Kuma Kuma Kuma Bear (NL)

LA NIÑA también hoy cuidaba a su madre. Había encontrado hierbas, así que su mamá había mejorado un poco. Todo gracias al oso.

La niña se dirigió al bosque de nuevo para preparar más medicina. Cuando llegó allí, llamó: “¡Oso, oh, oso!”

Después de un rato, el oso salió de detrás de los árboles. El oso se quedaba con la niña cuando iba a recoger hierbas. Si el oso estaba allí, el bosque era seguro.

El oso dejó que la niña montara sobre su espalda y la llevó al lugar donde crecían las hierbas.

“¿Tu madre está bien?” preguntó el oso.

“¡Ella está mejor, gracias a ti!”

(Era un secreto que la niña y el oso podían hablar entre sí).

“Oso, gracias por todo”. La niña abrazó feliz al oso.

En lugar de responder, el oso galopó más rápido.

Luego, antes de que se dieran cuenta, estaban en el lugar donde crecían las hierbas. La niña se bajó del oso y recogió las hierbas.

¡Ella reunió muchas hierbas!

Ahora, la niña escuchó una vez una historia sobre una flor que brillaba como un arco iris, muy al norte de las montañas. La gente decía que beber el rocío de esa flor podía curar cualquier enfermedad.

“Quizás también pueda curar a mi madre”, se dijo la niña.

Pero las historias decían que la flor estaba en un pueblo lejano y peligroso también. Mucha gente la había buscado, pero nadie la había encontrado.

¿Sería real? ¿O era solo una historia?

Una mañana, la madre de la niña estaba muy enferma.

La niña intentó darle un medicamento a su madre, pero siguió tosiendo. La mamá de la niña comenzó a sujetar su pecho porque le dolía.

La hermana pequeña de la niña abrazó a su madre. “¡Mamá!”

La madre abrió los ojos muy lentamente.

“Lo siento. Lo siento de verdad.”

¿De qué se arrepentía?

La niña no entendía nada …

“Lo siento. Lo siento de verdad.”

… Pero ella seguía pidiendo perdón.

“Mamá”, se dijo la niña, “¿por qué lo sientes?”

Después de eso, su mamá ya no pudo levantarse de la cama, pero la valiente niña aún fue a buscar hierbas para su mamá. Después de todo, era lo único que la chica podía hacer por ella.

“Oso, ¿crees que mi mamá mejorará?”

La niña trató de no llorar y el oso la abrazó suavemente. El pelaje del oso era tan cálido y reconfortante.

“Oso, ¿sabes acerca de la flor del arco iris?”

El oso negó con la cabeza.

La niña le contó la historia al oso.

“Dicen que está en una montaña al norte. Dicen que es una flor de arco iris. Oh, dicen que es muy bonita y que sus gotitas curarán cualquier enfermedad. Oh, oso, ¿crees que podría mejorar a mi mamá?”

Se preguntó la niña, agarrando un pequeño frasco en su bolsillo.

Entonces, varios días después, la niña llegó al bosque como siempre. Había tantas hierbas creciendo allí ese día.

“¿Oso?” La chica gritó… “¡Oso! ¡Oso!”

… Pero no importaba cuántas veces llamara, el oso no venía.

“¡Oso! ¡Oso!”

No importa cuánto tiempo esperaba, el oso no aparecía.

La niña estaba triste, pero tuvo que tomar las hierbas e irse a casa.

Después de eso, la niña fue al bosque todos los días.

Iba cuando hacía sol y cuando estaba gris. Incluso fue bajo la lluvia, todo para esperar al oso en el bosque.

Pero no importaba cuántas veces llamara al oso, no importaba cuánto tiempo esperara, el oso no aparecía.

“Oso…”

Muy pronto, la madre de la niña no podía hablar muy bien.

Se enfermaba cada vez más.

La niña sostuvo a su hermana pequeña mientras oraba a Dios:

Por favor, de alguna manera salva a mi mamá.

No me importa lo que me pase, siempre que ella esté bien.

Al día siguiente, la niña volvió a ir al bosque. Ella regó las hierbas con sus lágrimas.

Hoy estaba demasiado cansada para llamar al oso. El oso se había ido y su madre no mejoraba. Pensó en adentrarse en el bosque y dormir.

“Oso, estoy tan cansada”.

En ese momento, escuchó la hierba en lo profundo del bosque moverse …

“¡Oso!”

… Pero salió un lobo.

La niña ni siquiera tenía fuerzas para huir.

Ella pensó: “Quizás muera aquí”.

Pero luego se acordó de su mamá. La niña recordó el rostro de su hermana pequeña.

“Lo siento”, dijo sin darse cuenta.

¿Era por eso que su madre había dicho que lo sentía? ¿Se había sentido así?

Perdón por morir.

Se imaginó a su hermana llorando.

“Lo siento mucho”, se disculpó con su hermana llorando.

El lobo se acercó más. ¿Era este el final? Pero entonces … ¡algo saltó!

¡El oso había vuelto!

El oso atacó al lobo y lo ahuyentó.

“¡Oso!” La niña abrazó al oso. “¡Oso, oso, oso, oso!”

Siguió diciendo el nombre del oso, una y otra vez.

Las lágrimas brotaron de los ojos de la niña.

“¡Oso, oh, oso!”

El oso abrazó suavemente a la niña.

“Oso, ¿dónde estabas?” La niña miró de cerca. El oso estaba muy sucio y herido. “Oso, ¿qué pasó?”

El oso sacó un pequeño frasco.

Era el mismo frasco que tenía la niña antes.

La niña lo había dejado caer en alguna parte.

“Oso, ¿qué es esto?”

“Haz que tu mamá lo beba”.

“Oso, no fuiste a buscar la medicina, ¿verdad?”

“Con suerte, esto la hará mejor”.

“¡Oso!”

La niña abrazó al oso.

La niña llamó muchas veces al oso y lloró.

“Oso, gracias”.

Después de que la niña le dio las gracias al oso, sostuvo la botella y comenzó a correr.

Cuando llegó a casa, encontró a su hermana llorando. “Hermana, es mamá …”

La niña abrazó a su hermana pequeña. Luego corrió hacia su mamá.

Su mamá tenía mucho dolor.

Abrió la tapa de su botella y se la llevó a los labios de su madre.

Un líquido transparente y reluciente entró en la boca de su madre.

El alivio se apoderó de la cara de su madre. Su mamá ya no tenía dolor.

“¡Mamá!”

La mamá de la niña abrió lentamente los ojos.

“¡Mamá! ¡Mamá!”

La niña y su hermana pequeña abrazaron a su mamá.

La madre abrazó suavemente a la niña y a la hermana pequeña.

La niña agradeció al oso en su corazón.

Gracias, oso.