Kuma Kuma Kuma Bear (NL)

MIRABA EL MAR mientras esperaba. Realmente era tan pacífico. Pensar que un kraken, de todas las cosas, había vivido allí… Y ahora ese mismo kraken estaba tendido en la playa. Solo un calamar grande y muerto. No estaba realmente segura de sí era realmente comestible, con lo diferente que era este mundo. ¿Probablemente? El wyrm, por otro lado … nop.

Escuché voces. Allí estaba, el viejo Kuro que llevaba a varios hombres a la playa. “Disculpas por la espera, muchacha”.

“Son más de los que esperaba”.

“Quieren desmantelarlo para un banquete de mariscos lo antes posible”.

El viejo Kuro llamó a los hombres, indicándoles que comenzaran a prepararse, y los hombres respondieron con entusiasmo. El viejo era un pez gordo, ¿eh? Todos y cada uno de los hombres me agradecieron mientras pasaban por donde yo estaba, lo cual fue vergonzoso.

Mientras observaba como empezaba el desmantelamiento del kraken, Atola llegó con algunos miembros del personal del gremio. “Oh, ¿ya han empezado? Entonces dejaremos eso en manos de los expertos y trabajaremos en el wyrm”.

Atola dio instrucciones a su gente y se puso manos a la obra, dejando al anciano a cargo del kraken y al gremio a cargo del wyrm. “Pero Yuna”, dijo. “¿Estás realmente segura de que podemos tener el cadáver del wyrm?”

“Véndelo o cómelo. Haz lo que sea con él. No intentes obligarme a comerlo, ¿de acuerdo?”

“¿De verdad crees que te haría tal cosa, Yuna?”

“Quiero decir”, continué, “esta cosa extraña no puede ser tan deliciosa, ¿verdad?”

“Ni idea. Solo he oído rumores”.

“No me digas que estás pensando en probarlo, Atola …”

“Eh. Podría tomarlo o dejarlo.”

Supongo que esto era una diferencia de gustos culturales. Me preguntaba de qué lado estaría Fina. (Ojalá fuera el mío, ¿verdad?)

Mientras tanto, el personal del gremio estaba trabajando duro para desmantelar al wyrm. Me senté un poco lejos y miré a ambos equipos. A los pocos minutos, Yuula se acercó con un grupo de mujeres.

“Yo también lo vi ayer”, dijo Yuula, “pero no me acostumbro lo grande que es”.

“Yuula, ¿también vas a ayudar con el desmantelamiento?”

“No soy una especialista, pero es un kraken, ¿no es así? ¡Solo un calamar grande! Cualquiera que se haya criado en este puerto marítimo puede arreglar uno de esos. Ese wyrm, por otro lado…” Ella simplemente negó con la cabeza.

Las mujeres también se separaron y se unieron a ambos equipos de trabajo de carnicería. Bueno … ¿cuantos más mejor?

“Chica, ¿me permites un minuto?” el viejo Kuro me llamó. “No podemos aceptar esto, por supuesto, así que por favor tómalo”. Levantó una enorme y hermosa gema azul: una gema de maná. La gema de maná de un kraken. “Je. Durante todos mis años, nunca había visto una gema de maná tan grandiosa. Supongo que un kraken tendría una”.

“¿Estás seguro de que puedo tenerla?”

“¿De qué sirve a un puerto marítimo? Estoy seguro de que una aventurera como tú podría encontrarle un buen uso. Y tú también lo mataste, es tuya por derecho”.

Bueno, ¿quién podría decirlo? Quizás pueda ser útil.

“Ya que estamos repartiendo obsequios”, dijo Atola, “¿por qué no te llevas esto?” Me tendió una gema marrón: la gema de maná del wyrm. ¿Supongo que era una gema de maná terrestre?

“Sin embargo, podrías venderla”, dije, sabiendo que no lo harían.

“Has hecho más que suficiente. Además, una gema de maná es una prueba de que un aventurero mató a algo. Ésta es la prueba de que derrotaste al kraken y al wyrm. No podemos simplemente vender eso, quiero decir, ni siquiera podríamos venderlo legalmente, incluso nos los dieras”.

Eh, bastante justo. Sería complicado no aceptar las gemas.

El desmantelamiento avanzó bien. La carne se amontono en un carruaje y fue llevada a la ciudad. Iban a guardar una parte en una cámara frigorífica, solo para estar seguros.

“Bien, muchacha, déjanos esto a nosotros y regrese al pueblo para que pueda disfrutar de la fiesta”.

“¿La fiesta?”

“Es una celebración. ¡El kraken está muerto!”

El viejo asintió. “Sí. El pescado que pescamos esta mañana debería estar cocinándose ahora. Nos gustaría que se divirtiera.”

“Mas te vale”, dijo Atola con una sonrisa. “¡Eres la invitada de honor, después de todo! Yo también regresaré a la ciudad, así que volvamos juntas. Deben estar preparando la carne de kraken y wyrm en la plaza central mientras hablamos”.

Acepté la cortesía del viejo Kuro y volví al pueblo con Atola.

Un delicioso olor llenó la plaza central. Se asaban pescado y calamares. Y de ninguna manera, ¿eran esas almejas? Me pregunté si también tenían camarones y cangrejo.

El fragante aroma de la salsa de soja también llenó el aire. Los cocineros asaban a la parrilla y entregaban sus comidas a los que esperaban mientras lo hacían. Niños o adultos, todo el mundo iba a la ciudad por la comida. Probablemente era la primera vez en mucho tiempo que podían comer hasta estar satisfechos.

Una multitud se formó en la plaza para ver el kraken asado. Uno de los brazos del kraken estaba a la vista, como para mostrar cuán grande era el monstruo.

Viéndolo tan de cerca… guau, realmente era gigantesco.

Mientras miraba el brazo del kraken, me di cuenta de que todos me miraban.

“Es la chica oso que derrotó al kraken. Vamos, entonces, ¡tome un trozo! Es delicioso.” Una mujer me entregó un plato pequeño de una especie de marisco mixto. Había mariscos y camarones y esas cosas, y solo un bocado me hizo anhelar el arroz blanco para acompañarlo.

“Chica, esto también es delicioso”. Un hombre que llevaba una diadema me entregó un pescado asado. Incluso le pusieron salsa de soja. Quiero decir, la salsa de soja era imprescindible con pescado a la parrilla. Hubiera sido perfecto si tuviéramos un poco de salsa ponzu también, pero tal vez eso era demasiado pedirle a un mundo de fantasía.

“¡Gracias!” Me dirigí a la mesa y me puse manos a la obra. La gente del pueblo me dio las gracias y trajo platos, uno tras otro. Muy pronto, la mesa se llenó de platos de mariscos. Los residentes estaban siendo amables, así que los acepté, pero de ninguna manera podría comer todo eso.

“Todo el mundo, más despacio, ¿de acuerdo?” Atola le puso fin. Bueno, si no pudiera comerlo, simplemente lo guardaría en el almacén de osos, estaba bien. Pero, de nuevo, tal vez comería antes de que la comida se enfriara. Después de todo, todo estaba delicioso.

Atola sonrió. “Seguro que eres popular”.

“Estoy feliz de comer toda esta deliciosa comida, pero desearía que no le dieran tanta importancia”.

Entonces, ¿por qué no te quitas esa ropa de oso? Si haces eso, nadie se dará cuenta de ti”. Ella tenía razón en eso, pero … ¿y si pasaba algo malo y yo no estaba en el traje? No, no valía la pena.

“Es un objeto maldito”, dije solemnemente, “así que no puedo”.

“¿De verdad? Vaya, ¿huele mal?” Atola se inclinó y me olfateó.

“¡¿Qué crees que estás haciendo?!”

“Si nunca puedes quitártelo, eso significa que nunca te bañas ni te duchas”.

“¡Bien, bien! Estoy mintiendo, cielos”.

Afortunadamente, un grupo de niños pequeños se acercó para interrumpir esta tonta conversación.

“Señorita oso, gracias por derrotar al monstruo”, dijo un niño e inclinó la cabeza.

Otro niño dijo: “Mi mamá dijo que podemos comer gracias a ti”.

El primer niño asintió. “¡Gracias, señorita oso!”

Los dos se volvieron llenos de sonrisas hacia mí. Me arrodillé y me puse al nivel de los niños.

“¿Están comiendo toneladas?”

“Si.”

Ellos asintieron con la cabeza, sonriendo. Les di palmaditas en la cabeza.

“Bien. Coman mucho y asegúrense de ayudar a su mamá”.

Los niños asintieron vigorosamente y salieron corriendo.

“Eres una buena chica, Yuna”.

“Tch. Me estaban agradeciendo. Por supuesto que iba a ser amable”.

La fiesta termino tarde. A mitad de camino, el viejo Kuro estando ebrio dio un discurso largo sobre lo maravilloso que era el océano. Atola también se emborrachó y provocó una verdadera conmoción. Hombre, a algunos adultos les gustan mucho esas cosas. Extraño. Cuando el sol empezó a ponerse, me dirigí a la posada para alejarme de toda eso.

“Yuna, bienvenida de nuevo”, dijo la hija de Deigha, Anz. Se veía tan saludable e incluso un poco bronceada. En comparación, yo era un poco escuálida y pálida.

“Las cosas se estaban poniendo bastante salvajes”, dije. “Y aquí también, ¿eh?” Un grupo de tipos en la posada estaban tomando tragos; el lugar apestaba a alcohol.

“Bueno, todo el mundo está feliz de poder salir al mar. Mi hermano mayor estaba encantado”.

“Si. ¿Dónde está Deigha?

“Mi papá está tan borracho que se fue a dormir a la parte de atrás”.

“¿Y entonces le sustituiste, Anz?”

“¡Si! ¿Quieres comer algo, Yuna? Puedo preparar algo”.

“Comí toneladas afuera, así que estoy bien”. No podía comer otro bocado sin explotar.

“Tiene sentido. Después de todo, hay comida por todas partes”.

“¿Y tú, Anz? ¿En qué andas?”

“Vigilando la tienda y preparando mi propia cena, eso es todo”.

“¿No fuiste a comer con los demás?”

“Mi papá se emborrachó demasiado temprano y yo tenía que cocinar para todos los demás, así que terminé comiendo tarde”.

“Oh, ¿qué estás haciendo?”

“Sashimi. Probablemente no hayas oído hablar de él; es una deliciosa cocina de la Tierra de Wa. ¡Preparas el pescado crudo y le pones salsa de soja!”

Sa… shi… mi. Quería un poco con salsa de soja. Consulté mi estómago. Me dio permiso. ¿Quizás yo … no explotaría? “¿Hay suficiente para mí?”

“Tenemos toneladas de pescado”.

“¿Tienes arroz blanco?”

“¡Por supuesto!”

Bien, lo quería.

Anz preparó el pescado maravillosamente. ¡Incluso había pulpos y calamares allí! “Eres bastante buena en esto”.

“Mi papá me enseñó. ¡Algún día incluso tendré mi propia tienda!”

Oh, interesante … Estaba pensando en traer pescado de regreso a Crimonia, pero existía la posibilidad de que nadie supiera cómo cortarlo o prepararlo. Las habilidades de Anz eran exactamente lo que necesitaba. Alineó el sashimi sobre el arroz y me lo ofreció. Agregué la cantidad justa de salsa de soja, aaaa y … delicioso.

“Tengo mi propio lugar en Crimonia, y podríamos estar buscando una trabajadora como tú”, dije.

“¿Tienes tu propia tienda?”

“Soy la dueña, pero realmente no cocino nada. Me gustaría comer mariscos con más frecuencia en Crimonia. ¿Te unirías a nosotros?”

“Lo haría si pudiera, pero está lejos … Me entristecería estar separada de mi familia”.

En otras palabras, ¿lo consideraría si estuviera más cerca? Terminé el resto del plato de mariscos y me encontré sonriendo.

Anz y yo terminamos hablando hasta altas horas de la noche, riéndonos, divirtiéndonos y comiendo más mariscos deliciosos.