Kuma Kuma Kuma Bear (NL)

CON NUESTRO NOMBRE ESTABLECIDO, Milaine hizo que lo pusieran en un letrero del gremio comercial … o iba a hacerlo, pero luego alguien mencionó que un cartel para un “Salón del Oso” tenía que tener una señal de oso. Al igual que mi casa de los osos, tenía que tener una energía inmediata de oso grande.

“¿Se supone que debo hacerlo de esa manera?” (Como siempre, supongo).

“Si le pedimos a un artesano que lo haga, tomaría tiempo. ¿No puedes hacerlo, Yuna?”

Mmm. Ellos ya sabían que podía hacer una morada con temas de osos.

“Ya hay un edificio aquí, así que no puedo hacerlo exactamente como mi casa”.

“Dejaremos los detalles en tus manos, Yuna, especialmente porque ninguno de nosotros sabe exactamente qué puedes hacer usando tu magia”.

Y así fue como se me asignó la tarea de hacer que mi propia tienda pareciera más “osa”. Lo que significaba … ¿qué, exactamente? Ya tenía un exterior, y no estaba a punto de tirar todo hacia abajo y empezar de nuevo. Que dolor.

Después de la reunión del día, todos volvieron a sus trabajos o casas: Milaine y Tiermina se dirigieron al gremio comercial para negociar el letrero y los uniformes, Morin y Karin se trasladaron a la cocina para limpiar, Miru y los otros huérfanos se llevaron el pan que hicieron en su práctica al orfanato. Helen se fue a casa y la criada Lala vino a recoger a Noa. Al final, sólo quedaron Fina y Shuri.

“¡Ahora que estás haciendo la tienda, podrás comer budín en cualquier momento que quieras!” Exclamó Fina.

“Realmente no. Depende de cuántos huevos tengamos”.

Como necesitaba vender huevos al por mayor al gremio comercial a intervalos fijos, Tiermina y Milaine estarían resolviendo eso. Fina también sabía cómo preparar un pudín para sí misma, por lo que no necesitaba visitar la tienda.

“Hola, chicas ¿Cómo creéis que sería una tienda de osos?”

“¡Osos!” Shuri gritó, saltando de un lado a otro.

Fina asintió. “¿Y si lo decoras con adornos de osos?”

Adornos de osos, ¿eh? Había hecho la casa del oso, ¿así que supongo que podría hacer algo así usando magia?

Primero, coloqué dos estatuas de osos junto a la entrada. Reuní maná en mis títeres de oso y los imaginé. En mi mundo natal, existían esas lindas figuras de la cultura pop, Nendoroid, con cabecitas de aproximadamente dos quintas partes de su tamaño.

Usé arcilla como medio. Un poco de color estaría bien, así que usé magia para juntar varios tonos de tierra. No era exactamente un bonito arco iris de colores, pero era mejor que Pure Dirt Color. Y, en fin, teníamos una estatua Nendoroid de un oso muy mono.

“E-Eso es tan lindo.”

“¡Osos!”

Los dos se apresuraron a arrullar al oso parecido a Nendoroid.

“¿Crees que esto se ve bien?”

“Sí. ¡Es tan lindo que voy a hacer una implosión!”

¡Y las probadores de enfoque se vuelven locas! Coloqué a mis lindos osos en el segundo piso y afuera, donde se destacarían. Pero, mmm… sí, las estatuas de osos eran bonitas y todo eso, pero cuando eché otro vistazo al edificio desde el frente, todavía no podía decir qué tipo de establecimiento se suponía que era. ¿Cómo se suponía que la buena gente iba a saber acerca de nuestro pan de oso? Regresé al frente del edificio e hice un oso gigante sosteniendo una enorme barra de pan.

Como se hace con las panaderías.

Después de decorar el exterior del edificio, me dirigí al jardín. Nos decidimos por un café al aire libre; todos estuvieron de acuerdo en que la comida sabía mejor al aire libre. Me puse a trabajar en la fabricación de osos para el jardín, mezclándolos un poco por el bien de la variedad. Hice un oso que se apoyaba en un árbol, un oso que lanzaba un puñetazo y una mamá osa con su cachorro. Oh, y solo tenías que tener un lindo oso durmiente.

¡Vaya! ¿Era yo un artista ahora? ¿Esto cuenta?

Shuri corrió y se aferró al oso dormido.

“Shuri, te ensuciarás la ropa”. Fina arrastró a Shuri hacia mí.

“Pero oso”, señaló Shuri.

Shuri parecía reacia a irse, pero terminé con la terraza del café y llevé a las dos adentro.

“¿También los estás haciendo para el interior de la tienda?” preguntó Fina.

“Ehh. Podría también. ¿Dónde debería hacerlos? “

La tienda estaba llena de mesas y no era como si pudiera hacer ninguna en medio de los pasillos.

“No tienes que hacerlos demasiado grandes. ¿Quizás pequeños?”

No es una mala idea. Inspeccioné el interior de la tienda y miré las mesas. ¿Tal vez ahí? Me acerqué a una mesa y convoqué una pequeña estatua de oso chibi similar a Nendoroid en su centro.

“Es un pequeño oso”, se maravilló Shuri. Se deslizó hacia adelante en su silla y le dio un pequeño empujón.

“Shuri”, advirtió Fina, “no lo toques”.

“Pero… es un lindo oso”.

Quizás demasiado lindo. No quería ningún robo de osos aquí, así que agregué una pizca de magia para sujetar el oso a la mesa. “No va a salir sin importar cuánto te metas con eso”, le dije a Shuri. Ella le dio un tirón y no se movió ni un centímetro. Eso debería evitar cualquier incidente con los osos, ¿verdad?

En las otras mesas coloqué algunos osos más en poses divertidas, como un oso de pie, un oso luchador, un oso durmiente, un oso que corre, un gran montón de osos, un oso que baila, un oso que empuña una espada, un oso que come pescado, un oso que bebe miel y un abrazo de oso. Una vez terminadas las mesas, me puse a trabajar en las paredes: los osos bajaron de las paredes, treparon pilares, afilaron sus garras en las esquinas. De todos modos, ¿cómo llamas a tantos osos? ¿Una escuela de osos? ¿Un paquete? ¿Una manada?

Karin bajó de arriba. “Yuna, ¿qué estás haciendo?”

“Osos”, dije.

Karin miró a los osos chibi que decoraban la tienda. “Sí, no es broma. Lindos también. Este tipo de osos no me asustarían incluso si me los cruzara en el bosque”. Pincho uno en una mesa. “¿Crees que conseguiremos clientes?”

Bueno, esta era una tienda nueva en un lugar poco conocido que sirve cocina desconocida. Supongo que eso sería motivo de preocupación. “Creo que vendrán. Además, he solicitado una auténtica gran tormenta de una campaña publicitaria. Y con el pan de Morin y la pizza, el pudín, y las papas… creo que estaremos bien”.

“Las papas fritas estaban deliciosas. Ah, y el queso combinó muy bien con el pan”.

Asentí vagamente. “Sin embargo, estoy un poco preocupada por la cantidad de queso que tenemos en existencia. Es posible que no tengamos lo suficiente para satisfacer la demanda”. Necesitábamos queso tanto para el pan como para la pizza, así que terminamos usando montones. También me preocupaba nuestro suministro de papas por motivos similares.

“¿Dónde compraste el queso?” preguntó Karin.

“Al viejo del queso. Fue a la capital a venderlo”.

“Espera, ¿no era de la capital? Pero entonces…”

“Está bien. Le pregunté dónde vivía, para que podamos ir a su pueblo de quesos si es necesario”.

“¿Y qué hay de las papas?”

“En algún momento después del próximo mes deberían ser entregados al orfanato, pero iré a comprar algunas si es necesario”.

Tener que salir era una molestia, así que esperaba que las papas llegaran a tiempo. Por otra parte, según Fina, los vendedores de papas a veces venían al pueblo. Le pedí a Tiermina que verificara eso. Si todo iba bien, tal vez se agotarán las papas justo a tiempo para que llegara el nuevo lote.

Estábamos planeando abrir dentro de diez días. El letrero y los uniformes se harían antes de esa fecha, afortunadamente. Estaba golpeando a los gremios de comerciantes y aventureros con folletos publicitarios. Todo estaba listo.

Ahora solo tenía que confiar en el trabajo de los niños.

Todo el mundo se volvió loco por las figuras de osos. Milaine incluso me pidió que hiciera uno junto al cartel. No me atreví a decir que no, así que terminé esculpiendo un oso que se aferraba al borde del letrero. A veces parecía que Milaine era la que realmente dirigía la tienda, con lo mucho que tomaba la iniciativa en la gestión de todas las molestas formalidades y negociaciones. Se encargaba de la vajilla y otras cosas, e incluso nos había conseguido ingredientes con descuento, así que no podía negarme a nada de lo que me pedía. No es que me importara, teniendo en cuenta lo servicial que era, pero me preguntaba cómo iba su trabajo real.

Siempre que le preguntaba al respecto, me decía algo como: “Todo esto cae dentro del trabajo del gremio, así que no hay problema”.

Los niños estaban encantados con los uniformes cuando entraron. Incluso teníamos extras y algunos para Fina y Shuri, que estarían ayudando.

Hice que los niños practicaran matemáticas y memorizaran los nombres del menú y sus precios. A partir de ahí, aprendieron a cocinar todo y nosotros practicamos cómo saludar a los clientes. Mi ejército de huérfanos alegres se dedicó a estudiar sin una sola queja.

Y de repente, fue el día de la inauguración. Todos estaban nerviosos. Los niños estaban inquietos y seguían mirando afuera. Creo que Morin y yo éramos las únicas que no estábamos asustadas. Cuando llegó el horario comercial, abrimos las puertas y.… nadie.

“No viene nadie”. Karin miró hacia la entrada. No había ni rastro de nadie allí.

“Bueno, acabamos de abrir”.

Los chicos parecían decepcionados después de haberse esforzado.

¿Quizás no había anunciado lo suficiente? Al menos les pedí a Milaine y Helen que pusieran más volantes en los gremios de comerciantes y aventureros, respectivamente. Incluso teníamos amigos que también los pusieron.

Poco tiempo después de la apertura de la tienda, finalmente llegó nuestro primer invitado.

“Oye, entonces. Ejem. Hola.” El maestro del gremio de aventureros se acomodó la corbata.

“Bienvenido.” Normalmente los niños servirían a los clientes, pero como este era el maestro del gremio, decidí ser su anfitriona.

“Qué lugar tan peculiar tienes aquí”, dijo mientras miraba la tienda, llena de figuras de osos y niños con uniformes de osos.

“¿Es demasiado?” pregunté.

“¿Te refieres a los osos adentro y afuera? Definitivamente harían que algunas personas se detuvieran, pero creo que también atraerían a algunas personas por curiosidad”.

Bueno, sí que llamaban la atención, eso es seguro. Con suerte, el pan que llevaban ayudaba a que se pareciera más a una panadería.

“Entonces, ¿qué puedo ofrecerte?” Pregunté una vez que llegamos al mostrador.

“¿Alguna recomendación?”

“La pizza, la hamburguesa y los panes son comidas, y las papas deben ser bocadillos. El pudín es de postre. Consulta tu estómago y vuelve a consultarme”.

Establecimos un sistema para que pidieran y pagaran en el mostrador de atrás, y recogieran la comida allí también. Aunque tendrían que esperar un poco por la pizza.

“Veo. En ese caso, comeré la pizza ya que escuché que es buena por Helen”.

“¿Y qué vas a beber? La pizza es un poco aceitosa, así que recomiendo algo refrescante”.

“El jugo de oran, entonces.” Terminó su pedido y pagó. Unos minutos más tarde, Morin horneó la pizza y los niños se la llevaron enseguida.

“¿Es esto una pizza?” El maestro del gremio contempló la pizza como si fuera una escena del crimen cargada de gluten. Luego asintió con la cabeza, lo aceptó y el jugo de oran, y se dirigió a un asiento.

“Empieza”, dijo en voz baja, y.… le dio un mordisco. Luego tomó otro. Un tercio. La inercia se apoderó de él. “Oh cielos, esto es… ¡qué maravilla!” En un abrir y cerrar de ojos se comió toda la pizza y, segundos después, apuró el vaso de jugo de naranja.

“Me alegro que haya sido de tu agrado”.

“Sí, sí. Lo otro. ¿Qué tal está? ¿Igual de bueno?” Su ojo se estrechó.

“Me temo que tendrás que decidir eso por ti mismo. Todos tienen sus propias preferencias”.

“Muy bien, ¿cómo puedo añadir algo más a mi pedido?”

“Puede volver al mostrador igual que antes para comprar más”.

“Glorioso.”

El maestro del gremio se puso de pie y pidió una hamburguesa en el mostrador. Saboreó cada bocado y, cuando se fue, estaba prácticamente radiante.

Pasó más tiempo y, afortunadamente, la gente fue llegando gradualmente. Tal vez abrimos en un mal momento, pero comenzamos a tener más clientes a medida que se acercaba la hora del almuerzo.

Probablemente tenía que agradecer al maestro del gremio y a Helen por un grupo de aventureros que vinieron. Algunos de ellos se rieron de las estatuas de osos, pero se callaron después de recibir una mirada furiosa de la propia Bloody Bear y en silencio hicieron sus pedidos: pizza y pan. La Bloody Bear recomendaba papas fritas. Obedecieron. Después de que terminaron de comer, salieron luciendo satisfechos con su comida y en su mayoría no aterrorizados por mí.

Después de eso, los clientes habituales llegaron siguiendo los consejos de Milaine y los volantes. Considerándolo todo, no es un mal comienzo, ¿verdad?

… Por decir lo menos. Porque en lugar de tener menos clientes después de la hora punta del almuerzo, estábamos recibiendo más. Aparentemente, los clientes que comieron aquí durante el almuerzo habían hecho correr la voz sobre la tienda.

Las estatuas de osos invitaban a los chismes, el sabroso pan invitaba a la clientela, y el pudín le dio a nuestro patrocinio un bono de 1,75 por como mínimo. Como no sabía cuánto venderíamos y estaba el problema del inventario de huevos, hice trescientos budines, pero el budín estaba fallando. A pesar de que los huevos eran mucho más baratos que antes, todavía les puse un precio bastante alto. No importaba, porque los clientes (especialmente las chicas) seguían comprándolos uno tras otro. A nadie le importaba el límite de uno por cliente, y algunos de ellos se coló en tercios o cuartos.

Y luego vino la fiebre del trabajo posterior (de aventuras). El maestro del gremio y Helen se superaron por completo con su publicidad. Nos quedamos sin nuestras reservas de pudín y terminamos con una tonelada de clientes abatidos saliendo por la puerta. El pan que teníamos a mano se agotó de inmediato, e incluso cuando los niños ayudaron a Morin a hornear panes frescos, llegaron demasiados pedidos. Incluso Fina tuvo que acompañarnos y ayudar.

Empecé a atender a los clientes por si había algún problema. Karin y los niños no podrían soportar el hambre de pudín de los aventureros violentos.

Esperaba dejar que mi personal comiera después de la hora punta del almuerzo, pero ni siquiera tuvimos tiempo para eso. Sin suficientes ingredientes para servir la cena, terminamos cerrando temprano.