Bofuri Itai No Wa Iya Nanode Bogyo-Ryoku Ni Kyokufuri Shitai To Omoimasu (NL)

Volumen 3

Prologo: Build Defensiva Y Una Serie De Errores

Kaede había comenzado a jugar NewWorld Online sólo porque Risa se lo había pedido. Pero su extrema build defensiva había vuelto a su personaje, Maple, tan fuerte que había quedado tercera en el primer evento y se había ganado bastante fama en el juego.

El día anterior, el segundo evento del juego había tenido lugar. Ella había participado, jugando junto al personaje de Risa, Sally. La defensa de Maple las había carreado de nuevo— Habían alcanzado su meta de diez medallas de plata cada una, y ella las había intercambiado por dos nuevas y poderosas skills.

A la mañana siguiente… Kaede se sentó sobre su cama. “No dormí mucho…”.

De acuerdo a su reloj interno, sentía como si una semana completa hubiera pasado desde la última vez que durmió en su cama. Fue más difícil de lo esperado poder dormir como siempre.

Frotando sus ojos, salió rodando de su cama, se alistó, y se dirigió a la escuela.

“Me voy a quemar…”.

Se movió tan rápido como podía permitirse sin empezar a sudar.

Cuando llegó a clase, vio que Risa ya se encontraba ahí.

Las dos siempre llegaban temprano, así que tenían el salón para ellas solas.

“Buenas, Kaede”.

“¡Buenos días, Risa!”.

Kaede puso sus cosas sobre su escritorio y se acercó a donde Risa se sentaba.

“¡Siento como si hubieran pasado años desde la última vez que vinimos a la escuela!”.

“¿Verdad que sí? Digo, es cierto también que pasamos varios días en el juego… y eso me recuerda, Kaede. Ten cuidado hoy”.

“¿Eh? ¿Por qué?”.

Kaede no podía pensar en nada particularmente preocupante.

“En el juego, siempre tenemos que estar alertas por monstruos o jugadores hostiles. Existe el riesgo de que traigas ese hábito al mundo real”.

Risa explicó lo fácil que podía ser que las rutinas de Maple y Sally salieran a flote en sus vidas regulares.

“Sabes que ya llevo tiempo jugando. Nada como eso ha pasado hasta ahora”.

“Sí, lo digo por si acaso. Esta es la primera vez que juegas una semana entera, ¿verdad?”.

“Cierto… ¡Muy bien! Tendré cuidado”.

Mientras hablaban, más estudiantes comenzaron a llegar.

Cinco minutos antes de que la clase comenzara, el par acabó su conversación, y Kaede regresó a su escritorio.

Después de la escuela…

Kaede se tambaleó hasta su habitación y de inmediato enterró su cara en su almohada, gritando.

“¡El día de hoy no existió!”.

Sin embargo, sus recuerdos contaban una historia diferente.

Primera campana…

“Zzz… zzz…”.

Por sus noches de poco sueño, Kaede estaba quedándose dormida en clase. Algo que jamás había pasado antes.

Su asiento estaba cerca de las ventanas y a menudo era bañada por la luz del sol. Esto fue fatal.

Además, las personas que no se quedan dormidas en clase con regularidad son las más propensas a despertar de golpe.

(Por cierto, todos sabían desde hacía mucho que Risa era alguien que podía tomar siestas en donde fuera).

Según instrucciones del profesor, la chica sentada a un lado de Kaede le dio un toquecito.

“Mm… ¿mm? Bostezo… ¿Ya es mi turno de vigilar…? ¿Eh?”.

Estirándose mientras hablaba, escuchó su voz hacer eco en el salón.

Y todos voltearon a verla fijamente.

Para cuando Kaede notó dónde estaba, era demasiado tarde.

“Te lo advertí”, susurró Risa.

“Intenta poner atención”, dijo el profesor.

“S-Sí. Lo siento”.

Ese fue apenas el primer incidente de muchos.

El siguiente ocurrió durante el descanso luego del tercer periodo, en su camino de regreso del baño.

Los pasillos estaban llenos con estudiantes viajando a sus próximas clases.

Y una chica caminando detrás de Kaede chocó por casualidad contra alguien que también pasaba por ahí. Esa chica soltó su libro de texto y su estuche.

Ambos golpearon el suelo con un fuerte ruido.

“…… ¡!”.

Kaede se giró de inmediato, su mano izquierda levantada y su derecha en su cintura, en la misma posición que había practicado tanto por instrucción de Risa.

Si hubiera estado en el juego, esta habría sido la respuesta ideal.

Pero en la escuela, no tenía escudo o espada corta.

“¿Eh? ¿Qué…?”.

La chica detrás de ella quedó desconcertada por su extraña pose.

Kaede lentamente bajó sus brazos, sonriendo con incomodidad, y se alejó rápidamente.

Para este punto, sus nervios estaban haciendo cortocircuito.

Dos errores frente a tantas personas le causarían eso a cualquiera.

No queriendo volver a cometer errores, Kaede trató de mantener cada uno de sus movimientos en mente.

Pero la tercera es la vencida.

Cuanto más trates de no cometer errores, más probable se vuelve que ocurran.

Después del almuerzo, la clase estaba jugando quemados en el gimnasio.

Kaede y Risa estaban en el mismo equipo.

Ese hecho por sí solo les aseguraba la victoria.

Sin importar cuánto lo intentaran, nadie podía atinarle a Risa.

Aunque sus oponentes apuntaran todos a ella, no lograrían nada.

Fuera de los VRMMO, no había razones convincentes para evasiones riesgosas de último segundo, así que era fácil para Risa esquivarlo todo.

“Incluso en este mundo, ella es increíble…”, murmuró Kaede.

Por supuesto, si no hubiera estado tan embelesada viendo a Risa, podría haber evitado su tercer horrible error.

“… ¡Kaede!”.

El equipo enemigo inesperadamente había decidido apuntarle a alguien aparte de Risa, esperando poder sacar al menos a unas cuantas personas.

La pelota iba hacia Kaede…

Ella estaba demasiado concentrada en Risa como para reaccionar a tiempo.

Cuando Risa gritó, Kaede volteó hacia la pelota—y la vio viniendo hacia ella.

En cualquier otro día, se habría agachado o saltado a un lado.

Pero durante una semana, había evadido proyectiles de forma muy diferente.

“Movimiento de prote— ¡Eaugh!”.

Ella se dio cuenta a medio grito y puso sus manos sobre su boca… significando que no pudo esquivar o atrapar la pelota.

Y los golpes en la cara contaban de todos modos.

“¡¿Kaede?! ¡¿Estás bien?!”.

“Estoy bien…”.

Desde la perspectiva de Kaede, siempre y cuando nadie hubiera puesto atención a lo que había estado a punto de gritar, estaría bien.

Lo único bueno era que Risa era la única de la clase que jugaba NewWorld Online, así que, aparentemente, nadie reconoció la frase.

“Voy a descansar un poco por allá…”.

“Buena idea”.

Kaede se dejó caer contra la pared, su cabeza en sus rodillas.

Ese fue el último lapso en su juicio.

“…Quizás debería descansar un poco del juego”.

Sólo para estar segura, decidió no iniciar sesión durante tres días enteros.

Tal vez por su prohibición, o quizás por pura fuerza de voluntad, llegado el tercer día, Kaede finalmente dejó de tener accidentes.