Bofuri Itai No Wa Iya Nanode Bogyo-Ryoku Ni Kyokufuri Shitai To Omoimasu (NL)

Volumen 4

Capitulo 2: Build Defensiva Y Dos Enemigos

Parte 2

Dread no la había mantenido en secreto por una simple razón:

conocerla no hacía que pudieras contrarrestarla.

Sólo un par de jugadores en el juego estaban a su nivel.

Pero… Sally era uno de ellos.

“¡Flujo Acuático!”.

Ella siguió a su oponente invisible por el sonido y las perturbaciones en el aire causadas por su movimiento, intencionalmente dejando una abertura fatal para redirigir su ataque.

Entonces, ella gritó el nombre de una skill que no existía—el mismo que le había dicho a Frederica—e hizo parry al ataque con su propia daga.

“¡Salto!”.

Ella se alejó rápidamente, comprándole suficiente tiempo para comprobar el próximo movimiento de su enemigo, pero Dread no apareció.

“… ¿Se fue? Bueno, al menos pude mostrar Flujo Acuático de nuevo”.

Confiada de que él estaba en el mismo gremio que Frederica, Sally decidió que haberles dado la información falsa era beneficio suficiente.

“……Dread será difícil de golpear. Sus instintos…. Si yo jugara

así, ¿supongo que usaría el miedo? Como un sentido del peligro instintivo”.

Confiar en instintos para detectar amenazas era una técnica perfectamente legítima, y Sally quería intentarla—así que se dirigió a por otro gremio.

Mientras estaba alcanzando a su escuadrón, Dread pensó en su batalla.

“Flujo Acuático, ¿eh? Ella puede esquivar muy bien incluso sin eso. Y se sintió como si…”.

Dread sólo se había topado con otros dos jugadores que lo habían hecho temblar.

Uno era Pain… y la otra: Maple.

“Si ella está al mismo nivel… ¿cómo escapé en una pieza?”.

Sally todavía tenía talentos ocultos—él estaba seguro que ella se había contenido. De otro modo, ella no habría sido suficientemente fuerte como para hacerlo estremecer.

Después de ese perturbador pensamiento, él decidió que no tenía caso seguir pensando.

“Hablaré con Pain cuando regrese. Él es el inteligente”.

Rindiéndose en tratar de pensar en una solución por su cuenta, se rascó la cabeza, entrecerrando los ojos.

“Supongo que sugeriré que acabemos con ellos bajo nuestros términos”.

Él tenía la cara de un hombre que sabía exactamente a quién debía matar.

La batalla inesperada les había dado a ambas partes algo para pensar.

Dread había salido con la sensación de que Sally era más fuerte de lo que Frederica había reportado.

Sally había entregado exitosamente la idea de que Flujo Acuático existía, y… había descubierto una pista de cómo mejorar aún más su evasión.

Queriendo conseguir experiencia con esta nueva táctica, Sally aplastó a otro pequeño gremio desconocido.

Ella también había robado otro orbe entre su ataque al gremio del acantilado y su batalla contra Dread.

En otras palabras—en este momento llevaba tres.

Era momento de regresar a la base de Árbol de Maple.

“El primer orbe que robamos debería darnos algunos puntos pronto”.

Las horas de apertura de este evento habían visto bastantes combates.

Los gremios grandes obviamente estaban dominando, pero los gremios medianos estaban usando todos los trucos en el libro para mantenerse competitivos.

Los gremios pequeños estaban en apuros—con una notable excepción.

El tiempo en la zona comprimida había comenzado aparentemente por la tarde. El sol pronto se pondría.

Con la visibilidad reducida, cada gremio se volvería más agresivo.

Y Sally usaría la oscuridad para montar asaltos aun más arriesgados.

“Será mejor ir a casa”.

Mientras Sally corría de regreso, el resto de su gremio estaba aniquilando otro grupo de desafortunadas almas.

Sólo había tres oponentes, así que Mai y Yui se habían encargado de ellos con esferas de hierro.

““¡Maple! ¡Conseguimos una nueva skill!””.

“¡Oh, genial! ¡Es asombroso!”.

Ninguna tenía intenciones de ocultarle sus skills a Maple, así que rápidamente le dijeron los efectos y las condiciones de adquisición.

El efecto era justo lo que el nombre implicaba. Blande una espada, y el ataque lacerante se proyectaría hacia adelante; ataca con un martillo, y este produciría una onda de choque circular.

El daño de estos ataques de largo alcance era significativamente menor que el de un ataque ordinario, pero con Mai y Yui, incluso con esa reducción, era suficiente para one-shotear a la mayoría de cosas.

“¿Quieren intentar usarla en la próxima batalla?”.

“Mejor no. Sally dijo que deberíamos mantener ocultas nuestras cartas. Aunque sería bueno si pudiéramos probarla un poco en secreto”.

“¡Adelante!”, dijo Maple.

Mai y Yui dejaron la línea defensiva un poco para familiarizarse con su nueva skill. Regresaron en poco tiempo.

Las gemelas se veían contentas—claramente felices de tener nuevas formas de contribuir.

“Escuchen. Nuestros amigos están de camino a casa”, anunció Kanade, mirando su mapa.

Sólo había usado un grimorio—Ataduras Sombrías—y Maple se había concentrado sólo en apoyar (con Devoción del Mártir). Aún estaban preparados para los próximos retos nocturnos.

Todo gracias al arduo trabajo de las gemelas.

Obviamente, ellas dos estaban bastante cansadas.

Seguían cayendo al suelo cada vez que terminaban de luchar contra una nueva ola y claramente no aguantarían mucho más.

“Sally regresará pronto, y Chrome también. Pueden descansar un rato”, sugirió Maple. “Deben estar exhaustas”.

Las gemelas asintieron y se dirigieron hacia un pasillo trasero.

Estaban motivadas, pero habían alcanzado su límite.

Era importante descansar mientras tuvieran la oportunidad.

“Kanade, ¿tú no necesitas descansar?”.

“No me he movido mucho en realidad”.

Después de que Maple y Kanade charlaran un rato, Chrome apareció.

“Kasumi e Iz están acabando con un gremio pequeño”, dijo.

“¿Necesitan ayuda?”.

“Nah, Iz está crafteando bombas una tras otra, y Kasumi las está metiendo en la cueva. No deberían tardar mucho”.

Esta era una táctica que sólo Iz podría haber ideado. Por otro lado, aunque alguien más pudiera hacerlo y tratara de usarlo contra Árbol de Maple, la skill de Maple los haría inmunes a las explosiones. Simplemente sería ruidoso.

“Me imaginé que sería de más ayuda defendiendo”.

“Mai y Yui estaban bastante cansadas, ¡así que llegas en buen momento!”.

Ahora tenían a los mejores dos escuderos pesados en el juego defendiendo el fuerte.

Ambos le daban nuevos significados a la frase duro de matar.

Con sus defensas impenetrables, el resto de Árbol de Maple era libre de concentrarse por completo en la ofensiva.

Era por eso que Kasumi e Iz se lo estaban tomando con calma.

“Pásame más”.

“Entendido”.

Megabombas.

Por lo general sólo podían craftearse en talleres—pero Iz podía hacerlo en cualquier lugar.

Y ya que podía gastar dinero para hacer aparecer materiales de la nada, Iz había venido preparada con todo el dinero que pudo reunir, permitiéndole hacer toneladas de Megabombas.

Kasumi tomaba estas bombas y las lanzaba a la cueva desde la entrada.

La entrada era una cuesta abajo, así que los explosivos eran llevados por la gravedad, y poco tiempo después, los escuchaban explotar.

Al principio, hubo un montón de gritos, pero estaban comenzando a desaparecer.

“… ¿Acabamos con todos?”.

“Revisaré”. Kasumi levantó su espada y entró.

El cuarto del orbe estaba cubierto por marcas de quemaduras dejadas por el bombardeo. Había un solo jugador sobreviviente, tambaleándose, espada en mano.

“Primera Espada: Calina”.

Kasumi activó una skill que la propulsó hacia adelante, golpeando al jugador antes de que este tuviera la oportunidad de reaccionar.

“Uf… Funciona contra todos menos Sally”.

Sally lo había esquivado agachándose, pero según la experiencia de Kasumi, nadie más había sido capaz de esquivarlo, y mucho menos conectar sus maniobras evasivas con un contraataque de inmediato.

Y ser capaz de encargarse de cualquier tipo de enemigo era gran parte de los estilos de lucha de Kasumi y Chrome.

Kasumi era la guerrera más “normal” en Árbol de Maple; tenía un estilo estable precisamente porque no dependía de trucos o secretos. Si era fuerte, ella ganaría. Su táctica para el combate carecía de debilidades obvias que los enemigos pudieran aprovechar.

Ella era la menos probable de preocupar a Iz o a Chrome.

Pero para sus enemigos, ella era brutal y fuerte más allá de lo que podían imaginar.

“Llevemos ese orbe a casa. No será bueno seguir aquí cuando todos revivan”.

“Me parece bien”.

Kasumi guardó el orbe, y dejaron la cueva.

No fue llamativo, pero poco a poco estaban dándole victorias a su equipo mientras eliminaban la probabilidad de desafortunados errores.

La situación actual era dominada por los gremios grandes—y un gremio pequeño. Los dos gremios más grandes: la Orden de la Espada Santa y el Imperio de la Llama, estaban un paso por delante de todos. Árbol de Maple estaba justo detrás de sus talones.

El Imperio de la Llama estaba protegiendo su orbe en un campo herboso, a la intemperie, en terreno plano sólo obstruido por algunos pocos árboles.

Defendiendo se encontraba el “trampero” Marx, octavo lugar del primer evento, y la “Santa” Misery, quien había quedado en décimo.

Misery se especializaba en apoyo AOE, pero también era buena en ataques AOE. Podía golpear o curar cuando quisiera.

Marx había hecho uso extenso de trampas en el primer evento, pero logró mantener este hecho en secreto—hasta que algunos miembros del gremio con la boca floja accidentalmente se lo contaron a Frederica.

Esa era una desventaja de trabajar en grupos grandes: bocas flojas hundían barcos.

Como su apodo implicaba, Marx conocía muchos hechizos que podían funcionar como trampas. Podían producir todo tipo de efectos, desde estallidos de humo hasta pilares de fuego. Y se activarían si cualquier no-aliado—cualquiera fuera de su gremio o party—entraba en rango.

La desventaja era que tenía que colocarlos de antemano. Ya que esto no favorecía tareas ofensivas, se había quedado como defensa.

Sus equipos de ataque eran dirigidos por el cuarto lugar del evento: “la Emperatriz de la Llama” Mii y el séptimo lugar: “Espada Astillada” Shin.

“¿Estaremos bien? No van a atravesar mis trampas, ¿o sí?”.

“Estará bien. Aunque logren pasar, podemos contar con nuestro equipo”.

A juzgar por las miradas que este comentario atrajo, el “equipo” en realidad contaba con ellos dos para que todo saliera bien.

“No puedo dejar de preocuparme… ¿Y si perdemos nuestro orbe? ¿Se enojarán conmigo?”.

Marx seguía paseando alrededor del orbe en cuestión, pero a pesar de su preocupación, las trampas que había puesto eran brutalmente efectivas. Eran casi imposible de ver hasta que se activaban, y una vez lo hacían, casi nadie podría salir ileso.

Ya que había puesto un montón—y en sitios adecuados— Marx había eliminado un montón de enemigos.

Al ver elevarse pilares de fuego y escuchar explosiones, era fácil saber qué camino estaba tomando el enemigo.

“¿Ves? Otra ola de invasores hecha pedazos. ¡Tus trampas funcionan!”.

“Eh… ¡Bueno, es un alivio!”.

Los maltratados sobrevivientes fueron eliminados fácilmente por el resto de miembros del gremio, buffeados por la magia de soporte de Misery.

Una vez eso terminó, varios guardias escoltaron a Marx para reemplazar las trampas que se habían activado.

“Uh… ¿este será un buen lugar? Hmm. ¿Y también allá?”.

Mirándolo murmurar mientras colocaba más trampas, sus compañeros se preguntaron cómo es que eran tan efectivas.

Se veía como si solo colocara las trampas al azar… pero los jugadores parecían siempre chocar contra ellas.

Quizás se debía a puro talento.

Así como Sally era una maestra de la evasión y Maple tenía el talento para descubrir raras interacciones y Dread con su agudo instinto para las cosas.

La mayoría de los mejores jugadores tenían algún tipo de característica que los separaba del resto.

Y el talento de Marx para colocar trampas era otro ejemplo.

Una sensibilidad natural.

Cuando terminó de colocar las trampas, regresó al pedestal.

Había menos jugadores atacando ahora. Marx se veía aliviado.

“¡Viene algo!”, gritó Misery.

Marx se giró de golpe, mirando hacia donde ella apuntaba. Un montón de fuego y explosiones marcaban el lugar.

Entrando en pánico, gritó: “¡Iré a revisar!”, y corrió, con cinco miembros del gremio siguiendo.

Lo que encontraron fue a un solo jugador, con su apariencia oculta bajo una túnica.

Misery no podía creer lo que veía.

El intruso encapuchado estaba parándose sobre las trampas, y de inmediato saltando de regreso, como si fuera obvio que algo había sido colocado en ese lugar.

“Hmm… un radar de miedo… Tengo que aumentar la precisión… No será fácil”.

Y con ese críptico murmuro, el enemigo se giró y se alejó.

“……………Nos salvamos”.

“¿Q-Qué quieres decir?”.

“¡Oh, vamos! ¿Quién era ese monstruo? ¿Era una skill? O… ¡¿talento?!”.

Agradeciendo su suerte, Misery regresó con Marx y lo escoltó mientras ansiosamente recolocaba las trampas.

“Aquí… no, podrían pasar de nuevo… ahhh…”.

“No te preocupes. Ese jugador era único”.

“¿Segura…?”.

Incluso mientras hablaban, llamas aparecieron al otro lado del lugar. El inconfundible sonido de jugadores muriendo ayudó a Marx a calmarse y concentrarse en su trabajo.

En cuanto a la Emperatriz de la Llama—

—Mii estaba a la cabeza de una party, acercándose a sus enemigos. Todos tenían sus espadas levantadas.

“Háganse a un lado, y perdonaremos sus vidas”.

La voz de Mii atravesó el tenso aire.

Esta, sin embargo, no era una propuesta que los defensores del orbe pudieran aceptar.

“¡Ataquen!”. Los guerreros al frente se lanzaron a ella.

El arma de Mii era un báculo.

Su capa ciertamente era llamativa, pero también era cierto que era algo que usaría alguien de la retaguardia, lo cual significaba que probablemente ofrecía poca protección.

“Emperatriz de la Llama”, susurró.

Dos bolas de fuego aparecieron a su alrededor, cada una de un metro de diámetro. Manipulando sus movimientos con sus manos, ella usó esos fieros misiles para dominar a sus enemigos.

A pesar de su clase, Mii se encontraba atacando porque eso le permitía hacer el mayor daño:

Literalmente incinerar a sus enemigos.

“Necios. Qué tontería”.

La confianza con la que acabó con sus enemigos era fascinante.

“Erupción”.

El suelo explotó. Grandes flujos de fuego salieron.