Majo no Tabitabi (NL)

Volumen 4

Capítulo 8: El Héroe, el Dragón, y el Sacrificio

Parte 2

Ahora que Amnesia había sido confiada con la tarea de exterminar al dragón, ya no podíamos evitar el problema. Para cumplir la tarea, decidimos tomar un desvío de nuestros viajes y dirigirnos al pequeño santuario a un lado del camino donde el dragón vivía.

Pero antes, ya que traíamos bastante equipaje, decidimos buscar una posada. Esta aldea no era particularmente amigable con los viajeros. Sólo tenía los servicios más mínimos. Había una única posada en toda la aldea.

“¡Buenas! ¿Buscan dónde pasar la noche? ¡Pues bienvenidas a nuestra posada!”

La empleada de la posada nos saludó de manera extraña. Ella era una mujer muy hermosa. Su nombre era Lana, y aparentemente era la chica más hermosa de la aldea. Ella misma nos dijo eso. Honestamente, creo que ella debería ser un poco más humilde.

“…Veamos. ¿Ustedes son las que irán tras el dragón?” “…Pues, bueno… sí, exacto…”

Por alguna razón, Lana tenía su mano contra su mejilla, luciendo apenada. Ella estaba sonrojándose. Desearía que no se pusiera así.

“Nobles viajeras, muchísimas gracias. Tal vez sea una forma muy humilde de demostrar nuestra gratitud, pero por favor permítannos proveerles alojamiento sin pago. ¡Naturalmente, las invitamos a quedarse en la habitación más cara de la posada!”

Su oferta era maravillosa, pero no pude evitar sentir melancolía pensando en la molesta hazaña de exterminar dragones que nos esperaba.

“¿En serio? ¡Hurra! ¡Elaina, no nos van a cobrar!” Aunque Amnesia estaba bastante feliz. “Lo sé. La oí”.

Tomé la llave de manos de Lana, suspirando, y nos dirigimos a nuestra habitación.

“¡Asombroso…! ¡Es una habitación increíble! ¡Mira, Elaina! ¡La cama es tan suave!”

Como se esperaría de una habitación llamada ‘la más cara’, el interior de nuestra habitación para esta noche era la representación de lujoso. Similar a una habitación en una posada que encontré una vez a mitad del bosque, esta habitación era ridículamente espaciosa, conteniendo una cama y un sofá, más una mesa. Además de los muebles mínimos, había un montón de vasijas, una armadura, y pinturas misteriosas. ¿Por qué a las personas adineradas les gusta poner esas cosas tan inútiles en sus habitaciones? Todo un misterio.

También era un misterio por qué había sólo una cama.

¿Qué hacemos? Supongo que una de las dos tendrá que dormir en el sofá.

Sobre la mesa en el centro de la lujosa habitación, pareciendo completamente fuera de lugar, había un único libro de apariencia nueva.

“……”.

Lo abrí.

Dentro había escritos de todo tipo de personas. Decía cosas como: “Por fin, la tan esperada cita con mi novio” y “Hoy será un día que jamás olvidaré” y “Vine con una chica que encontré en el pueblo” y “Vine con mi profesor” y demás.

……

Ya veo. Parece que esta habitación es para parejas.

… ¿Por qué nos harían quedarnos aquí?

“¿Dormiremos juntas?”, Amnesia estaba desparramada en la cama, dando golpecitos al espacio que quedaba a su lado.

“Yo directo al sofá”.

“¿Y yo también?”

“……”

Decidí no seguirle el juego a sus tonterías.

Bueno, supongo que deberemos pensar en quién dormirá en la cama luego de que regresemos de exterminar al dragón. Pospuse ese problema y tiré mi equipaje a la cama.

“Amnesia, deberías traer el mínimo equipaje posible”. “¿Qué debería llevar?”

“Sólo la espada legendaria y esas cosas”.

En todo caso, creo que podremos encargarnos rápido del dragón. Y ahora que lo pienso, si terminamos rápido y continuamos nuestro viaje, no tendremos que preocuparnos sobre quién dormirá en dónde.

“¡Viajeras! ¡Por favor tengan cuidado…! No puedo agradecerles lo suficiente por lo que están haciendo por mi bien…”

Ocurrió justo cuando nos íbamos.

Lana obviamente estaba preocupada por nuestro bienestar y nos preparó un poco de sake. Ella incluso llegó a tal punto de decirnos una sospechosa, pero conveniente forma de acabar con el dragón. “Si hacen que el dragón beba eso, ¡se emborrachará y podrán acabar con él fácilmente!”

Quizás fue debido a su sentido de la responsabilidad. Después de todo, Lana era quien tendría que encontrarse en este momento de camino a la guarida del dragón como sacrificio.

“Si pretendes ser yo, ¡deberías poder engañar al dragón!”, explicó, y me prestó parte de su guardarropa. Junto con la ropa, ella me entregó una carta, diciéndome al mismo tiempo: “Por favor léela antes de confrontar al dragón”.

“……”

Aun reacia a hacerlo, me puse la ropa de Lana, y dejamos la aldea.

El plan era el siguiente.

Yo iría a la guarida del dragón pretendiendo ser Lana y de alguna forma haría que el dragón bebiese el sake. Luego Amnesia de alguna forma acabaría con el dragón borracho. Lo ideal sería que termináramos sin complicaciones… Esa era la estrategia que habían ideado los aldeanos.

“Sí, ¡este plan saldrá bien!”

“……”

Pensé que sería más rápido que yo atacara al dragón con magia, pero tratar de discutir con los aldeanos sería un dolor de cabeza, así que no dije nada.

El santuario a un lado del camino donde vivía el dragón estaba a varias horas de distancia en escoba desde la aldea. El lugar estaba rodeado por praderas comunes, pero la entrada en forma de arco tenía la boca abierta, como si nos invitara a entrar.

Este lugar parecía haber estado aquí desde hacía mucho tiempo. Los ladrillos que conformaban el pequeño santuario estaban agrietados y oscurecidos por el paso de los años.

Se veía completamente abandonado.

Todo el lugar parecía de mal agüero, como si algo terrible yaciera dentro.

“Elaina… Si me meto en problemas, ayúdame con tu magia, ¿entendido?”

“No”.

“No seas mala”. Amnesia comenzó a llorar.

Lo dejé pasar. Se me ocurrió que justo ahora sería el momento ideal para leer la carta que Lana me confió.

La abrí.

Lana al habla.

Obvio.

Si estás leyendo esta carta, supongo que significa que alcanzaron el santuario del dragón.

Pero si me dijiste que leyera la carta cuando llegáramos, ¿no? ¿Por qué una introducción tan formal?

Sin embargo, hay algo que debo discutir con ustedes… Em, la verdad es que…

Había llegado a casi la mitad cuando Amnesia repentinamente salió corriendo.

“¡El dragón está dentro! ¡Prepárate!” “¡Espera…! ¡No te lances sin pensarlo!”

Leí la carta mientras seguía a Amnesia.

¿Y nuestra estrategia? ¿Qué pasó? ¿Olvidaste el plan que idearon los aldeanos o qué? Tonta.

Amnesia corrió y entró al santuario.

Y yo la seguí.

Mientras nos abríamos paso en el frio y oscuro santuario, nos encontramos con una única puerta.

Cuando Amnesia la vio, le dio una patada voladora— ”¡Raaahh!”

Ella claramente estaba poseída por una combinación de sed de sangre y estupidez. Debido a estar siguiéndole el paso, apenas tenía tiempo para pensar.

Creo que jugar al héroe la emocionó bastante.

“… ¿Quién está ahí?”

El espacio más allá de la puerta estaba rodeado de oscuridad.

Una horrenda voz vino desde las profundidades de la oscuridad.

“Quién osa perturbar mi sueño…  tontos humanos.

Esto amerita la muerte”.

Desde la oscuridad llegó la indicación de que algo se arrastraba.

No podía distinguir a la criatura, pero era claro que estaba enojada.

No creo que el plan de los aldeanos vaya a funcionar ahora. No hay manera de que esa cosa beba felizmente el sake.

“…No se puede evitar…” Me quité el atuendo de Lana, revelando mi ropa de siempre. La traía puesta debajo, esperando que algo como esto ocurriera.

Tomé mi varita y lancé un hechizo.

Era sólo un hechizo de luz.

La punta de mi varita brilló, iluminando la oscuridad.

Con eso, pude ver el resto de la carta que Lana me había entregado.

No quiero que maten a la dragona. Caerá dormida tan pronto beba el sake, así que quiero que la traigan a la aldea mientras duerme.

Ese era el resto de la carta.

“… ¿Quiénes son? ¿Jovencitas? Pensé que eran los héroes que vinieron a matarme”.

La aletargada voz que venía de dentro del santuario le pertenecía ciertamente al dragón encerrado dentro.

Pero más que un dragón, la figura que emergió fue la de un joven y ordinario humano. Sólo una chica humana normal. En serio, sería difícil distinguir en qué se diferenciaba de un humano común y corriente, pero si tuviera que escoger algo, probablemente serían las alas en su espalda. Oh, o quizás los cuernos en su cabeza. Pero enserio, eso sería todo. De ahí en más, era normal.

“……”

Por cierto, había una última pequeña parte escrita en la carta de Lana.

Continuaba así:

La dragona es mi novia.

…

Aunque este llamado anteriormente “dragón” se veía más o menos como una chica normal.

***

Ignoré la petición de Lana sobre llevar a la dragona inconsciente de regreso. La llevé de regreso a la aldea sin más, ignorando a los furiosos aldeanos, y la arrastré frente a Lana.

“… ¿Qué está pasando aquí?”

Condujimos nuestra investigación en la suite donde Amnesia y yo nos íbamos a quedar.

“¿Eh? ¿Qué pasa? Supongo que quieren saber todo sobre mi romance con esta dulce dragona, ¿no? ¡Oh-jo-jo!”, rio Lana.

“Bueno, francamente hablando, eso es exactamente lo que quiero saber”.

“Me tomará algo de tiempo contarles la historia—” “Ah, por favor resúmelo”.

“……”

Aunque decepcionada, Lana me contó la historia. De acuerdo a ella, ella y la dragona se encontraron por primera vez hace poco.

Mientras daba un paseo fuera de la aldea, se había topado con la dragona atrapada en una trampa. La dragona estaba muy débil y al borde de la muerte. Por eso, Lana llevó a la dragona a su posada y la ocultó de los aldeanos mientras atendía sus heridas.

Por cierto, la trampa era una de esas con cuchillas en forma de sierra que ‘mascaban’ la pierna de quien la pisara. La dragona obviamente no era muy lista.

Como sea, cuando recobró su fuerza, la dragona había regresado al pequeño santuario que tenía como guarida, pero aparentemente…

“…No me podía sacar a la chica de mi cabeza… En otras palabras… me enamoré de ella”, testificó la dragona, sonrojándose.

Sin embargo, un amorío entre un dragón y una chica nunca sería permitido por los aldeanos. Así que las dos se vieron obligadas a salir en secreto, teniendo cuidado siempre de los ojos entrometidos.

“Pero sabes, eventualmente se me ocurrió algo. Decidí que quería estar con ella por siempre y para siempre. ¡No quiero ocultar nuestro amor!”, exclamó la dragona.

Esa parecía ser la situación.

Esta vez, la dragona había pensado en un plan.

“Primero, amenazaría a la aldea para que me trajeran a esta chica. Y luego ellos me la traerían. Y entonces, ¿qué creen que pasaría? Exacto. Nos casaríamos”.

No lo entiendo.

Lana pareció comprender mi expresión. “Para ponerlo en términos simples, decidimos inventarnos la historia de que ‘el dragón amenazaba a los aldeanos e hizo que le llevaran a una doncella para alimentarse, pero la doncella era tan hermosa y amable que el dragón se enamoró de ella. Por su afecto hacia la chica, el dragón se disculpó por sus acciones y vivió feliz por siempre con los humanos”.

¿Ya veo…? Espera. ¿Sí lo entendí bien? Creo que no…

“Pero así no fue como salieron las cosas, ¿verdad? ¿Qué fue todo eso de la espada legendaria?”. No pude evitar sentir que eso era un poco sospechoso.

Lana empezó a enfurecerse. “¡Exacto! ¡Ese es el problema! ¡¿Qué rayos era esa espada?! ¡Por esa estúpida cosa, los aldeanos no me dejaban ir al santuario!”

De acuerdo a Lana, el plan original era que ella fuera directamente al santuario a un lado del camino, y que luego ambas, ella y el dragón, regresaran a la aldea luego de escoger el momento adecuado.

Sin embargo, la aldea tenía la espada legendaria, y debido a los bien intencionados intentos de salvar a Lana, la situación se había complicado.

“Al final, decidimos dormir a la dragona con sake”.

“Bueno, parece que no pudimos hacer funcionar ese plan tampoco…”, suspiró Lana.

En otras palabras, todos sus planes habían terminado en fracaso.

“En resumen, podría decirse que están en una situación muy mala, ¿no?”, Amnesia resumió la conversación con indiferencia.

Bueno, supongo que es la verdad.

“…Exacto. Oh, ¿qué podemos hacer…?”, Lana tomó su cabeza con sus manos.

“¿Voy a morir aquí…?”, la dragona también bajó su cabeza.

“……” Vi a ambas, en silencio. Luego, después de una

corta pausa, pregunté: “Por cierto, Lana. ¿Esta posada no tiene una habitación para dos personas?”

“¿Eh? ¿Así como esta?”

“Me refiero a una que tenga dos camas”.

“Eso, bueno… sí, pero…”

“Ya veo”, asentí.

Asumí un aire de importancia. “Si nos transfieres a esa otra habitación, tengo un plan que podría funcionar… Pero la cooperación de Amnesia es esencial”.

Amnesia inclinó su cabeza y volteó a verme. “No veo qué tiene de malo esta habitación…”

“……”

La obligué a apegarse a mi plan.

***

Cuando Amnesia y yo dejamos la posada, fuimos saludadas por las amargas objeciones de los aldeanos.

Así como habían hecho con el pedestal, formaron un anillo a nuestro alrededor y nos llenaron de quejas.

“¡Tienen que estar bromeando!” “¡¿Qué está pasando?!” “¡Maten a esa dragona!”

Oh, cielos. Qué enojados están.

“Por favor, cálmense. La dragona es inofensiva. No lastimará a nadie”.

“¡Tonterías! ¡Esa dragona trató de llevarse a Lana!”.

El jefe de la aldea me estaba frunciendo el ceño.

Amnesia fue quien le respondió al jefe. Ella habló con valentía, sosteniendo la espada legendaria en una mano. “¡Piénsenlo por un minuto! ¡Ella parece una chica ordinaria! ¿Realmente creen que sea capaz de comer personas?”

“¡Ella simplemente debe haber tomado forma humana!”

“¡Eso no es cierto! ¡Y se los repito! Es sólo una solitaria dragona que honestamente nunca tuvo intenciones de comer humanos. La verdad es que simplemente quería amigos”.

“¡¿Cómo eres capaz de decir eso con seguridad?!”

“Porque conocimos a la dragona y conversamos con ella. A diferencia de ustedes”. Amnesia sonrió. Era una sonrisa irrefutable, sin espacio alguno para un contrargumento.

“…Pero, no, espera… es posible que estén mintiendo y—”

“Por supuesto que no”. Amnesia paró en seco al jefe de la aldea. “Miren… yo saqué esta cosa del pedestal”.

Luego ella sostuvo en alto la espada legendaria… espada que, por generaciones, había sido inamovible por cualquiera excepto aquellos puros de corazón. Aquellos tan honestos que no eran capaces de mentir, quienes siempre ponían a los demás por sobre ellos mismos, increíbles especímenes de la humanidad que no podrían matar ni a una mosca.

¿No era esta la prueba definitiva de que no era una mentira?

…Bueno, incluso yo, un espécimen podrido de la humanidad que siempre se pone a sí misma por sobre los demás, una mentirosa con una mente impura, podría haberla sacado, así que la leyenda debe haber sido falsa.

“……”

Usando la espada para probar su honestidad había sido idea mía. Y por supuesto, estas personas, quienes habían creído en la leyenda lo suficiente como para tratar de sacar la espada, fueron persuadidos por las palabras de Amnesia, quien había logrado esa imposible hazaña.

Desde el círculo de personas salieron quejidos de sorpresa. “…Asombroso… Ya lo entiendo”.

Leyendas y supersticiones. Para personas de esta remota aldea, estas cosas cargaban tremendo peso.

…Parece que cualquiera podría encontrar un sinfín de maneras de hacer dinero con esta espada…

En este punto, el pequeño demonio sobre mi hombro me hizo una nueva visita. “¿No podrías sacarle todo lo valioso a esta aldea si haces que Amnesia actúe un poco?”.

Cierto.

“No, espera un segundo”. Llegando un poco tarde, apareció otro demonio. “Podemos tomar todo lo que sea de valor, pero también comida. Y ya que estamos, podemos llevar la espada a una tienda de empeño, jejeje…”

Em, ¿y el ángel?

“Se murió”.

¿En serio?

“Elaina”. Amnesia puso una mano sobre mi hombro. “No hagas nada malo, ¿bien?”

“……”

Los demonios sobre mis hombros fueron purgados.

Así fue como Amnesia logró persuadir a los aldeanos y cómo logramos ser transferidas a una habitación con dos camas. Por cierto, Amnesia regresó la espada al pedestal ella misma. Supongo que jamás será usada para exterminar dragones. Porque no hay nadie que la pueda portar.

Y todos vivieron felices para siempre.

***

Esa noche.

“… ¿Eh? No está. Mm”.

Nos mudamos a la habitación para dos personas con dos camas.

Amnesia estaba gruñendo en la cama opuesta a la mía.

“¿Qué pasó?”. Me estiré fuera de mi cama, donde leía un libro, y miré a Amnesia.

“No puedo encontrar mi diario…”

“¡¿Eh?!, salté. “¿Bu…Buscaste bien? ¿Encima de la cama? ¿En tu ropa? ¿En tu bolsa?”

Era impensable que algo tan importante se perdiera.

¿Cómo pudo perder su más valioso objeto, el cual contenía la historia de sus viajes hasta ahora? ¿También olvidó que su diario era importante?

Busqué su diario, en pánico, pero no aparecía por ningún lado, y la noche pasó mientras volteábamos hasta la parte más pequeña del cuarto buscando.

Al final, se me ocurrió algo. “No me digas… que lo olvidaste en la otra habitación”.

Si no estaba aquí, eso significaba que debía estar en algún otro lado.

“¡Oh, cierto!”, Amnesia chasqueó sus dedos y salió de la habitación con emoción.

Mientras frenéticamente buscaba entre mis recuerdos, recordé que la dragona y Lana habían dicho algo sobre quedarse en la suite de lujo cuando nos cambiamos de habitación.

Varios minutos después…

“……………………………………………………………Está bien”.

Amnesia abrió la puerta.

Ella había regresado con su cara tan roja que se veía como si pudiera causar quemaduras al tacto.

“… ¿Encontraste tu diario?”

“…………Sí”.

“… ¿Te pasó algo más?”

“…………Yo… no… vi nada”.

“Viste algo, ¿verdad?”

“………… ¡AAAAAH!”

Ella se metió a su cama a rastras, gimiendo cosas incomprensibles. “¡Voy a dormir! ¡No me despiertes hasta que esté dormida!”. Ella se metió entre sus sabanas, retorciéndose, con tales instrucciones sin sentido.

¿Qué demonios estaban haciendo aquellas dos…? Bueno, seguramente no querré saberlo…

El diario había sido recuperado con éxito. Estaba sobre la mesa.

“……”

Absorta leyendo mi libro, esperé a que la respiración de Amnesia se volviera pesada. Aunque digo “libro”, técnicamente hablando creo que no es uno. Estaba leyendo un libro de visitas. Este contenía el registro de las personas que se habían quedado en esta habitación. Era diferente del que había encontrado en la suite, ya que las personas que se habían quedado en esta habitación eran probablemente en su mayoría viajeros o aventureros que habían escrito información útil e historias interesantes sobre países vecinos. Parecía que cada persona que se había quedado aquí era una buena persona, ya que toda la información era benéfica. Por otro lado, unos cuantos viajeros habían escrito algunos detalles vergonzosos.

Era un libro caótico. Estaba lleno de información útil pero algunas anotaciones te causaban escalofríos.

Sin embargo, no había ni una sola palabra sobre la Ciudad de la Fe, a donde Amnesia y yo nos dirigíamos. Como era de esperarse, la información no se filtraba fácilmente de esa misteriosa ciudad.

……

Tomé un lápiz y pasé las hojas hasta una nueva página.

Ya que quienquiera que fuera a leer esto probablemente recordaría lo que sea que escribiéramos en algún momento, en algún lugar, decidí al menos escribir una historia interesante. Ya que las historias aburridas o las inútiles eran las más olvidables.

Por ejemplo, probablemente podría escribir una historia interesante sobre lo que pasó hoy.

Para cuando terminé de escribir, Amnesia estaba respirando profundamente en sus sueños, y yo ya estaba sintiendo el cansancio, así que me arrastré hasta mi cama.

No pasó mucho tiempo hasta que caí dormida también.

***

“¿Disfrutaron su noche? ¡Gracias por habernos elegido!”

Después de despedirnos de Lana, quien nos dio un saludo extraño como siempre, regresamos a nuestro viaje. La dragona había estado parada al lado de Lana todo el tiempo. Ellas incluso estaban tomadas de las manos…

…de forma muy íntima.

Monté mi escoba, y Amnesia se subió, aferrándose a mí por detrás.

Sentada una detrás de la otra, nos dirigimos hacia Esto, La Ciudad de la Fe.

Éramos empujadas hacia adelante por la sincera esperanza de que nos estábamos acercando a recuperar sus recuerdos.

“Oye, ¿qué le pasó a la última página de mi diario?”. Amnesia dijo desde detrás de mí sobre la escoba. “Oh, alguien escribió algo ahí… y… pues… era… ¡Por todos los cielos!”

Bueno, probablemente o la dragona o Lana habían confundido el diario de Amnesia con el libro de visitas y habían escrito en él…

No le dije nada a ella sobre eso desde que despertó.

“¿Qué habrá pasado? Me temo que no lo sé”.

Por el momento, le di una vaga respuesta mientras reía por dentro.

“¡Mentirosa! ¡Sé que sabes algo, Elaina!”. Amnesia estaba empujando con fuerza mi espalda.

Alguien anda de mal humor.

Cuando giré para verla, ella tenía las mejillas infladas con enojo.

“Bueno, sé lo que pasó cuando fuiste a recuperar tu diario”.

“Dímelo”.

“Nop”.

“Dime”.

“Que no”.

Con ese tonto intercambio de palabras, continuamos nuestro viaje.

Mientras volábamos, pensé que si los recuerdos de Amnesia regresaban y ella visitaba esa misma aldea y leía mi anotación en el libro de visitas… Si eso fuera a pasar, su cara probablemente se enrojecería de nuevo.