Majo no Tabitabi (NL)

Volumen 4

Capítulo 7: El Diario de Viaje Olvidado de Amnesia

Parte 1

En cierto lugar, una chica misteriosa había perdido su memoria.

Su nombre era Amnesia. Tenía 17 años. Usaba una diadema negra en su hermoso cabello blanco que le llegaba hasta su hombro, y sus ojos color jade eran tan bellos como las flores de verano.

Vestía una túnica blanca, una falda negra, y botas. Parecía conservar algún recuerdo de cómo empuñar una espada, ya que también llevaba una en su cadera. Era el atuendo de alguien que no sabrías si era una maga o espadachín.

Ella no recordaba nada. Todo lo que le quedaba de su vida anterior eran algunos hábitos, profundamente arraigados, como el mantenimiento de su arma antes de acostarse o revisar su diario después de despertarse por la mañana.

La chica venía de una ciudad aislada a poca distancia. Se llamaba Esto, La Ciudad de la Fe; y aparentemente se dirigía hacia ese lugar. Aprendió mucho de su diario.

Debe haber algo para ella allí, en Esto.

Igual existía la posibilidad de que llegar a Esto no le refrescaría la memoria. Ese miedo se estrellaba sobre ella como una ola varias veces al día, pero aun así, no podía hacer otra cosa que continuar su camino.

Continuaba su viaje en este día, escribiendo cuidadosamente en su diario, y un escrito en la portada que decía Lee esto al despertar en las mañanas. Había registrado los eventos de cada día de su estadía.

“¡Bienvenida a Albed, El Pueblo Fronterizo! ¿Eres una viajera?”

“Hm, supongo que sí”.

Luego de asentir al guardia en la entrada, respondió a sus dos o tres preguntas y procedió sin incidentes a través de la inspección de inmigración. En la última pregunta, el guardia la miró con sospecha y preguntó; “…Veo que vistes una túnica, pero no eres una maga, ¿verdad?”

“No puedo usar magia… ¿así que no?” Respondió, inclinando la cabeza, confundida. Esto era verdad—e incluso si alguna vez pudo usarla, no podía recordarlo ahora. Parecía aceptable decir que no era una maga.

Al final, el guardia miró el sable que colgaba de su cadera y decidió que no lo era. Luego abrió la puerta e ingresó al país.

Ante ella se extendía un paisaje urbano bastante normal. Había aceras bordeados de edificios de ladrillo y las calles estaban pavimentadas con el mismo ladrillo. El musgo brotaba de los huecos entre los ladrillos en forma de parches. El paisaje daba la vaga sensación de que el pueblo albergaba una historia profunda, permaneciendo así sin cambios desde tiempos inmemoriales.

Por otro lado, no era difícil encontrar pueblos como este, y además este no tenía ningún encanto o atractivo en particular.

Pero ese no era el caso para esta chica.

“… ¡Es hermoso!”

Todo la había cautivado, todo lo relacionado con los lugares que visitó, era novedoso para ella. La escena ante sus ojos era fresca y nueva. Todo brillaba como el oro. Ella estaba cautivada.

Para no olvidar ese paisaje, sacó su diario y comenzó a escribir sobre la belleza del pueblo, en beneficio de su yo de mañana, mientras caminaba. Incluso si no tuviera memoria, podría capturar la belleza en prosa. Esto era lo que había decidido.

Y probablemente esta no era la primera vez. Cuando volvió a leer el diario, descubrió que a menudo hablaba extensamente sobre la belleza de otros pueblos como éste.

Y así la chica se perdió en el movimiento de su bolígrafo sobre la página y no se dio cuenta de que otra persona se dirigía directamente hacia ella.

“—¡Ack!” La otra persona cayó sobre su trasero.

“¡Ah!” Amnesia también cayó sobre su trasero.

Había chocado con una chica de edad similar. Su cabello color cenizo era largo y liso, y tenía ojos color lapislázuli.

Debe ser una chica local. Estaba vestida con ropa muy ordinaria, un cárdigan y un vestido sencillo, complementado con un collar de aspecto caro. Llevaba un bolso en sus brazos, pero estaba abierto. Parecía estar de compras en este momento, ya que entre ellas había una manzana a medio comer y varias revistas, así como un diario y otros artículos.

“¡Ah, l-lo siento! Estaba absorta escribiendo…” Nerviosa, Amnesia se apresuró a recoger las pertenencias de la otra chica.

La chica de cabello cenizo se puso de pie y con calma se sacudió la tierra de su trasero. “…No, yo fui la que no vio por dónde iba”. Sus palabras se volvieron molestas mientras seguía hablando. “Pero no puedo decir que te felicito por escribir mientras caminas. Nada puede decirse al respecto, excepto que limitas tu propio campo de visión”, dijo.

Quizás la manzana a medio comer había sido una envenenada.

“Uh… lo siento…” Amnesia bajó la cabeza dócilmente y se disculpó.

Por cierto, la chica de cabello cenizo no era quién para hablar ya que comía una manzana mientras caminaba distraída. Había estado completamente absorta comiendo su manzana. A pesar de eso, había reprendido a Amnesia, negando su culpabilidad en el accidente, quizás se debía a que estaba molesta porque su manzana había caído al suelo cuando chocaron. Había mostrado que su actitud era mala. Quizás la manzana mordida también estaba mala.

“…Bueno, ambas seamos más cuidadosas la próxima vez, ¿entendido?”

Ambas recogieron sus pertenencias que habían caído revueltas, luego se dieron la espalda y continuaron sus respectivos caminos como si nada hubiera pasado.

Ambas tomaron camino separados.

“Será mejor que deje de escribir en mi diario mientras camino”.

Poniendo el diario en el bolsillo de su pecho, la chica comenzó hablar sola.

Sin embargo, ella no sabía que siempre escribía su diario mientras caminaba. Además, tampoco tenía idea que jamás se había tomado la molestia de escribir su diario antes de irse a dormir. Y finalmente, no se había dado cuenta que el diario que acababa de guardar se había mezclado con una pertenencia de otra persona.

Esa noche, se hospedó en una posada y cayó en un sueño profundo sin escribir los sucesos de ese día.

Y luego se olvidó de todo tan pronto como quedó dormida.

***

“… Esto, La Ciudad de la Fe, ¿eh?”

Le pregunté a un comerciante local sobre algún lugar interesante que quedara cerca para ir a visitar, y me había dado ese nombre.

“Sí. Ese lugar es increíble. Y cuando digo increíble, lo digo enserio, ya que no sabemos qué tiene de increíble ese lugar. Es tan increíble que no sabemos que es tan increíble. Bueno, ya sabes, es súper increíble”.

“Disculpa, ¿podrías explicarlo en español?”

“Oh-oh, ¿mucha explicación para entenderlo, princesa?”

“Me temo que me falta la educación real necesaria para entender tu discurso sin sentido”.

“……”

“Entonces, ¿qué tipo de país es? Por favor, dame detalles”.

El comerciante se aclaró la garganta, tosiendo. “En primer lugar, debo decirte que nunca he estado allí. Esto está en gran parte cerrado al comercio exterior. Los forasteros están absolutamente prohibidos a menos que estén acompañados por un residente. Escuché que están tratando de evitar que poderosos secretos mágicos lleguen al resto del mundo”.

“Eh…”

“Sin embargo, de vez en cuando, alguien logra convencer a un residente de Esto que conocen en el exterior y se filtran en la ciudad, pero… la mayoría, por alguna razón, vuelven sin ningún recuerdo de dicho lugar. Olvidan todo lo ocurrido luego de entrar a la ciudad y no pueden recordar nada de los días de su estadía”.

“……” Había una palabra que me llamó la atención.

“Cuando dices, ‘la mayoría’, te refieres a que no todos pierden la memoria, ¿verdad?”

El comerciante asintió. “Hay algunos que mantienen sus recuerdos. Pero…”

“¿Pero?”

“Cualquiera que no pierde la memoria se convierte en un ciudadano fiel a Esto. Y como ciudadanos fieles, están comprometidos a guardar los secretos de la ciudad”.

Resumiendo, o bien pierdes la memoria, o te vuelves ciudadano fiel de Esto.

¿Qué tipo de ciudad podrá ser? A saber, y los que saben jamás lo contarán.

Estoy intrigada.

Esto suena a un lugar que visitaré pronto. Pero no podré entrar a menos que me acompañe un residente, así que será difícil.

“Muchas gracias, has sido de mucha ayuda. Por cierto, ¿algún otro lugar interesante aparte de ese?”

“Veamos—oh, ya sé. Hay un lugar interesante para visitar. Y está en línea recta desde aquí”.

Incliné a un lado mi cabeza, y el comerciante dijo, “se llama Albed, El Pueblo Fronterizo y bueno, es un lugar interesante, pero—ah, hay algo malo. Es difícil que entren las brujas”.

“……”

¿Otra vez? Ya sea Esto o Albed, ¿por qué esta región está llena de lugares con restricciones?

Hinché mis mejillas de frustración, y el comerciante dijo, “Albed prohíbe la entrada a los magos”.

Entrada prohibida a magos.

Comprendo. Entonces, no hay límite para las dificultades de inmigración.

…Pero supongo que no hay problemas para entrar si no eres un mago.

“Ah, ya. Cuéntame todos los detalles”. “¿Eh? Pero las brujas no pueden—” “Detalles, por favor”.

“……”

Y luego logré que el comerciante me dijera todos los detalles que conocía.

Albed, El Pueblo Fronterizo, tenía una larga historia, dijo que había sido fundado hace cientos de años. En tiempos pasados, en el campo circundante, la supremacía mágica estaba a la orden del día, y cualquiera que no fuera un mago—bueno, aparentemente lo habitual era que esas personas fueran humilladas y tratadas como infrahumanas, e incluso enfrentaran el destierro. Así eran las cosas en ese entonces.

Los desterrados buscaron un lugar dónde vivir y finalmente llegaron a los restos de una fortaleza que se había utilizado anteriormente en la guerra. Al final, estas personas se instalaron ahí. Mientras se asentaban, la población siguió aumentando, y antes de que nadie se diera cuenta, la gente estaba cultivando la tierra alrededor de la fortaleza, construyendo casas con ladrillos y construyendo muros.

Pasó mucho tiempo y ese lugar se conoció como Albed, El Pueblo Fronterizo.

Por lo ocurrido, las personas que vivían allí estaban resentidas con todos los magos, y debido a que no se permitía la entrada a ningún mago en el país, sus sentimientos negativos solo se profundizaron, generando un círculo vicioso.

Bueno, esa es la leyenda.

“En otras palabras, no hay problema mientras no sea un mago, ¿verdad?”

Con eso en mente, rápidamente cambié mi ropa a un cárdigan y un vestido ordinario. Después de ponerme este atuendo sencillo, continué por el camino hacia Albed.

No pasó mucho tiempo antes de que llegase.

“¡Bienvenida al Pueblo Fronterizo, Albed! ¿Eres una viajera?”

El guardia que salió a saludarme con una sonrisa me lanzó dos o tres preguntas. Finalmente ladeó la cabeza. “Bueno, supongo que está bien, pero—no eres maga, ¿o sí?”

“Creo que no hay necesidad que lo diga, pero no lo soy”, respondí de forma tranquila.

El guardia asintió vigorosamente. “¡Tal como pensé!” Y así, me infiltré con éxito al Pueblo Fronterizo.

“……”

Esto era un rumor del comerciante, pero aparentemente había muchos magos que habían cruzado la frontera en secreto.

Por eso no estaba muy preocupada cuando entré.

Lo primero que hice fue dar un paseo por el pueblo, llena de anticipación por el tipo de país que podría ser este lugar que prohibía a los magos. Para mi sorpresa, cualquier descripción del país podría reducirse a una sola palabra—ordinario. Estaba construido en exceso de ladrillo hasta donde se podía observar, pero en realidad no era nada especial.

Los puestos callejeros eran sencillos. Tenían tiendas en fila de ventas de frutas.

La librería era normal. No había nada en particular que pudiera llamarse único de este país.

Por supuesto, los restaurantes también eran normales. No había nada que pudiera llamarse una característica distintiva.

Estaba mordisqueando una manzana mientras caminaba haciendo mis rondas y preguntándome si no había nada interesante aquí. Seguí caminando por el camino ordinario durante varios minutos. Antes de darme cuenta, descubrí que había regresado a la puerta por donde había comenzado.

“—¡Ack!”

“—¡Ah!”

Y fue ahí cuando choqué con una persona extraña.

***

Al día siguiente. Desperté en mi habitación de la posada.

La luz que se filtraba desde afuera brillaba con las cortinas que se balanceaban, diciéndome que la mañana había llegado con el calor de principios de primavera.

Después de bostezar una vez, me cambié de ropa, salí corriendo de la posada y salté a la calle soleada.

La tranquilidad resonaba en un pueblo que acababa de despertar.

“… Veamos … ¿Qué tal si voy a todos los lugares que aún no he visitado?”

Caminé distraídamente por el pueblo”.

Ya que ayer había sido mi primer día de estadía, había evitado deliberadamente un lugar.

Las ruinas de la fortaleza.

El lugar donde las personas exiliadas habían fundado su nuevo hogar. Era un lugar que no podría ser olvidado por las personas. Si estas personas seguían rechazando a los magos, yo estaba segura que la fortaleza aún existía. No podría haber sido demolida. Cualquiera podría imaginar que la fortaleza tenía una alta posibilidad de incluso seguir en pie ahora.

“……”

Bueno, podría verla al final del camino, después de todo.

Centro de Detención Temporal de Magos se leía en el letrero que colgaba en el lugar.

La hiedra se extendía por el poniente muro, y el muro rústico estaba teñido de un naranja donde la luz del sol le pegaba.

Parecía que había estado aquí por muchos años. Mostraba señales de reparaciones de un lado y otro. Pero, a pesar del tiempo y de las reparaciones a medida que se desplomaba, debe haber estado en pie todo este tiempo.

Cerca del letrero, había un guardia inmóvil, sirviendo como guardia de la entrada. Tenía su rifle en su hombro, sin siquiera parpadear, como si fuese un maniquí.

¿Por qué rayos se había convertido este lugar en una prisión de magos? ¿Y qué era eso de “temporal…”?

“Ajejejeje. Este lugar, bueno… este es el lugar dónde encerramos a lo magos que se colaron en Albed y lo retenemos mientras los deportamos”.

“Ah. Eh, vaya”.

Una sospechosa mujer que entraba en escena me había explicado esto. Gracias, pero ¿quién eres?

“Fuimos expulsados por magos, y este lugar ha estado aquí desde el primer día que llegamos. Históricamente, este lugar ha sido emblemático del odio que tenemos hacia los magos. En el pasado, nuestros antepasados lo usaron para encerrar a los magos que se colaban en el país. Je-je-je-je-je”.

La mujer tenía un comportamiento muy despreocupado para alguien que me estaba contando sobre el oscuro pasado de su país.

Por cierto, ¿quién eres tú?

“……” Dije en mi mente, y la anciana siguió hablando.

“Los magos están encerrados aquí sin excepción y retenidos hasta que se puedan hacer los arreglos necesarios para su deportación. Luego son rescatados por sus amigos y familiares en el exterior por una tarifa exorbitante. Este lugar es la fuente de ingresos más grande de todo Albed”.

“…Ah, ya”.

Negocio astuto. Estoy impresionada.

La mujer continuó. “Ven, mira aquí. ¿Ves ese carruaje de allí?”

“¿Eh? Oh sí”. Miré el carruaje que se dirigía sobre el camino, directamente hacia el Centro de Detención Temporal de Magos.

No era un carruaje ordinario. La parte trasera era una gran jaula de metal.

“Ese es un carruaje donde transportan a los magos capturados. Mira, ese es uno, ¿no?”

“……”

Me quedé bastante desconcertada.

En la jaula de ese carruaje había una chica que recordé, mirando fijamente la fortaleza con la boca abierta.

……

Era la chica de cabello blanco con la que había chocado el día anterior.

¿Qué es esto? ¿Es ella una maga? ¿Ella se infiltró aquí igual que yo? Supongo que, si veo más de cerca, tiene un aire de maga.

La carreta se detuvo justo en frente de la entrada.

Ya que vine hasta aquí, echaré un vistazo del trato que reciben los magos capturados.

“Llegamos. Este es el centro de detención”. El chofer se bajó de la carreta y le dio una mirada fría a la chica.

“¡Sorprendente…! ¿Dices que me podré quedar en un gran castillo como este? ¡Genial!”

La forma en que la chica actuaba—sentada en la carreta con unos ojos brillantes—no era compatible con la vibra del lugar. Por supuesto, el chofer se enfadó.

“¡Maldita! ¿No entiendes lo que has hecho? ¡Entraste ilegal a nuestro país! ¡Muestra un poco de remordimiento por tu crimen!”

“Oh… ¿no crees que es raro que me digas que me arrepienta cuando me traen a un lugar tan lujoso como este?”

“… ¡Basta! ¡Bájate de la carreta! ¡Te vamos a encerrar en esta prisión!”

El irritado chofer abrió la jaula y sacó a la chica. Las esposas tintineando alrededor de sus manos eran del tipo que mantenían cada dedo en su lugar para que ella no pudiera cerrar los puños. Una cadena se extendía de las esposas como una correa, y el chofer tiró de ella mientras entregaba varios papeles al guardia en la entrada.

El guardia revisó los papeles en silencio.

“Por gritar a los cuatro vientos en el pueblo y a los dueños de las tiendas que eres una maga, de hoy en adelante, serás confinada en este Centro de Detención Temporal de Magos. Si quieres tu libertad, deberás contactar a tus amigos, conocidos o familiares de afuera. ¿Lo entiendes, Elaina, Bruja Ceniza?”

……

¿Eh?

Parpadeé de sorpresa, pero el guardia continuaba viendo a la chica de cabello blanco sin mirar en mi dirección.

“…No, em, perdí mi memoria, y no tengo idea si tendré amigos o siquiera familia en el—”.

“Enciérrala”, ordenó el guardia al chofer con desprecio.

“¡Camina!” El chofer gritó y tiró de la cadena de las esposas.

“¡Um, espera! Oye, escucha lo que digo—”.

Su voz se esfumó mientras entraba en la fortaleza que se desmoronada.

……

¿Eh? ¿Qué acaba de pasar?

A pesar de que los detalles exactos de una estrategia empresarial bastante astuta acababan de revelarse ante mis propios ojos, estaba preocupada por otra cosa. ¿Exactamente qué había pasado y por qué esa chica fue llamada por mi nombre?

¿Dijo que perdió la memoria…?

“Por cierto, señorita, ¿y mis honorarios?” “¿Eh?”

Esa mujer aún permanecía a mi lado. Para empeorar, había extendido su mano, presionándome para que le diera dinero. Disculpa, ¿quién eres?

“¿Ah? Eres una turista y te hablé de los lugares de interés. Vamos, paga ya… Piensa en ello como una tarifa por la información”.

“……”

Me había estado preguntando qué hacía ella aquí y supongo que era una táctica de ventas de alta presión para los turistas.

Otra estrategia empresarial inteligente. Dejé escapar un suspiro.

Por cierto, exigía una moneda de oro por su información. Estaba molesta, así que usé magia para encantar una moneda de cobre para que pareciera oro y se la entregué.

¿Cómo diantres estaba esa chica yendo por ahí usando mi nombre cuando solamente nos hemos visto una vez?

Esto me estaba molestando. Para empezar, era una gran vergüenza tener a alguien que se use mi nombre y que tontamente se había hecho arrestar al infiltrarse en este pueblo.

Estaba molesta—¡echaba humo!

“Um, discúlpame. ¿Podría preguntarle algo?” Hablé con el guardia del lugar. “¿Por qué diablos fue arrestada?”

Volvió su cabeza hacia mí rápida y mecánicamente. “¿Elaina, la Bruja Ceniza? Es una bruja bastante estúpida”.

¿Buscas pelea?

“… ¿Qué quieres decir?” Silenciosamente tragué mi ira.

“Según reportes, andaba por ahí pidiendo a los ciudadanos que le enseñaran a usar magia. Aparentemente, ha perdido por completo sus recuerdos de cualquier cosa antes de ayer, y con ellos, su habilidad para hacer magia”.

“Eh… ¿tiene amnesia?”

“Mm. Pero como sabrás, en este país está prohibida la entrada de los magos. Aunque no sepamos que haya pasado con ella ayer, pero una vez se reveló como maga, la arrestamos”.

“……” Tuve una ingeniosa idea. “Pero esa bruja no ha usado magia, ¿no? ¿No es injusto que la hayan arrestado?”

Bueno, esta chica no era yo, pero de alguna manera era difícil de tolerar la idea que alguien que usa mi nombre haya sido arrestada, por lo que me inventé una excusa en su favor.

Sin embargo, el guardia negó firmemente con la cabeza. “No parece recordar cómo usar la magia, pero desafortunadamente para ella, tenemos un diario que confirma que es una maga. Puede que haya perdido la memoria, pero sus notas demuestran su culpabilidad”.

“… ¿Un diario?”

¿Eh? Esto se vuelve cada vez más confuso.

Abrí mi bolso y saqué mi diario en pánico.

“¿Mmm…?”

Era un libro pequeño con un diseño muy similar, pero claramente no era el mío.

En la portada, con pulcra caligrafía, estaba escrito Lee esto al despertar.

En el momento en que miré la portada, supe que no era mío.

“……”

Un momento…

¿Qué?

¿Qué rayos es esto?