Durara! (NL)

Volumen 13

Último Capítulo: Donde Quiera Que Vayas, Puedes Encontrar Una Tumba.

Parte 2

Antes, en el Russia Sushi.

Como había escuchado otro disparo desde lo lejos, Shijima se estremeció.

De hecho, el sonido era mucho más pequeño que el de antes, pero Shijima fue incapaz de hacer la comparación.

Él no estaba en un estado donde pudiera considerar cosas así calmadamente.

No puede ser.

¿Realmente está usando eso?

Ese chico Ryuugamine…

Era una pistola que Nasujima le había dado con instrucciones de pasársela a Mikado.

O, más exactamente, un revólver.

Lo tomé prestado del almacén de Kujiragi.

Después de todo, tomar prestado objetos de oficinas es mi talento.

Es un arma de mano, un tipo de arma oculta; hecha por varios fabricantes. Aparentemente, es una versión mejorada de un tipo que fundó a algunos terroristas norteamericanos. Lo puedes disparar con ambas manos o una. Si aprietas con fuerza el puño y lo presionas contra alguien, disparará una bala.

Era un arma de fuego no muy diferente a las que aparecen en las películas de espías.

Alrededor del mundo, habían armas que podían estar escondidas en limones, cigarrillos, o teléfonos móviles, entonces la existencia de tal objeto, en sí, no conmocionó extremadamente a Shijima.

‘Aunque lo compré para protegerme. Estoy demasiado asustado para llevarlo de acá para allá, así que quiero que tú cuides de esto. Por favor, acéptalo como prueba de mi confianza.’ Cuando él le había dicho eso al dárselo, nunca había imaginado que Mikado lo aceptaría sonriendo.

No parecía como si lo hubiera confundido con un juguete; y fue en aquel entonces que Shijima se percató de que el chico Ryuugamine Mikado no era una persona normal.

Mierda, en serio. Si realmente disparó contra alguien, los Dollars están realmente en problemas.

Nasujima había dicho que convertiría a algunos policías y los controlaría, y así haría arrestar a las personas apropiadas para propagar miedo en los Dollars; ¿Pero esto estaba realmente bien?

“Nasujima-san, Ryuugamine probablemente disparó…”

Shijima había decidido decirle eso por ahora, pero se detuvo allí desprevenidamente.

Nasujima estaba completamente azul, y se estremeció violentamente al mirar hacia Sixty Storey Street.

“… ¿Nasujima-san?”

Nasujima no le contestó a Shijima, y, sudando frío, comenzó a morderse su uña del dedo pulgar.

“Yo, yo, yo, yo, yo… idiota, ese bastardo… ¿¡no estaba a a, a, arrestado?!”

Los escalofríos atravesaron todo su cuerpo y se propagaron incluso en sus labios, por lo que fue incapaz de expresarse correctamente.

Antes sus ojos, había un hombre con el cabello teñido de rubio.

En el choque de un momento, Shijima, había visto pasar algunas motocicletas, pero había pensado que solo eran algunos gánsteres idiotas causando una conmoción.

Pero Nasujima había entendido.

Que el sombrío segador siguiéndole la pista apareció aquí.

“¡N, no hay más tiempo! ¡Apresúrate! ¡Destruye las puertas, las ventanas del lugar de sushi! ¡A, asume el control de ese lugar, cuatro ojos, ahora!”

Por ordenes de Nasujima, quien había perdido la calma que tenia previamente –

El grupo de Saika rodeando al Russia Sushi se abalanzó contra la tienda al unísono.

***

Antes del edificio Hands. En la intersección.

Diagonalmente a la izquierda frente al edificio Tokyu Hands, en la intersección entre Sixty Storey Street y la calle del Russia Sushi –

Hacia Izaya, quien estaba de pie inútilmente en el centro de la intersección, Shizuo caminó hacia adelante, dando un paso; luego otro.

“E-ese es Heiwajima Shizuo.”

“Mierda, ¿no era solo una leyenda urbana?”

“¿Realmente ese tipo lanzó una motocicleta…?”

“Oi, él lleva a rastras una máquina expendedora….”

Los delincuentes que estaban furiosamente deseosos por derribar a Chikage, se habían callado como si hubieran sido empapados en agua fría.

“S-si derribamos a ese tipo, seremos lo más fuertes, ¿cierto?”

Uno de ellos, en un momento de enojo, levantó su bate de metal y golpeó a Shizuo.

Pero –

Hubo un sonido como de crujidos cuando Shizuo agarró el bate con su mano vacía.

“¿¡A, a, ahi, ahyaaaaah?!”

Todavía sujetando el bate, el cual había sido arrugado como un tubo de cartón, las piernas del delincuente colapsaron bajo sí mismo, y mojó sus pantalones.

A medida que una sacudida ondeaba a través del aire, los Bosozoku se echaron marcha atrás inconscientemente, y se escaparon a través de las grietas entre las personas.

Pero Shizuo les prestó poca atención, y simplemente caminó a grandes pasos hacia delante, dando un paso a la vez –

Y entonces, llegó ante Orihara Izaya.

Chikage hizo un gesto como para llamar a Shizuo, pero cuando vio los ojos de Shizuo, se detuvo.

Él se percató de que estaba en un estado donde el contacto sin preparación completa sería imprudente.

Por otra parte, Orihara Izaya no había hecho un intento por librarse de ese intervalo.

A medida que jugueteaba con el cuchillo en su mano, afrontó la intención asesina de Shizuo de frente.

Esta vez – fueron solo unos pocos segundos que estuvieron enfrentados entre sí.

Pero las personas de los alrededores lo sintieron en realidad como si el tiempo hubiera durado más.

Tanto los que conocían a Shizuo, Izaya o los que no lo hacían – tomaron su aliento al unísono.

Parecía que el hombre vestido de negro desafiaba al monstruo con el uniforme de camarero.

¿Cómo usaría Heiwajima Shizuo su fuerza abrumadora?

¿Y qué resultaría del  receptor de tal golpe?

Afrontando una tragedia cuyo resultado podía ser visualizado, los delincuentes, Chikage, los miembros de los Blue Square e incluso Kuronuma Aoba – olvidaron lo que hacían y observaron la escena frente a ellos.

La respuesta del grupo de los poseídos por Saika se dividió en dos.

El grupo con Nasujima como su madre, se agitaron por la aparición del humano más fuerte conocido como Heiwajima Shizuo –

Y como por los efectos de la noche del acuchillador, el grupo de Saika con Haruna como su madre, por el contrario, temieron de Shizuo.

Esos rasgos, completamente opuestos a los de Nasujima, quien temía de Shizuo, y Haruna, quien no lo hacía, fueron tomados por los niños; y la unión de los poseídos por Saika, quienes parecían haber estado bajo control hasta ahora, comenzaron a desmoronarse.

“…”

“…”

Como la distancia entre Izaya y Shizuo fue acortado por unos escasos dos metros, Shizuo dejó de caminar.

Una distancia que con un paso de ambos podría cubrir.

Sus ojos se interceptaron.

Y al siguiente instante.

Shizuo, con la velocidad en la cual una espada instantáneamente podría ser desenvainada y matar a su adversario, meció la máquina expendedora que arrastraba detrás de él –

Las calles de Ikebukuro fueron consumidas por un magnifico sonido de destrucción.

***

En la furgoneta de Togusa.

Un momento antes.

Segundos antes de que el choque entre Shizuo e Izaya comience.

Anri se puso rígida ante las palabras del hombre sonriendo delante de la furgoneta.

“Justo ahora… ¿qué… persona nombraste?”

Ryuugamine Mikado.

¿Por qué estaba surgiendo ese nombre aquí?

¿Era el hombre ante ella un camarada de Nasujima?

Como los diversos pensamientos formaron remolinos en su mente – el sonido de algo quebrándose vino a través del hueco en la ventana delantera quebrada, trayéndola de vuelta a sus sentidos.

¡No puede ser que ese sonido de ahora..!

Se siente un poco mal, pero…

Con la mención de Mikado, la ansiedad aumentó rápidamente en el corazón de Anri.

A medida que suprimía eso, silenciosamente tomó una decisión.

Controlar a los hombres ante ella con Saika, y escuchar todo lo que fuera posible acerca de lo que estaba ocurriendo.

Sin embargo –

Una luz cegadora entró en su visión.

“Bueno, aunque ahora no conozco dónde se encuentra Ryuugamine.” Algunos segundos antes de que la luz apareciera, Izumii vio algo.

Un hombre de aspecto peculiar de pie sobre el pavimento, sacando algo de su mochila. “… ¿¡Ese es … Yumasaki?!”

Él no sabía por qué Yumasaki estaba fuera de la furgoneta, y apuntó directamente a sus camaradas.

“Oi, vamos… ¿huh?”

Entonces Izumi lo notó.

Que lo que Yumasaki había sacado de su mochila era un extintor de fuego.

¿Un extintor de fuego?¿Él?

¿Una distracción?

¿Yumasaki?No.

¿Apagando el fuego?

Después de los diversos pensamientos y las escenas retrospectivas del pasado, la mente de Izumi alcanzó una respuesta.

“¡Yumasaki! bastardo…”

Al mismo tiempo que gritó, Yumasaki apuntó la boca del extintor hacia la furgoneta de Togusa.

Y –

“¡Aquí llegó! ¡Muerte segura Innocentius, mi versión!”19

Junto con su extraño grito, el extintor en las manos de Yumasaki arrojó hacia adelante llamas infernales.

Las llamas de un lanzallamas que Yumasaki había modificado él mismo de un extintor de fuego.

A medida que las llamas iluminaban los alrededores brillantemente, viajaron a través de una distancia inesperada del pavimento hacia la furgoneta de Togusa.

“¿¡Uwahhh!?” “¿¡Espera, en serio!?”

La situación estaba completamente más allá de las expectativas de los delincuentes, quien solo esgrimían picos y tubos de metal.

Escapándose de las llamas, rápidamente escaparon del área alrededor de la furgoneta.

Pero Yumasaki no fue tan lejos como para apuntarlos y quemarlos hasta la muerte, solamente dejó escapar pequeñas flamas como amenaza, ahuyentando a los gángsteres alrededor de la furgoneta.

“¡Yu…. yuma… saki…. Bastardooooooo!”

Por otra parte, Izumi, con su trauma pasado con el fuego, se escondió detrás de un vehículo cercano, todavía agarrando su martillo.

“¡Ahora! ¡Salgan de la furgoneta!”

Prestándole atención a Yumasaki, Kadota y el resto se escaparon inmediatamente por la parte izquierda de la furgoneta.

• Alta referencia a To aru.

Solo Togusa, quien estaba en el asiento del conductor, le tomó bastante tiempo, pero en cierta forma, todos ellos habían logrado bajar exitosamente.

“… ¡Kadotaaa bastardo! ¡No creas que puedes huir!”

Poniéndose en guardia contra el lanzallamas de Yumasaki, Izumi gritó desde atrás de otro vehículo.

Los conductores de los vehículos cercanos, apreciando sus vidas, escapaban de sus autos al ver el fuego de Yumasaki, y los gritos y el caos llenaron los alrededores.

En medio de esta situación, Kadota, quien apenas podía moverse, se enderezó a medida que hablaba con Anri y los demás detrás de él.

“Oi, déjennos esto, las chicas deberían escapar a un lugar seguro.”

Conforme a sus palabras, Karisawa, Togusa y Yumasaki se pusieron de pie ante los delincuentes para bloquearlos.

“¡Pe, pero!”

“Está bien; dejen a los adultos resolver esto.”

Togusa sonrió al decir eso, y Yumasaki continuó entusiasmadamente.

“¡Honestamente! ¡Siempre quise decir esto! ¡Déjenme esto, sigan….!”

“Ahaha, ¿no es eso una clara señal de que morirás?”

A pesar del gran número de enemigos ante ella, Karisawa todavía sonreía.

Anri vaciló, pero Kadota continuó.

“Estos tipos son solamente bastardos actuando como idiotas de su edad. Si ustedes se mezclan con ellos, también se convertirán en unos idiotas.”

Y luego, a Seiji, quien se puso de pie protegiendo a Mika, le dijo:

“Oi, toma a tu novia y corre; protégela correctamente.”

Ante las palabras de Kadota, Seiji vaciló en lo que se refiere a si debería quedarse a pelear – pero vio a Mika parada detrás de él, y Namie mirándola furiosamente.

Aun si le pidiera a Nee-san que que se encarguara de Mika… no resultaría, no lo haría.

Si se encontraran lejos de ellos, tenía la seguridad de que Namie atacaría a Mika.

Y entonces, para proteger a Mika, eligió irse, aunque de mala gana.

“…Lo haré. Muchas gracias.”

“No me lo agradezcas. Ya lo dije; simplemente nos uniremos a una pelea entre idiotas.” Cuando Kadota dijo eso, derribó a uno de los delincuentes que se acercaban.

El puñetazo parecía como si quisiera darle un descanso a un paciente, y las personas alrededor de ellos se acobardaron.

Y con esa abertura, Kadota le dijo a Saki:

“Kida es inesperadamente de corazón débil, entonces… cuida bien de él cuándo lo encuentres.”

“… ¡ Lo haré!”

Saki inclinó la cabeza fuertemente, y tomó la mano de Anri.

“Vamos, Anri-Chan.”

“Pero…”

Anri vaciló.

Si ella usara el poder de Saika, fácilmente podría herirlos a todos ellos, y poseerlos con Saika.

Pero Kadota, detectando esos pensamientos, le dijo. “Estos tipos no son dignos de agobiarte, Jou-Chan.”

“¡…!”

“¡Simplemente vete! ¡Protege a Mikado a tu manera!” “Kadota-san…”

Anri se mordió los labios apretadamente, y curvó su cabeza profundamente.

Y luego comenzó a correr con Saki en la acera.

“Ah, esperen perras…”

Cuando un delincuente trató de perseguirlas, Togusa les dio una patada giratoria. “Gahah…”

“Bastardos… no pensarán que ustedes podrán salirse con la suya después de maltratar mi furgoneta, ¿no?”

Y entonces aquí, el caos comenzó.

Las peleas manifestándose, una por una, en las calles de Ikebukuro.

Era como si fueran una cadena de fuegos artificiales.

Explotando brillantemente, velozmente, y antes de que dejaran de existir –continuaron ardiendo.

Ignorando el hecho de que una sombra oscura se estaba alzando muy cerca.

***

En un edificio de uso múltiple. En el techo.

“Mikado…”

Masaomi gemía de dolor, echándose sobre el suelo.

Mikado lo vio sonriendo amablemente, y dijo.

“Está bien, Masaomi. Te ataré y llamaré una ambulancia; supongo que estarás bien.”

Y luego Mikado, con su mirada puesta aún en Masaomi, comenzó a hablar para sí mismo.

“…Ah, le disparé.”

“¿…?”

“Ya veo, ahora mismo, le disparé a … Kida-kun…”

“¿Mikado…?”

Masaomi aguantó el dolor en su cuerpo, y continuó observando a Mikado – y notó que se estremecía.

“Me preguntaba cuánto había estado esperando por lo extraordinario. Realmente no lo sabía. Hasta dónde iría, lo que haría, antes de poder detenerme.”

Mikado caminó lentamente hacia la esquina del techo donde la primera arma había aterrizado, y la recogió.

“Pero yo… incluso cuando Masaomi me venció, no pude detenerme. Y en lugar de eso… le disparé.”

“Hey… ¿Mikado?”

Masaomi le preguntó eso a medida que gateaba sobre el suelo, pero era poco claro si las palabras le habían llegado a Mikado, quien miraba directamente al vacío y continuó:

“Incluso si fuera Kadota-san, Yumasaki-san o Karisawa-san, seguramente dispararía. ¡Incluso a Kishitani-san, Izaya-san o a Shizuo-san, o Harima-san o Yagiri-kun, o Aoba-kun, o Takiguchi-kun, o Miyoshi-kun…!”

Mientras enumeraba los nombres de sus allegados, la voz de Mikado se incrementó.

Era como si reprochara a su propia personalidad.

Pero su voz repentinamente se suavizó.

“Ah, sí, sí, Masaomi… seguramente, por mi egoísmo…”

Y allí Mikado se quedó en silencio por un instante, antes de que lentamente pronunciara un nombre.

“Creo que incluso le dispararía a Sonohara-san.”

En la luz trémula, Masaomi se dio cuenta de que Mikado lloraba.

Y entonces Mikado –

Giró lentamente el arma en su mano derecha, la primera arma, hacia su sien.

“¿¡!? ¿¡Oi, Mikado?! ¿¡Qué haces!?”

Masaomi gritó ante la acción repentina de Mikado con su costado izquierdo en agonía.

“¡Estás bromeando! ¡Eso definitivamente no es gracioso, idiota!”

Cuando escuchó esos gritos desesperados, Mikado habló.

“Seguramente… ahora estoy más allá de toda esperanza. Seguramente querré hacer cosas más crueles de las que acabo de hacer… Y traeré incontables problemas a muchas, muchas personas.”

Con las lágrimas cayendo de sus ojos, Mikado sonrió con la misma sonrisa de antes.

“Por eso es que tengo que desaparecer también con los Dollars.”

Mikado sonreía y lloraba al mismo tiempo; y Masaomi gritó furiosamente:

“¡Oi! ¡No te dejaré morir para escapar! ¡Y aun si ¡Estás completamente bajo su control! ¡Es por la mueres, no será por propia voluntad!

culpa de ese hijo de puta de Izaya!

¡Definitivamente cobraré venganza! ¡Lo mataré, incluso si tengo que poner mi vida entera en eso!”

“…”

“Entonces, entonces por favor, detente, Mikado… No me hagas desperdiciar mi vida en algo como eso…”

A medida que gritaba suplicantemente, le daba puñetazos con su puño derecho vendado al suelo.

Una puntada de dolor pasó a través de él, pero los ojos de Masaomi nunca dejaron de ver a Mikado.

“…”

“…”

Un momento de silencio envolvió el espacio entre ellos.

Mikado cerró sus ojos por un momento, y luego, con una cara feliz, habló afligidamente.

“Gracias, Masaomi…. lo siento.”

“¿Mika… do…?”

“Aun en un momento como este, estoy… un poco entusiasmado, a cerca de qué habrá después de que muera. Cómo si pudiera irme a un mundo que nunca antes he visto.”

Cuando presionó la punta del arma en contra de su sien, Mikado sonrió, como para reconfortar a Masaomi.

“Celty-san… la jinete sin cabeza existe, entonces podría haber un mundo después de la muerte…. No, que yo sepa, podría volverme algo así como la jinete sin cabeza… ”

Después de murmurar eso tranquilamente, le habló a Masaomi otra vez.

“Pensar que me gustan cosas como esa… supongo que no estoy en mi sano juicio después de todo,.”

“¡Oi espera, detente! ¡Eres perfectamente normal! ¡Somos nosotros los que te metieron a la fuerza en esto, nosotros somos los que no lo son!”

Desesperadamente tratando de persuadir a Mikado; reuniendo todo la fuerza de su cuerpo para detenerlo.

A él le pareció justo ser casi capaz de levantarse, pero – Mikado, habiendo medido eso, vio a Masaomi y habló.

“Masaomi… lo siento.”

Y entonces, sin dudarlo, apretó el gatillo tanto como pudo.

El tercer disparo hizo eco en las afueras, y –

El mundo de Ryuugamine Mikado fue sumergido, sin incluso la luz más leve, en la oscuridad.