Kuma Kuma Kuma Bear (NL)

COMÍ PAN RECIÉN HECHO ESTA MAÑANA. Realmente estaba delicioso.

“Tu horno de piedra es bastante bueno, Yuna.”

Estaba feliz de que dijera eso. Mientras me tomaba mi tiempo para desayunar, Ranzel llegó a la casa de los osos.

“¿Por qué estás aquí tan temprano esta mañana?”

“Tenía un informe sobre Jowlz, a quien atrapamos el otro día”.

“Bien, esa manteca”.

Según Ranzel, Jowlz trató de engatusar y amenazar a la gente usando los nombres de los reyes de otros países. También estuvo involucrado en violencia, estafas y muchas otras cosas. La panadería de Morin también había formado parte de ese informe. Morin escuchó. Así fue básicamente la charla:

La deuda sería borrada. La panadería pasaría a ser oficialmente de Morin.

“¿Es eso realmente cierto?”

“Sí, la propiedad de Jowlz ha sido confiscada y recibirá la pena de muerte según los resultados de la investigación”.

“La pena de muerte…”

“Usar el nombre del rey para cometer un crimen es un crimen bastante grave. Además, Su Majestad en persona lo vio pasar. No podemos hacer la vista gorda”.

Bueno, supongo que no. Su amenaza era que era cercano al rey. No habría sido extraño que la gente pensara que el rey estaba involucrado con criminales por eso. Ranzel llevó la escritura de la tienda de Morin. Lloró lágrimas de felicidad al aceptarlo. Ranzel inclinó la cabeza y se fue. Un silencio se apoderó de los que quedamos allí.

“¿No es genial? La tienda que creó su esposo está a salvo”.

“Yuna…”

“Sin embargo, realmente quería que vinieras a Crimonia”.

Morin estaba fuera de sí y no sabía qué hacer.

“No te preocupes por eso. Tu esposo probablemente hubiera querido que protegieras la tienda”.

“Lo siento mucho. Has hecho mucho por nosotras”.

“Aquí es cuando se supone que debes ser feliz”.

“Yuna, gracias.”

Después de eso, Morin y Karin regresaron a su tienda. Fue una lástima, pero ¿qué se suponía que debía hacer? Las cosas habían ido en una buena dirección, así que tuve que acompañar a Morin y Karin hacia ese horizonte. Todo lo que tenía que hacer era ir a comprar pan.

Mientras preparaba la cena con Fina, pasaron Morin y Karin.

“¿Qué pasa?”

“¿Puedo hablar contigo un rato?” dijo Morin.

Me pregunté de qué quería hablar. Llevé a las dos a una habitación.

Morin y Karin estaban sentadas mirándome. Morin respiró hondo, sacó un papel de su bolsillo y me lo ofreció.

“Yuna, nos gustaría que tuvieras esto”.

Era la escritura de la tienda.

“…?”

No tenía idea de por qué me daban eso.

“Por favor, déjanos trabajar en tu tienda”.

“¿Por qué? No necesitan venir a Crimonia. Puedes mantener tu tienda abierta en la capital”.

“Hablé con mi hija hoy mientras estábamos limpiando la tienda. Nos salvaste Yuna, y confiaste en nosotras y nos enseñaste cómo hacer el pudín que el propio rey vino a pedirte. No podemos retractarnos de nuestro acuerdo solo porque recuperamos nuestra tienda”.

“No tienes que preocuparte por eso”.

Morin negó con la cabeza.

“Por favor, tómalo.”

Morin una vez más forzó la escritura a mi lado de la mesa.

“Estoy feliz, pero no puedo aceptar esto”.

“¿Yuna?”

“Si no les gusta mi tienda, siempre pueden volver. Pero, si les gusta mi tienda, pueden quedarse todo el tiempo que quieran”.

Le devolví la escritura a Morin.

“Por favor, cuida la tienda que es un recuerdo de tu esposo”.

“Gracias.”

Las dos inclinaron la cabeza. Decidieron ir a Crimonia al día siguiente de la celebración del cumpleaños. Después de la celebración del cumpleaños, las personas que se habían reunido regresarían a sus respectivos hogares. Dado que la gente que regresaba a Crimonia irían como varios grupos, no terminarían siendo atacados por monstruos o bandidos mientras viajaban. Las dos decidieron dirigirse a Crimonia como parte de uno de esos grupos.

Al parecer, las dos estarían limpiando la tienda e irían a ver a las personas que las ayudaron en la capital hasta que salieran. Por su bien, realmente necesitaba asegurarme de que esta fuera una buena tienda.

El mismo día del festival, estaba esperando a Ellelaura para llevar el pudín al castillo. Había toneladas de gente entrando y saliendo ese día, e incluso con un permiso, no podía entrar al castillo yo sola, así que Ellelaura iría conmigo.

“Fina, ¿de verdad no quieres venir?”

“No, yo vigilaré la casa”.

Parecía que conocer a Lady Flora mientras estábamos mirando alrededor del castillo el otro día se había convertido en un trauma para ella, aunque en realidad no le pasó nada malo. Como plebeya, incluso conocer a la realeza era suficiente para ponerla tensa. No quería forzarla, así que terminé decidiendo ir sola. Sin embargo, le dije que volvería a casa tan pronto como pudiera.

Finalmente llegó Ellelaura.

“Buenos días.”

“Buenos días.”

“Ja, ja, me gustaría ver las caras de todos cuando coman el pudín lo antes posible”.

Ellelaura parecía diabólica. Ella era igual que el rey.

“Por favor, asegúrate de no difundir que yo los hice”.

“No lo haré. Ya sabes, a Su Majestad se le ocurren algunas ideas divertidas”.

“Sin embargo, las personas que terminan atrapadas en esas ideas seguramente terminan con muchos problemas”.

“Ja, ja, tienes razón. Pero es divertido de ver”.

Cuando llegamos al castillo, entraron en él, uno tras otro, carruajes que parecían de sangre azul. Había muchos que estaban bellamente ornamentados. No era Fina, pero verlos me dio ganas de salir corriendo. Fue como ir a la boda de un amigo y encontrar toneladas de personas en autos de clase alta mientras yo era la único que llegaba en autobús.

Bueno, todo lo que estaba haciendo era dejar el pudín y no iba a ser parte de la fiesta, así que estaba bien. Cuando entré al castillo, me llevaron a una habitación desierta donde alguien había instalado un refrigerador.

“Por favor, pon los pudines allí”.

Los saqué del almacenamiento de osos y comencé a cargar los trescientos en el refrigerador.

“Se ven deliciosos”.

“No puedes comerlos”.

“Por supuesto, ni siquiera yo me atrevería a hacer eso. Pero no podré tenerlos más una vez que regreses a Crimonia”.

“Te invitare si vienes”.

“Volveré a casa una vez que mi hija tenga un descanso de la academia, así que te aceptaré entonces”.

Bueno, para entonces probablemente ya tendría la tienda; sería agradable que ella viniera.

“En ese caso, me voy a casa”.

“¿De verdad no vas a venir a la fiesta? Puedo conseguir un hermoso vestido para ti”.

“Dejé a Fina esperando sola, así que voy a regresar”.

Dejar a Fina sola sería triste.

“Fina también debería haber venido”.

“Que ella y yo vayamos a la fiesta de cumpleaños del rey es una tarea demasiado difícil”.

“¿Lo es? No creo que haya problemas para el héroe que mató a la horda y su amiga”.

“No tengo la intención de convertirme en un héroe, así que tendré que rechazarlo respetuosamente”.

Cuando regresé a la casa de los osos, encontré a Fina luciendo sola mientras me esperaba. Regresar fue lo correcto. Fina se animó cuando llegué a casa.

“Yuna, bienvenida a casa.”

“Gracias. Entonces, ¿quieres ir a ver el desfile o algo así?”

“Pero no habrá un lugar abierto si vamos ahora”.

“Tengo algunos asientos especiales, así que estará bien”.

Llevé a Fina afuera. Cuando nos dirigimos a la carretera principal, tal como dijo Fina, se formó una multitud y no podíamos ver el desfile a través de eso.

“Yuna, no creo que esto funcione”.

“¿Qué tal por allí? Voy a saltar, así que agárrate fuerte”.

Sostuve a Fina y salté, primero al tejado de una casa pequeña y de allí a un tejado alto. Finalmente, salté a la estructura más alta de los alrededores.

“Tenemos una gran vista desde aquí, ¿verdad?”

Como la gente iba a ver el desfile, todo abajo se desbordaba. Todos se reunieron para ver al rey. ¿Quizás fue como ver a un artista? ¿Algo así como un desfile después de una victoria de béisbol profesional?

Mira, Fina. La gente parece basura desde aquí”.

“Yuna…”

Fina me miraba con frialdad. Hice un trabajo magnífico al ignorar eso y saqué el pan que compré con anticipación. Mientras comía y bebía mirando la capital desde lo alto del techo, comenzó el desfile. La caballería lo encabezaba. Tenían un buen aspecto mientras levantaban sus lanzas y espadas. Después de los caballeros vino la banda. Acompañaban el ya hermoso desfile del rey con una hermosa música. Vi un gran carruaje detrás de la banda en el que iban el rey y una mujer.

¿Era esa la reina? Ella era hermosa. Cuando un hombre hermoso y una mujer hermosa tenían un hijo, supongo que terminaban con una linda chica como Lady Flora. Los genes no eran nada con lo que jugar. El rey, que saludaba a la gente, me vio en el techo. Le dijo algo a la reina y cuando ella se volvió para mirarme, hizo un gesto con la mano.

¿Qué le había dicho? No podía ignorarlos, así que les devolví el saludo débilmente. Pasó el carruaje del rey. El desfile circuló por la capital y pareció terminar con ellos entrando en el castillo. Las festividades continuaron hasta altas horas de la noche de ese día en la capital, y todos celebraron el cuadragésimo cumpleaños del rey. Al día siguiente, Morin y Karin se dirigieron a Crimonia. También salí para ver a las personas que me ayudaron antes de regresar a la ciudad. El gremio de aventureros fue lo primero.

“Gracias de nuevo por matar a los monstruos. Eres bienvenida aquí en cualquier momento, así que avísame cuando estés trabajando en la capital”, dijo Sanya.

A continuación, me dirigí a la casa de Ellelaura.

“Yuna, gracias por todo lo que hiciste por nosotros. Gracias en nombre de mis hijas también”, me dijo Cliff.

“Yuna, te diriges a casa antes que nosotros”, dijo Noa.

“Yuna, por favor ten otro encuentro conmigo la próxima vez que nos veamos”, dijo Shia.

“Yuna, si Cliff hace algo extraño, házmelo saber”, dijo Ellelaura.

“Me aseguraré de que el macizo de flores esté floreciendo cuando regrese, así que por favor venga a verlo pronto”, dijo Surilina.

Una vez que el trabajo de Cliff estuviera terminado, Noa volvería a Crimonia con él. Me invitaron a quedarme hasta entonces, pero como no necesitaban que los escoltara esta vez, lo rechacé cortésmente.

Luego fui a la casa de Gran.

“La próxima vez que vengas a la ciudad, pasa por mi casa. Te recibiré con los brazos abiertos”, dijo.

“Quiero despedirme de los osos”, dijo Misa.

Llamé a los osos, tal como me pidió Misa, y ella se despidió.

Al final, me dirigí al castillo.

“Ojalá hubiera podido mostrarte las caras de los aristócratas cuando comieron ese pudín. Todos vinieron y me pidieron que les presentara a la persona que los hizo”, dijo el rey. Se río al recordarlo.

“Por favor, asegúrate de no contarle a nadie sobre mí”.

“Entonces, ¿qué le gustaría hacer con el pago?”

Oh, lo olvidé. No me dolía el dinero en efectivo.

“Hmm, guardar silencio es pago suficiente por eso”.

“¿Qué? ¿No confías en mí?”

“Realmente no tengo ningún problema de dinero, así que, si Lady Flora parece estar a punto de decir algo, por favor, busque la manera de solucionarlo”.

“Comprendido. Entonces, ¿no vas a ver a Flora?”

“Volveré a traer budín. Parece que lloraría si la veo”.

Simplemente no podía hacer que los niños lloraran.

“Veo. También me gustaría volver a comer pudín, así que vuelve más temprano que tarde”.

Después de terminar mi despedida de las personas que habían sido tan amables conmigo, decidí regresar a Crimonia. Por otra parte, podría volver cuando quisiera.