Toaru Majutsu no Index – New Testament (NL)

Volumen 9

Capítulo 8: Chica de Fases, Cientos de Billones. Create_V.S._Break.

Parte 3

¿Con qué podría ser comparado esto exactamente?

Tal vez un Railgun súper largo que apuntaba a alguien en la superficie del planeta después de la aceleración eterna usando carriles guía rectos que se extendían desde un extremo del universo al otro.

Tal vez un arma de singularidad que creó una destrucción inexplicable con la física newtoniana alterando directamente las partículas más pequeñas que se ocupan de la masa y el movimiento como los bosones y la partícula de Higgs.

Con toda probabilidad, expresarlo con palabras no tenía sentido.

Incluso si uno reunía todo lo que podría ser expresado con palabras, era poco probable que se pudiera derribar esa ballesta.

Simplemente golpeó.

-¿¿¿¡¡¡…!!!???

Kamijou Touma saltó a un lado con toda su fuerza.

…El primer tiro cayó verticalmente desde los cielos.

Tenía el poder destructivo necesario para eliminar fácilmente un planeta o dos, pero fue más allá del punto de crear algo como un cráter. Esto no era diferente de una bala de rifle disparada con la velocidad inicial de un rifle de francotirador atravesando un cristal sin romperlo. La flecha había sido disparada con tanta velocidad que perforó el suelo negro sin esperar a que el impacto se propagara.

Aún así, Kamijou corrió.

Su distancia a Othinus era tan cercana pero lejana. Se sentía como una pared infinita.

…El segundo tiro pareció rozar el suelo cuando fue disparado detrás de él y en diagonal hacia la izquierda.

Kamijou se agachó y la flecha pasó por encima de su cabeza y atravesó el mundo. Su trayectoria estaba inclinada hacia ligeramente abajo y creó un valle gigante en ese mundo teñido de negro.

Othinus no se movió de su lugar.

Ella y Kamijou tenía que estar iguales. Ambos estaban vertiendo toda su fuerza en derrotar a su oponente.

…El tercer y cuarto tiro se dispararon a través del suelo.

Se dispararon a pocos metros de distancia a cada lado de Kamijou. Fue una trampa. Si se movía precipitadamente incluso un paso para evadir, sería hecho pedazos.

Cuántas más acciones innecesarias tomara, más lejos estaría de la victoria.

Agudizó sus sentidos como una aguja y se imaginó a sí mismo extendiéndose hacia delante y atravesando a Othinus con esa aguja.

…El quinto tiro llegó directamente de adelante de él.

Sus movimientos a izquierda y derecha ya estaban sellados y ahora Othinus había tirado un lanzamiento directo. Por primera vez, Kamijou agitó su mano derecha. Pero no en un impacto directo con intensión de destruir. Levantó su mano desde abajo, desplazó su mano por la superficie de la flecha, y desvió su trayectoria hacia arriba.

Corrió directamente hacia adelante.

Su miedo y egoísmo amenazaron con sacudir esa simple acción.

…El sexto y séptimo tiro pasaron rosando sobre los hombros de Othinus.

Las dos flechas se dispararon por detrás de ella y chocaron en el aire antes de llegar a él. Con un tremendo ruido explosivo, las trayectorias de las dos flechas cambiaron complejamente. El chico evadió una agachando la parte superior de su cuerpo y luego brincó sobre la otra con un gran salto.

Dedicarse a la evasión no tenía sentido.

En su camino amenazó con vacilar, pero él utilizó el poder de su voluntad para mantenerse desesperadamente en curso.

…El octavo tiro superó las restricciones de la tercera dimensión.

Kamijou sintió una chispa como de electricidad estática en su espalda e inmediatamente giró su cabeza a un lado lo más fuerte que pudo. Un instante después, el espacio se abrió de repente y una flecha asaltó al mundo.

Él se centró en su trayectoria.

El camino de varios metros hacia Othinus apareció claramente en su cabeza.

…El noveno tiro ignoró el concepto de los números.

Las flechas que cayeron desde arriba iluminaron el cielo nocturno como fuegos artificiales y brillaban como estrellas cubriendo los cielos. Cada una de ellas era fatal, pero Kamijou no se congeló. Sin importar lo torrencial que caían, siempre quedaba un espacio seguro para ir.

Él iba a llegar a ella.

Miró a la cara de Othinus y apretó su puño derecho con más fuerza que antes.

…Y el decimo tiro… (Puedo llegar a ella.) Kamijou apretó los dientes.

Se movió bruscamente hasta ella.

(¡¡Voy a llegar a ella sin importar qué!! ¡No importa de dónde venga la flecha final! Puedo golpearla después de evadirla o golpearla antes de que pueda disparar la flecha. ¡¡De cualquier manera, voy a terminar esto aquí!!)

-¡¡Othinus!!

En el instante que gritó, estaba seguro de su victoria.

Dejó de pensar en el décimo tiro por completo. Eso fue porque había llegado a la idea de terminar con esto antes de que ella pudiera disparar.

Pero su error era comprensible.

El tiro final se acercó directamente desde atrás de la Diosa Mágica Othinus. Y ella no se movió un solo paso.

En otras palabras, la flecha atravesó sin vacilar a Othinus.

La flecha final atravesó todo el cuerpo de la chica y asaltó a Kamijou desde el punto ciego directamente frente a él.

-…Ah.

El tiempo se detuvo.

Fue demasiado lento para reaccionar.

En el momento que escuchó un ruido sordo, la flecha final ya había se veía absorbida en su pecho y atacó con precisión su corazón.

Esto no fue nada tan amable como perforarlo o romperlo.

En el instante del impacto, el cuerpo de Kamijou Touma fue hecho pedazos del pecho hacia abajo. Mientras su corazón seguía retorciéndose en el aire, la punta de la flecha lo atrapó y lo lanzó a los confines más lejanos de ese mundo.

Lo único que quedó en ese lugar fueron los brazos, los hombros y la cabeza del chico.

A ese nivel, esto solo podría ser llamado sus restos.

El “cuerpo” de Kamijou giró al menos dos veces en el aire y Othinus lo atrapó con una mano.

Supuestamente ella había recibido el mismo daño exacto, pero ni siquiera un solo rasguño permanecía en su suave piel. La destrucción había ocurrido de hecho, pero las heridas se habían reparado inmediatamente a sí mismas como ver la destrucción de la gelatina a la inversa.

Othinus habló con una luz fría en su único ojo.

-Se ha terminado.

-…Maldita sea. Tal vez es así.

Kamijou había perdido una y otra vez y utilizó esas derrotas para analizar los patrones de combate de Othinus. Por eso podía luchar contra este Dios Mágico. Sin embargo, eso solo había sido Othinus cuando blandía su lanza. Eso había sido Othinus con sus posibilidades positivas. No había sido capaz de seguir con precisión sus acciones una vez que abrió las posibilidades negativas usando el hechizo de hadas. Por eso había cometido un error en el mismo final.

Ya no sentía ningún dolor. Sus órganos habían sido destruidos e incluso su corazón había sido tomado. Era extraño que incluso estuviera consciente. Había oído rumores crueles de cabezas de criminales parpadeando después de ser decapitados por una guillotina o gente quejándose de presenciar después de ser despedazados al ser golpeados por un tren. Sin embargo, nunca había imaginado que un día lo probaría él mismo.

Esto era simplemente un error hasta que la sangre saliera de su cabeza. Era una ligera ilusión hasta que la muerte lo alcanzara.

-De cualquier manera, tal vez nunca haya tenido ninguna posibilidad de ganar.

-Es un poco tarde para darse cuenta de eso.

–Sin tu ayuda, la victoria que había decidido siempre habría estado fuera del alcance.

-…

Sí.

El objetivo de Kamijou Touma no era vengarse de ella por quitarle su mundo. Tampoco era vencer a Othinus y probar que era más fuerte que un Dios Mágico.

Si él la hubiera matado, no habría ganado nada.

Eso lo habría dejado con un futuro sombrío de soledad en ese mundo negro.

El Imagine Breaker era un punto de referencia para el mundo, por lo que podría restaurar todo.

Pero él no podía abrir la puerta al mundo de sus sueños. Othinus entrecerró su ojo ligeramente.

-Si sabías eso, ¿por qué me desafiaste?

-Pensé que podría llegar a ti. – el chico movió lentamente sus labios siendo sostenido en los brazos de Othinus. – No tenía ninguna idea en absoluto, por lo que una lucha mortal era la única opción que quedaba. Pero…solo correr por ahí no habría resuelto nada. Quería que mis palabras llegaran a ti y poner algo en movimiento, y pensé que mi única opción era pararme frente a ti a pesar del peligro.

-Pero no queda nada para ti ahora. Simplemente has perdido. El mundo que deseas nunca llegará de nuevo.

-…Eso está bien.

Kamijou ya ni siquiera estaba parpadeando.

Parecía estar perdiendo gradualmente la fuerza que necesitaba para formar expresiones.

-Ese fue mi deseo egoísta personal. Su fracaso no pondrá triste a nadie más que a mí…Así que eso está bien. El mundo no ha fallado. Nadie sabe sobre esta derrota. Este lugar no tiene crimen, deuda, o corazones rotos. La gente que quería proteger no derramará ninguna lágrima.

Al final, ¿qué había querido realmente este chico? Probablemente, ni siquiera Kamijou Touma lo sabía.

Había sido acorralado por situaciones ridículas, el mundo entero había actuado como si él los hubiera traicionado, e incluso había tenido su existencia desvaneciéndose en el fondo. Había reprimido la opción que tenía solo paz y sonrisas y había anhelado su mundo original a pesar de saber que estaba mal.

¿Realmente había querido destruirlo?

¿Realmente había querido protegerlo?

Habría sido extraño si hubiera sido capaz de pensar con calma sobre ello. Solo una persona insensible que veía el mundo con ojos fríos podría haber hecho eso. Fue porque le importaba tanto eso que había querido protegerlo, fue incapaz de permitirlo, quería recuperarlo, quería verlo ir, quería renunciar a ello, y quería hacerlo suyo una vez más.

Todo había sido contradictorio y la débil cabeza de un humano ya no podía encontrar una respuesta.

Sus pensamientos habían sido tal desastre que solo había sido capaz de escapar a la acción de la lucha.

Pudo haber querido a alguien que le diera la respuesta. Esa respuesta podría haber sido salvar al mundo entero.

Esa respuesta podría haber sido provocar su propia muerte.

-… ¿Puedo pedir una cosa?

-No tengo ninguna razón para conceder tu deseo.

-Eres bastante intolerante para un dios. – dijo Kamijou con sus labios lentos. Othinus esperaba que pidiera la felicidad de los residentes del mundo que amaba.

Pero estaba equivocada. Esto es lo que dijo:

–Has un buen uso de esto.

-¿…?

-Mi mano derecha. Yo solo fui capaz de usarla para las peleas, pero tú debes saber una mejor manera de utilizarla. Puedes usarla como el punto de referencia para el mundo que Ollerus mencionó.

-Ya te dije que no tengo razones para conceder tu deseo. La batalla ha terminado y pronto morirás. Nadie te alabará si creo un mundo egoísta miniatura para ti, así que no tiene sentido.

-Eso no es lo que quise decir. – Kamijou sacudió lentamente la cabeza mientras Othinus aun lo sostenía. – La batalla ha terminado, así que está bien. Utiliza esto y recupera tu mundo. Recupera tu primera esperanza.

-…

-¿Crees que no es necesario porque puedes crear un mundo idéntico a partir de cero? ¿Crees que es lo mismo que volver a tu mundo original porque nadie puede notar la diferencia?…Eso está mal, Othinus. Incluso si nadie más lo sabe y el mundo está lleno de sonrisas, no será más que una tragedia siempre que tú sepas la diferencia.

Él habló como si supiera lo que estaba diciendo.

Ese gran criminal había continuado con su propio egoísmo incluso después de comparar la felicidad de toda la humanidad contra su propia vida. Por eso fue capaz de decir esto.

Othinus había presentado su primera y segunda esperanza. ¿Volvería a su mundo original o crearía el siguiente mundo? Incluso si el resultado era el mismo, el proceso era diferente. Era un diamante natural contra un diamante artificial. Esa pequeña diferencia le daría constantemente la misma sensación de exclusión que Kamijou Touma había sentido cuando quedó fuera de ese mundo lleno de paz y sonrisas.

Othinus fue la vencedora de la era.

Y a diferencia de Kamijou, su egoísmo traería la felicidad a una era posterior. Incluso si esa era fue creada por su propio juicio y acciones arbitrarias, el resultado yacía ante los ojos del chico: un dios. Él podía verla actuando de una manera lo suficientemente perfecta para ser nombrada como tal.

Una vez que aceptó la muerte, eliminó todos sus pensamientos y la observó cuidadosamente una vez más, pudo decirlo.

Si le dejaba todo a ella, el mundo continuaría muy bien.

En poco tiempo, él moriría. Su egoísmo se desvanecería del mundo. Así que…

-Tengo un desafío para ti, Othinus. El perdedor habló en voz baja.

Extrañamente, sus posiciones eran una reminiscencia de Mímir concediéndole sabiduría al líder de los dioses nórdicos. Incluso después de que fue decapitado debido a las luchas de dioses y gigantes, Mímir continuó dando consejos al líder de los dioses como un amigo.

Más del ochenta por ciento de este cuerpo había sido volado e incluso había perdido su corazón, pero el brazo derecho del chico se movió lentamente como un reloj de juguete roto. Estiró ese brazo hacia Othinus que aún sostenía lo que quedaba de su cuerpo.

Parecía que estaba tratando de acariciar su mejilla.

O tal vez, a pesar de ser el perdedor, estaba usando su pulgar para limpiar las lágrimas de un niño.

Y sin embargo la vencedora de corazón frío no debería haber tenido ninguna lágrima para limpiar.

No debería haber habido nada más que sucias manchas de sangre.

-Se egoísta si lo deseas. Olvídate del bien y el mal. No importa cuáles sean tus razones. Tal vez algo te irrite o tal vez algo sea una monstruosidad. Solo actúa de la manera que quieras. Ya me has mostrado que hacer eso conducirá a que todos sonrían. Así que haz lo que desees… ¿Qué es lo que querías hacer al principio? A menos que vuelvas eso realidad, te convertirás en lo que fui: un patético niño perdido y aplastado por el mundo feliz.

Eso fue todo.

El brazo de Kamijou Touma cayó y sus párpados dejaron de moverse.

-…

La Diosa Mágica Othinus se quedó sola en el mundo negro.

El chico que sostenía en su delgado brazo no habló más. Puede que le quedara un poco de sangre en la cabeza, pero no tenía fuerza suficiente para pensar. Había perdido la mayoría de sus órganos, incluyendo su corazón, así que estaba bien clasificarlo como muerto. Algunas células podrían haber seguido funcionando, pero el chico se había perdido. Esa era la verdad.

En poco tiempo, el poder del Imagine Breaker se transferiría a otra cosa.

Podría ser una persona o un objeto. Si removía toda la materia del mundo, ese poder podría verterse en la misma Othinus. No era diferente de jugar a la solterona contra un oponente que solo tenía una carta. Incluso si sabías que esa carta era el comodín, tenías que tomarla.

Ella había ganado.

Había enterrado a su enemigo final.

No quedaba nadie para ponerse en su camino. Sin embargo…

-Oh. – murmuró Othinus en ese mundo solitario.

Si quisiera un mundo animado, ella podría chasquear sus dedos y crear un mundo de paz y sonrisas, pero se quedó completamente sola.

Esta era la parte más profunda del infierno que Kamijou Touma más había temido. A cambio de su propia derrota, le había recordado a Othinus donde se encontraba. Ella no tenía ningún interés en lo que podría crear.

Tenía que regresar a su mundo original sin importar qué.

¿Pero qué la había hecho pensar de esa manera?

¿Dónde había escondido qué era lo que originalmente había querido hacer?

Por ejemplo, estuvo la vez que había deseado algo que no cambiara mientras se encontraba ante la colección de arañazos que se había desvanecido en una noche.

Por ejemplo, estuvo la vez que había pensado en la justicia y la paz en un mundo de nada más que sonrisas desagradables.

Por ejemplo, estuvo la vez que había logrado esa clara confrontación entre las únicas dos personas en un mundo retorcido.

Regresar a su mundo original había sido un medio para un fin, no un fin en sí mismo. ¿Por qué había querido volver? ¿Qué había pensado que lograría con esta victoria? Mientras pensaba, la respuesta se reveló a sí misma.

Este era un camino que alguien había recorrido una vez.

Fue por eso que ese chico había sido capaz de hablar como si supiera lo que estaba diciendo.

Cuando pensaba en ello, parecía obvio.

Había sido la propia Othinus quien había creado ese infierno.

-¿Quería que él entendiera? – ella habló lentamente como si exhalara. – ¿Quería a alguien que me entendiera?

Esto era diferente a su relación con Ollerus. Él había tenido el mismo tipo de poder, pero solo había sido un enemigo.

Esto era diferente a su relación con Gremlin. Ellos simplemente habían tenido objetivos similares y habían sido atados por el miedo.

Ella no tenía ningún interés en un grupo sonriente que se unió por miedo a su gran poder como la coalición internacional.

En este mundo que estaba ligeramente mal, ella había querido a alguien que entendiera esas heridas de exclusión y ayudara a calmarlas.

No había encontrado a tal persona en el mundo cambiado, por lo que había esperado que tal persona existiera en su mundo original.

Ella había querido volver allí sin importar qué. Era lo mismo que un viajero perdido en una tierra lejana con una lengua extranjera queriendo volver a su tierra natal. Ella había creído que encontraría calor allí una vez que llegara.

Pero…

-¿Había algo como eso ahí?

Othinus trató de recordar esa era distante.

Puede haber sido debido a la gruesa pared del tiempo por lo que tenía dificultades. O tal vez fue porque tendría que recordar el dolor para llegar a la respuesta.

Dondequiera que había ido, ella había sido un tirano temido que propagaba constantemente la muerte y la violencia.

Incluso en los libros de historia glorificados sin fin escritos por los ganadores, ella había sido tan horrible que fue conocida como un dios de la guerra y otros títulos similares.

Así que…

-¿Realmente había alguien que convenientemente me entendería en mi mundo original?

No tenía respuesta a esa pregunta.

El chico que sostenía ya había dejado de funcionar.

Y sin embargo eso puede haber sido lo que ella había querido obtener incluso si significaba destruir el mundo actual.

Había hechoo un viaje eterno por la posibilidad de obtenerlo, pero ella lo había destruido con sus propias manos.

Fue por eso que estaba sola. Había sido inevitable.

Ese chico no había tenido ningún plan detallado o posibilidad de ganar.

Pero definitivamente había sido ese chico quien le había proporcionado esta sensación de pérdida.

Para decirlo en otras palabras…

-Eso fue…un ataque realmente cruel.

Ella tenía el punto de referencia de una mano derecha necesaria para reparar el mundo. Poseía el poder y el conocimiento de un Dios Mágico necesarios para utilizarlo de manera eficaz.

Ella solo tenía que mover su mano.

Las probabilidades de éxito se habían reducido a 50/50, pero aún tenía el derecho de tomar el desafío.

Sin embargo, aunque ambos utilizaron el término “mundo original”, el de la mente de Kamijou Touma y el de la mente de Othinus eran ligeramente diferentes.

Incluso si la diferencia era tan pequeña que nadie en el mundo la notaría, eso la atormentaba horriblemente.

Tenía que decidirse.

¿En qué mundo usaría esta única oportunidad?

¿Su propio mundo?

¿O el mundo de Kamijou Touma? Ella solo podía elegir uno.

Las palabras del chico se reprodujeron en el fondo de su mente. Él había dicho lo siguiente:

¿Qué es lo que querías hacer al principio?

Eso lo resolvió por ella.

Regresar a su mundo original había sido solo un medio para un fin.

¿Y si no podía encontrarlo incluso si buscaba en todos los rincones del mundo original en que ella había nacido y crecido?

¿Y si existía en el mundo original en el que cierto chico había nacido y crecido? Sus opciones se habían reducido a una.