Bofuri Itai No Wa Iya Nanode Bogyo-Ryoku Ni Kyokufuri Shitai To Omoimasu (NL)

Volumen 4

Capitulo 2: Build Defensiva Y Dos Enemigos

Parte 3

Mii podía controlar el fuego a voluntad, y esto significaba que tenía muchos movimientos llamativos.

Su poder estaba a plena vista, y el espectáculo de destrucción hacía flaquear a sus enemigos.

“Detonar”.

Cualquiera que tuviera la mala suerte de sobrevivir a su tormenta de fuego era golpeado por una explosión de bajo daño, pero alto retroceso.

Esta era verdadera fuerza abrumadora.

Pero no podía considerarse algo rentable.

Los hechizos grandes acarreaban un alto precio.

Es por eso que los veinte jugadores tras ella tenían sus inventarios al tope con pociones de MP. Su escuadrón personal de suministros.

“Ha… Así que sólo esa era su fuerza. Terminamos”.

Cuando el último enemigo se convirtió en ceniza, las bolas de fuego desaparecieron.

“Su poción de MP”.

“Mm-hmm”.

Mii aceptó la ofrenda, la bebió, y soltó un suspiro.

“Aseguren el orbe”.

“De inmediato”.

Ella cerró sus ojos, saboreando la victoria—un error fatal.

Sally estaba viendo todo esto desde su escondite. Aunque estuvo mencionando dirigirse a casa, había sido incapaz de resistir tomar un desvío para ver al escuadrón de Mii en acción.

“¡¿Gaaahhh?!”.

Escuchando ese grito, Mii abrió sus ojos a tiempo para ver al jugador con el orbe desaparecer en una explosión de luz mientras una figura misteriosa encapuchada se alejaba corriendo con el premio.

“¡! Es fuerte… Puedo sentirlo. ¡Tomen los orbes que hemos reunido y regresen a la base! ¡No tiene sentido arriesgar todas nuestras vidas!”.

El poder en su grito infundió el miedo a la muerte en su escuadrón, y se giraron para correr, tomando el resto de su botín de regreso a la seguridad de su base. Cuando estuvo segura de que estaban en movimiento, Mii siguió a la figura encapuchada.

“¡Impulso Llameante!”.

Llamas salieron de las suelas de Mii, y aceleró tras la figura— Pero no mucho después, la perdió de vista por completo.

Sally había aprovechado una conveniente esquina para activar Sombra Efímera.

Para cuando Mii se encontraba frenéticamente tratando de descubrir a dónde se había ido su presa, Sally ya llevaba bastante tiempo de haber desaparecido.

Mii siguió su búsqueda por un rato, y entonces se tiró al suelo.

“¡Augh…! ¡Lo arruiné! ¡Es mi culpaaaa…!”.

Esta Mii ya no era para nada la majestuosa potencia que había sido antes.

Su autoridad dignificada había desaparecido, y todo lo que quedaba era una niña preocupada por su error.

“¿Por qué decidí hacer role-play…?”.

Sí, Mii había estado simplemente actuando un personaje que había creado.

Se había topado con un montón de skills poderosas y, antes de que lo supiera, terminó como el centro de atención. Demasiado avergonzada como para actuar como ella misma, terminó creando una persona ficticia y había vivido para lamentarlo.

La victoria que había estado saboreando en realidad… era simplemente ella logrando terminar la batalla sin dejar que su fachada se destruyera.

“Ughh… esto apesta. Maldición, ahora tendré que aplastar a otro gremio en el camino de regreso”.

Ella estaba maldiciendo por frustración.

Pero Mii tenía la fuerza para hacer eso sin miedo a las consecuencias.

Y mientras buscaba a Sally, se había topado con un gremio mediano—perfecto para ella.

“Tengo que llevar de regreso al menos un orbe. Si veo esa túnica de nuevo, ¡la voy a quemar!”.

Con explosiones a su alrededor, Mii cargó contra el gremio enemigo mientras torres de llamas hacían erupción desde el suelo y bolas de fuego volaban por el aire—ella incluso usó una Trampa Adormecedora Personalizada que Marx le había dado. No pasó mucho antes de que el gremio mediano no aguantara más.

El inmenso poder de Mii hacía esto posible, pero además el formato del evento jugaba a favor de sus fortalezas. No todos los que habían salido bien en el primer evento podían solearse a un gremio entero.

Probablemente sólo Mii, Pain y Maple podían lograrlo sin problema.

Mii guardó el nuevo orbe y, con otro estallido de llamas, partió hacia la base de Imperio de la Llama.

“¡Ahí estás, Mii!”, gritó Marx, aliviado.

Él había estado caminando con ansiedad alrededor del pedestal del orbe de nuevo.

El resto de su escuadrón había traído el botín de regreso antes de que ella regresara.

“Uno más para la pila”, anunció Mii. “Lamentablemente, no es el que fue robado frente a nuestras narices”.

Ellos ya la habían visto aplastar gremios por su cuenta, pero el anuncio de todos modos causó ruido.

“Saldremos de nuevo por la tarde. ¡Prepárense!”.

“““¡Como ordene!”””,

Esta entusiasta respuesta hacía que Mii se sintiera realmente reacia a ir.

Esta vez, Sally sí regresó a la base de Árbol de Maple.

Si los orbes que estaba guardando eran capturados por alguien más, todos los puntos serían para ellos. Ese era un riesgo que no quería correr.

“Tuve bastante suerte con ese último”.

Sólo había logrado escapar porque Mii había bajado la guardia.

“Tengo que cubrir tanto terreno como sea posible el primer día…”.

Sally iba a llevarse hasta el límite para asegurarse de que ella y Maple ganaran.

Todos los participantes del evento no afiliados a gremios eran colocados automáticamente en gremios generales. Como era de esperarse, muchos de estos jugadores se divirtieron y llegaron al límite de cinco muertes. Ahora estaban comenzando a entrar entre la multitud en la zona de espectadores—

—y a contar cómo habían perdido.

“¡Oh, vamos, es demasiado pronto!”.

“Bueno, desde el inicio sabíamos que no íbamos a lograr nada loco en un gremio provisional. ¡Yo solo quería ver a los mejores jugadores con mis propios ojos!”.

“Qué rara meta, pero supongo que tiene sentido. ¿Y bien? ¿Mataste al menos a uno?”.

El jugador derrotado miró con resignación el suelo. “Creo… que eso sería pedir demasiado para cualquier jugador normal”.

La multitud suspiró. Habían estado esperando una sorpresa.

“No lograste volverte un héroe, ¿eh?”, preguntó alguien, fingiendo profunda tristeza. Luego le dio una palmada en el hombro al chico.

“¡Sí, sabía que era imposible! Lo sabía desde un principio, pero… Ir cabeza a cabeza contra esos sujetos es imposible. Atacas a Pain, y hace un parry perfecto. ¡No tiene aberturas! Es como si tuviera ojos detrás de su cabeza”.

A él le habría gustado al menor acertar un golpe, pero a pesar de que seguía quejándose, la conversación prosiguió.

“Hablando de ojos en la espalda— ¿qué rayos es Sally? La de Árbol de Maple. Me mató una vez”.

“Oh, ¿te refieres al ‘jefe de zona’ deambulante?”.

Varios jugadores presentes recordaban la pesadilla del segundo evento.

“Esta vez no está deambulando. Yo estaba caminando por un bosque, y ella bajó de un árbol y me cortó la cabeza”.

“… ¿No será que viene de un clan ninja?”.

“Ver a alguien como ella te hace querer probar nuevos movimientos. ¡Casi me alegra haber muerto!”.

El hombre ciertamente parecía animado mientras recordaba.

Ya que alguien mencionó a cierto gremio, unas cuantas personas sintieron curiosidad por su desempeño en el evento.

“Árbol de Maple… va bien. Como mínimo, definitivamente es el mejor de entre los gremios pequeños”.

“Será difícil que lleguen a los primeros lugares. No tienen suficiente gente”.

La conversación regresó a los jugadores eliminados—quién los había matado y cuáles podrían ser las estrategias de los gremios grandes.

Sally había llegado a la cueva de Árbol de Maple.

“¡Ya vine!”.

Mai y Yui estaban fuera recolectando las esferas de hierro que habían lanzado a los atacantes.

Maple había ido a ayudar, pero pronto notó que literalmente no podía hacer nada.

Las esferas eran tan pesadas que Kasumi apenas podía levantarlas, así que era obvio que cuando Maple lo intentara, ni siquiera se movieran un milímetro.

“¡Oh! ¡Ahí estás, Sally!”.

“Traje… ¡cuatro orbes!”.

“““¡¡Asombroso!!”””.

El trio con builds extremas se veía impresionado. Si podían mantener estos seguros, ganarían una enorme cantidad de puntos.

Chrome y Kanade escucharon los gritos y salieron a unirse.

Y no mucho después, Kasumi e Iz regresaron de su exploración.

Habían robado ocho orbes en total.

Tres de ellos habían alcanzado el requerimiento de defensa de tres horas y ya estaban de regreso en el pedestal del gremio original.

El primer orbe que Sally, Kasumi, y Chrome habían robado juntos, y los otros dos orbes que Sally había robado sola al enfrentar a dos gremios medianos uno contra el otro.

Kasumi e Iz habían traído de regreso otro orbe, y Sally había traído cuatro.

Desde este punto en adelante, tenían que proteger estos cinco orbes y el suyo propio, significando que nadie podía bajar la guardia.

Pero el tanque más poderoso del juego estaría defendiendo.

Podías contar con los dedos a los jugadores que tenían oportunidad de enfrentarse a ella.

“Oh, cierto— Debo mencionar que acabo de conseguir estos orbes, así que probablemente los dueños vengan pronto. Aunque eran de gremios pequeños”.

“Sin importar cuantas veces lo oiga, no entiendo cómo lo lograste”, dijo Kanade.

“¡Oh, hablando del rey de roma!”. Chrome sacó su arma y se

acercó a la entrada. Pero el flujo de jugadores entrando al

pasillo claramente era mayor que el de un solo gremio pequeño.

Sabiendo que estaban en desventaja, las víctimas de Sally habían decidido hacer equipo.

Había poca ventaja en traicionarse los unos a los otros tan pronto; sus intereses se alinearían a la perfección hasta que estuvieran seguros que podían recuperar sus orbes.

Conforme los jugadores entraban, vieron seis orbes esperando.

Y sólo ocho jugadores defendiendo.

Su alianza espontánea no era exactamente el epítome de la coordinación, pero eran cincuenta. Cualquiera podía ver que tenían la ventaja numérica.

Ver la pila de tesoros frente a ellos los emocionó. Varios maquinadores ya estaban pensando cómo traicionar a sus aliados cuando los defensores ya no estuvieran.

La suerte estaba de su lado.

Acabar con sólo ocho jugadores para un botín de seis orbes.

Podrían nunca tener una oportunidad así de buena de nuevo.

Todos cargaron, gritando desde el fondo de sus pulmones.

Hechizos volaron, y nubes de polvo se elevaron.

Pero, aunque sus ojos inyectados de sangre se acercaban cada vez más, los defensores se veían tranquilos.

“¿No es esta la primera vez que los ocho podemos luchar juntos?”.

“Eso creo. Al menos, desde que Iz se unió a la vanguardia”.

“Maple, haz lo de siempre”, dijo Chrome.

Sus compañeros de inmediato supieron a qué se refería. Hasta ahora, esto era todo lo que se le había pedido a Maple en este evento.

“¡A la orden! ¡Devoción del Mártir!”.

“¡Una orden de Curación en camino!”.

Esta skill sacrificaba un trozo de la salud de Maple, pero Kanade rápidamente la recuperó sin dudarlo.

Conforme Maple avanzaba, los otros siete la seguían. Las dos fuerzas chocaron de frente.

Mai y Yui estaban recibiendo ataques desde todas direcciones, pero nada podía lastimarlas en lo más mínimo.

““¡Pisotón Doble!””.

Hubo un resonante golpe, y entonces los jugadores salieron volando. A una corta distancia, un cuchillo de carnicero y una katana estaban cortando y abriendo un camino.

“¡Hrah!”.

“Hmph”.

Unos cuantos jugadores listos esquivaron los ataques, concentrándose en llegar a los orbes.

Pero aquellos que salían del área brillante y corrían hacia el premio se topaban con una explosiva sorpresa.

“Qué malos son. Estos orbes son nuestros”.

Con Maple a su lado, Iz no era diferente de los demás combatientes.

Era una amenaza real.

Y cualquiera que pudiera atravesar su lluvia de explosivos conocía la biblioteca de Kanade.

“Rayo Paralizador”.

Un rayo de poca potencia con alta probabilidad de causar un efecto de estado barrió horizontalmente por la habitación.

El efecto de estado era uno poderoso, así que incluso si el rango era relativamente corto, nadie pudo evitarlo.

Y aunque Kanade no los rematara, alguien más lo haría— específicamente, la misma chica que había robado los orbes en primer lugar.

“Gah… (¡borboteo!)”.

“¡M-Maldición!”.

Los jugadores atrapados por el láser trataron de escapar, pero sus movimientos en el mejor de los casos se habían vuelto lentos.

“¡Y hasta aquí llegaste!”.

Sally estaba ocupada enviando a todos los jugadores que Kanade paralizó de regreso a sus gremios.

Y mientras hacía esto, Kasumi, Chrome, Mai y Yui estaban todos acabando con la vanguardia.

En un parpadeo, la alianza había caído. Los atacantes estaban perdiendo la calma, y muchos estaban comenzando a huir.

Algunos, sin embargo, aún esperan al menos dar unos golpes.

“¡Salto!”.

Un jugador atacó por una grieta entre Chrome y Kasumi, claramente no planeando salir con vida.

Atacó, tratando de acertar un golpe a la chica con alas de ángel.

“¡Rompe-Defensas!”.

“¡Guardia Anti-Perforación!”.

Esto negó la skill con daño de penetración por completo.

A pesar de poner cada onza de su fuerza en ese ataque y grito de batalla, había sido cruelmente rechazado, y el golpe rebotó contra el ángel sin efecto aparente.

Sintiendo dos martillos acercándose más con cada segundo que pasaba, la última cosa que el jugador vio fue un vistazo de la cara que había estado oculta de la vista todo el tiempo entre esa capucha.

“¿Maple? Bueno, eso lo explica todo”.

Había resignación en su voz—y entonces los martillos conectaron.

Ni un solo atacante pudo tocar un orbe.

Fue una derrota aplastante.

Pero tuvieron suerte. Fueron los primeros jugadores en ver a Árbol de Maple completo y luchando al mismo tiempo. Cuando el evento acabara, podrían presumir esa historia por un tiempo, contando cómo habían luchado contra la party más aterradora de todo el juego.

Conforme la batalla acababa, los cielos se oscurecieron, trayendo consigo la mejor hora del día para asesinatos y sigilo.