Tearmoon Teikoku Monogatari (NL)

Tras acceder a la petición de Rania, Mia empezó a practicar la danza de la cosecha de gracias. Las danzas de Perujin consistían en sostener un instrumento parecido a una pala — palas de madera llamadas “naruko” — en cada mano y hacerlas sonar rítmicamente como parte de la coreografía. Esto no supuso ningún problema para Mia, que finalmente consiguió emular la rutina que se le mostró casi a la perfección. Había una belleza fascinante en sus fluidos y elegantes movimientos que hacían que pareciera que llevaba toda la vida bailando esta danza. Aunque no cabe duda de que era una buena bailarina, la maestría que mostraba era el resultado de un duro trabajo — mucho trabajo.

¿Qué la convenció de trabajar tan duro? Pues…

“Te haremos hacer una versión simplificada de la danza”, dijo Rania, “ya que la versión completa es bastante complicada.”

Este acto de consideración fue rechazado por Mia, que respondió: “Vaya, no tienes que preocuparte por eso. Estoy bien haciendo la versión completa.”

No quería decir eso, pero detrás de ella estaba Bel, que la había mirado con ojos amplios y expectantes y dijo: “¡Oh, estoy deseando ver bailar a la abu — Señorita Mia!”

La sincera admiración de su nieta acarició su ego lo suficiente como para que las palabras salieran de su boca antes de que su cerebro tuviera la oportunidad de intervenir. Incluso consiguió añadir: “¡Oho ho, entonces prepárate para asombrarte, porque mi baile será impresionante!”

Su cerebro estaba realmente fuera de combate.

Después de haber declarado abiertamente que iba a asombrar a su público, el fracaso ya no era una opción. Como no se atrevía a salir al escenario, sucumbió a su gallina interior y decidió ir a lo seguro. Así que practicó y practicó. Luego, practicó un poco más. Mientras tanto, se atormentaba con pesadillas nocturnas en las que se veía mal en el escenario. Sin embargo, le dedicó tiempo. Al fin y al cabo, Mia creía en la victoria por el número de horas. Es decir, por el número de horas, ya sea estudiando o practicando. Como resultado, consiguió desarrollar la memoria muscular necesaria para dominar la coreografía, tras lo cual procedió a utilizar esta nueva competencia para instruir a Bel.

“Espera, Bel. Esa parte no va así. Es más bien una especie de whoomph, y luego haces whoosh con el giro, y luego simplemente shooo hasta parar.”

Su incomprensiblemente virtuosa instrucción fue, sin embargo, interrumpida por un visitante.

“Hola, princesa Mia. Ha pasado mucho tiempo, ¿no?”

“Vaya, Chloe. No tenía ni idea de que estuvieras aquí también.” Ver a su querida compañera de libros hizo que Mia sonriera. “Debo decir”, añadió con una curiosa inclinación de cabeza, “que no esperaba que aparecieras con Tatiana. No todos los días las veo a las dos juntas.”

Tatiana, que había estado cuidando de Shalloak los últimos días, también apareció. De hecho, debería seguir con él, así que ¿qué hacía aquí?

“El señor Cornrogue dijo que quería hablar con papá, así que…”, dijo Chloe, con una expresión de preocupación evidente mientras miraba al suelo.

“Estará bien”, dijo Mia con una suave sonrisa que rápidamente se convirtió en suficiencia. “Ya he hablado con él. ¿Verdad, Tatiana?”

“Sí. Desde que habló con Su Alteza, el maestro Shalloak ha cambiado. Se ha convertido en una persona completamente diferente.”

La conversación de Mia con Shalloak marcó, en efecto, el día en que su carácter intratable desapareció, dejando atrás a un individuo mucho más manso. Parte de la razón fue, sin duda, su compromiso con el descanso de su cuerpo enfermo, pero ella pensó que merecía la mayor parte del crédito.

Oho ho, y todo gracias a mí. Rompí a ese hombre por su propio bien. Debería alegrarse de que estuviera dispuesto a hacer de villano por él.

“Sin mencionar… Tatiana ha estado preparando medicinas para que las tome.”

Mia sonrió tortuosamente.

Tatiana no se queda atrás, ¿verdad? No sólo está obligando a Shalloak a ponerse en forma y ser más saludable, sino que incluso está arreglando su personalidad. Después de todo, dijo que le estaba dando medicamentos para diluir su sangre. Alisar a un hombre alisando su sangre… Qué método tan astuto. ¡La chica sabe lo que está haciendo!

Las personas cuya sangre era espesa y viscosa eran susceptibles y de mal genio. Esto era de sentido común para Mia, que era una firme creyente en la (pseudo)ciencia de la templanza basada en la sangre.

“Por eso no hay que preocuparse. Probablemente no hará nada desagradable”, dijo ella, imaginando que probablemente quería disculparse.

No sabía que la conversación iría mucho, mucho más allá de una simple disculpa.

“Señor todopoderoso, Shalloak. Mírate. Esto debe haber sido todo un calvario”, dijo un sorprendido Marco al entrar en la sala de tratamiento de Shalloak Cornrogue.

“Ah, Marco. Has venido. Me hubiera gustado saludar al jefe de Forkroad & Co. con un poco más de dignidad, pero…”

Shalloak hizo una mueca, cuya expresión acentuaba las líneas ligeramente demacradas de su rostro. Al mismo tiempo, parecía más tranquilo, como si se hubiera quitado un gran peso de encima.

“Todos los negocios que pensaba hacer aquí también se han esfumado. Realmente he tocado fondo.”

“Pareces bastante alegre para un hombre que ha tocado fondo.”

“Bueno, ya sabes… Un roce con la muerte cambia a un hombre. He estado pensando mucho últimamente.” Se encontró con la mirada de Marco. “Te he hecho daño, Marco. Si eres capaz de perdonarme, te ruego que aceptes mis disculpas.”

Marco abrió los ojos, asombrado tanto por la disculpa como por su sinceridad. Realmente es como si fuera un hombre diferente… Tanto que es francamente extraño.

Sonrió con resignación y se encogió de hombros. “Todo fue un asunto de negocios. No hay necesidad de que te disculpes. Pero tengo curiosidad… ¿Qué provocó el repentino cambio de opinión? ¿Fue Su Alteza?”

“Yo… supongo que lo fue. Se podría decir que ella me abrió los ojos. A la clase de muerte que hay al final de una vida vivida sólo por el dinero, y al arrepentimiento que sentiría si lo hiciera.” Shalloak bajó la mirada. “Me… asustó, y entré en pánico. ¿Te lo imaginas? Un hombre adulto, entrando en pánico por lo que le dijo una niña. Pero aquí estamos. Todavía siento el pánico, y me obliga a hacer algo…”

“Entiendo…” Marco volvió a abrir los ojos, asombrado de nuevo por la confesión. El Shalloak que él conocía era famoso por su enfoque agresivo y centrado en los beneficios en los negocios. Ese Shalloak no aparecía por ningún lado, y todo era obra de Mia Luna Tearmoon…

No me extraña que Chloe haya cambiado tanto… No, no es sólo ella. Yo también lo he hecho…

Desde que oyó hablar de la Declaración del Pastel de Pan de Mia y de cómo — en su mente, al menos — sentaría las bases de una gran visión para librar a todo el continente de la hambruna, la idea se le quedó grabada. Antes de que se diera cuenta, empezó a pensar en formas de contribuir al proyecto. ¿No era ésta, se preguntaba, su oportunidad de utilizar realmente sus conocimientos de comerciante?

“¿Hm? ¿Pasa algo?”

“Oh, no, no. Sólo estaba pensando…” La expresión de Marco se volvió pensativa. “En ese caso, Shalloak, tengo una propuesta bastante oportuna para ti. Ahora, no he escuchado nada de Su Alteza, así que esto es totalmente especulación de mi parte, pero creo que ella va a…”

Y así, el Festival de la Cosecha de Gracias de Perujin comenzó en serio, preparando el escenario para que una miríada de motivos y ambiciones entrecruzadas se hicieran realidad.