Kuma Kuma Kuma Bear (NL)

LE PEDÍ A JEREMO que me hiciera el favor de los productos de la Tierra de Wa, pero aun así había sido un poco fastidioso. Quiero decir, no teníamos ni idea de cuándo iban a venir. Había hervido un kraken. Seguro valia la pena un poco de sopa de miso, ¿verdad?

Después de dejar el gremio comercial, decidí explorar el puerto marítimo. Sin embargo, Milaine me atrapó cuando iba a salir y me pidió que la ayudara a saludar a todos los visitantes (parándome en silencio detrás de ella). De alguna manera escapé de las garras de Milaine, solo para ser agarrada por Cliff y me obligara a saludar a más personas (lo cual fue fácil, porque solo tenía que quedarme en silencio detrás de él).

Luego, una vez que también escapé de las garras de Cliff, no hubo más garras por ese día. Solo una agradable tarde explorando el puerto marítimo y regresando a la posada por mi cuenta. Cuando regresé, era la hora de cenar.

“Deigha, Anz, ¿puedo cenar?” Estaban en la parte de atrás cuando llegué a la posada, así que ordené y me senté en mi asiento habitual.

Deigha salió corriendo de la parte de atrás con un gran estrépito. “¿Ha vuelto, señorita?”

“Sí. ¿Puedo cenar?

“Tengo algo más importante que preguntarte”.

“¿Más importante que la cena?” Vamos, tenía hambre …

“¿Hablabas en serio sobre lo que dijiste antes?”

“Digo muchas cosas”.

“Sobre Anz”.

“Oh, ¿te refieres a que Anz venga a trabajar a mi tienda?”

“Así es. Escuché sobre el túnel hoy”.

“Oh …” Cliff y Milaine obviamente sabían sobre el túnel, junto con el gremio de aventureros y el gremio comercial. Se extendió la noticia de todos los trabajadores de los gremios a las personas que conocían, y ayer Milaine llevo a todos los involucrados en la reparación del túnel para que lo revisaran.

“Se ha hablado de ello en todo el puerto marítimo. Algunas personas incluso salieron a verlo ellos mismos. Señorita, dijo todas esas cosas anteayer porque ya lo sabía, ¿no es así?”

“Bueno, realmente quiero que Anz venga conmigo”.

“Señorita, usted … usted no hizo ese túnel, ¿verdad?”

Mmm. Podría decírselo, pero … ¿debería? Deigha me miró tan seriamente, así que decidí ir con la verdad esta vez.

“Lo hice porque quiero que Anz venga a Crimonia”.

“Lo sabía”, dijo asintiendo.

“Y eso es importante, realmente lo es, pero lo que realmente quería era que los mariscos fluyeran hacia Crimonia”. Quiero decir, si no tuviera una fuente de distribución de mariscos, no tenía sentido que Anz viniera conmigo.

“Espera, ¿cavaste un túnel hasta Crimonia solo por eso?”

“Sí. Y por casualidad no sabrás si la Tierra de Wa vino con su comida durante las últimas dos horas, ¿verdad? Eso hubiese sido genial”.

“No he oído nada, no”. ¿Hombre, todavía? “Realmente es algo, señorita. Un gran poder en un tamaño de media pinta”. Deigha puso su enorme mano sobre mi cabeza. “Pero solo quiero estar seguro, aquí: ¿estás realmente segura de que quieres a Anz?”

Asentí.

“¿Y vas a prepararle una tienda?”

Asentí. “Eso, más un salario y vacaciones para que pueda volver a Mileela cuando quiera”. Después de todo, esa fue mi promesa a Anz.

“Parece un buen trato, pero ¿qué hay para ti?”

“¿No es tan obvio? Puedo comer los mariscos que Anz aprendió a preparar del gran cocinero Deigha. Eso es suficiente, ¿no es así?”

“¿Realmente no estás bromeando, entonces?”

“¿Cavaría un túnel entero como una broma?”

Deigha se frotó la barbilla y cerró los ojos. “¿Sabes qué?” dijo pensativamente. “Eso está bien para mí. Llévate a Anz”.

“¿Estás seguro?” Lo prometa o no, todavía no habíamos obtenido su permiso.

“Sé que Anz quiere su propio negocio. Además, puedo estar tranquilo sabiendo que ella está contigo. Quieres tanto a Anz, has cavado un túnel completo para la chica, ¿no es así? Eso es dedicación. No creo que pudiera detenerte, aunque quisiera”.

“Muchas gracias, Deigha. La cuidaré bien”.

“Mantenla feliz por mí, en la salud o en la enfermedad, ¿me oyes?”

“Está bien, ahora realmente parece que se va a casar conmigo”. Ambos nos echamos a reír.

“¡Anz! ¡Ven aquí por un segundo!” Deigha gritó en la parte de atrás.

“¿Qué? ¿Papá?” Anz salió de la trastienda.

“¿Quieres ir a Crimonia?”

“Incluso si lo hiciera, no tengo tiempo para viajar tan lejos. Y no quiero estar tan lejos de ti y de mamá, me sentiría completamente sola…”

“Ah, pero ¿y si Crimonia estuviera más cerca? Digamos, ¿un viaje de unos días?”

“Supongo que sería diferente. Sí, iría”.

Aquí vamos.

“Entonces adelante”, dijo Deigha. Por supuesto que pondría a Anz en un aprieto al decirle de repente que “adelante”.

“¿Papá?”

“El rumor ya se ha estado extendiendo, así que estoy seguro de que ya lo has escuchado. Hicieron un túnel que conecta a Mileela con Crimonia”.

Lo que sonaba mucho más directo de lo que era, pero meh, lo suficientemente cerca.

“Papá, ¿qué estás diciendo?” Ella sonrió, segura que era una broma. “Un túnel increíblemente mágico del que acabamos de enterarnos. Lo que digas.”

“Se podría pensar que sí, pero escuché sobre el túnel por los ancianos hace un momento. La gente lo ha visto. Y la persona que hizo ese túnel está aquí con nosotros… y lo hizo para llevarte a Crimonia”.

“Estás bromeando”, repitió Anz, sonando un poco menos segura de eso.

“Lo prometiste, ¿no es así? Que vendrías a Crimonia si fuera posible conseguir mariscos y si pudieras ver a tus padres en cualquier momento”.

“Lo hice …” Había sido, como, ayer. Hubiera sido una locura si lo hubiera olvidado de alguna manera. “Papá…?” Anz le dio a su papá una mirada insegura. Parecía que nunca hubiera pensado que esto sucedería en sus sueños, lo cual … tiene sentido, en casi cualquier situación normal.

“Anz, tú decides. Esta es tu vida.”

“P-Papá …” Anz me miró a los ojos. “Srta. Yuna, ¿estás segura de que me quieres?”

“Si quiero. ¿Podrías, um, compartir tu cocina conmigo?” Pregunté. Ahora parecía una propuesta. Eep.

“Ya veo. Si estás realmente bien conmigo, trabajaré duro para ti”. Y supongo que eso fue todo: Anz iba a Crimonia.

“Um, ¿estás realmente segura de esto?” Pregunté, sintiéndome un poco avergonzada.

“¡Sí! Tengo ganas de trabajar para ti.”

“Sí, yo también estoy deseando que llegue”. Me había conseguido un cocinero.

Deigha parecía hosco ahora. “Ahh, nunca hubiera imaginado que te irías antes de que te casaras”.

“Entonces, ¿quieres venir a Crimonia también, Deigha? Haré una posada solo para ti”. ¿Si, Por qué no?

“Tu invitación me llena de alegría, pero no puedo. Este lugar está en mis huesos; nací y crecí aquí, y algún día moriré aquí”. Ahora solo estaba tratando de sonar genial.

“Deberías venir a pasar el rato en Crimonia. Te daré una gran bienvenida cuando vengas”.

Deigha puso su mano sobre mi cabeza. “Sí, contaré contigo para una cálida recepción cuando llegue el momento”.

Y en medio de este momento cursi, la voz de un hombre … “Perdón por poner un freno a tu fiesta, pero el túnel no se podrá utilizar durante algún tiempo”.

Y la voz de una mujer … “Correcto, ya que hay una montaña de trabajo que debe hacerse”.

“¿Cliff y Milaine?”

¿Cuánto tiempo habían estado allí? Se insertaron en la conversación sin decir una palabra.

Cliff se sentó a la mesa donde yo estaba. “Estoy famélico. ¿podría comer?”

“Uno para mí también”, dijo Milaine, sentándose a su lado.

“Enseguida. Oye, escuché decir que ustedes dos son el señor de Crimonia y el maestro del gremio comercial”.

“Amigo de Yuna, ante todo, Cliff Fochrosé, señor de Crimonia”.

“Y yo soy la amiga de Yuna, Milaine. Resulta que soy la maestra del gremio del gremio comercial de Crimonia”.

“El señor y la maestra del gremio de Crimonia …” Deigha miró a su alrededor con impotencia.

“No tienes que preocuparte tanto”, dijo Cliff. “Podemos simplemente ser amigos de Yuna mientras estamos aquí. Ahora, por favor, señor, nos encantaría una de sus deliciosas comidas”.

Deigha parecía positivamente extasiado. “¡Anz! Volveremos a realizar tu entrenamiento hasta que el túnel esté completo. ¡Ayúdame a preparar la comida!”

“¡Okey!”

Los dos prácticamente corrieron a la cocina.

Cliff se rio. “Yuna, parece que te has conseguido una gran cocinera”.

“¿Verdad? Deberías venir a comer una vez que empecemos el negocio”.

“Sí, pasaré por allí”.

“Y sabes que yo también iré, Yuna.”

Así es como se hace: ni siquiera había iniciado mi negocio, y aquí estaba yo con un par de clientes habituales.

Regresamos a Crimonia a la mañana siguiente, tal como estaba previsto.

“Srta. Yuna, voy a estudiar con todo mi corazón”, dijo Anz.

“Bien, te estaré esperando”.

Deigha asintió. “Voy a darle una educación completa hasta que el túnel esté terminado. Toda Crimonia debe saber cuán buenas son nuestras comidas, ¿eh?” Deigha le dio a Anz una firme palmadita en la cabeza.

“¡Oww, papá, vamos!”

Deigha sonrió, pero no quitó la mano. Creo que quería disfrutar de las palmaditas en la cabeza mientras aún podía conseguirlas.

Atola y Jeremo nos esperaban fuera de la posada.

“Yuna, gracias por todo”, dijo Atola. “Cuando nos conocimos, me sorprendió que una linda niña vestida de oso hubiera entrado en el gremio de aventureros. Nunca hubiera imaginado que las cosas resultarían así”.

Jeremo asintió. “Yo también. Ha sido todo un viaje”.

Vaya. Realmente había peleado con un kraken, ¿no es así? No me hubiera imaginado haciendo eso, ni en mis sueños más locos.

“Ven de nuevo cuando quieras”, dijo Atola.

“Lo haré. Tengo una casa aquí, después de todo”.

“¿Te refieres a la del oso?”

“Sí. Esa es mi propiedad”, agregué,” así que es mejor que se mantengan alejados”.

Atola sonrió. “Lo tengo. Se lo haré saber a la gente del pueblo”.

Mientras me despedía de Atola, Jeremo recibió instrucciones de Milaine.

“No puedes holgazanear solo porque yo no este”.

“¡Lo sé, lo sé!”

Cliff dio las últimas gracias y llamé a Kumayuru y Kumakyu.

“Oye, espera”, dijo Cliff, aclarándose la garganta. “¿Vamos desde aquí?”

“Sí, ¿por qué?”

“No deberíamos, ah. ¿Subirnos a ellos fuera del puerto marítimo?”

“¿Por qué?”

No entendí lo que dijo.

Cliff miró a su alrededor. “Es un poco embarazoso, ¿no?”

¿Eh? Montar en Kumayuru y Kumakyu … ¿vergonzoso?

“De todos modos, eh, nos subiremos a los osos después de que salgamos del puerto marítimo”, dijo, y comenzó a alejarse con rigidez. Milaine y yo comenzamos a reírnos mientras lo seguíamos, y en poco tiempo, nos reíamos a carcajadas.