Majo no Tabitabi (NL)

Volumen 4

Capítulo 9: Una Ciudad Sobre Hielo

Parte 1

Una escoba con dos chicas viajando en ella sobre una pradera.

Se balanceaba débilmente de un lado a otro mientras se impulsaba hacia adelante.

“¿Estás segura que vamos en la dirección correcta?”

Una túnica negra y un sombrero puntiagudo. La bruja con un broche en forma de estrella prendido en su pecho le hizo la pregunta a la chica sentada a su lado. Como indicaba el mapa extendido en sus manos, si continuaban en esta dirección por un buen tiempo, Esto, La Ciudad de la Fe, debería estar más adelante. Pero no se veía por ningún lado.

La chica sentada junto a la bruja miró el mapa. “Hmm… ¿eso creo? Está encerrado en un círculo con una nota que dice “‘¡Por aquí!’ ¡Es lo que dice!”

“¿Dice qué?”

Efectivamente, el mapa tenía una nota que decía ‘¡por aquí!’ pero las chicas estaban seguras de que ya habían entrado al área encerrada en un círculo en el mapa. En otras palabras, ¿ya habían llegado? ¿En serio? Era solo un campo vacío. No había nada—solo cielos azules y llanuras abiertas que se extendían eternamente. ¿Pero supongo que ya llegamos? ¿Eres una idiota?

“…Bueno, por el momento, vayamos un poco más lejos y luego reevaluemos nuestra situación”. La bruja controló las ganas de decir algo malo y respondió de una manera madura, fingiendo una tranquila compostura.

¿Quién podrá ser ella?

En efecto, soy yo.

“Supongo”, respondió la persona junto a ella, su nombre era Amnesia. “Bueno, todo saldrá bien de una u otra forma. En fin, parece que estamos cerca”.

“……”

Tiene una personalidad irremediablemente relajada y despreocupada.

Habíamos estado viajando juntas durante aproximadamente una semana, pero como Amnesia perdía la memoria cada vez que dormía, no podía sentir ningún progreso en nuestra relación.

Por otro lado, la escoba en la que volábamos, continuó avanzando… hacia Esto, La Ciudad de la Fe.

“Mmph”.

Me tomó por sorpresa cuando Amnesia me abrazó de repente.

La escoba se movió, amenazando con tirarnos.

“¿Qué es esto, acoso sexual? Deja de hacer esto” le espeté después de enderezar la escoba. Creo que me veía más molesta a cada minuto.

“No, es porque la escoba se balanceaba. Pensé que sería mejor sostenerme de ti”.

¿Cómo puedes decir eso con un rostro tan serio?

“Será peor si te aferras más a mí”.

“Tendré que abrazarte más fuerte, ¿eh? ¡Entendido!”

¿Escuchas lo que dices?

“Si haces eso, la escoba volará fuera de control”.

“¿Qué? ¿Tu escoba se enoja cuando estamos coqueteando?”

“No la escoba. Yo soy la que se molesta”.

“¿Ah, no me digas que te da vergüenza? ¡Qué linda!” “……”

Me tomó unos días darme cuenta de que, aunque teníamos que conocernos por primera vez todos los días, su disposición alegre era parte de su naturaleza básica. A pesar de repetir el ciclo de encuentro y despedida a diario, no parecía molesta en lo más mínimo.

……

Aunque nuestra relación no había progresado, sentí que habíamos comenzado bastante cerca de todos modos.

“¡Elaina, eres tan cálida!”

(…Suspirar…)

Bueno, ya que. ¿Pero cuánto tiempo planeas aferrarte a mí?

Dejé escapar un suspiro y clavé la mirada más allá de la punta de la escoba.

Y luego entramos en un bosque.

“… ¿Mmm? Está fresco”.

Solo habíamos viajado por el bosque un rato cuando Amnesia se apartó de mí y habló con voz perpleja.

Inmediatamente después de que el calor de su cuerpo se disipó, el viento se precipitó a través del espacio creado entre nosotras y su calor se desvaneció.

Era principios de primavera. Hasta hace un momento, habíamos disfrutado del buen tiempo, pero antes de darnos cuenta, el viento nos había enfriado como un huracán invernal. Un poco de sombra apenas era suficiente para causar este tipo de frío.

“…Parece que no solo era un clima frío”.

Apenas había empezado a sentir frío, y ya estábamos perdidas en otra dimensión.

Había empezado a nevar.

Nuestro aliento era blanco, y los pequeños y fríos copos revoloteaban al pasar junto a nosotras. Cualquier copo de nieve que aterrizara en nuestras mejillas se derretía y desaparecía, fluyendo hacia abajo en pequeñas gotas.

Nos encontramos viajando a través de un pintoresco bosque invernal.

“¿Que rayos…? ¿Esto no es demasiado aún para condiciones climáticas extremas? ¿Este tipo de cosas pasa muy seguido?”

“……”  Negué con  la  cabeza  lentamente.  “No,  no

escuchaste sobre eso…”

Miramos el paisaje que pasábamos. Lo extraño era que todo estaba cubierto de nieve blanca azulada que brillaba incluso con la poca luz del sol que llegaba. En ninguna parte había señales de que la nieve haya sido alterada, ni rastro alguno. Solo de vez en cuando, los árboles que crecían bajo el manto de nieve inclinaban la cabeza, como si acabaran de recordar algo, y depositaban la nieve en el suelo. Los copos que caen comenzarían a cubrir el nuevo verde con blanco una vez más.

En una sección del bosque primaveral había llegado el invierno.

“Supongo que sería posible crear este fenómeno usando un hechizo, pero…”

Cuanto más lo pensaba, más extraño se volvía.

Un hechizo para cambiar el clima requeriría una cantidad significativa de energía mágica. ¿Cuál sería el motivo para hacer como esto? No entendía las intenciones.

“¿Quizás les gusta el invierno?” Amnesia miraba distraída al cielo.

“… ¡Oh!” justo cuando estaba por responder, pude ver el final del bosque. Pude ver una luz brillante a través de los árboles. “Bueno, supongo que podremos preguntar luego”, dije con optimismo.

Hablando alegremente mientras contemplamos el paisaje, salimos del bosque en mi escoba—e inmediatamente nos dimos cuenta de que todo lo que habíamos imaginado sobre el lugar era erróneo.

“… ¿Qué es esto?” Amnesia murmuró confundida mientras se bajaba de la escoba, que yo había detenido.

“……” Me paré a su lado.

Más allá del bosque—en un terreno despejado—había una ciudad.

O al menos un lugar que alguna vez fue una ciudad.

“…Creo que podremos decir que no eran grandes fanáticos del invierno”.

Había una tierra donde todos los humanos y los edificios—todo, sin excepción—estaban completamente congelados.