Kuma Kuma Kuma Bear (NL)

ME DESPERTÉ con dos osos dormidos extremadamente tiernos. ¿Qué hora era, de todos modos?

Me levanté de la cama y abrí la cortina, luego la ventana. El sol se elevó sobre el océano. Si me hubiera ido a la cama por la tarde … ¿Cuánto tiempo había estado fuera?

Por supuesto, todo mi cansancio se había ido y mi resistencia y maná estaban al máximo de nuevo. Era un poco temprano, pero me puse mi ropa de oso negro y agradecí a mis osos por ser mis guardaespaldas antes de despedirlos.

Bajé las escaleras y Deigha salió corriendo de la habitación trasera.

“¡Señorita, estás despierta! ¡¿Estás bien?!”

Sonaba muy preocupado. Me froté los ojos.

“Estoy bien. Estaba muerta de cansancio por usar demasiada magia”.

“¿Estabas? Entonces, ¿no pasaba nada?” Me di cuenta de que estaba aliviado. “Para ser una niña tan pequeña y linda, realmente resultaste ser una aventurera increíble”. Me dio un par de ligeras palmaditas en la cabeza. Decidí permitirlo.

“¿Sabes lo que pasó con el kraken?” pregunté.

“Lo escuché de Atola cuando regresaste a la posada.” Tenía sentido que ella le dijera, considerando la forma en la que volví. “Entonces, ¿todavía tienes hambre? No has comido nada, ¿verdad?”

Toqué mi torso. Mi estómago estaba plano como una tabla. “Parece que sí”.

“Entonces prepararé algo de inmediato, solo espera”. Deigha flexiono el brazo y se dirigió a la cocina.

“Puedes tomarte tu tiempo”, le dije. Mientras esperaba distraídamente el desayuno que Deigha estaba preparando, despertando lentamente, Atola entró en la posada.

“¡¿Yuna, estás despierta?!”

“Apenas.”

“¿No te pasa nada?” Con preocupación, palmeó mis manos y mi cuerpo. Terrible invasión del espacio personal por su parte.

“Estoy bien. Dormí mucho, así que mi maná se recargó y volví a la normalidad”.

“Estaba preocupada, ya que no te habías despertado por la noche”. Ella realmente estaba preocupada por mí, al igual que Deigha. “Pero me alegro de que estés bien”.

Mientras hablaba con Atola, Deigha trajo el desayuno. Lo miré y me sorprendió. “¿Arroz? Pensé que no tenías … “

“La gente del pueblo lo trajo”.

“¿Por qué?”

“Yuna,” dijo Deigha lentamente. “Mataste al kraken. El Kraken.”

Atola asintió. “Eso sí que fue un calvario, ¿no? En cuanto volviste, se corrió la voz por todo el pueblo sobre lo que habías hecho. Una vez que se dieron cuenta de que lo habías hecho y de que te quedabas aquí, todo el mundo vino”.

¿Cuántas personas se habían reunido? ¿Y todo por mí?

“Pero estabas cansada y dormida”, continuó, “y no era como si fuera a despertarte. Los convencí de no hicieran ruido y les pedí que fueran a casa. Sin embargo, había muchos de ellos. Querían darte las gracias. Todos y cada uno de ellos querían agradecerte”. Sacudió su cabeza. “Fue una estampida, lo juro”.

Hombre, pasaron muchas cosas mientras estaba fuera, eh.

“Cuando les dije que te encantaba el arroz”, continuó, “juntaron todo lo que tenían y lo trajeron. Cuando reunimos todas las contribuciones, fue bastante”.

¡Vaya! No lo podía creer. A pesar de que derroté al kraken, no tenía idea de dónde estaba la Tierra de Wa, y mucho menos cuándo llegaría otro envío. Pensé que no obtendría arroz por un tiempo.

“Eso me hace tan feliz de escuchar. ¿Pero estás seguro de que puedo tener esto? Estos son tus preciados suministros, ¿verdad?”

“¿De qué estás hablando? Derrotaste al kraken. ¡Nuestra escasez de alimentos ha terminado! El océano es un tesoro de comida; tenemos toneladas para comer”.

Arroz libre de culpa, lo tomaría. Aunque … ahora que lo pensaba, le pedí a Blitz y a los demás que compraran suministros en la aldea vecina para nada. Supongo que no solo comprarían comida, ¿al menos? “Si todo el mundo viene a agradecerme, supongo que se ha corrido bastante la voz sobre el asesinato del kraken, ¿eh?”

“Si. Algunos de ellos incluso lo vieron”.

¿Otras personas habían estado allí? No me había dado cuenta. Más importante aún, realmente no había querido hacer un gran problema con esto, pero no había nada que hacer. Era demasiado tarde para volver a utilizar la artimaña de “aventurero de rango A de paso”.

“Oye, les dije a todos que no te dieran ningún problema. ¿Qué te preocupa?”

“Sería un verdadero dolor si se corriera la voz de que derroté al kraken. Tendré aún más gente metiéndose en mi camino todo el tiempo … “

Atola y Deigha me miraron. Sabía lo que quería decir.

“Sé que solo estoy diciendo esto ahora”, agregué, “pero quería mantenerlo entre nosotros si es posible”.

“Ya se ha corrido bastante la voz”, dijo Atola.

Deigha simplemente negó con la cabeza. “Después de ver lo que hiciste ayer, no hay forma de encubrir esto”.

“¿Podrías al menos conseguir que la gente del pueblo no lo difunda en el extranjero?”

“No hay necesidad de preocuparse por eso. Este puerto marítimo se mantiene solo en su mayor parte. E incluso si dijéramos que el kraken fue derrotado por una chica oso, no creo que nadie lo crea. ¿Una osita ruda? Vamos.”

Tenían razón. Hablando en términos prácticos, ¿había incluso personas que pudieran derrotar a un kraken sin ayuda de nadie? Nunca había conocido a nadie tan poderoso, así que no lo sabía.

De todos modos, se hizo lo que se hizo. Solo rezaría para que los rumores no fueran demasiado fuertes.

Llena con el arroz de la gente del pueblo, salí de la posada junto con Atola para dar un paseo. A pesar de que era temprano en la mañana, había toneladas de gente alrededor. Todos sonreían y la conversación era animada.

Varias mujeres mayores me vieron y corrieron inmediatamente.

“Atola, ¿es esta la chica oso que derrotó al kraken?”

“¡Sí, ella es!”

“¡Pero ella es tan linda!”

“¡Muchas gracias, pequeña! Nunca había visto a mi esposo ir a trabajar tan feliz. Todo esto es gracias a usted, señorita”.

“Mi esposo también, había estado muy triste, pero una vez que regresó de ver al kraken derrotado, estaba llorando lágrimas de alegría”.

Palabras de gratitud y sonrisas brillantes por todas partes. ¿Qué era el arroz, la salsa de soja o el miso en comparación con todo esto?

“¡Para celebrar la derrota del kraken, invitamos a todos a pescar! Por favor únete a nosotros.”

“¡Oh, querida, estoy preparando una comida deliciosa! Por favor come algo”.

Las abuelas dijeron su parte y se fueron, pero eso no fue el final. Cada paso traía más gratitud, más lágrimas de alegría, más risas eufóricas.

“Todos quieren darte las gracias, Yuna”, dijo Atola. “De hecho, creo que se están reprimiendo”.

Parecía que terminaríamos atrapados aquí durante años a este ritmo, así que Atola y yo nos agachamos y nos dirigimos juntos al acantilado donde derroté al kraken. Cuando nos acercábamos al acantilado en la cima de Kumayuru y Kumakyu, vi vapor saliendo del océano.

“Hm. Parece que los efectos de tu magia todavía están funcionando, Yuna.”

Guau. ¿Los osos de fuego hicieron todo eso?

Cuando llegamos al acantilado, encontramos a un hombre mayor mirando al mar.

“¡¿Viejo Kuro?!”

“¿Es usted, señorita Atola?”

“Lo sabes. ¿Qué te trae por aquí?”

“Pensé que, si me quedaba por aquí, podría ver a la persona que derrotó al monstruo”.

“¿No vas a ir a pescar con el resto?”

“Puedo dejar eso a los jóvenes. No, necesito agradecer a la persona que derrotó a este monstruo. Tú, niña, con la ropa de oso de allí, ¿hiciste esto?”

“Sí, fui yo”.

El viejo Kuro asintió lentamente mientras se acercaba a mí. “Escuché sobre eso, pero nunca imaginé que ibas a ser tan pequeña. Bueno, soy yo quien tiene la tarea de administrar el mar aquí. Salvaste nuestro puerto y el océano, y estaré agradecido por el resto de mi vida”. El anciano inclinó la cabeza profundamente. Luego, después de agachar la cabeza, se paró delante del acantilado y miró un barco que flotaba a lo lejos en el mar.

“¿Ves ese barco flotando en el mar allá?” dijo suavemente. “Obsérvalo. Noble, ¿no es así? Hiciste esto, jovencita. Nos abriste el océano una vez más”. Lágrimas débiles brotaron de los ojos del anciano.

Aquí estaba, llorando por lo que había hecho … por arroz, miso y salsa de soja. Ack.

“Pensé que nadie podría derrotar a un monstruo como este. No estoy seguro de que nadie sepa con certeza si algún aventurero, cualquier ejército en cualquier lugar podría derrotarlo. La gente del pueblo no entiende esa parte. No saben lo increíble que eres, muchacha”.

“No te preocupes por eso. Simplemente descubrí un truco para eliminarlo. No quiero que la gente del pueblo haga un gran escándalo, así que solo …” Me encogí de hombros débilmente. “No te preocupes por eso”. ¿Qué podía decir?

“Hm. Bueno, si terminas teniendo problemas en este puerto, házmelo saber. Prometo que te prestaré mi fuerza si alguna vez la necesitas”.

Le di las gracias. Se sintió más natural que él dándome las gracias.

“Entonces, Yuna, ¿qué planeas hacer con el kraken?” Atola contempló el kraken hervido que flotaba en el mar.

“¿Puedo venderlo?”

“Por supuesto. Es un alimento de lujo, y la piel y demás son muy útiles. Como también es poco común, podrás venderlo por mucho”.

“Genial. Es tuyo, me refiero a todo el puerto marítimo.”

“¡¿Estás segura?! ¡Podrías hacer una pequeña fortuna!”

“También la ciudad. Estoy seguro de que hay personas cuyos barcos fueron destruidos por el kraken”.

“¿Estas realmente segura? Sería de gran ayuda, lo admito”.

“Si realmente quieres devolverme el dinero, muéstrame un buen terreno en este puerto marítimo. Eso es todo lo que quiero.” Quería instalar una puerta de transporte de osos.

“Oh, ¿vas a vivir aquí?”

Negué con la cabeza. “Solo voy a convertirla en una casa de vacaciones. Cuando haga calor, traeré a mis amigos a pasar el rato”.

Traería a Fina y a los demás e iríamos a nadar. Ahora que lo pienso, ¿qué usaba la gente en este mundo para nadar? ¿Tenían trajes de baño? No saldrían desnudos, ¿verdad? Realmente esperaba que tuvieran trajes de baño.

“En ese caso, ¿por qué no te quedas en la posada? A Deigha le encantaría que te quedaras, estoy segura”.

Nah. Si hiciera eso, no podría hacer una puerta de transporte para osos. Escalar esa montaña era un dolor.

“En cualquier caso, estoy feliz de que nos estés dando el kraken, pero …” El kraken flotaba en el océano.” … no podemos hacer nada con él en este momento. Incluso si quisiéramos matarlo, primero tendríamos que llevarlo a tierra”.

Hmm, sí. E incluso llevarlo a la playa sería un montón de trabajo.

“Sólo dame un segundo”. Usando magia de la tierra, creé una escalera desde el acantilado hasta el kraken. Bajé las escaleras y toqué una parte del kraken que sobresalía del agua. Así, estaba en mi almacén de osos. También guardé el wyrm hervido y volví a donde estaban los otros dos.

“Yuna”, dijo Atola sin aliento, “no puedo creer esto”.

“Preferiría que la gente no sepa mucho sobre esta bolsa de artículos, así que agradecería que no dijeras nada”.

“Está bien, eso está bien. Sin embargo, ver ese muro de osos que dejaste atrás es realmente un espectáculo”.

Los osos de tierra en el océano se alzaban sobre nosotros.

“Voy a quitarlos”.

“Por favor, espere un segundo”, dijo el anciano de repente. “¿Podrías dejarlo así?”

“¿Por qué?”

“Para que no olvidemos lo que pasó. A medida que pasa el tiempo, los recuerdos de la gente se desvanecen. Se olvidan. Me gustaría que los dejaras. Nos salvaste y mataste al kraken, aunque perdimos mucho. Debemos recordarlo todo: el heroísmo y la tragedia”. Realmente no quería dejarlo allí, pero ¿estaba realmente a punto de decir que no cuando lo expresó así?

“¿Dónde deberíamos desmantelarlo?” Preguntó Atola.

“Bueno”, dijo el anciano Kuro, “si vamos a desmantelarlo, creo que la playa cerca del puerto marítimo sería un buen lugar. Podemos llamar a otros y hacerlo más fácil”.

“Cierto. Si preguntan cómo lo llevamos, solo diremos que usaste tu magia, Yuna”. ¿Realmente solo creerían eso? ¿Era ese realmente el mejor método a seguir? Supongo que sí.

“Entendido. Recogeré a todos los pescadores que pueda encontrar y me dirigiré hacia allí “. Dijo Kuro.

“Voy a buscar personal del gremio que tenga habilidades de carnicero”.

El anciano y Atola partieron en un barco que estaba amarrado en las cercanías. Subi a Kumayuru y me dirigí a la playa donde estábamos planeando hacer el desmantelamiento. Allí saqué el kraken y el wyrm y coloqué sus gigantescos cuerpos en la arena. Ambos olían delicioso.