacó del vestuario. Me sequé el cabello sola y luego regresé a mi habitación.

Un hermoso cielo nocturno me recibió a través del cristal de la ventana, maravilloso y de alguna manera inesperado en la forma en que estas cosas siempre son. Me hizo sentir agradecida por haber venido aquí a este otro mundo. De lo contrario, apuesto a que habría seguido siendo una ermitaña en mi mundo original.

No había mirado mucho por la ventana en ese entonces.

El viento de la noche enfrió las pocas gotas que me quedaron del baño y decidí que llamaría a mis osos para que me ayudaran a dormir; después de todo, íbamos a salir temprano. Metiéndome en la cama, susurré unas buenas noches que las dos en la otra habitación no podían oír, les di un abrazo a mis osos y me quedé dormida bajo ese cielo de posibilidades.