Majo no Tabitabi (NL)

Volumen 4

Capítulo 10: El Regreso al Hogar Olvidado de Amnesia

Parte 1

Una nube tenue que flotaba en el aire parecía arrastrarse en el suelo. El camino estaba rodeado por una pradera cubierta de flores silvestres, y una brisa fresca les soplaba, haciendo que las flores se balancearan a nuestro paso. A lo lejos, pudimos ver un pequeño río fluyendo al mismo ritmo que nuestro tranquilo caminar. La escena estaba impregnada por el quebradizo chapoteo del agua.

“… ¡Se siente tan bien!”

Sentí una cabeza cayendo sobre mi hombro. Amnesia estaba apoyada contra mí, cerrando los ojos cómodamente.

“No te vayas a dormir, ¿entendiste?” Dije, regresando la mirada hacia adelante. “Creo que llegaremos pronto”.

Más adelante, en el camino, había una ciudad rodeada por una muralla. La Ciudad de la Fe. De alguna manera, entendí que esto era cierto.

ADELANTE SE ENCUENTRA ESTO, LA CIUDAD DE LA FE.

……

Con esto quiero decir que estaba escrito allí. En una señal.

“Em, tu cabello me está molestando…” murmuró Amnesia en mi oído. Mi cabello cenizo y sus mechones blancos se habían entrelazado, y algunos de mis mechones rozaban la punta de su nariz. Con los ojos aún cerrados, frunció el ceño ante la sensación de picazón y finalmente estornudó. “¡Ah… achú!”

“Espero que no te vayas a resfriar”.

“No lo creo…” dijo, dejando escapar un suspiro mientras hablaba. “¿En cuánto tiempo crees que llegaremos?”

“Creo que no tardemos más de una hora”.

“Eh…”

“… ¿Estás nerviosa?”

Llegaríamos a su tierra natal pronto, después de todo.

“Hmmm… no lo sé. No creo que nos equivoquemos— la Ciudad de la Fe es mi hogar—pero en realidad no… siento que lo hayamos logrado, sabes. Me sorprende que sienta que no me importa”. Y luego dijo, “Pero me siento diferente hacia ti, Elaina”.

“¿…? ¿Hacia mí?”

Apoyó la cabeza sobre mi hombro. “Te acabo de conocer esta mañana, pero… pero, ¿cómo te digo esto? ¿Es extraño? Siento que quiero que este momento continúe para siempre”.

“……”

“Incluso yo no entiendo mis propios sentimientos. Pero una parte de mí espera que nunca lleguemos a la ciudad…”

“Ya es suficiente”, la interrumpí. “Cuando recuperes la memoria, te sentirás terriblemente avergonzada”.

“……”  Después  de  permanecer  en  silencio  por  un

momento, se rio entre dientes. “Posiblemente tengas razón”.

“…Sí”.

—No es como si no estuviera ahogando mis sentimientos por el final de nuestro viaje, sabes.

Mi escoba flotaba aquí sobre el camino mientras la brisa pasaba a nuestro lado. No era simplemente para mecer a Amnesia y que se durmiera, ni tampoco para tentarla con lo que le esperaba.

Las dos probablemente estábamos albergando las mismas emociones.

Aun así, la escoba tenía que avanzar.

Tuvimos que continuar hacia la Ciudad de la Fe por el mismo camino.

***

La Ciudad de la Fe era una gran ciudad rodeada por una enorme muralla exterior. Sin embargo, la entrada era bastante pequeña, algo insignificante que parecía que podía permitir el paso de un solo carruaje en el mejor de los casos. Pensé que se veía en mal estado. Era tan pequeña que ni siquiera había podido verla desde lejos, e incluso ahora, me costaba creer lo que veían mis ojos.

Nos paramos frente a esa entrada.

“¡Hola!”

Amnesia llamó a la puerta—¡toc, toc!

Pasaron unos momentos antes de que las puertas de madera se abrieran de manera insegura.

“……”

La persona que salió era obviamente un mago. Llevaba una capucha muy baja sobre la cabeza, pero no dijo nada. Estaba ahí, inmóvil.

“…Emm, mi nombre es Amnesia. Soy de este país y…” Ella miró a la persona con nerviosismo.

“……”

Ahora que lo pienso, realmente no teníamos ningún tipo de prueba de que Amnesia viniera de esta ciudad. Ni siquiera recordaba su propia vida. Era posible que todo esto fuera un simple malentendido y que ella realmente no tuviera ningún tipo de conexión con este lugar.

El temor descendió sobre nosotras junto con un silencio.

“¿Quién es la bruja que está contigo?” El mago que estaba frente a nosotros me estaba mirando. “¿Eres la compañera de viaje de Amnesia?”

Oh, parece que el mago tiene boca.

Después de una pausa momentánea, asentí. “Sí”.

“¿En serio?”

“Sí”.

“…Bueno, entonces puedes entrar. Permítame darle la bienvenida a nuestra ciudad”.

El mago se apartó de la puerta, aunque parecía que el movimiento estaba dirigido a mí y solo a mí. Ni siquiera hubo un reconocimiento de Amnesia.

Algo era muy extraño en todo esto.

“…Em”.

“Señora bruja. Nos gustaría agradecerle. Si tuviera la amabilidad de ir directamente al palacio”.

“¿Agradecerme por qué, exactamente…? ¿Es—?”

Estaba desconcertada e intercambié una mirada con Amnesia, cuyos ojos estaban muy abiertos. Claramente estaba tan confundida como yo.

“Nos gustaría agradecerle por traernos a esta criminal”, dijo el mago antes de apuntar con una varita a Amnesia.

Era un hechizo vinculante. Hilos de luz de color blanco azulado se extendían desde la varita como serpientes, rodeando a Amnesia.

“¡Eh…! Oye que—¡¿Qué estás haciendo?! Espera—”

Haciendo caso omiso de las desconcertadas protestas de Amnesia, el mago apretó las correas azul-blancas, atándola por completo.

El mago tiró de la varita, obligándola a arrodillarse. Amnesia miró hacia arriba con ojos asustados mientras su captor la fulminaba con la mirada.

“Amnesia fugitiva, quedas bajo arresto”.

***

Fuimos al palacio, pero aparentemente no había ningún monarca instalado aquí. No había monarquía en este país en absoluto.

Una vez que llegué, me llevaron a una habitación individual en las habitaciones más profundas del edificio. Estaba llena de mesas en forma de abanico y un podio y nada más. En ella había muchos adultos vestidos con túnicas, tantos que no podía contarlos a todos.

De una forma u otra, entendí que este era un lugar donde se llevaban a cabo serias deliberaciones.

Una persona me miró con indiferencia desde el podio. “Bienvenida a la Ciudad de la Fe. ¿Su nombre es?”

“Soy Elaina, la Bruja Ceniza. Soy una bruja”, respondí con indiferencia también, mirándolos.

Surgieron murmullos de admiración.

“Eres tan joven”, comentó la persona que estaba en lo alto del podio, sin parecer muy interesada. “¿Cuándo te convertiste en bruja?”

Por lo que pude ver, esta mujer distante era la única bruja en el lugar.

“Hace tres o cuatro años”, respondí. “… ¿Cuántos años tienes ahora?” “Tengo dieciocho”. “…Qué joven”.

Luciendo cada vez menos interesada, entrecerró los ojos. Incluso si no era tan joven como yo, todavía parecía bastante joven, aunque ella podría haber pasado por la flor de su juventud.

Aunque llevaba un vestido rojo, bastante poco característico de un mago, sobre su pecho había un broche en forma de estrella como el mío.

En esta ciudad, parecía que vestirse con una túnica y un sombrero puntiagudo no estaba de moda. No había ni una sola persona en la asamblea con un sombrero similar al mío.

Supongo que no hay necesidad de intentar vestirse como un mago cuando cada persona en la ciudad es una.

“Te estamos agradecidos por traer a ese monstruo”, agregó la bruja.

“……”

“¿Sientes curiosidad por saber por qué la tratan como una criminal?”

“¿Se me nota?”

Ella asintió. “Todos los compañeros de viaje del monstruo se han preocupado de manera similar. Tal como lo estás ahora”.

“……”

“Pero después de escuchar la situación, todos la desprecian. Vienen a odiarla desde el fondo de sus corazones. Cuando salen de este país, se alegran de haber olvidado todo sobre el lugar, en especial a ella. Solo imagina tener que llevar contigo los horribles recuerdos de un viaje con una terrible criminal por el resto de tu vida. ¿No te atormentaría eso?”

“……” No ofrecí ni afirmación ni negación. “¿Qué rayos

hizo ella?”

Solo quería confirmar la verdad.

Debió estar esperando esa pregunta, porque la bruja apretó los labios y sonrió levemente.

“Sobre eso… creo que es mejor que hagas tu propia investigación. Te resultará más fácil procesar todo de esa manera, en lugar de intentar escucharnos explicarlo aquí. Verás por ti misma las malas acciones perpetradas por esa mujer”.

“¿Dices que no puedes molestarte en explicármelo?”

“No tienes por qué hablarme así… Ese no es el caso. Si tuviéramos que contarlo, dudarías de nosotros. Te preguntarías si no la habríamos acusado falsamente de sus crímenes y si la estábamos incriminando, ¿no? Te ves como el tipo de persona que haría eso”, dijo la bruja.

“… ¿Cómo puedes estar tan segura?”

“Solo lo sé”. La bruja asintió. “Al menos, conozco a todos los compañeros de viaje de la criminal que han llegado hasta aquí. Por eso es mejor que investigues por tu cuenta en lugar de escucharlo de nosotros”.

Ah, ya.

“Entonces—¿estás diciendo que una vez que sepa sobre su crimen, la despreciaré desde el fondo de mi corazón? ¿Que la detestaré, como a sus anteriores compañeros?”

“Sí. Supongo que lo harás. Sobre todo, porque su crimen es tan grave que jamás podrá ser perdonado. Apuesto a que estás pensando que no puede ser verdad”. La bruja se encogió de hombros con resignación.

Luego dijo; “Bueno, te estamos profundamente agradecidos por traer a esa mujer de regreso aquí. Para que no lo olvides: eres como un héroe para nuestra ciudad por traer de vuelta a ese monstruo. Y así, como muestra de nuestra gratitud, permítenos prepararte una habitación y una comida gourmet”.

Asentí levemente. “Gracias por eso”. No es que estuviera feliz.

Después de todo—olvidaría todo inmediatamente en el instante en que me fuera. Nada se quedaría conmigo.

si llegara a despreciar o aborrecer algo—o alguien— bueno, eso sería olvidado de todos modos.

La ciudad rodeada por la muralla era espaciosa, pero difícilmente sabrían que todos los residentes eran magos con solo mirarla.

Los edificios ubicados cerca del camino eran altos y estaban pintados de blanco puro. Cuando pregunté, supe que los edificios eran iluminados de amarillo por la noche para darle a la ciudad un aire de misticismo… o algo así. El hombre mayor en el puesto del camino donde acababa de comprar pan estaba bastante entusiasmado cuando se trataba de compartir detalles sobre su ciudad.

También dijo otra cosa sin mucha importancia, algo como esto—

“Tú eres la que trajo a ese monstruo llamado Amnesia. ¡Oh, gracias! ¡Te daré pan gratis! ¡Es lo único que puedo hacer por hacer tu parte en su ejecución!”

Sin aceptar mi dinero, puso en mis manos el pan que iba a comprar. Me pregunté cuándo se había enterado exactamente que fui yo quien trajo a Amnesia.

“……”

Desanimada por su gratitud, perdí el apetito.

Después de caminar por un rato, sentí la mirada de alguien, como si alguien me estuviera observando o fuera el objetivo de algo. Cuando me volví para mirar, una ciudad en tumulto se extendía ante mí. La gente venía directamente a agradecerme, o mantenía la distancia y les contaba a sus vecinos, “Esa persona es la bruja que trajo a Amnesia”, o simplemente me miraba con envidia. Parecía que todas las miradas estaban puestas en mí.

“……”

No pude evitar sentir que era algo llamativo, y no en el buen sentido.

Pasé un rato por la ciudad antes de ver una tienda de cristales. Todo tipo de rocas, grandes y pequeñas, estaban alineadas en la ventana que daba a la calle.

“Hola a todos. Hoy tengo buenas noticias”.

Sorprendentemente, todos los cristales mostraban la misma escena. La bruja que me había saludado antes en el palacio estaba al otro lado de la pantalla, gesticulando grandiosamente y con una expresión de alegría mientras pronunciaba algún tipo de discurso.

“Me imagino que todos sabrán ya que la gran criminal finalmente ha regresado a esta ciudad”.

“Em, ¿qué es esto?”

Los residentes que me observaban desde la distancia se movieron casi demasiado rápido, formando un círculo a mi alrededor.

“Oh, señorita bruja, ¿tiene curiosidad acerca de estas piedras?”

“A estos los llamamos cristales espejo. Eso significa que pueden mostrar imágenes y sonidos distantes, ¡como un espejo!”

“Increíble, ¿eh? Esta tecnología mágica es nuestro mayor orgullo y júbilo”.

“¡Otros lugares no pueden realizar una cosa como esta!”

“Eh-eh… ¿enserio…?” Pregunté.

“Los ciudadanos transfieren energía mágica al país todos los meses para que las cosas sigan funcionando”.

“Bueno, es como si pagáramos nuestros impuestos con energía mágica”.

“¡Hacemos eso y, a cambio, obtenemos una tecnología increíble!”

“¿No es asombroso?”

“Me pregunto si los países de otros lugares tienen cosas como esta”.

“Obviamente no, tonta”.

“Uh, ya basta” dije.

“Por cierto, la bruja que habla al otro lado de los cristales espejo es la Bruja de la Rosa, Elimia”.

“Ella es nuestra única bruja”.

“¡Sus poderes son totalmente increíbles!”

“¡La creación de los cristales espejo también son uno de sus grandes logros!”

“Nadie sabe su edad. Lleva mucho tiempo trabajando al servicio de la ciudad. Como sea, es una bruja increíble y—”

“Dije que ya basta. Son tan persistentes”.

A pesar de decirles que se detuvieran, la gente de la ciudad continuó parloteando.

¿Qué les pasa? ¿Morirán si dejan de hablar? Estúpidos parlanchines.

Estuve tentada de ponerlos en su lugar, pero la gente habladora me estaba diciendo muchas cosas que quería saber.

“Sobre la mujer que trajiste—Amnesia”.

“Ella mató a las brujas de esta ciudad. Todas excepto a Lady Elimia”.

“Además de eso, ella fue la causa de una crisis en otro país, trayendo consigo su veneno”.

“¡Ella merece ser ejecutada! ¡Necesitamos justicia!”

“A propósito, sobre la maravillosa Lady Elimia. Ella fue quién capturó a la fugitiva y—”

Y continuaron con su parloteo.

Había escuchado muchas cosas que eran difíciles de creer, directamente de los ciudadanos—pero a pesar de todo, simplemente no podía imaginarme a la Amnesia que conocía haciendo eso.

“Hemos determinado la fecha y hora de la ejecución de Amnesia”, anunció Elimia, la Bruja de la Rosa, desde los cristales de espejo de la tienda. “Mañana por la mañana, esa mujer será decapitada en la plaza frente al palacio. Se espera que todos los ciudadanos asistan, así que asegúrese de hacer acto de presencia”.

La multitud a mi alrededor rompió en aplausos.

Como si supiera que yo estaba aquí, Elimia agregó una última palabra desde el otro lado. “Por supuesto, también se alienta a que asista cualquier extranjero”. Luego, las proyecciones se quedaron en blanco y los cristales se convirtieron en espejos ordinarios.

Abandonada solo con mi reflejo, me quedé con una expresión aturdida.

***

¿Cuál era el mejor lugar para ir a investigar algo?

En efecto, la biblioteca.

“…Pues andando”.

Una vez que Elimia terminó de hablar a través de los cristales espejo, le pregunté a la gente sobre la ubicación de la biblioteca y me dirigí allá de inmediato.

Esta institución parecía estar bien construida. Era cavernosa, con una gran escalera de caracol que daba vueltas y vueltas a medida que se extendía hacia lo alto, y filas de estanterías que parecían no tener fin.

Sin embargo, no estaba aquí para visitar esas pilas de libros ordenadas.

“Por favor enséñeme los archivos de los periódicos.

Necesito ver todos y cada uno de ellos”.

Me encontraba aquí para hacer una investigación. No era necesaria ninguna explicación adicional.

Hice mi solicitud al bibliotecario, quien rápidamente me entregó los periódicos antiguos, que se remontan aproximadamente a un año.

“Gracias”, dije y le ofrecí una reverencia superficial, luego me senté en una silla cercana.

“……”

Estudié detenidamente cada página, buscando cualquier cosa relacionada con mi investigación— buscando cualquier indicio que pareciera estar conectada en lo más mínimo a lo que sea que se haya llevado la memoria de Amnesia.

Todo había comenzado hace poco más de un año.

Una a una, cuatro de las cinco brujas de la ciudad habían desaparecido. La única que quedaba era, la Bruja de la Rosa, Elimia, había proclamado que esto era “¡traición a la Ciudad de la Fe!” y buscó desesperadamente al responsable. La Orden de los Santos Sacros, que protegía la seguridad pública, unió fuerzas con Elimia y juntos buscaron al criminal que había matado a las apreciadas brujas.

Sin embargo, no encontraron pistas, y mucho menos arrestaron a sospechosos.

¿Por qué habían desaparecido? ¿Por qué no se encontraron sus restos? Cada descubrimiento solo generó más preguntas a medida que continuaba la investigación, y todo parecía conducir de regreso al palacio.

Parecía que caería el telón, dejando el caso sin resolver. Tal como estaban las cosas, parecía que los espíritus de las cuatro brujas asesinadas nunca conocerían la paz. Tanto la bruja Elimia como los Caballeros Sacros se estaban impacientando.

Fue entonces cuando sucedió: la bruja Elimia atrapó al culpable.

La criminal que mató a las cuatro brujas era un miembro de los Caballeros Sacros, una chica llamada Amnesia.

Ella era una tonta que apenas podía usar magia, a pesar de pertenecer a la Orden de los Caballeros Sacros. Ella era una vagabunda. Ni siquiera podía volar en una escoba. La chica tenía un complejo de inferioridad que la llevó a cometer actos de brutalidad, asesinando brujas y robando su energía mágica—supuestamente.

Elimia había dejado este comunicado en el diario:

“En esta ciudad, tenemos un sistema mediante el cual pagamos energía mágica en lugar de impuestos para que los use el gobierno, ¿verdad? Yo fui quien formuló ese sistema, pero un día, como parte de mi investigación, estaba trabajando junto a Amnesia cuando la vi usando demasiada magia. Me dijo que había estado practicando, pero como todos sabrán, es difícil mejorar la capacidad mágica con solo uno o dos días de entrenamiento. Cuando la miré, me di cuenta de que había creado un sistema que imitaba al mío. De alguna manera parecía que había robado la energía mágica de las brujas y las había asesinado”.

Se podría decir que Amnesia siempre había tenido dificultades en sus relaciones.

Sin un fuerte manejo de la magia, sus propios padres la habían rechazado. No había alcanzado la mayoría de edad, sino que la echaron de la casa. No tenía muchas personas a las que pudiera llamar amigos y siempre estaba sola.

No podía usar magia, pero su habilidad con la espada le valió cierto reconocimiento y fue admitida en la Orden de los Caballeros Sacros. Sin embargo, incluso entre la Orden, se le consideraba poco más que una molestia. Para empeorar las cosas, fue rápidamente superada por su hermana menor, que entró en la Orden después de ella y fue asignada a trabajar como subordinada de su hermana.

Debe haber desarrollado un complejo de inferioridad.

Elimia, la Bruja de la Rosa, había descubierto los restos de las cuatro brujas. Sus cadáveres habían sido cortados en pedazos y la forma de las heridas coincidía con la espada de Amnesia.

Ese no era su único crimen.

Cuando Amnesia había desarrollado su versión del sistema que Elimia había creado para absorber energía mágica, un subproducto tóxico se había vertido en el

sistema de alcantarillado subterráneo. Esa contaminación pasó a devastar el medio ambiente en una tierra vecina, y Amnesia fue considerada responsable.

Los asesinatos de cuatro brujas. Y la propagación de la contaminación mágica.

Los crímenes de Amnesia eran graves.

El Alto Consejo de Esto se tomó el asunto muy en serio y Amnesia fue condenada a un “regreso al hogar olvidado”.

Era una sentencia dictada solo para los peores criminales.

Mi investigación reveló la naturaleza del castigo—el convicto era condenado a perder la memoria todos los días y luego ser desterrado de la ciudad. Pero ese no era el final.

¿Qué haría el individuo exiliado, expulsado al mundo exterior, incapaz de recordar su propio nombre? La gente de aquí lo sabía perfectamente bien.

Primero, el convicto buscaría pistas sobre su identidad. Dependiendo de la ropa que llevaran puesta y de cualquier otra cosa que tuvieran en su persona, tratarían de saber de dónde venían y hacia dónde deberían dirigirse.

Luego, buscando su ciudad natal, el convicto comenzaría a caminar.

Puede que tarde un mes. Podría llevar dos meses. Quizás incluso tomaría un año. Pero estaban seguros de que volverían. Volvería de nuevo mientras se encontrara y se separara repetidamente de otras personas y de su propio ser, todos los días.

La maldición se levantaría una vez que el convicto regrese a la ciudad, justo a tiempo para su ejecución. Recuperaría sus recuerdos en el camino hacia el lugar de decapitación.

¿Qué tipo de recuerdos tendría el convicto del tiempo que pasó afuera? Probablemente habría muchos que trataron al amnésico con amabilidad. No había muchos disturbios al orden público en esta región, por lo que los ciudadanos les dieron una calurosa bienvenida a sus hogares. Debe haber habido gente preocupada por el criminal que viajaba sin recuerdos.

Incluso si la razón de su pérdida de memoria no estaba clara, caminaría por el mundo exterior con añoro en el corazón. Al final, esos felices recuerdos solo se les darían a conocer en la ruta hacia el lugar de decapitación.

Allí, el convicto moriría, inundado de pesar y desesperación.

Tal era la sentencia de un regreso al hogar olvidado.

Esa es la sentencia que se llevaría a cabo sobre Amnesia a la mañana siguiente.

“……”

Luego de terminar de leer, sentí una mirada sobre mí una vez más.

Eché un vistazo a escondidas entre los periódicos y las pilas de materiales complementarios sobre las políticas de ejecución de la Ciudad de la Fe. Esta vez, no había nadie allí, a diferencia de la ciudad.

No hay ninguna razón por la que deba sentir la mirada de alguien, pero…

“… ¿Mmm?”

Un momento, hay una especie de caja.

Había una caja colocada entre las estanterías, exactamente del tamaño adecuado para que una sola persona pudiera estar dentro.

“… ¿Qué es eso?”

Era demasiado sospechoso.

Ahora que lo pienso, no recordaba que hubiera algo así en la ciudad. Incluso si hubiera estado allí en medio del camino, no era más que una simple caja, y no habría sospechado de ella, pero esto era una biblioteca, ¿saben? ¿Qué hace aquí? ¿Sirve de taburete?

“……” Me levanté y me agaché frente a la caja y miré.

“…… ¡Gh!” La caja traqueteó y tembló.

Este no es un taburete.

“Um, ¿qué estás haciendo?”

“……”

“Estoy hablando contigo. ¿Puedes escucharme?” Toc, toc. Golpeé en la parte superior de la caja.

“……” Solo hubo silencio. “Oh, no me hagas caso”.

Oh, así que pueda hablar.

“¿Qué estás haciendo?”

“No me hagas caso. Este es, eh… ¿mi pasatiempo?”

Entonces, ¿por qué sonaste dudosa al final?

“¿Qué tipo de pasatiempo requiere que estés en una caja?”

“¿Ese sería… em… mi pasatiempo de seguir a las brujas, y así sucesivamente, supongo…?”

“¿Perdón?” ¿Quieres decir que eres una acosadora?

Me sorprendió y la chica de la caja continuó. “Eres Elaina, la Bruja Ceniza. Eres la persona responsable de traer a esa criminal aquí”.

“…Estás muy informada”. Imaginé que se había enterado de mí en los cristales espejo.

“Sólo lo sé porque te he estado siguiendo desde que llegaste a esta ciudad”.

“¿Eres una acosadora?”

“¡No!” La persona de la caja sonaba malhumorada.

“Estaba tratando de decidir si podía confiar en ti”.

“Uh-huh”. Yo ya había decidido que esta persona en la caja no era el tipo de persona en la que podía confiar. “¿Y? ¿Qué piensas? ¿Es mi humilde persona digna de tu confianza? No es que me importe”.

Le dije que tenía cosas que hacer y le pedí que no me molestara más. Me levanté de nuevo.

“¡Espera por favor!”

La persona también se puso de pie. Parecía que había un par de piernas con una falda que sobresalía del fondo de la caja. Una vista muy peculiar.

“¿No te parece que los cargos contra Amnesia son un poco sospechosos? ¿No es por eso que los estás investigando?”

A pesar de que el rostro de la chica estaba escondido detrás de una caja, su voz era lo suficientemente desesperada como para que pudiera decir fácilmente cuán sombrío debía estar ese rostro.

“……” Estaba a punto de regresar a mi asiento, pero

me detuve y le respondí. “¿Por qué?” “¿Te gustaría… colaborar conmigo?”

“…Em, antes de que lleguemos a eso, ¿quién eres?” Era una pregunta simple y clara.

¿Cómo esperas que confíe en alguien antes de verle la cara? ¿Especialmente si este alguien acaba de admitir que me acosa?

“¡Oh, l-lo siento! ¡Debería haberlo dicho antes!” Tartamudeó la chica, y arrojó la caja, dejando al descubierto el pelo largo, suave y blanco, con una cinta envuelta en él.

A juzgar por su rostro joven, supuse que era uno o dos años más joven que yo.

Mirando de cerca, estaba vestida con una túnica blanca y vestida de la misma manera que Amnesia.

Algo en su rostro también me recordaba a Amnesia. Habrían sido idénticas si ella se hubiera cortado el cabello y que la cinta en su cabello fuese una diadema.

“Eres—”

Ella asintió.

“Mi nombre es Avilia”.

Al caer la caja con un ruido vacío, agregó, “Soy la hermana menor de Amnesia”.