Majo no Tabitabi (NL)

Volumen 4

Capítulo 2: Una Bruja Ficticia

Parte 2

Me había dado cuenta el primer día de mi estadía que alguien me tenía en la mira. De inmediato, tomé medidas para protegerme de quienquiera que fuera. Al día siguiente, había ido al café antes de que abriera.

“Umm, ¿disculpa? … ¿Estaría bien que ponga esta muñeca en uno de las mesas de la terraza?” Pregunté.

Era un maniquí que imitaba mi apariencia a una T. Desde el modelado de su rostro hasta la forma de su figura—incluso la textura de su piel era exactamente como la mía. Para una bruja de mi calibre, esto era pan comido.

“¿Eh? ¿Esto…? Bueno, realmente no hacemos ese tipo de cosas aquí…”

El gerente estaba un poco confundido.

“Debería haber dicho esto antes, pero mi nombre es Elaina. Elaina, la Bruja Ceniza”. Me presenté cortésmente. “Por cierto, soy bastante famosa”. Señalé el autógrafo que decoraba la pared del café.

Sospeché que la persona quien había tratado de hacerme beber café envenenado el primer día lo había colocado allí.

No tenía ni idea de para qué se suponía que debía servir, pero me iba a tomar la libertad de usarlo en su contra.

“Una persona famosa…” El gerente comenzó a reflexionar.

“Piénselo, señor gerente. Mi autógrafo está aquí en su pared, ¿verdad? Y tengo una muñeca idéntica a mí, ¿verdad?”

“Sí…”

“Y la vamos a poner en la terraza, ¿no?”

“Mmm”.

“¡Será genial para el negocio!”

“Hay que hacerlo”.

El gerente y yo nos dimos la mano con firmeza.

Luego, colocaron el maniquí y comencé a vigilar a Lady Barfsalot (el apodo temporal para ella) que me vigilaba.

Me observó durante cinco días enteros, cubriéndose de vómito mientras lo hacía. Grandioso trabajo.

Pero yo no estaba dispuesta a recompensar sus esfuerzos.

“Boba”.

Disparé varios orbes de energía mágica, acribillándola, pero no lo suficiente como para matarla.

Pensé que, si la atacaba, probablemente dejaría de buscarme.

“Bueno, con eso bastará”.

Consideré ir por mi maniquí, pero eso haría parecer que perdí ante un simple cliente de alguna manera, así que decidí dejarlo donde estaba.

De esta manera, podré vivir una vida de ocio digno, tomando café en un café, supongo.

“Oh disculpe. Un café por favor”.

Me senté frente al maniquí y levanté la mano para llamar al gerente.

Sorprendido al ver la misma cara sentada frente a él, el gerente colocó mi café y rellenó la taza del maniquí en la mesa y se fue.

Yo estaba disfrutando el aroma de mi café.

“¡E-espera…! ¡No hemos terminado aún!”

Jadeando y resoplando, la maga reapareció. Sus coletas marrones estaban hechas un desastre y los mechones se pegaban a su rostro sudoroso. Ella debe haber corrido de regreso aquí después de haber quedado noqueada.

“Hola”. La saludé con un movimiento de cabeza. No fue bien recibido.

“¿Pensaste que me rendiría así sin más? ¡Qué lástima! ¡No me rendiré hasta que te haya noqueado con todo mi poder!”

La chica tomó su varita, se preparó y lanzó un hechizo en mi dirección.

Fue solo una ráfaga de luz blanca azulada, un cúmulo de energía mágica.

“Pff—” Curvé las comisuras de mi boca ligeramente hacia arriba y levanté mi varita mientras balanceaba mi taza en mi mano. “Realmente eres una boba. Como si algo así fuese efectivo—”

Pero el hechizo que ella había lanzado me hizo pedazos la cabeza.

La cabeza de mi maniquí, claro está.

“…Esa no soy yo”.

La cubrí de nuevo con esferas de energía mágica y la envié a volar. Luego reparé el maniquí.

Incluso después de eso, siguió regresando, una y otra vez.

“¡Qué mala suerte la tuya! ¡Volveré tanto como sea necesario!”.

Bueno, le volví a disparar.

“¡Mi nombre es Yuuri! ¡Soy una maga de élite que trabaja como espía en este país!” Era un poco tarde para que se presentara y no actuaba con el más mínimo secreto a pesar de ser una autoproclamada espía. Tenía un sinfín de preguntas que hicieron que mi cabeza palpitara. Así que ahora, simplemente le lancé más magia.

“¿Oh? ¿Qué es esto? ¿Es todo lo que tienes? Si quieres acabar conmigo, ¡será mejor que me ataques con algo más fuerte!”.

Seguí su sugerencia y la ataqué con más fuerza.

“Bueno, ¿qué pasa contigo? ¿Qué pasa con las brujas? ¿Por qué compartes mesa con un maniquí? Es tan asqueroso que voy a vomitar”.

La mandé a volar.

“¡Tengo que destruirte! ¡Ahora sé amable y déjame acabar contigo, bruja malvada!”

Le disparé y ya saben el resto.

“…Vamos, solo un golpe sería genial, ¿dejas que te aseste un golpe? ¡Sólo quiero asestar un golpe! ¡¿Te parece bien?! ¡Di que sí!”

Le volví a lanzar magia… bueno, ya saben el resto.

“… ¡Vaaaamooooos! ¡Muere yaaa!” Volví a… No hace falta decirlo.

“¡Lo pondré todo en un ataque!” …Ya saben el resto.

“Aún estaba recitando mi hechizo…” …Ya lo saben.

“…………Humph. Grrrr”.

Finalmente, la chica andrajosa apareció ante mí, con su respiración entre cortada por el llanto.

“… Odio a las brujas”.

Agarraba su falda con firmeza.

“¿Quieres esto para secarte las lágrimas?”.

“No estoy llorando”. Yuuri agarró el pañuelo que le ofrecí.

“Claro que sí”.

“Que no”. Yuuri se sonó la nariz con mi pañuelo.

¿Qué está haciendo esta chica?

“… Puedes quedártelo”.

“…Gracias”.

“… ¿Sientes que llorarás de nuevo?” “…Me voy a casa”.

Y luego se alejó lentamente.

La vi marcharse, se veía triste.

***

“Estás despedida”.

Al día siguiente.

Fui a la oficina como siempre, y fue cuando el jefe me recibió con estas palabras y sólo eso.

“¿Quééé…? Es una broma, ¿no?”

Dije entre risas, sin ser capaz de creer lo que decía.

Sin embargo, los ojos del jefe me miraron sin piedad.

“Lo digo enserio”.

“………”

“Escucha. Este último trabajo no fue solo un asunto interno. También recibimos llamamientos de otros países. Pero lo echaste a perder. ¿Sabes qué significa esto? Piensa en ello con ese diminuto cerebro que tienes”.

“Lo siento”.

“Esto no se resuelve con un simple perdón. Gracias por jodernos, la reputación de mi organización quedó por el suelo. Para empeorar las cosas, causaste un gran alboroto en el café. Cargas con toda la responsabilidad”.

“… ¿Qué tanto?”

“Así”. El jefe levantó la mano y me apuntó. Su mano rugosa estaba cubierta con un guante negro y sostenía un revólver.

Me estaba apuntando a la cabeza.

“…E-estás bromeando, ¿verdad?”

“Es enserio”.

Esta fue la primera vez que alguien tuvo la intención genuina de matarme.

“¡N-no puede ser…!” Estaba frenética, manteniendo mi voz vacilante bajo control. “¡Eso no puede ser verdad! Todo lo que hice fue reprobar una tarea importante, ¿verdad? ¡¿Por qué tengo que morir?! He trabajado aquí durante mucho tiempo—puede que todavía sea inmadura, ¡pero no volveré a equivocarme! Así que vamos…”

“Vete ahora. Si te vas, no tendré que ensuciarme las manos”.

“¿No me escuchaste—?”.

“Incluso si no soy yo quien te mate, mucha gente en este país vendrá por ti. Creo que sería una buena idea que te vayas de la ciudad. Pero la noticia de tu fracaso ya se está extendiendo a nuestros vecinos. Si no te alejas antes de que alguien se entere, supongo que serás asesinada”.

“……”

“No me atrevo a ponerte una mano encima… Eras como una hija para mí. ¿Podrías ir a algún lugar que no conozca, por favor? Te voy a despedir para no tener que hacer algo peor”.

Él no quería ensuciarse sus manos, así que me dejó por mi cuenta propia. Él no tendría nada que ver con lo que sucediera después de esto, ya sea que muriera como un perro o cualquier otra cosa. Entendí la implicación.

“¿No me protegerás?” Me atraganté, pero eso fue todo lo que pude decir.

“Por supuesto que no. Esto es lo que significa ser un espía. Nos deshacemos de ti cuando ya no eres útil, incluso si eres una aliada, incluso si tienes talento. No eres una excepción”.

“……”

Sin decir nada, me quedé inmóvil.

“Cuídate y trata de no ser asesinada antes que abandones el país”.

Esas fueron las últimas palabras que mi jefe me dijo.