Kuma Kuma Kuma Bear (NL)

DESPUÉS DE BAÑARME, de relajarme después del agotamiento (mental) de excavar en una cadena montañosa y acostarme un poco temprano, me desperté con los débiles rayos del sol. No estaba cansada en lo más mínimo. Después de un desayuno ligero, volví a convocar a Kumakyu, a quien había despedido antes, y me fui a Crimonia. Hice que Kumakyu se apresurara, así que no nos tomó mucho tiempo. Saludé a los guardias de la puerta, me dirigí a la ciudad y envié a mi oso a casa para que se relajara.

Antes de dejarles saber a Fina y Tiermina que estaba de regreso, fui a sacar ese favor del camino. Llegué a la finca del lord, le dije a un guardiá que conocía que había venido a reunirme con Cliff, y antes de que pudieras decir “uf, este tipo otra vez”, me llevaron a una habitación de inmediato para reunirme con él.

No está muy ocupado para ser un señor, ¿verdad?

“No es frecuente que estés aquí por mí en lugar de por Noa”, dijo Cliff.

“Bueno, alguien me pidió un favor”.

“¿Un favor?”

Le entregué a Cliff la carta de Mileela. Cliff lo tomó y la miró en el acto. Cuando terminó de leer la carta, suspiró.

“Te lo juro, tú…” Se frotó las sienes. “¿De verdad, Yuna? ¿Ir tras un kraken sola?”

” ¿Acaso dice que lo perseguí en solitario?” ¿Y no había jurado Atola a todo el mundo guardar el secreto?

“Dice que un solo aventurero lo derrotó, y… ¿Yuna? Sucede que te conozco”. Suspiró.

De acuerdo, bastante justo, considerando que sabía que derroté a diez mil monstruos y una serpiente negra. ¿Pero no podría el viejo Kuro haberlo hecho un poco menos obvio? ¿Tejer un poco de cuento?

“No es como si lo hubiera matado por diversión. El kraken estaba justo en mi camino”. Puse mis manos en mis caderas y olfateé. “Me estaba estorbando”.

(Mi camino hacia un arroz nutritivo y delicioso. El kraken tuvo la mala suerte de interponerse en el camino, o … nadar en el camino, tal vez).

“¿Te estorbaba? Realmente necesitas escucharte a ti mismo en algún momento. Suenas como un señor supremo malvado que intenta apoderarse del mundo, o algo así”.

“La dominación mundial sería un dolor total”.

Cliff parpadeó. “Espera, no estás diciendo … entonces no podrías hacerlo”.

“¿Quiero decir?” Me encogí de hombros. “¿Supongo que no?”

Pero no era como si fuera a hacerlo, ¿sabes? ¿Qué era tan divertido de dominar el mundo? Claro, podrías conquistar el mundo… o podrías tomar una siesta y comer un bocadillo y ser una persona por un tiempo. Leí todas las novelas ligeras sobre reencarnar en otro mundo, por lo general después de que un camión o lo que sea que los matara y pasaran algunas cosas de fantasía, y convertirme en un héroe, un rey demonio o un bárbaro loco semidesnudo. ¿Sabes qué era eso? Trabajo. Este oso prefiere hibernar, muchas gracias.

“Bueno”, dijo Cliff, aclarándose la garganta, “supongo que el contenido de la carta es más importante que tú, en este momento”.

“¿Qué había en la carta?” Más o menos sabía lo que ponían, pero no conocía los detalles esenciales.

“En resumen, han detallado los eventos del último mes y han dicho que están dispuestos a pagar impuestos para unirse al territorio de Crimonia. Hay, ah, muchos rumores sobre lo que has estado haciendo”, agregó con una mirada distante.

“¿Rumores?”

“Habla de un solo aventurero que los salvó donando comida. Habla de un solo aventurero que se une a otros cuatro aventureros para derrotar a los bandidos y rescatar a los rehenes. Ah, y otro aventurero sin nombre derrotó al kraken, lo que los salvó de la escasez de alimentos. No te preocupes, sin nombres, solo … un solo aventurero”.

Supongo que la gente que no me conocía no haría suposiciones a partir de esa carta. Por otra parte, Atola y el viejo Kuro no sabían realmente qué tan bien me conocía Cliff, así que supongo que esto era inevitable.

“Ah, dejando de lado las partes sobre que eres una adolescente increíblemente poderosa, el problema en cuestión es cómo progresaremos con estas negociaciones. Probablemente necesite reunirme con ellos, pero no tienen alcalde. Solo tres ancianos representando el puerto marítimo, con el maestro del gremio de aventureros ayudándolos. Convocar a personas mayores hasta aquí parece bastante cruel”.

“Sin embargo, no estás ocupado, ¿verdad? ¿Por qué no vas a Mileela?”

“No, pero, escúchame, ¡todavía soy un señor! ¡Tengo mucho trabajo! No puedo dejar la ciudad sin vigilancia durante varios días”.

“Si solo quieres llegar a Mileela, solo te llevará un día”.

Cliff me miró con extrañeza. “Oh querida. ¿Te… te sientes bien? Has viajado un tiempo y sé que los viajes difíciles pueden pasar factura, así que si necesitas un médico …”

“¡Si estás diciendo que estoy delirando, no lo estoy!”

“Dices eso, pero seguro que sabes que no hay forma de llegar a Mileela en tan poco tiempo. ¿Las montañas? Seguro que recuerdas las montañas. A menos que sugiera que volemos, por supuesto”. Cliff dio un pequeño aleteo para demostrarlo. Hombre, ¿de verdad?

“No puedo volar”, dije, tratando de no apretar los dientes, “pero hice un túnel”.

“Espera”, dijo Cliff en medio de un aleteo, con una mirada perfectamente estupefacta cruzando su rostro. Ahora era un espectáculo. De ninguna manera Noa podría tomarlo en serio si lo veía. “Mis disculpas. ¿Podrías repetir eso de nuevo? Creo que te escuché mal”.

“Cavé un túnel y ahora podemos llegar a Mileela en un solo día”.

Cliff se llevó las manos a la cabeza. “No estás … mintiendo, ¿verdad? Supongo que esto es, ah … ¿Supongo que esto no es imposible? No contigo. Un túnel. En las montañas. Dentro de un par de … solo un par … de días”.

Solo uno, en realidad, pero me mordí la lengua.

“¿Un túnel?” dijo Cliff. “¿Un túnel, sin embargo?”

“Un túnel. Quería hacer un canal de distribución de productos del mar”. Y quería que Anz viniera a Crimonia, pero no necesitaba escuchar esa parte.

“Un túnel”, suspiró Cliff. “Siempre pensé que tu propia existencia era absurda, pero cada conversación que tenemos lo empeora”.

“Sí, genial, genial. De todos modos, podemos subirnos a Kumayuru y llegar en un solo día. La otra opción es hacer que los viejos vengan aquí, pero probablemente tendrían que ir en carruaje y tomaría un tiempo”.

“Sí, sí. Teniendo en cuenta la situación, iré hacia ellos”.

Eso fue rápido. Sin embargo, mejor que él haciendo dobladillos, farfullando y arrastrando los pies.

“Necesito evaluar este túnel que hiciste de todos modos”, agregó. Realmente no me gustó la forma en que dijo evaluar, como si fuera un maestro calificándome en un examen o algo así.

“¿Cuándo quieres salir?” pregunté.

“Tengo un trabajo urgente que debo terminar mañana. También necesito ponerme en contacto con el gremio comercial. Supongo que nos iremos pasado mañana”.

“¿El gremio comercial?”

“Según la carta, el maestro del gremio de su gremio comercial cometió algunos delitos. Tengo que pasar eso por el nuestro, ¿no es así? Si es posible, también me gustaría llevarme al maestro del gremio. ¿Cuántas personas pueden llevar tus osos?”

“Dos estaría bien”.

“¿Estás segura?”

“Sí. Pero no dejaré que el maestro del gremio viaje si asusta a mis osos”.

“No creo que los asuste”, dijo Cliff. “Si lo hace, podemos seguir sin ella”.

Bastante complaciente de Cliff. Podría vivir con eso, supongo.

“Iré a tu casa pasado mañana”, dijo, “así que espérame allí”.

Le prometí a Cliff que lo haría y, con eso, salí al pasillo … y Noa corrió hacia mí.

“¡Yuna! Por favor, avísame cuando vengas, ¿de acuerdo?”

“Hoy he venido por Cliff”.

“¿Terminaste con eso?”

“Por hoy, seguro”.

“Entonces eso significa que tienes tiempo”.

Tenía una sonrisa tan dulce, pero la persona detrás de Noa también sonrió … una sonrisa siniestra, llena de fatalidad.

Arqueé una ceja. “¿Estás segura? Te das cuenta de que Lala nos ha estado sonriendo por un tiempo, ¿no?”

Noa se dio la vuelta y palideció al ver la sonrisa de Lala y su daga oculta.

“Lady Noir”, dijo Lala, “todavía estás en la mitad de tus estudios”.

“Pero estoy cansada. Quisiera un descanso. Necesito mi dosis de oso”.

¿Dosis de oso? ¿Qué, el oso era un nutriente necesario ahora? Solo imagina que algo así sea descubierto en la tierra y anunciado. Apuesto a que la ceremonia del Premio Nobel sería algo horrible.

Noa gimió y gimió, y por fin Lala dejó escapar un pequeño suspiro de derrota. “Está bien. Pero solo por un momento. Srta. Yuna, ¿puedo pedirle que acompañe a Lady Noir durante un rato?”

“Claro que sí.”

“Bueno, entonces, si pudieras. Haré los preparativos para el té “. Con un breve movimiento de cabeza, Lala nos dejó.

“Está bien, Yuna, vamos a mi habitación.” Noa cogió mi guante de oso. “Tienes que decirme, ¿dónde estabas?”

“¿Conoces ese océano al que llegas una vez que cruzas la cordillera de Elezent?”

“De… de ninguna manera, ¿pasaste esa montaña?”

“Bueno, tengo mis osos”.

“¡Eso es tan asombroso! El océano … es lindo. También me gustaría ir”.

“¿Por qué no, cuando el clima este más caliente?”

“Me gustaría, pero mi padre no permite excursiones lejanas”.

“Oh, está bien. Lo estoy acercando, de cierto modo”.

“¿Hm?” Noa inclinó un poco la cabeza.

No podía decirle sobre el túnel todavía, así que mantuve las cosas ambiguas, “Haré que se dé cuenta de que está más cerca de lo que cree”.

“¿De verdad lo harás? Entonces es una promesa. ¿Y eh, Yuna? ¿Me haces un favor?” Ella me miró con los ojos vueltos hacia arriba y las mejillas ruborizadas y pellizcadas. Uf, ni siquiera yo era inmune a este nivel de ternura. Demasiado poder. “¿Puedo tomar prestados tus osos?”

Exactamente lo que esperaba. Quiero decir, ella acaba de hablar de recibir una dosis de oso antes. Dado que se presentó la oportunidad, decidí que era un buen momento para mostrarle los osos en sus nuevas formas compactas de cachorros.

Whoosh.

“¡¿Q-Q-Qué es esto?! ¡¿Qué son estos osos?!”

“Son Kumayuru y Kumakyu. Deberían caber en tu habitación de este tamaño, ¿verdad?”

Noa se acercó lentamente a los osos. Me pregunté por qué, ella debe haber sabido a estas alturas que no iban a huir o lo que sea. Luego, con un resoplido decidido, les dio a ambos gigantescos abrazos de oso. “¿Yunaaaaaa?”

“¿Sísssssss?”

“¿Puedo tenerlos?”

“Debes saber que no”. Como era de esperar, Noa se metió en problemas con Lala cuando se negó a soltar a los osos diez, veinte, treinta minutos después de que se suponía que su descanso había terminado.

Al día siguiente, me dirigí al orfanato para hablar con Fina y Tiermina. Los huérfanos rodeaban el lugar, enérgicos y juguetones como siempre; estos eran los niños pequeños del grupo. Los más pequeños estaban empezando a caminar y los mayores tenían cinco años. Dado que los niños pequeños no podían cuidar de los pájaros ni realizar labores manuales, se divertían jugando al aire libre.

Los niños me rodearon cuando me vieron.

“¡Niña oso!”

“En carne y hueso. O piel. O lo que sea. ¿Se llevan bien todos?” Los miré. Uno de los niños estaba un paso detrás de todos los demás, mirándome. ¿Un niño nuevo, entonces?

“¡Si!” dijo uno de los niños.

“¡Mmhm! ¡Jugamos todos juntos!”

Una mirada a mi alrededor demostró que tenían razón, que ningún niño se quedaba fuera.

“Bueno, veo que todos están bien”.

“¡Ji, ji!”

“Asegúrense de seguir jugando bien”.

“¡Aja!” Los niños estallaron en sonrisas ante eso. Uno de los niños agarró la mano del nuevo huérfano y luego echó a correr, los otros siguieron de cerca. El chico nuevo sonrió y se fundió con los demás.

La directora y Liz se estaban poniendo manos a la obra, como siempre. Los niños estaban bien.

Desde allí, me dirigí al pequeño cobertizo donde trabajaba Tiermina, justo al lado del gallinero, contando los huevos que recolectaban los niños. Los niños mayores de seis años cuidaban de los pájaros, recogían los huevos y limpiaban los gallineros.

Efectivamente, encontré a Tiermina allí en el cobertizo, justo en medio del conteo. Fina y Shuri flanqueaban a Tiermina, deseosas de echarle una mano.

“¡Yuna!” Tiermina me dio paso.

“Estoy de vuelta, g …” pero antes de que pudiera terminar mi oración, Fina y Shuri se apresuraron a cruzar el cobertizo con alegría para un abrazo.

“¿No pasó nada emocionante mientras estaba fuera?” Les pregunté a las dos. Si hubiera sucedido algo, me habrían contactado por el teléfono del oso, y la atmósfera tranquila me dijo que no habían ocurrido incidentes, pero pensé que también podría preguntar.

“Nop, nada. Mamá y papá también se llevan bien”.

Es bueno escucharlo. Tal vez Fina y Shuri tendrían un nuevo hermano o hermana en poco tiempo.

“Fina, no compartas demasiado”, dijo Tiermina con severidad. Parecía un poco avergonzada de escuchar a su propia hija explicarme su vida hogareña.

Le di a Fina y Shuri palmaditas en la cabeza y crucé el cobertizo hacia su mamá. “Tiermina, he vuelto”.

“Nos alegra verte. ¿Cómo estuvo el océano?”

“Las cosas se complicaron un poco, pero al final todo fue divertido”. Ah, con una manada de ladrones aquí, kraken allá …

“Estuve allí antes en mis días de aventuras, pero a veces lo extraño”.

Hm. Quizás la próxima vez podría llevarme a Tiermina y a las niñas al océano. Probablemente, Fina y Shuri ni siquiera habían visto el océano antes.

Niños y Tiermina, verificado. Próximo objetivo: la directora.

La estatua del oso vigilaba la entrada al orfanato recién construido. Pasé una mano por encima y pedí, desde el fondo de mi corazón, que mantuviera a estos niños a salvo. En el interior, encontré a la directora y Liz haciendo lo suyo.

“directora, aquí hay un recuerdo”, dije, después de una breve puesta al día. Saqué el enorme tesoro de mariscos frescos que había conseguido en el festival de mi almacén de osos. Quiero decir, no era como si una sola persona pudiera haber comido la cantidad de comida que me sirvieron de todos modos; era un plato tras otro, y estaría atrapada con las sobras para siempre hasta que me sepultaran con mariscos.

“¿Esto es pescado?” La directora lo estudió. “Dios mío. Es una rareza lo que nos has traído. Es un poco temprano, pero ¿por qué no reunimos a los niños para almorzar?”

“Los llamaré”, dijo Liz, y nos dejó.

“Entonces, directora, ¿sabe cómo preparar pescado?”

“He preparado pescado de río antes, sí”.

Ehh, no era como si tuvieran pescado a menudo en el orfanato, así que no debería haber esperado un maestro de las artes fritas y el pescado. Necesitaba traer a Anz a Crimonia y rápido.