Tearmoon Teikoku Monogatari (NL)

La capital del reino de Sunkland, bendecido por el sol, era Sol Saliente. Vista desde lejos, la ciudad tenía la forma de una enorme fortaleza. El castillo propiamente dicho, el Castillo de Solecsudo, se encontraba en su punto más alto. Construido para la guerra, la estructura fuertemente fortificada dominaba la capital desde una posición central. La arquitectura de piedra maciza de la ciudad, protegida por una gruesa muralla que la rodeaba, tenía una solemne magnificencia y se alzaba sobre cualquier posible invasor.

Vaya… Si Tearmoon y Sunkland llegaran a entrar en guerra, esta sería una gran fortaleza a derribar. Incluso con la ayuda de Remno, no estoy seguro de cómo podríamos asaltar este lugar. Incluso un militar aficionado como Mia podría ver que Sol Saliente no caería fácilmente. Esto sólo hace que sea más importante salvar a Sion. Lo necesito vivo el mayor tiempo posible para que nuestras naciones sigan siendo amigas…

Mientras reflexionaba sobre las implicaciones de la caída diplomática, notó un comportamiento inusual de Tiona, que no dejaba de girar la cabeza de un lado a otro como una turista curiosa. La dejó en paz, caminando junto a ella por un bello camino de piedra pavimentada. Pronto se sintió presa de una extraña sensación.

¿Quién iba a decir que habría un día en el que estaría caminando por la capital de Sunkland con Tiona? Y haciéndolo para salvar la vida de Sion, además.

Si se lo hubieran propuesto a Mia, que estaba condenada a la guillotina, habría sonado como una quimera de lo más descabellada. Una mirada hacia atrás reveló que Anne y Liora estaban charlando. Una era su amiga más fiel. La otra, una Lulú que había salido por su sangre. Las emociones se agolparon en su pecho mientras Mia reflexionaba sobre el puro milagro que era su realidad actual.

Nunca habría imaginado que una escena así fuera posible. Cuando estoy caminando con ellos así, realmente me hace sentir que he recorrido un largo camino…

“Ha sido todo un viaje, ¿verdad?”, dijo con una sonrisa, la expresión distante, casi irónica. Luego, volviéndose hacia Tiona, añadió: “Seguro que no esperaba que nos atacaran los bandidos.”

“Sí, eso fue ciertamente un calvario…”

“Siento haberte arrastrado a problemas como éste”.

“¿Qué? No. Eso no es culpa tuya en absoluto.” Tiona negó con la cabeza. “E incluso si hubieras sabido que podría haber problemas, entonces todo lo que significa es que sentiste que era necesario traerme a pesar del riesgo. En ese caso, estoy más que feliz de estar aquí.”

La confianza inquebrantable en sus ojos golpeó la conciencia de Mia como un martillo. Casi gruñó en voz alta. “E-Entiendo. Supongo que tienes razón. Al fin y al cabo, ahora somos amigas, así que debería estar bien que te pidiera ayuda. En ese caso, considera esto como mi petición tardía entonces. Oho ho.”

Compartieron una risa, permitiendo a Mia recomponer sus pensamientos. Eso era, después de todo, lo que se había propuesto hacer en primer lugar.

Muy bien. Estoy aquí para pensar, así que vamos a hacerlo. El caso es que cuanto más lo pienso, más difícil me parece impedir que Esmeralda y el príncipe Echard se casen…

Las relaciones entre Tearmoon y Sunkland eran tibias en el mejor de los casos. Mia y Sion se llevaban bien, lo que sin duda ayudaba, pero eso no era base suficiente para construir una política exterior. Un matrimonio entre una de las cuatro casas de Tearmoon y el príncipe Echard era el tipo de acontecimiento que podría cimentar realmente las alianzas diplomáticas. Como había dicho Ludwig, era literalmente un asunto de importancia nacional. Revertirlo iba a ser difícil.

Huh. Hablando de Tearmoon y Sunkland, eso me recuerda… Si Sion y Tiona se casaran en la antigua línea temporal, eso mantendría definitivamente a Tearmoon a salvo… Parecían entenderse bastante bien, y había muchos beneficios políticos para que se juntaran, así que no puedo imaginar que algo vaya mal…

Entonces, se le ocurrió un pensamiento.

“Excepto… cómo se siente realmente la pareja en cuestión. Huh.”

Era un pensamiento crucial, uno que tocaba el núcleo de todo este dilema.

Francamente, conociendo a Esmeralda y su predilección por los chicos guapos, puedo ver que le gusta el príncipe Echard…

Actualmente, Esmeralda tenía dieciocho años y el príncipe Echard diez. Había ocho años entre ellos, lo cual era un poco, pero no era inusual en los matrimonios nobles.

Sí, sin duda le gustaría. De todos modos, lo único que le importa es la apariencia, y teniendo en cuenta lo exasperantemente guapo que es Sion, probablemente le daría el visto bueno a su hermano pequeño sólo por sus perspectivas de futuro.

Eso hizo que Mia dudara en sabotear el matrimonio sólo por motivos políticos. Eso sólo dejaba una única consideración — el asesinato de Sion. Si podía mantener a Sion a salvo de alguna manera, sinceramente no se oponía a que Esmeralda se buscara un maridito.

El problema es que toda esta maquinación contra Sion huele muy a Serpientes, e incluso si no están detrás de esto, no estoy segura de que esté de acuerdo en dejar que Esmeralda se case con alguien que está detrás de un intento de asesinato.

Su paseo estaba siendo bastante fructífero; el corazón del problema se estaba aclarando.

“Huh. Así que eso es todo. Básicamente, si la otra parte de este matrimonio está formada por gente decente y no torpe, entonces en realidad no me importa que sigan adelante…”

“Dios, Mia, ¿realmente eres tú?”

Al escuchar su nombre, Mia se giró en dirección a la voz para encontrar una figura inesperada.

“¿S-Señorita Rafina? ¿Qué la trae por aquí? Y es que…”

La persona que estaba junto a Rafina la sorprendió aún más.

“¡Abel! ¿Qué demonios hacen ustedes dos en Sunkland?”