Majo no Tabitabi (NL)

Volumen 4

Capítulo 6: La Ciudad Hundida

Parte 2

“Supongo que no es una tarea desagradable para ti, ya que podrás explorar una tierra bastante nueva y sin desarrollar”.

En resumen, la tarea no era otra que arriesgar su vida aventurándose sola y desarmada en una tierra sin ley y convencer al enemigo de que entregaran las armas. Era, casi con toda seguridad, una misión suicida.

¿Podría haber alguna razón para aceptar un encargo así? Era una misión absurda. No había forma de que ella aceptara.

Así que Viola negó con la cabeza.

“Si vas y haces esto por nosotros, perdonaré cualquier conducta indecente anterior y te perdonaré por ligar con todas las chicas de la ciudad”.

Entonces asintió con entusiasmo.

Al día siguiente, Viola llegó a Ciudad Hundida.

La habían arrestado de la misma manera que a mí y la habían metido en la cárcel, pero después pudo reunirse cara a cara con el patriarca para defender su caso, y rápidamente la dejó libre.

Parece que la gente de Ciudad Hundida era bastante comprensiva. Una vez que comprendieron que no era una enemiga, la gente de la tribu cambió por completo su actitud hacia ella y la acogió con cariño. El padre de Atolie le ofreció su pescado casero, espolvoreando los últimos toques de sal, mientras su hija Atolie interpretaba una danza de bienvenida o algo por el estilo.

Allí, Viola les contó el motivo por el que había venido a Ciudad Hundida. Ni siquiera comió el pescado. Probablemente estaba demasiado cautivada por la danza de Atolie.

El padre asintió. “…Hmm”.

Atolie hinchó las mejillas. “No puede ser. Ellos son los que vinieron a nosotros con hostilidad en primer lugar. Por eso los matamos”.

¿Qué es esto? Esto es extraño. Antes de seguir discutiendo esto, creo que debería volver con Lolia y averiguar por qué las dos historias son tan diferentes.

Por lo visto, eso es lo que pensaba Viola, pero la chica llamada Atolie era muy linda, y Viola pensó que como Atolie era tan linda, no le importaba lo que pasara, así que por el momento, eliminó todo pensamiento sobre la tarea que le habían encargado en un rincón de su mente.

Al final, decidió quedarse en Ciudad Hundida con el pretexto de realizar una investigación. Al fin y al cabo, era arqueóloga y tenía bastante curiosidad por la ciudad.

El jefe se sintió bastante satisfecho al oírla decir eso. “¡Esto es maravilloso! Hay todo tipo de cosas que nos gustaría saber sobre nuestra ciudad en el agua. En cualquier caso, se hundió en el lago mucho, mucho antes de que ninguno de nosotros naciera”.

Parecía que el jefe estaba de acuerdo en no saber nada sobre los restos de la ciudad que tenían a sus pies, pero no le molestaría aprender sobre ella.

Atolie cooperó con su investigación, aplicando un hechizo para evitar que se mojara cuando se sumergiera en el agua e incluso se sumergió con ella. Puede que ella le haya tomado cariño a Viola.

Varios días después, matando el tiempo libre entre las buceadas con Atolie, Viola se insinuó a otra chica, luego se fue a bucear, luego jugó con otra chica, luego se fue a bucear, luego jugó con otra chica, y luego jugó con otra chica. Al final, llegó a un punto en el que llevar a cabo su investigación sobre Ciudad Hundida era una actividad secundaria a su ocupación principal de coquetear con otras chicas. Esta mujer era una verdadera inútil. Si fuera un hombre, creo que la habrían matado cien veces.

Además, como no hacía otra cosa que cometer esas torpezas, perdió la acogida de Atolie. La chica empezó a tratarla con desprecio y a darle de comer sólo ensalada en todas las comidas. Se lo merecía.

A pesar de su comportamiento, Atolie seguía acompañando a Viola en sus viajes de investigación submarina.

Eso demuestra la calidad de su educación. Sin embargo, su forma de hablar es otra cosa.

En cualquier caso, tras pasar varios días investigando, Viola había llegado a una única conclusión: “No hay duda de que esta ciudad fue sumergida por la mano del hombre hace varios siglos”.

Viola se dirigió al jefe. “Si dibujara la estructura de la ciudad submarina en un simple diagrama, vería que esta zona tenía originalmente la forma de una olla profunda. En otras palabras, la gente cavó en lo más profundo del suelo del bosque y construyó allí su ciudad; así es como solía ser la ciudad.”

“Hmm… ¿Entonces lo que dices es que el agua se acumuló en el valle debido a una gran lluvia o algo así y ahogó la ciudad?”

Viola negó con la cabeza.

“No. Eso no sería suficiente para sumergir la ciudad. Debió ser magia. Un mago conjuró una gran cantidad de agua para ahogar la ciudad. No sé su motivación para hacer tal cosa, pero…”

“…Ya veo”. El jefe asentía con la cabeza.

Viola terminó rápidamente su informe. “Me iré de aquí mañana. Me dirijo a la Antigua Capital, Lolia. Hay una serie de cosas que me gustaría confirmar allí. ¿Puedo quedarme aquí una noche más?”

El jefe asintió también a esta petición. “Por supuesto. A Atolie le has caído muy bien. Tanto que me gustaría que te quedaras para siempre”.

“¡Oh-ho-ho!” rió Viola. “Vaya, vaya…”

Detrás de su sonrisa había un torbellino de emociones complicadas.

Porque durante sus muchas sesiones de investigación submarina con Atolie, había visto una cosa que no presagiaba nada bueno.

Algo había sido escrito en la pared de una casa particular en una época antigua: Este país se hundió por culpa de una bruja de la Antigua Capital, Lolia.

Viola no creía que Atolie hubiera sido capaz de leerlo, pero la propia Viola había entendido claramente las palabras.

Era un mensaje escrito para quien pudiera venir después.

Viola había tenido una sensación de inquietud desde el principio. ¿Por qué había gente viviendo en una región en la que estaba prohibido entrar? ¿Por qué estaba prohibida la región en primer lugar? ¿Por qué Lolia había enviado a una forastera como Viola? ¿Por qué había discrepancias entre el testimonio de Atolie y lo que había dicho el rey?

Era posible que el rey ya supiera todo sobre este lugar cuando le encargó a Viola la tarea.

Y era posible que Lolia tuviera alguna razón oculta para prohibir a la gente entrar en el bosque y encontrar la ciudad.

Viola sintió que un vago aire de preocupación la rodeaba.

Esa era su historia.

……

¿Eh? ¿Cómo dices?

“Espera un segundo, por favor. ¿Por qué te arrestaron?”

“¡Oh-ho-ho!” Viola se rió. “Eso fue… Bueno, estoy aquí porque anoche me colé en el dormitorio de Atolie”.

“……”

Qué basura, pensé.

***

Después de pasar un poco más de tiempo en la cárcel, finalmente fuimos convocados por el jefe y bajamos las escaleras.

Como el jefe era alguien que realmente tenía la capacidad de entender lo que yo decía, le conté mis circunstancias.

Asintió  con  la  cabeza.  “…Hmm”.  Ordenó  a  Atolie:

“Entonces no hay problema. Suéltala”.

Qué fácil…

Esta tribu era tan indulgente como la cuerda que se había enrollado libremente alrededor de mis manos hace un momento.

“Soldados de un país vecino se han entrometido violentamente en nuestro territorio. Puedes entender por qué sospechamos. No tengo por costumbre detener e interrogar a la gente de forma imprudente”, dijo el jefe.

Al parecer, era la única persona aquí con la cabeza bien puesta. A pesar de su aspecto.

“He escuchado la mayor parte de su conversación en la cárcel por parte de Atolie. Parece que eres una maga viajera”.

“Sí…”

Lancé una rápida mirada a Atolie, y ella giró rápidamente la cara. Supongo que estuvo escuchando todo el tiempo, eh… Debe tener mucho tiempo libre…

“Tenía que ir por los platos del almuerzo, así que me quedé mirando. Sólo escuché una parte”, explicó rápidamente Atolie.

“Permíteme ir a lo que nos importa. Como comprenderás por lo que te dijo la arqueóloga, nuestro territorio está siendo atacado por un país cercano. Si la situación continúa, existe la posibilidad real de que seamos destruidos. A ese grupo le gusta venir a atacarnos sin previo aviso. No tenemos forma de saber cuándo podrían lanzar un ataque masivo”.

No importa cuántos magos como Atolie estuvieran aquí, su enemigo era una nación moderna con un poderío militar abrumador. No serían capaces de igualarlos, ni siquiera con sus mejores esfuerzos.

Eso era algo que el jefe parecía entender perfectamente. “Así que les tengo una petición. Quiero que vayan a realizar negociaciones de reconciliación con esa gente”.

“Negociaciones de reconciliación, dices…”

El jefe asintió con la cabeza. “Para ser franco, incluso yo estoy bastante perdido en cuanto a cómo debemos resolver este problema. No puedo encontrar una solución por mucho que lo intente. El enemigo va detrás de la comida. Pero los peces también son un recurso precioso para nosotros. No hay manera de que podamos simplemente entregarlos. Sin embargo, si nos negamos, es probable que nos destruyan… No hay de otra”.

“Y quieres confiar ese problema sin esperanza a nosotras dos”.

“…Mm”.

Esto es absurdo.

Es posible que conozcamos mejor las circunstancias del otro país que la gente que vive aquí. Sin embargo, no creo que yo sea la persona adecuada para una tarea tan importante, sobre todo porque si fallamos, podría significar que todas las personas de aquí se enfrentarían a la extinción.

La carga era demasiado pesada para mí.

“Ya veo”. Viola estaba a mi lado, tan despreocupada como siempre.

Por su parte, guardaba las apariencias con una sonrisa superficial, pero estaba yo segura que en su interior sentía lo mismo que yo.

Después de todo, ella conocía la historia de la Antigua Capital, Lolia, que aún no le había contado al jefe ni a Atolie.

Estaba claro que las cosas se estaban volviendo desesperadas.

Ella no tenía nada más que añadir y, en todo caso, probablemente correría peligro si volvía descaradamente a Lolia.

No había nada más que hacer que negarse.

“¿Puedo confiar en ti?”

En respuesta a la pregunta del jefe, Viola asintió como si fuera algo natural.

“¡Déjelo en nuestras manos!”

…Ella asintió con la cabeza.

……¿Perdón?

Indiferente a mi conmoción, Viola parecía tan desapasionada como siempre. “Sin embargo, tengo una petición”.

Con una voz insinuante, suplicó al jefe una sola cosa.

***

El pequeño barco se balanceaba bajo el cielo azul.

Flotaba sobre el agua azul profundo, tan frágil que parecía que podría darse la vuelta de repente si alguien pusiera una mano en un lado y empujara con suficiente fuerza.

Grandes pilares se alzaban sobre el agua, y un gran número de pequeñas embarcaciones como ésta estaban dispersas por encima de Ciudad Hundida, entre las casas flotantes de los residentes.

“… ¿Y qué piensas hacer con los pescados que atrapes?”

A mi lado, la mujer tiró al agua el sedal que colgaba de su caña de pescar y luego me miró confundida. “¿Hmm? ¿Qué voy a hacer? Me los llevaré de regalo, por supuesto”.

“… ¿Y qué piensas hacer con ellos después de llevártelos de regalo?”

“¿Hacer que se los coman, por supuesto…?” “……”

Suponiendo que eso no era una gran mentira, la gente de la que hablaba ya había destruido este país una vez. ¿Qué sentido podría tener pagar un tributo con pescado?

¿No era esto realmente una extorsión?

“¿Le encuentras sentido a eso?”

“Bueno, algo. Déjamelo a mí, ¿bien?” La mujer me entregó una caña de pescar. Probablemente intentaba decirme que dejara de repetir las cosas y que me diera prisa en pescar.

“……”

No entendí ni el significado ni el propósito, pero no tuve de otra que aceptar que algo planeaba ella, fijé cebo en el anzuelo y lancé el sedal al agua.

El agua formó unas suaves olas y se tragó el cebo sin apenas ondular.

Al poco tiempo, los peces vinieron a morder el sedal de Viola. Cuando ella notó el tirón desde abajo, tiró con fuerza de la caña de proa y dejó caer un solo pez grande sobre la cubierta de la pequeña embarcación.

El pez era de un rojo intenso, como si estuviera quemado por el sol.

“Al parecer, este pescado equivale a un alimento básico aquí”, dijo Viola mientras echaba el pescado en una cubeta. “Dicen que estos tipos llenan las mesas de todos los hogares del país. He oído que son deliciosos independientemente de cómo se preparen, ya sea guisados o a la parrilla, secos o frescos”.

¿Has “oído”?

“¿Nunca has comido uno tú misma?” “Siempre estoy comiendo ensalada”.

Sonó una flauta muy aguda. Cuando me giré para mirar en esa dirección, Atolie estaba allí, en la pequeña embarcación, a poca distancia de nosotras, de pie, levitando una gran red en el aire usando magia, apuntando con el pulgar hacia abajo y agitándola cerca de su pecho.

“… ¿Qué es lo que está haciendo?”

¿Es una provocación? ¿Una invitación? ¿Hmm?

Mientras pensaba, ella levantó su dedo índice y comenzó a agitarlo frente a su cara. No entendí su significado.

“Es lenguaje de señas. Está diciendo que no hay muchos peces allí, así que vámonos”, contestó Viola mientras empezaba a remar el pequeño bote.

Al mismo tiempo, le guiñó un ojo a Atolie y le lanzó un beso.

“… ¿Qué significaba esa señal de mano de hace un momento?”

“Significa ‘te quiero’”.

“……”

En respuesta, Atolie escupió a un lado de su barco. Creo que esa era probablemente la señal para “¿Qué? Ew”.

Después de eso, las chicas comenzaron a mandarse señales.

Atolie se puso dos dedos en la garganta, a lo que Viola se esforzó en explicar: “Con esa está diciendo ‘¿Tienes sed? ¿Estás bien?’” y luego le devolvió las señas para “¿Puedo dormir contigo esta noche?”

No lo entiendo…

Atolie se enfadó y le hizo de señas: “Qué asco. Espero que te mueras”, y Viola bailó eufórica y sus señas fueron: “¡Oh, vamos! Eres linda cuando estás avergonzada”.

Estás sacudiendo el barco. ¿Podrías parar, por favor?

En sus momentos libres de pesca, mientras manipulaba su red con magia, Atolie respondía alegremente a todas las señales de Viola, incluso a las cosas que podría haber ignorado.

¿Habla en serio?

A partir de ahí, la batalla de lenguaje de señas continuó hasta que nuestro cubo se llenó de peces.

“¡Vamos, Atolie, te quiero! Casémonos”.

“Sé que le dices lo mismo a las otras chicas”.

“¿Cuándo celebramos la ceremonia? Comamos pastel de pescado para nuestra tarta de bodas”.

“Suena asqueroso”.

“¿Cuántos hijos quieres?”

“Ninguno”.

“¡Bueno! ¿Quieres decir que quieres tener todo mi amor para ti por el resto de nuestras vidas? ¡Sí! ¡Mi amada es egoísta!”

“No exactamente”.

“¿Dónde tendremos nuestra luna de miel? ¿En un complejo turístico? ¿En una posada? ¿O tal vez en un hotel? ¿Qué te parece un hotel?”

“Las montañas estarían bien”.

“Oh, una fiera, ¿eh?”

“Mm”.

“Por cierto, ¿puedo ir a tu habitación esta noche?” “¿Quieres que te metan en la cárcel otra vez?”

“El único lugar donde quiero entrar es en tu cama…” “Qué asco. Espero que te mueras”.

“¡No te preocupes! ¡Sólo dormiría! ¡Junto a ti! ¡Realmente no intentaré nada divertido! ¡En serio! A pesar de mi apariencia, soy una verdadera dama. ¡No soy como esas otras chicas!”

“Una dama no diría que quiere acostarse con una chica”.

“Las mujeres que no intentan acostarse con chicas lindas no son damas.”

“¿Entonces qué eres tú?”

“Tengo tan poco interés en los placeres de la carne que soy prácticamente vegana… supongo…”

“No suenas tan segura, para alguien que sólo come ensalada”.

“Pero nunca me dejas comer otra cosa, ¿no es así…?”

……

Um, ¿podrían por favor pescar sin coquetear?

Con la red llena de peces, nos dirigimos a la Antigua Capital, Lolia.

Como estaba relativamente lejos, teníamos que darnos prisa si queríamos que el pescado llegara fresco. Así que, por lógica, volábamos en nuestras escobas.

Atolie hacía volar la red con magia, mientras yo llevaba a Viola detrás de mí. Nuestras dos escobas sobrevolaban el bosque. Las hojas de los árboles debajo de nosotras, ondeaban, como si estuviéramos flotando en el agua.

“Oh… me gustaría estar con la linda Atolie…” Detrás de mí, sentada de lado en la escoba, Viola sonaba abatida.

Cuando miré a lo lejos, pude ver la figura de Atolie con la red flotando en el aire a su lado. Estaba mandando señales con la mano en nuestra dirección, como siempre.

“… ¿Qué está diciendo?” pregunté.

“Está diciendo”, respondió Viola, “¿Deberíamos haber comprado recuerdos para todos? Es la primera vez que visito una ciudad nueva”.

“……”

En un principio, Viola y yo pensábamos ir solas, pero justo antes de salir, Atolie empezó a refunfuñar: “Esperen, no pueden ir sin que yo sostenga la red. Es peligroso que vayan ustedes solas”.

Incluso cuando la regañé diciéndole que estaríamos bien porque yo sostendría la red, ella siguió y siguió. “Será demasiado pesada para ti”.

Habíamos aceptado su ayuda, ya que no había razón para negarse. Aparentemente, la chica tenía un gran interés en lo que había fuera de su ciudad.

“……”

Viola envió una especie de señal a Atolie sin una palabra.