Saikyou Mahoushi (NL)

Volumen 15

Capítulo 84: Un Encuentro Casual Entre Astutos

Parte 1

Felinella Socalent estaba de pie cerca de la frontera entre Alpha y Clevideet, luciendo una sonrisa descaradamente brillante. Si alguien intentara interpretarla, creería que estaba de muy buen humor… o increíblemente enfadada. En cualquier caso, su sonrisa era demasiado perfecta para ser leída. Era la máscara de una dama perfecta.

En cualquier caso, consiguió evitar por muy poco un gran conflicto entre Alpha y Clevideet. El ranking 1 de Alpha, Alus Reigin, y el ranking 4 del país vecino, Fanon Trooper, se encontraron por casualidad, provocando un incidente político de gran sensibilidad.

Si ella hubiera llegado unas fracciones de segundo más tarde, Alus habría lanzado su hechizo, haciendo realidad esa pesadilla potencial. No era cuestión de quién tenía razón o no: dos Únicos se encontraron y se enfrentaron. La llegada de Felinella evitó el mayor incidente del siglo.

Felinella era la única persona presente que conocía tanto a Alus como a Fanon, por lo que tuvo que actuar como intermediaria entre ambos. Su fuerte presencia fue una bendición: era la única que podía manejar a los dos retorcidos Únicos que tenía delante.

La escena de Felinella guiando a los grupos hasta una vieja casa privada fue extraña. Resultaba extraño incluso para Loki, que seguía en silencio a Alus. Después de todo, un grupo de figuras encapuchadas entraban en una casa que parecía abandonada.

Cualquiera que no estuviera al tanto de la situación supondría que se estaba celebrando algún ritual herético. Y en cierto sentido, eso no era del todo erróneo. La reunión que estaba a punto de celebrarse sería caótica.

El interior del viejo edificio estaba tan polvoriento como era de esperar, pero había rastros de que hubiera sido utilizado por varias personas no hacía mucho tiempo.

―Permítanme encender la chimenea ―dijo Felinella, tomando la iniciativa para poner leña en la chimenea.

Las mujeres del escuadrón de Fanon intentaron ayudar recogiendo papel usado y paja seca del suelo de tierra. Finalmente, Felinella chasqueó el dedo, creando una pequeña chispa que cayó en la chimenea. Era una forma de magia cotidiana que incluso los no Magicmasters podían utilizar.

El papel y la paja ardieron, envolviendo la leña en llamas, y en poco tiempo se sintió un calor relajante y natural en la habitación.

Alus y Fanon tomaron asiento alrededor de una mesa vacía. Loki permaneció de pie detrás de Alus, y las subordinadas de Fanon se alinearon junto a su capitana con gesto inexpresivo. Ambas partes acabaron mirándose torpemente.

Por supuesto, eso era natural, ya que habían estado intentando matarse hace poco. No habría sido extraño que alguno hubiera resultado gravemente herido o muerto.

Pero al poco rato, la mujer que los llevó allí rompió el pesado silencio.

―¿Por qué no charlamos un poco mientras hierve el agua? Para empezar, nuestras visitantes de Clevideet.

Felinella estaba sentada en el lado de la mesa entre los dos, pero su elección de palabras hizo que sonara como si estuviera culpando a Fanon y a su escuadrón por violar su territorio. El rostro de Felinella estaba oculto por las sombras proyectadas por la chimenea, pero estaba claro que estaba forzando una sonrisa.

Fanon, Exceles y el resto de Clevideet giraron la cara en silencio al verse sorprendidas por la ira silenciosa de Felinella.

―¿Señorita Exceles? ¿No está contenta de que no haya resultado ser para tanto? ―Preguntó Felinella.

―S-Sí… ―En respuesta a la presencia extrañamente abrumadora, Exceles se encogió y contestó alzando la voz.

A pesar de ser una estudiante en Alpha, Felinella parecía tener una posición más alta que cualquiera en el escuadrón Fanon. Mientras tanto, Alus miraba a Felinella con cara inexpresiva mientras cruzaba las piernas.

Felinella continuó hablándole.

―Sir Alus, mi padre me ordenó mediar entre Alpha y el escuadrón de Lady Fanon de Clevideet, que están aquí extraoficialmente.

Felinella sonrió dulcemente a Alus. Tras esa breve explicación, hizo una pausa antes de continuar.

―O mejor dicho… se suponía que debía hacerlo. Aunque se suponía que debía atenderlos, me dejaron plantada sin decirme nada ―dijo Felinella, fingiendo calma.

―¡Eso no es más que un malentendido, señorita Felinella! ―objetó una de las subordinadas de Fanon. Era la que había apuntado a Loki sólo para ser repelida.

―¿Un malentendido? ―replicó Felinella secamente―. ¡No sólo faltaron al respeto a la amable propuesta de mi padre, Lord Vizaist Socalent, ¡sino que sus acciones pusieron en peligro las relaciones entre nuestras naciones! ¿Qué hay que malinterpretar?

Ni siquiera Loki había visto antes tanta ira silenciosa de Felinella. La ira no se manifestaba abiertamente, pero ser capaz de percibir su furia oculta la hacía más aterradora.

En este ambiente, era difícil decir algo. Fanon no prestaba atención a lo que Felinella decía, como si no tuviera nada que ver con ella. Sus ojos se volvieron hacia Alus. Pero no lo miraba directamente a los ojos, sino a toda la parte superior de su cuerpo… No parecía estar evaluándolo, pero no era precisamente muy amistosa.

De repente, los labios de Fanon se movieron mientras hablaba.

―¿Podrías callarte un momento?

El repentino y grosero comentario hizo que los ojos de Felinella se abrieran de par en par. Pero Fanon no le dirigió la mirada; sus ojos permanecían fijos en Alus. Aunque no era muy amistosa, mostraba interés.

―Tú. Tú puedes usar una magia interesante que ni siquiera yo puedo esperar o analizar. ¿Cuándo empezaron los Magicmasters de Alpha y la magia que usan a desafiar el sentido común? ―preguntó Fanon en tono desafiante.

Antes de que Alus pudiera responder, Felinella intervino.

―¡Lady Fanon, no puedo pasar por alto esa actitud! Si no tiene intención de cambiar de opinión, quizá tengamos que reconsiderar nuestra postura de colaborar con ustedes.

Sin embargo, Fanon ignoró por completo a Felinella. Era una actitud bastante apropiada para un Magicmaster Único. Si hasta Alus levantara una ceja ante su actitud arrogante, la vieja casa pronto contendría una atmósfera no diferente a la de las primeras líneas de un campo de batalla.

―Ya oíste lo que dijo Felinella. Si no vas a responderle, yo tampoco tengo la obligación de responder a tu pregunta ―dijo Alus. Mientras las verdaderas intenciones de Fanon y su escuadrón no estuvieran claras, Alus no iba a actuar precipitadamente, pero decidió insistir.

Inesperadamente, Fanon depuso su actitud poco sociable y dirigió una sonrisa a Felinella.

―Bien. ¿Así que hablaba de que la dejamos atrás, señorita Felinella?

―S-Sí ―La brusquedad de la brillante sonrisa cogió desprevenida a Felinella, que no tardó en responder y sonreír.

―Bueno, fuimos bastante descuidadas al respecto… En medio de nuestra persecución, usaron magia para bloquearnos. En medio del caos, no tuvimos más remedio que tomar la mejor y más rápida decisión que pudimos para perseguir a nuestros objetivos. En el proceso, nos perdiste de vista ―dijo Fanon.

―¡Eso es un sofisma! ¡¿Estás segura de que no quieres decir que te sacudiste de mí?! Ya ignoras a Alpha de por sí, así que si te equivocas, esta vez podría… ―Dijo Felinella emotivamente, un error raro en ella. Pero como se trataba de Alus, fue incapaz de mantener la calma.

Exceles respondió con voz desanimada.

―S-Sí… por eso te estamos verdaderamente agradecidas, señorita Felinella. El incidente podría haber provocado una ruptura irreparable entre nuestras naciones.

Aun así, Fanon pareció decidida a tratar la breve pelea con Alus como un extraño accidente. Aunque Exceles actuaba con docilidad, no era difícil imaginar que tenía el mismo objetivo.

Alus era consciente de sus intenciones. Sin duda se trataba de los colaboradores de Clevideet que Berwick había mencionado, pero aún quedaban cosas sin responder…

Alus se había encontrado con Fanon una vez en la conferencia de gobernantes, así que conocía su rostro. La cuestión era por qué perseguía a criminales en lugar de a Demonios, y además en Alpha. Aunque Alus ya había participado en asesinatos, nunca había oído rumores de que otros Únicos hicieran lo mismo.

Además… su estilo de lucha está pensado para ser usado contra Demonios. Una verdadera Magicmaster de pies a cabeza. Sólo puedo verla como alguien que no está acostumbrada a luchar contra la gente, pensó.

El hechizo Juggernaut de Fanon fue poderoso, sí, pero era ineficaz usarlo contra un simple humano. No era como si Fanon hubiera esperado toparse con el rango 1 de Alpha tan rápidamente, pero Alus quería más información para poder ver el panorama completo.

Con eso en mente, le hizo una señal a la atribulada Felinella con los ojos, y cuando ella se acercó a él, susurró para que sólo ella pudiera oír.

―Feli, situación de emergencia o no, ¿se ofrecerían los Magicmasters de otra nación a ayudar gratis? ¿Y un Único?

Felinella le susurró:

―Sí, probablemente esté relacionado con los dos que se cree que están implicados en la fuga de la Prisión de Troya y que vinieron aquí desde Clevideet. Escuché que atacaron a Lady Fanon y a su escuadrón en una ciudad. No es algo de lo que hablar abiertamente, pero me enteré cuando mi padre negoció con ellos…

―Ya veo ―respondió Alus.

Eso tenía sentido, y por fin empezaba a comprender el objetivo de Vizaist. Sólo necesitó unos pocos datos más de Felinella, y por fin pudo comprender la situación. Berwick no creía que Alus fuera a reunirse con los colaboradores de Clevideet: se equivocó desde el principio.

Pero quizá eso fuera lo mejor para Alpha. Por lo menos, tenía más información que le permitiría ayudar a Felinella, y de los susurros de Felinella obtuvo una mejor idea de la información que Vizaist no pudo obtener.

Hubo un ataque contra Fanon en Clevideet. Los responsables eran el alcaide y el vicealcaide de la prisión de Troya, Gordon y Suzar, y ambos entraron en Alpha después del ataque.

Bueno, si Lord Vizaist supiera que se trataba de alguien peligroso, pensó, no se lo habría dejado a Feli, que tiene poca experiencia práctica. Además, el bando de Fanon sigue ocultando algo. Es difícil creer que estén ayudando sólo para atrapar a esos tipos.

Probablemente hay otra razón por la que se muestran tan inflexibles con esos dos. Algo que ni Feli ni Lord Vizaist lograron averiguar. Bueno, imagino que Lord Vizaist adjuntó a Feli porque algo le molestaba. Y asociarse con la Única de otra nación sería una buena experiencia. Ese tipo de afecto es propio de Lord Vizaist…

Por cierto, Alus acertó con su suposición. Probablemente Vizaist no entendía muy bien por qué Fanon insistía tanto en lo de los atacantes. Pero lógica y emocionalmente, los motivos de la prioridad de Clevideet por capturar a sus dos hombres estaban ahí, así que no indagó demasiado en ello.

Después de todo, estamos hablando de Lord Vizaist, pensó Alus. Apuesto a que de todos modos tiene a sus propios agentes vigilándolos. El mero hecho de conocer los poderes del Único de otra nación ya vale suficiente por sí solo.

Alus sabía lo astuto que era Vizaist, y con eso, rompió su ensoñación. En tales circunstancias, ayudar un poco no podía ser tan malo. Pero la actitud arrogante de Fanon era intolerable, y francamente, tenerla actuando a lo grande en su país no le gustaba.

Normalmente, dejarle las cosas a Felinella no era una mala idea porque era muy elocuente, pero estaba en desventaja contra un Único. Talentosa como era, con la otra persona sosteniendo que el conflicto era un accidente inevitable, ella no sería capaz de abrirse paso completamente. Y eso hacía difícil que Alpha acabara en un lugar en el que Clevideet le debiera un favor en el futuro.

Con esa consideración, Alus tomó la palabra.

―Por cierto, ¿por qué los atacantes a los que persigues eligieron como objetivo Clevideet?

Exceles, que estaba de pie detrás de Fanon, respondió a la simple pregunta.

―Eso… En resumen, creemos que se debió a un rencor personal contra Lady Fanon.

Por lo que Alus podía deducir, Exceles Lilyusem no era de las que exageraban. Era una observadora que superaba al Ojo de Alpha, Rinne Kimmel. Pero al mismo tiempo, daba la impresión de ser alguien que movía los hilos entre bastidores como Rinne.

Tanto la pregunta de Alus como la respuesta de Exceles hicieron que Fanon frunciera el ceño y crispase las mejillas. Alus se dio cuenta de su actitud por el rabillo del ojo y continuó:

―Ya veo. Hablando de eso, estábamos persiguiendo a alguien sospechoso justo antes de entrar en contacto con ustedes. Usaba una AWR de tipo pistola. Entonces, ¿fue tal vez uno de los que los atacaron?

A pesar de la aguda mirada de Alus, Exceles mantuvo la calma.

―¿Quién podría decirlo? ¿Podrías decir algo sobre su aspecto?

―Estaba demasiado lejos para saberlo.

Al oír eso, Exceles le dio una respuesta vaga.

―Ya veo. Entonces sería difícil concluir si son la misma persona…

Era una respuesta perfectamente adecuada. Pero Alus no pensaba dejarlo ahí.

Lanzó pequeños trucos como una pequeña sonrisa.

―Eso me recuerda… ―dijo―, Clevideet ha estado poniendo más esfuerzo en traer de vuelta las armas de fuego, ¿no es así? Escuché historias sobre la fabricación de un interesante juguete tipo pistola… una pistola mágica, ¿no?

―Estás bien informado, Sir Alus ―dijo Exceles, su expresión se volvió un poco rígida.

Durante el festival escolar, la clase de Alus instaló un puesto de tiro en el que se utilizaban juguetes mágicos de Clevideet.

―Me gusta juguetear, ya sabes. Ese juguete no era el resultado de un diseño originalmente pensado para una AWR que se puso en uso civil… ¿verdad? ―preguntó.

―Ja, ja, ja.

Al oír la risa seca de Exceles, Alus se convenció de que su comentario había dado en el clavo.

La expresión de Fanon se tornó visiblemente amarga. Los Magicmaster de alto rango estaban involucrados en asuntos delicados, por lo que tener una buena cara de póquer era prácticamente una habilidad necesaria, pero por lo que pudo ver de la expresión constantemente cambiante de Fanon, daba la impresión de que ella era una excepción.

Estaba claro que Alus le había tocado la fibra sensible a Clevideet.

Cuando se trataba de AWR de tipo pistola, Alus sólo podía pensar en Clevideet. Si los prisioneros fugados estaban usando una, teniendo en cuenta el momento, sólo podía significar que era un secreto militar.

Las cosas empiezan a tener sentido si asumo que enviaron un Magicmaster Único tras ellos. Entonces el otro también debe haber robado algún tipo de secreto militar, pensó.

El interrogatorio indirecto de Alus empezó como una forma de vengarse de Fanon por su actitud. Pero, tal y como esperaba, efectivamente tenían un motivo oculto.

Además, prácticamente a nadie en las siete naciones se le ocurriría crear una AWR de tipo pistola hoy en día. Había un límite para la fórmula mágica que se puede grabar en las balas, y la forma de una pistola no se adapta bien al combate cuerpo a cuerpo. Pero los excéntricos existían en todas partes, y con el desarrollo de la tecnología industrial mágica, era posible fabricar una AWR incluso con una sartén, siempre que se dispusiera de los materiales necesarios.

Habiendo dado en el clavo, Alus alzó la voz.

―No tengo intención de quejarme de tu misión. Y todo saldrá bien si hacemos lo que tenemos que hacer. Sin embargo, ¿no crees que no compartirlo todo sólo causará problemas innecesarios?

Vizaist debe haber esperado el peor de los casos basándose en la mención de Felinella de que el escuadrón de Fanon estaba aquí extraoficialmente. Si surgía un problema entre naciones, Alus podría alegar que no sabía nada. Por supuesto, eso significaba que Alus casi seguro tendría que ocuparse del problema en secreto. En ese sentido, no estaría de más que se explicaran entre ellos sus metas y objetivos.

―Me parece que ya hablaste las cosas con tu superior, pero sigues ocultando algo. Así sólo vas a entorpecer mi trabajo ―dijo Alus.

Alus sabía que era importante tener en cuenta que Lord Vizaist aceptó su petición. Las habilidades que el usuario de pistolas que Alus encontró lo diferenciaban de los demás criminales mágicos con los que Alus había luchado. Antiguo alcaide o no, trabajar con los presos fugados con ese tipo de poder lo convertía en una amenaza.

Vizaist debió juzgar que la ayuda de Fanon y su escuadrón sería necesaria para poner fin rápidamente al incidente. Así que ahora que había sido más listo que Fanon, era el momento de dejar de lado el asunto anterior y comprometerse a regañadientes con ella.

Sin embargo, ¿es posible razonar con ella? pensó Alus.

Alus se quedó mirando a la robusta Magicmaster de Dígito Único de la nación sentada frente a él. Tenía los brazos cruzados y estaba tan inquieta que su pelo color glicina se mecía de un lado a otro. No intentaba ocultar su mal humor. Desde luego, no parecía dispuesta a cooperar.

Ni siquiera se molestaba en ocultar su maná y había adoptado una postura provocadora. Había una luz peligrosa en sus ojos, que revelaba un intenso espíritu de batalla.

Supongo que no es sólo una maníaca del combate. Es como si quisiera cambiar la clasificación entre los Únicos, pensó Alus.

Alus miró los cilindros colocados entre Fanon y Exceles como para ocultarlos. Eran parte de una AWR que ella había cambiado durante su batalla como si fuera su carta de triunfo.

Las AWR utilizadas por los Magicmaster Únicos tenían todas sus propias peculiaridades. Eran el mejor equipo disponible, presentado a los Únicos, que representaba el prestigio de sus naciones.

Alus estaba interesado en el rendimiento de su AWR, y como alguien seguro de sus capacidades, no es que no tuviera ningún deseo de competir contra ella. De hecho, después de su encuentro, tuvo un fuerte impulso de ver hasta dónde podía llegar contra ella usando todas sus fuerzas.

―Bueno, de todos modos… ―dijo con un suspiro―. Sólo significa que tienes tus propias circunstancias. Si estás dispuesta a cooperar, entonces es suficiente.

Alus se encogió de hombros. Según una información añadida por Felinella, Millimore Mazain impidió que el escuadrón de Fanon persiguiera a Gordon y Suzar. Así que al final, la batalla fue el resultado de dos bandos atraídos.

―Bueno, voy a hacerlo a mi manera. Puedes cazar a Gordon y Suzar si tienes la oportunidad. Pero esta vez intenta no perderlos de vista ―dijo Alus.

Aunque lo había dicho con sarcasmo, Fanon no hizo ningún intento de rebatirle mientras hacía su propia afirmación.

―Nos parece bien. Tenemos un ranking 1 propio ―dijo con un sentido infantil de rivalidad, mirando con orgullo a Exceles detrás de ella, que sólo pudo devolverle una expresión preocupada.

―Ah, cierto, la señorita Exceles alcanzó el rango 1 de los Observadores. Lo que significa que supera incluso a la propia Rinne Kimmel de Alpha ―dijo Alus.

Alus había visto de cerca las habilidades de Rinne, así que la idea de una observadora que la superara era muy interesante. Era imposible que una simple magia de detección superara al Ojo de la Providencia.

―Sí, la conozco ―dijo Exceles―. Sin embargo, la detección no está directamente relacionada con el combate, así que los rangos de observador son sólo una cuestión de prestigio y juegos políticos para las naciones.

La tranquila respuesta de Exceles no parecía ser sólo por modestia. No creía que tuviera mucho sentido clasificar a los observadores, quizá porque podía evaluar los poderes de Rinne. Y estaba claro que no intentaba presumir, lo que demostraba que podía ver los valores estratégicos de los Magicmasters y los observadores de forma justa y objetiva.

―Es cierto, el prestigio de una nación es una molestia constante ―dijo Alus.

Exceles sólo pudo responder a las imprudentes quejas de Alus con una sonrisa. Ciertamente era capaz; vigilaba perfectamente a su escuadrón. Y, por lo que parecía, llevaba firmemente las riendas de Fanon.