Meikyuu No Ou (NL)

Volumen 2

Capitulo 16: Las Llamas Furiosas

Parte 2

Su rostro se endureció.

La criada volvió con un chico solo. Me han dicho que tenía mi color de pelo y tenía más o menos la misma edad que yo.

Charda sintió una sensación de malestar cuando vio al chico. La razón era que llevaba mi ropa.

La criada salió rápidamente de la habitación.

“Este es mi hijo, pero debido a circunstancias atenuantes, lleva el apellido de mi esposa. Ven, Pan’ja”.

Frotándose los ojos somnolientos, el niño avanzó. El jefe de la casa abrazó a su hijo con fuerza, luego tomó la daga y se la clavó en el corazón.

Dejó el cuerpo del chico en el suelo. Luego desenfundó el sable largo que tenía en la cintura, puso la hoja sobre el escritorio, colocó el dedo meñique de su mano izquierda debajo de ella y la cortó con un solo movimiento.

Detuvo la hemorragia atando fuertemente el cordón de cuero alrededor de lo que quedaba de su dedo meñique. Luego envolvió el dedo en un paño que sacó de su manga y lo puso sobre el pecho de su hijo.

“Perdóname, Pan’ja”, murmuró en voz baja, y se levantó para dirigirse a Eisha.

“Sr. Goran. Esto no terminará hasta que encuentren el cadáver de su segundo hijo. No dejarán piedra sin remover, y arrancarán las caras de todos los cadáveres quemados si es necesario. No se detendrán hasta que hayan confirmado su muerte”.

Eisha tomó las pequeñas manos sin vida del niño entre las suyas y lloró. Lloró con todas sus fuerzas, hasta el punto de que parecía que su garganta iba a quedar destrozada. Las lágrimas que brotaban de sus ojos se acumulaban en su perilla, y sus lamentos recorrían la habitación, calando hondo en todos los que los oían.

Al poco tiempo, las lágrimas que caían sobre el pecho del chico se tiñeron de rojo.

Eisha estaba llorando lágrimas de sangre.

“¡Da testimonio, oh Zara, de la integridad de los guerreros del Norte!”

Eisha imploró a su dios con palabras propias de un guerrero, se levantó rápidamente y se volvió hacia Charda.

“Quédate aquí por la noche. Siento pedirte esto, pero por favor, cuida de Enina.

Usa el dinero que te di como quieras”.

A continuación, se dirigió de nuevo al jefe de la casa.

“Nunca olvidaré su amabilidad”, dijo en un breve agradecimiento.

“Me alegro de que nos hayamos conocido”, respondió el jefe de la casa, también brevemente. Los dos se inclinaron el uno ante el otro.

Eisha recogió el cadáver del niño y salió de la habitación. Esa fue la última vez que Charda lo vio.

Al día siguiente, Charda recogió a Enina y salió de la finca. El jefe de la casa fue lo suficientemente amable como para permitirles esconderse en un carro de la compra. Escaparon juntas a las tierras fronterizas del Oeste y se casaron algún tiempo después.

Ocho años después de abandonar la capital real, tuvieron un hijo. Charda le enseñó a usar la espada.

Tras la muerte de Charda, su hijo Welzea fue a la capital real y abrió una sala de entrenamiento de espadas. Hubo gente que lo tachó de pueblerino, pero era un hombre muy fuerte y se labró una reputación corrigiendo el comportamiento de los peores matones. Acabó teniendo mucho éxito.

Welzea se casó, y él y su esposa tuvieron un hijo: Panzel. Sin embargo, Welzea enfermó y acabó postrado en la cama, y al instante cayeron en la pobreza. Les estafaron la propiedad de la sala de entrenamiento.

Antes de morir, Welzea le contó a su mujer la historia del incidente que su padre, Charda, le había relatado.

La historia que me contó la madre de Panzel termina ahí. Cuando terminó, me hizo una pregunta.

“¿Qué pasó con Eisha Goran?”

Ya había investigado esto anteriormente. Esto es lo que está escrito en los registros dejados en el palacio real.

Tras la muerte de los rebeldes y de los miembros de la familia en el edificio principal y en los alrededores, la búsqueda continuó en busca del segundo hijo y del guardaespaldas, que al parecer vivían en una cabaña separada de la finca.

Tenían problemas para encontrarlos, así que decidieron prender fuego a la montaña, rodearla a distancia y esperar a que alguien saliera corriendo. Los rebeldes no se dejaron ver ni siquiera en ese momento, pero al acercarse el amanecer, descubrieron al espadachín llevando al segundo hijo a la espalda. Se encontraba en el mismo borde del cerco y había estado a punto de escaparse, pero la denodada búsqueda de los soldados de talento acabó dando sus frutos.

El espadachín luchó con fuerza como una especie de demonio. Se sacrificaron más de ochenta vidas en el empeño de capturarlo, pero su capacidad de lucha se vio limitada gracias al aumento de los esfuerzos con la magia a distancia. El espadachín renunció a su resistencia, matando al segundo hijo de una puñalada en el corazón y suicidándose al cortar su propia garganta.

Una vez inspeccionados los cadáveres, se confirmó que el espadachín era Eisha Goran, y por su edad aparente y sus ropas, se confirmó que el chico era sin duda el segundo hijo del traidor.

Tras escuchar eso, la madre de Panzel lloró en silencio.

Crie a Panzel con mucho cuidado. Le asigné los mejores maestros que pude encontrar en lo que respecta a las artes militares y literarias. Hubo mucha gente que me miró con duda, preguntándose por qué le daba a un joven sirviente este tipo de trato, pero no les hice caso.

Panzel mostró un crecimiento asombroso. Su mejora con la espada fue especialmente tremenda, como si hubiera sido poseído por el espíritu de Eisha Goran.

Por casualidad, Lord Julius también creció, como si fuera guiado por Panzel. Aprendía con especial rapidez y mostraba una notable destreza en el dominio de la literatura.

Después de que Panzel se convirtiera en caballero, comenzó a liderar a los soldados de la Casa Mercurius y logró una hazaña militar tras otra.

El duque de Riga le tendió una trampa a Panzel: sería nombrado Defensor del Reino si lograba vencer al monstruo del laberinto. El rey quería ascender a Panzel a un alto rango, así que consintió en ello.

En ese momento, yo había renunciado a mi puesto de vasallo principal y estaba postrado en mi retiro. Sin embargo, en cuanto escuché la noticia, supe que era una trampa tendida por Alkan. Reforcé la vigilancia a la Casa Riga.

Entonces me enteré de que el hijo mayor de Alkan, Garrest, estaba moviendo en secreto sus fuerzas militares hacia la capital. Parecía que en realidad estaban planeando una rebelión.

Pensé mucho, examiné los diversos fragmentos de información que nuestros espías habían recogido para nosotros, y llegué al objetivo de Alkan.

Casa Mercurius. Estaba apuntando a la Casa Mercurius.

Se deshizo de la piedra angular de la fuerza militar de la Casa Mercurius al enviar a Panzel al laberinto, y planeó atacarnos en su ausencia. Alkan también había añadido una estricta condición que haría imposible que Panzel derrotara al minotauro o regresara. Su plan era reunir sus fuerzas y rodear el palacio imperial, obligando al rey a abdicar y transferir la corona al segundo príncipe. Contaba con que el corazón del rey se rompería al enterarse de la caída de la Casa Mercurius.

Me pregunto qué cara ponía yo en ese momento. Probablemente sonreía de oreja a oreja mientras estaba sentado en la cama recibiendo informes de la situación en desarrollo, sintiendo que mi oportunidad de venganza estaba cerca.

Alkan cometió un par de errores cruciales. El primero fue que pensó que no podía salir de la cama. El otro fue suponer que Panzel no volvería. Cuando esas dos suposiciones le salieron mal, eso sería la perdición de Riga.

Hasta entonces, no había visto un medio para derribar a la Casa Riga, con todo su poder e influencia. No había sido capaz de crear una causa justa por la que la Casa Mercurius pudiera luchar contra la Casa Riga. Pero ahora, ellos estaban cruzando esa línea para mí.

Podían seguir adelante y cruzarlo. Si daban ese paso, las llamas furiosas de mi corazón iban a reducirlos a cenizas. No me hubiera importado quemar la capital real si eso significaba deshacerme de la Casa Riga de una vez por todas.

Cuando Panzel se dirigió al centésimo piso del Laberinto de Sazardon, el ejército del Duque de Riga cargo contra la Casa Mercurius. Atacaron nuestra finca en la capital real en medio de la Fiesta de la Cosecha. ¿Ves este acto de violencia imprudente? Todos dicen siempre que hacen todo por el país y por el pueblo, pero eso es sólo de labios para afuera. Nada podría estar más lejos de la verdad.

Me levanté alegremente de la cama y tomé el mando de los Mercurius.

Lord Julius estaba tranquilo. Al igual que yo, no tenía ni una pizca de duda de que Panzel ganaría y regresaría.

Pero cometimos un error de cálculo. El Barón de Paulo había unido sus fuerzas con la Casa Riga.

Nuestros ejércitos se enfrentaron tres veces, y cuando nos preparábamos para otra batalla, Panzel regresó.

Dijo que Lord Evert, que había servido de observador, lo apuñaló con una daga envenenada. Sabía que nadie vendría a buscarle, así que tuvo que volver del centésimo piso del laberinto por su cuenta.

Cuando escuché eso, me horroricé de mi propia estupidez. Por supuesto que había sido una posibilidad.

No había razón para dudar de la virtud de Lord Evert. Sin embargo, esa virtud era probablemente la que le llevaba a creer que inclinar la balanza a favor del plan de Alkan era en beneficio del país. Eso suena probable, pero no era algo que hubiera considerado en absoluto.

Al estar en plena Fiesta de la Cosecha, tampoco había posibilidad de que Panzel se encontrara con otros aventureros en el laberinto. Era una trampa mortal.

Casi arruiné a la Casa Mercurius. Lord Baldoran mató a su hijo Pan’ja Raban con sus propias manos, me dio el nombre y la posición de su hijo y me quiso como si fuera suyo. Para pagar mi deuda con él, me entrené al máximo y serví a cinco jefes de la Casa Mercurius. Y, sin embargo, casi llevé la casa a la ruina.

¿Dónde?

¿En qué me he equivocado?

Mientras me interrogaba, Panzel terminó su informe, pidió prestado el Brazalete de Alestra a Lord Julius y cargó solo contra el ejército enemigo. Cuando regresó poco después, presentó a Lord Julius una cabeza.

“Esta es la cabeza del general enemigo, Garrest”.

¡Garrest!

Las voces de Panzel y Lord Julius dejaron de llegarme. Me tambaleé hacia la cabeza, la levanté a la altura de los ojos y la miré fijamente.

No había duda de que se trataba de Garrest, el hijo mayor del actual duque de Riga. Iba a ser el próximo jefe de la Casa Riga y se le había prometido el puesto de Ministro Blanco del Reino de Baldemost.

¡Sí!

¡Sí!

¡Si!

Estoy seguro de que lloré. Nunca pensé que llegaría a este punto, pero ahora estaba a mi alcance. Estaba sosteniendo la cabeza que mi enemigo jurado menos hubiera querido perder. La cabeza que llevaba el futuro de mi enemigo jurado. En realidad, esa misma cabeza era mi enemigo jurado.

En ese momento, el bulto rojo oscuro de mi pecho se disolvió y la pureza volvió a mi corazón. Pensé en lo que debía hacer a continuación y rápidamente llegué a una conclusión.

“Lord Julius. Esta es sin duda la cabeza de Garrest. Le pido que me dé permiso para decir los arreglos que deben hacerse ahora”.

“Adelante”.

“Debemos hacer que Panzel tome inmediatamente cien caballeros y los lleve al palacio real. Yo me encargaré de la defensa aquí”.

“Hazlo”.

“Ha-ha. Panzel, seguro que estás cansado. Lo siento por esto. Por favor, dirígete al palacio real de inmediato y busca al comandante de la Primera o Tercera División de la Guardia Imperial. Entonces di que la Casa Mercurius fue atacada por rebeldes, y que te apresuraste a ir al palacio real para ver si había pasado algo. Di que entrarás en su comando. ¿Entendido? En caso de que el palacio real ya esté rodeado por los insurgentes o que la batalla ya haya comenzado, no te enfrentes a ellos hasta que encuentres a uno de los comandantes. Entonces entrega un mensaje al Gran Chambelán de parte del jefe de la Casa Mercurius, diciendo que quiere garantizar la seguridad del primer príncipe. Di que enviará más soldados si es necesario. Como la magia de teletransporte está restringida en los alrededores del palacio, usa un caballo y lleva cien soldados compuestos sólo por caballería. Tenemos cien soldados adicionales para enviar, así que úsalos a tu discreción. Muévanse”.

Pero no hubo más lucha después de eso. Cuando Panzel tomó la cabeza de Garrest, lo que el mundo llama la Revuelta de Pantram llegó a su fin.

La actuación de Alkan tras la muerte de Garrest habría asombrado hasta al más perverso de los demonios.

En primer lugar, afirmó que sus tropas que iban a atacar el palacio real habían llegado en realidad para defenderlo. Cuando el barón de Paulo vio eso, se retiró a sus dominios tan rápido como pudo.

Entonces Alkan convocó al Consejo Privado e insistió en que el Barón de Paulo era el cabecilla de la rebelión. Dijo que el crimen de Garrest de participar en la revuelta a instancias del Barón de Paulo, a pesar de su posición como oficial de la Real Fuerza de Defensa de la Capital, era un crimen imperdonable, y presentó las cabezas de los hijos de Garrest y sus ayudantes más cercanos en el acto.

El interrogatorio de Alkan no sacó a la luz nada más que su destrucción de pruebas al matar a todos los implicados. La investigación se vio empañada por su espantosa voluntad de ejecutar a los miembros de la familia y a los vasallos que siempre se había esforzado por proteger.

Alkan dijo entonces que no sería apropiado que él estuviera a cargo siendo su hijo el objetivo de la investigación, por lo que el Ministro Rojo, el siguiente cargo más alto del Consejo Privado, se hizo cargo de los procedimientos en curso.

Los principales caballeros de Lord Julius y Garrest dieron testimonio de los acontecimientos de la batalla. Quedó claro que Garrest fue un participante activo y no un espectador. Sin embargo, sorprendentemente, a pesar del uso de la magia para detectar mentiras, cuando fueron interrogados, los principales caballeros de Garrest no dijeron nada sobre un plan para atacar el palacio real después de derrocar a la Casa Mercurius.

Después, Panzel informó de lo sucedido durante su sometimiento del minotauro. Dijo que el consejero privado Evert de la Casa Lowell lo apuñaló con una daga envenenada y que, antes de morir, había dicho que la Casa Riga estaba conspirando para matar al jefe de la Casa Mercurius, hacer que el primer príncipe se suicidara y obligar al rey a abdicar. Esto era un problema evidente.

Alkan, sin embargo, insistió en que durante los últimos meses sólo había visto a Lord Evert en reuniones oficiales, que perjudicar a Panzel fue una decisión del propio Lord Evert, y que conseguir que el primer príncipe se suicidara o cualquier otra cosa no era más que una especulación suya.

Lo siguiente que dijo cambió por completo las tornas.

“¿Qué tal si llamamos a un tasador para que eche un vistazo a la espada larga que adquirió Panzel?”

Después de llamar a un tasador para que inspeccionara la hoja, descubrieron que tenía bendiciones dignas de ser llamada arma divina. La atención de todos se dirigió por completo hacia la espada.

Panzel luchó entonces contra miembros de la Guardia Imperial, y el rey y sus súbditos quedaron cautivados por las poderosas bendiciones de la hoja y el talento sobrehumano de Panzel.

“¡Este hombre es digno del título de Defensor del Reino!”. Oír a Alkan gritar eso me hizo hervir la sangre.

Para asumir la responsabilidad del fracaso de su hijo, Alkan anunció su dimisión.

Hizo tres cosas importantes antes de su retiro.

La primera fue nombrar al primer príncipe como príncipe heredero. Al segundo príncipe se le dio el título de duque y un pueblo pobre como dominio, cayendo en el estatus de súbdito. La segunda reina consorte fue destronada.

Lo siguiente que hizo fue investir a Panzel con el título de Defensor del Reino. Panzel recibió el derecho de establecer una nueva familia noble de consejeros, y eligió Goran como nombre de su casa. Temía que la gente señalara que era el mismo nombre de un conocido espadachín del pasado, pero parecía que ese nombre había sido olvidado.

Lo último que hizo fue organizar una fuerza para subyugar al rebelde Barón de Paulo. El barón de Paulo había rechazado su convocatoria y se negaba a dar explicaciones a los enviados imperiales, por lo que se decidió que era necesaria una fuerza de subyugación. Alkan demostró su generosidad haciendo que la Casa Riga asumiera la carga de las provisiones del ejército.

Indagar sobre la culpabilidad de la Casa Riga se hizo bastante difícil después de que Alkan llegara a tales extremos. Muchos incluso empezaron a pensar que Garrest podría haber actuado de forma independiente.

Leyendo con astucia el cambiante estado de ánimo, Alkan recomendó a su sucesor en el gabinete. Cuando uno de los ministros blanco, rojo, azul o negro se retira, es costumbre que nombren a un sucesor para que se incorpore al gabinete. Su recomendación fue que Draydol, el segundo hijo de la Casa Riga fuera nombrado Ministro Azul.

La desfachatez de Alkan al nombrar un sucesor después de asumir la responsabilidad de un fracaso tan grande levantó muchas cejas. Incluso tuvo la audacia de nombrar a su propio hijo. Nadie creía que fuera capaz de obtener el consentimiento del rey, pero éste acabó concediéndolo fácilmente. La razón fue que Alkan acompañó el nombramiento de su hijo con una propuesta de matrimonio para Panzel.

La Casa Riga declaró que ofrecía la mano de Lady Esseluleia en matrimonio a Panzel.

Lady Esseluleia era la hija de la segunda esposa de Alkan y hermana de sangre de Draydol. Alkan la adoraba, y era conocida por su abundante belleza e ingenio. Era bien sabido que él no quería casarla con otra casa. El hecho de que estuviera dispuesto a entregar a la niña de sus ojos al hombre que mató a su hijo hizo que pareciera que la Casa Riga doblaba la rodilla ante la Casa Mercurius.

Al año siguiente, en 1097, Lady Esseluleia y Panzel se casaron. Su Majestad el Rey sentía un gran amor por el valor de Panzel y se sintió muy feliz cuando se casó con una muchacha conocida en la sociedad por su elegancia. Para la dote, Alkan envió a Panzel cincuenta caballeros. Era una dote mayor que la que se da en las bodas de las princesas. Realmente es un monstruo.

Draydol ascendió de Ministro Azul a Ministro Rojo.

A finales de ese año, el Ministro Negro murió y Draydol demostró ser todo un intrigante. Recomendó a Lord Julius para ocupar el puesto. Lord Julius sólo tenía la joven edad de veintitrés años, pero como había conseguido muchos logros como miembro de una familia militar, la recomendación en sí no era anormal.

Sin embargo, la Casa Riga, de entre todas las casas, hizo esa recomendación que sorprendió a todos y cambió definitivamente la forma en que la gente veía a Draydol. Draydol incluso se desvivió por elogiar hiperbólicamente la labor de Lord Julius y Panzel durante su conquista de los dominios del Barón de Paulo. Fue un halago muy transparente, pero muchos lo vieron como una muestra de magnanimidad.

Entonces, una vez completado el sometimiento de los dominios del Barón de Paulo, Draydol declaró al Consejo Privado que las tierras debían ser adjudicadas a la Casa Mercurius.

Me quedé de piedra cuando escuché esto. ¿Se había vuelto loco Draydol?

Incluso se ofreció como casamentero para Lord Julius, esta vez ofreciendo no a un pariente de la Casa Riga, sino a una joven de una familia noble con una larga historia en el reino.

Me quedé sin palabras.

Si sólo tratara de ganarse a la Casa Mercurius con el matrimonio, seguramente habría elegido a una dama de su propia casa. Pero quienquiera que eligiera de la casa Riga habría sido inferior en rango y belleza a Esseluleia, y podría haber causado malestar entre otras casas si Mercurius y Riga se unían directamente en matrimonio.

En contra de todas las expectativas, la joven que Draydol acabó eligiendo era de una familia que en realidad odiaba a la Casa Riga y siempre había sido amiga de la Casa Mercurius.

Incluso eran ricos y tenían muchos criados conocedores de los asuntos domésticos. No se podía pedir una unión mejor para un jefe de casa al que de repente se le había concedido un dominio considerable. No podía dejar de estar impresionado por el juicio de Draydol.

Lord Julius se casó y se convirtió en marqués de Keza al año siguiente, que es el actual, y Draydol ascendió a ministro blanco a la joven edad de treinta y seis años.

Ver esta rehabilitación de la Casa Riga no causó la conmoción en mi corazón que habría causado antes. Mi rencor nunca se extinguirá, pero mientras Panzel esté cerca, no ocurrirá nada malo. Pensando así, puedo evitar que las llamas de mi rencor crezcan más.

Así es, fue entonces cuando mi corazón se salvó. El momento en que sostuve la cabeza de Garrest en mis propias manos. Estas llamas se apagarán cuando yo muera. Nadie más las heredará.

El odio lo deforma todo. Mi odio me ha hecho cometer muchos errores de punto de vista y de juicio. Creo que tener cuidado de no transmitir estas llamas a nadie más es mi responsabilidad final.

Los recuerdos innecesarios deberían desaparecer con el tiempo. Al igual que la leyenda del Brazalete de Alestra. No es una historia que pruebe el compromiso de amo y sirviente entre la familia real y la Casa Mercurius o algo agradable como eso. Es una historia de codicia.

La diosa Kaldan fue la primera a la que acudió el rey fundador en busca de protección divina. Recibir su bendición le habría permitido crear un nuevo país en la región aún no desarrollada del Norte del continente. Sin embargo, Kaldan había sufrido repetidos abusos por parte de la agenda humana, por lo que rechazó su deseo.

El rey fundador ordenó entonces a sus subordinados -que más tarde serían llamados los veinticuatro Defensores del Reino- que encontraran y mataran a Kaldan. El único que siguió la orden fue el primer Mercurius. Sin embargo, cuando conoció a Kaldan, quedó impresionado por su nobleza.

Mercurius propuso al rey fundador buscar otra tierra, pero el rey y sus compañeros se opusieron. Por fin habían encontrado este lugar después de haber sido expulsados constantemente de otros por el continente, así que no querían abandonarlo.

Mercurius volvió entonces a Kaldan solo, planeando morir, pero Kaldan se había cansado de luchar y eligió la muerte sin oponer resistencia. Cuando estuvo a punto de abandonar este mundo, entregó a Mercurius cinco tesoros.

Cuando Mercurius regresó, el rey enloqueció de alegría por las increíbles bendiciones de los tesoros. Pensó que el Brazalete de Alestra, que tenía la capacidad de resistir todo tipo de magia, era un objeto apropiado para el rey fundador de esta nueva nación. Entonces trató de engatusar a Mercurius para que se lo diera. No dudo que el rey fundador fuera un gran hombre sin igual, pero tenía la mala costumbre de codiciar las posesiones de los demás.

Pero creyendo que eso iría en contra de los deseos de Kaldan, Mercurius no se lo entregó al rey.

Los compañeros del rey estaban muy impresionados por el hecho de que Mercurius hubiera derrotado a la diosa dragona Kaldan por sí mismo, por lo que opinaron que sería conveniente que lo conservara. Pronto quedó claro que sus efectos sólo funcionaban para Mercurius de todos modos, por lo que resultó inútil dárselo al rey.

¿Y qué pasó después?

Cada vez que un nuevo jefe de la Casa Mercurius asumía el cargo, la familia real los convocaba para comprobar si el rey había llegado a ser capaz de usar el brazalete o si la Casa Mercurius había perdido la calificación para usarlo. Todo con el fin de robárnoslo algún día.

No podían declarar públicamente que era un regalo de la malvada dragona Kaldan, así que empezaron a afirmar que el brazalete había sido otorgado por la diosa Pharah. La historia se convirtió en que el rey fundador se lo había concedido al primer jefe de la Casa Mercurius, y esa historia acabó transmitiéndose como un valioso mito sobre la fundación del reino.

Los otros cuatro tesoros -incluida la Daga de Kaldan- llevaban nombres de malvados dioses dragones del pasado, por lo que no se hablaba de ellos y acabaron desapareciendo de la memoria de todos, excepto de nuestra casa.

Por fin ha llegado la hora. Es hora de que nuestra familia también olvide el secreto.

Sólo le enseñé a Lord Julius que los cinco tesoros son regalos de Kaldan y sobre los efectos de las bendiciones. No hay duda de que la familia real también ha olvidado la vieja leyenda. El conocimiento de la ardiente codicia que rodea al brazalete morirá conmigo.

Cuando la gente se enteró de las habilidades de la espada divina con la que había regresado Panzel, no pude evitar tener aprensiones de que la historia se repitiera, de que fuera codiciada como lo fue el brazalete.

Una vez finalizada la Revuelta de Pantram, Panzel le contó al rey todo lo que había sucedido en el centésimo piso del Laberinto de Sazardón. Pero como no podía decir públicamente que Lord Percival había muerto en el laberinto, omitió la parte de la Daga de Kaldan.

Se convocó a un tasador y se pusieron de manifiesto las habilidades de la espada larga obtenida del monstruo. Las bendiciones eran tan trascendentes que parecían sacadas de un mito. El hecho de que Panzel obligara al monstruo a dársela se consideró una prueba de su victoria.

Un señor planteó la opinión de que debía entregarse al rey. Entonces Panzel se lo presentó al rey sin dudarlo. Su Majestad el Rey le echó un vistazo y se lo devolvió, diciendo que Panzel se lo había ganado, por lo que debía ser él quien lo usara.

Creo que eso fue espléndido por parte del rey. Incluso con lo que hizo después, siempre lo consideraré un gobernante sabio.

Su Majestad el Rey continuó y dijo que quería ver a Panzel luchar con esa espada, así que se organizó un combate entre Panzel y cien caballeros de la Guardia Imperial, que ganó. A continuación, Panzel se enfrentó al comandante de la Primera División de la Guardia Imperial. En esta contienda, el comandante sería el que utilizaría la espada. Sin embargo, las bendiciones no se activaron para el comandante, y Panzel lo derrotó también.

Muchas otras personas intentaron utilizar la espada divina, pero quedó claro que sólo Panzel podía acceder a su poder.

“Está claro que es una espada divina que te han dado los dioses”, dijo Su Majestad. El mismo día de los combates de exhibición en el palacio real, Panzel invitó a los cien caballeros con los que había luchado a la Casa Mercurius. A pesar de lo ocupados que estábamos con las secuelas de la Revuelta de Pantram, Panzel nos pidió descaradamente al jefe de los vasallos y a mí que sirviéramos a sus invitados comida y alcohol.

Panzel bebió con los cien caballeros e hizo muchos amigos. Tiene la extraña habilidad de hacerse amigo de las personas con las que ha cruzado las espadas.

Panzel no puede entender cuánto consuelo ha traído a mi corazón.

Está lloviendo.

Me doy cuenta de que el sonido de la lluvia se ha alejado bastante y veo que las persianas se han cerrado y la cortina se ha corrido. Huelo el aceite de una lámpara. Parece que ha caído la noche.

Logan debe haber venido hoy. En realidad, viene todos los días, así que debería esperarse. Pero parece que no me acuerdo.

Tengo una extraña relación con ese hombre. Probablemente nunca habría encontrado el Brazalete de Alestra sin su ayuda.

Poco después de encontrar el brazalete, Lord Julius me preguntó si el presidente del gremio sabía mucho sobre su padre. Cuando le dije que era probable, Lord Julius dijo que quería hablar con él. Era una petición razonable, así que le expliqué la situación a Logan y le invité a cenar con el jefe de la casa.

Las historias de Logan fueron interesantes. Tuvo muchas más relaciones directas con Lord Percival de las que yo esperaba y un gran número de anécdotas que compartir sobre él. Incluso investigó para aprender cosas que no sabía y compartió sus hallazgos con nosotros.

No puedo decir que su forma de hablar sea elegante, pero demostró verdadera experiencia. Agradecí su punto de vista imparcial. Y lo más importante, su amor por Lord Percival era muy evidente.

Las invitaciones a cenar no cesaron después de la primera o segunda visita, y acabamos invitándole una vez cada seis o siete días. Lord Julius quería que Logan viniera incluso más a menudo, pero era un hombre ocupado.

Finalmente, Logan vino a hablar con Lord Julius no sólo de Lord Percival sino de una variedad de temas diferentes.

Le habló de la vida de los aventureros y de su forma de pensar, de la lucha contra los monstruos, de los puntos de experiencia y los objetos, de los países extranjeros y sus paisajes, y de los espíritus divinos y los héroes de tierras lejanas.

Posee muchos conocimientos de los que incluso yo carezco, así que nuestras conversaciones eran divertidas. Sin embargo, me costaba creer que todo lo que decía era cierto. Las historias que contaba de su juventud con Gil Linx eran historias por las que habría pagado dinero para escucharlas.

También es muy hábil con el martillo de guerra. ¿Por qué acabé luchando contra él de nuevo?

Así es. Después de escuchar que su arma principal era un martillo de guerra, le expliqué las características del arma a Lord Julius.

“No es un arma que requiera habilidad, pero es extremadamente poderosa y no puede ser manejada a menos que el usuario tenga una fuerza tremenda”.

Le estaba elogiando, pero Logan me malinterpretó y me devolvió el golpe con rabia.

“¿Qué fue eso? “No es un arma que requiera habilidad”, ¿eh? ¿Qué tal si te doy una muestra de mi habilidad?”

Cogí una espada larga y luché contra él. Después de que me rompiera tres espadas y dos costillas, me rendí. La siguiente vez, por supuesto, preparé un arma adecuada y le di un tajo en el pecho.

Hacía tiempo que no tenía un buen compañero de duelo, así que probablemente me sentía solo. Sin embargo, demostró ser un rival injusto para mí. He envejecido y ahora no puedo ni salir de la cama.

Sin embargo, por mucho que pase el tiempo, su aspecto es tan saludable como el de un hombre de veinte o treinta años. Cuando le pregunté su edad, me sorprendió la respuesta y le pregunté por qué no bajaba el ritmo como una persona normal.

“Mi viejo era un enano, así que no soy totalmente humano”, respondió Logan.

Al principio me lo tomé a broma, pero ahora creo que puede estar diciendo la verdad. Estoy seguro de que se armaría un gran revuelo si se supiera que aún existen criaturas como los enanos en algún lugar del mundo. Pero ahora que lo ha dicho, el hecho de ser medio enano explicaría su complexión y resistencia antinaturales.

Cuando dejó su trabajo como presidente del gremio, le recomendé que se mudara a la finca. Pensé que le había gustado este lugar.

“Creo que aceptaré esa oferta”, respondió, y desde entonces vive aquí.

¿Realmente han pasado diecisiete años desde entonces?

¿Panzel ha venido hoy o ayer? ¿O fue antes?

Vino con noticias felices. Dijo que su hijo había nacido. Es un niño. Parece que también se lleva muy bien con su esposa. Estaba preocupado porque había oído que Lady Esseluleia podía ser un poco demasiado inteligente para su propio bien, pero parece que ese temor era infundado.

Lord Julius y su esposa también son muy felices. Su hijo va a nacer muy pronto. Tendrá la misma edad que el hijo de Panzel, lo cual es encantador. La amistad entre la Casa Mercurius y la Casa Goran seguramente continuará durante cientos de años.

Ahora que lo pienso, el vínculo entre las dos familias probablemente lo formaron Lord Baldoran y Eisha en aquella trágica noche.

Me sorprendió bastante que me dejasen decidir el nombre del niño, pero pensé que era muy típico de Panzel. Tenía un nombre en mente que me parecía maravilloso, así que me decidí por él. La ceremonia de bautismo se simplificó mucho debido a mi estado de encamación, pero Panzel y su mujer parecían satisfechos.

Tras escuchar el nombre de Arza, Panzel no dio más que un simple gracias. No hizo ni una sola pregunta sobre el origen del nombre. Una vez más, eso era muy propio de él.

Esseluleia me dio las gracias por haberle dado el nombre de un héroe y salió de la habitación. Así es. Arza era un héroe del que se decía que era un asistente que protegía a la diosa Pharah de todos sus enemigos. Era un humano y también un dios.

También se dice que Arza fue pionera en la técnica de la espada de los humanos.

Pero Arza tenía otra función. Se le conocía como el árbitro de los dioses, y ponía fin a las disputas de los dioses combatientes tras escuchar lo que ambas partes tenían que decir.

Eisha me enseñó un viejo mito cuando era muy joven.

Hace mucho tiempo, los humanos luchaban por los dioses.

Los que querían las bendiciones de la tierra se disputaban a Bora, los que querían las bendiciones de las montañas se disputaban a Gahra, y los que querían las bendiciones del mar se disputaban a Elvetta, todos queriendo hacer suyo cada dios respectivo.

Los humanos odiaban a los dioses por dar sus bendiciones a otros en lugar de a ellos. Con el tiempo, los deseos egoístas de los humanos provocaron la discordia entre los dioses, lo que dio lugar a luchas internas.

Las luchas entre los dioses rompieron el corazón de Zara, al igual que las luchas entre los humanos. Así que Zara se convirtió en viento, invisible a simple vista, se elevó a los cielos y decidió vigilar el destino de dioses y humanos desde lo alto.

Un día, un héroe llamado Arza apareció en la tierra y calmó el conflicto entre los dioses. También calmó el conflicto entre los humanos. Arza no era otra cosa que una encarnación de Zara, que había asumido la forma de un humano y trajo la paz a la tierra.

Basándome en el mito que me enseñó Eisha, deseé buena suerte en la vida del hijo de Panzel.

Oh, Eisha…

¿Yo…?

¿He vivido una vida digna de tu sacrificio?

¡Eisha!

En el año 1100 del Calendario Real, primer día de la Tercera Luna Blanca, el antiguo vasallo principal de la Casa Mercurius, Pan’ja Raban, falleció. Su funeral fue el primero que se celebró en el nuevo dominio de Keza para un vasallo de honor.

El marqués Julius Mercurius de Keza fue el encargado del duelo, y Panzel Goran, el Defensor del Reino, se encargó del asunto. Fue un funeral modesto, pero también una ceremonia noble que conmovió los corazones de todos los asistentes.

Algo digno de mención es que se envió un emisario imperial. Pan’ja Raban no era un descendiente directo de la casa, por lo que nadie habría esperado que la familia real enviara un mensajero. Algunos dicen que la razón del trato especial puede haber sido que era una figura paterna para dos jóvenes héroes.

Extrañamente, el enviado no leyó el discurso fúnebre que traía consigo. Se limitó a dar el pésame en silencio y a depositarlo en el ataúd. Nadie sabe lo que decía.

-FIN DEL VOLUMEN 2-